jueves, 30 de noviembre de 2017

Jueves reflexivo: Lluvia.


Reflexión bajo la lluvia.

Hola a todos y muy buenos días. ¿Cómo va la semana? La mía de momento bien y hoy se presenta un día también bastante bueno, así que estoy muy contenta.

Hoy toca post reflexivo, que escribo sobre la marcha y disfruto mucho. Estoy con mi gato, que últimamente me cambia por el radiador, y con una infusión que me trajo el otro día mi marido y ha enganchado, ya he terminado el desayuno pero necesitaba tener una bebida caliente mientras escribo así que aquí está, en mi taza preferida.

En la calle aún no ha amanecido y me acompaña un día de invierno aunque aún estemos en otoño, de los que crecieron conmigo, mañanas de frío, lluvia y carreras por calles que huelen a lluvia, a humo y a café. Y sin más rollo empezamos.


Ayer Tere comentó en facebook la falta que hace la lluvia, y al leer eso me inspiré, la lluvia se merece muchos post. Ay la lluvia, tan odiada y despreciada, y aunque os hablé de ella aquí como era lluvia de verano pues me animo a repetir tema pero esta vez con la lluvia invernal.

Yo crecí rodeada de lluvia, muchos de mis días de cole transcurrían bajo el paraguas, mi hermana y yo dábamos cortos y rápidos pasos muy agarradas a mi madre que nos iba contando alguna historia. Y ya en el autocar del cole mirábamos hipnotizadas esas gotitas que salpicaban las ventanillas y nublaban nuestra visión.

Recuerdo muchas tardes de clase como las de Machado(os dejo el poema al final del post, es mi preferido de este autor), con la lluvia en los cristales como una letanía que acompañaba nuestras actividades.

Me gusta la lluvia, y no solo porque pinta de verde mi región y calma la sed del mundo, me gusta porque trae aromas nuevos, porque hace que todo parezca diferente.

Cuando mi marido y yo empezamos a salir tuvimos muchos días de lluvia y nos arrebujábamos bajo un paraguas mientras hablábamos, nos reíamos y pasábamos esos momentos de novios que son tan mágicos.

A día de hoy a veces lo hacemos, salimos cuando llueve solo para compartir paraguas y risa, y sé que parecemos unos inmaduros pero es taaaan bonito reírse bajo la lluvia.

Si paseamos por la ciudad todo parece renovado, el suelo brilla y apetece saltar en los charcos con nuestras botas de agua.

Las piedras de las iglesias están tan brillantes que hacen que olvidemos que esos edificios tienen siglos de antigüedad. Y los paraguas lo llenan todo de color.

Qué sí, que tiene inconvenientes, pero también muchas cosas buenas.

El martes teníamos unos planes pero a lo largo del día las cosas cambiaron y mi marido y yo pudimos, sin contar con ello, ir a pasar la tarde con mi madre y mi hermana a un pueblo marinero que nos encanta para que mi madre estrenara una cámara de fotos que le ha regalado mi hermana.

Salimos de casa muy prontito y en el coche todos íbamos felices, hablando y planeando, y cuando estábamos a punto de llegar las gotitas que en mi infancia salpicaban las ventanillas del autobús empezaron a salpicar todos los cristales del coche.

Al principio nos quedamos un poco decepcionados pero decidimos seguir adelante, y al final nos lo pasamos genial.

Adoro las fotos bajo la lluvia, de hecho no solo ella hizo, hicimos todos, y lo que nos reímos...nos dieron verdaderos ataques al ser las únicas personas que estaban en la calle y además haciendo fotos. Porque lo peor es que yo siempre tengo un par de paraguas en el coche, pero mis hijos se los prestaron a unos amigos y no nos acordamos nunca de reponerlos, y mi madre, que siempre lleva un paraguas plegable en el bolso quiso ir divina para la ocasión y llevó un bolso pequeño con lo mínimo.

lluvia-candás-asturias
El paisaje con la lluvia es mágico, me encanta ver las torres de la iglesia al fondo y el suelo brillando.


Pero además de reírnos mucho con las fotos nos fuimos a merendar a una cafetería chulísima, con una decoración espectacular y esos cafés calientes sabían a gloria, y lo demás también pero el café ayuda a entrar en calor y nos trajo recuerdos buenos.
Además compramos unas marañuelas, que es un dulce típico que en mi casa comemos mucho y fuimos comiéndolas bajo la lluvia, porque somos así.

lluvia-asturias-otoño-candás
Me encanta ver las farolas encendidas y las hojas secas alrededor, como una guirnalda.


La vuelta en el coche ya era de noche y volvimos por carreteras secundarias, lo que me encanta porque si miraba a los lados podía ver viviendas salpicando los prados y sin apenas esfuerzo podía imaginarme la vida dentro de esas casitas con luces encendidas, podía sentir el olor a humo y a cena y me parecía todo de lo más bucólico.

candas-otoño-asturias
Estas casitas son taaaan bonitas, hablan de vida y de hogar.


Al volver a casa y encontrarme la ropa del tendal toda mojada se me fue un poco el romanticismo, pero al encender la calefacción y tomarme una infusión volví a sentirme feliz.

Obviamente no hay nada perfecto, en mi caso nos faltaba mi padre pero no podemos vivir en el pasado ni entristecernos a cada momento, hay que quedarse con esos pequeños instantes de felicidad de la que casi no cuesta, en nuestro cas el precio han sido unas gotas de lluvia y muchas risas. Y hay que disfrutarlo, eso pude hacerlo todo el día y lo sentí especialmente al ver las fotos, porque nos habíamos peinado y maquillado para la ocasión y salimos con el pelo mojado y pegado a la cara y con el maquillaje hecho una pena, pero si miramos atentamente tenemos algo que ningún peinado ni maquillaje nos puede quitar; felicidad.

Bueno, pues ya estoy atascada así que solo os diré que me gusta la lluvia, no demasiado seguida, pero de vez en cuando es un paréntesis realmente bonito, es un regalo de la naturaleza que yo recojo a manos llenas y agradezco hasta el infinito.

Mil gracias por leerme y nos vemos el sábado en el resumen semanal. Muy buen fin de semana a todos.

Y a vosotros;¿os gusta la lluvia?¿Llueve hoy en vuestras ciudades?

Os dejo el poema de Machado aquí.

                                                       Una tarde parda y fría 
                                                      de invierno. Los colegiales 
                                                      estudian. Monotonía 
                                                      de lluvia tras los cristales. 

Es la clase. En un cartel 
se representa a Caín 
fugitivo, y muerto Abel, 
junto a una mancha carmín. 

Con timbre sonoro y hueco 
truena el maestro, un anciano 
mal vestido, enjuto y seco, 
que lleva un libro en la mano. 

Y todo un coro infantil 
va cantando la lección: 
«mil veces ciento, cien mil; 
mil veces mil, un millón». 

Una tarde parda y fría 
de invierno. Los colegiales 
estudian. Monotonía 
de la lluvia en los cristales.

27 comentarios:

  1. Aquí estuvo lloviendo toda la tarde noche del martes bastante fuerte y por la noche hubo tormenta. Me gusta la lluvia si no tengo que salir ni ropa tendida (como era el caso). Oir llover desde la cama me parece uno de los mayores placeres que hay (las tormentas no tanto, no porque me den miedo sino porque el ruido de los truenos me impidió dormir un rato.

    Un besito

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  2. ¡Buenos días!
    Ayer estuvo lloviendo aquí todo el día y qué gusto! Hacía tantos meses que no caía una gota, que casi lloro de alegría. La lluvia es maravillosa. Yo disfruto mucho bajo un manto de agua. Me gusta fotografía o tomar vídeos. Cómo el que hice el año pasado cuando a una semana de Nochebuena, cayó una tormenta impresionante. Tanto, que el río se desbordó a su paso por varias pedanías. Ojalá cáiga más lluvia que hace mucha falta.
    Precioso poema.

    Un beso.

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  3. Debe ser que no soy tan romántico como tú. En lo de la lluvia no coincidimos en absoluto. La odio. No soy tan insensato de no querer que llueva, pero si lo hiciera siempre mientras estamos durmiendo por la noche estaría tan contento. No me vale decir que te gusta ver llover tras los cristales de un lugar resguardado y con calefacción. Eso es que te gusta ver llover, no que te guste la lluvia.
    Un abrazo.

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  4. A mí la lluvia me gusta, pero en la zona donde vivo la vemos poco, y lo cierto es que aquí en cuanto caen 4 gotas se paraliza todo. Falta de costumbre, supongo.
    Bsos!

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  5. Yo también recuerdo esas tardes y ese poema. Aquí llovió bastante ayer, y aunque me impide dar mis amados paseos, me dio mucha alegría porque el campo lo necesitaba urgente.
    Un besito!

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  6. Galicia este año está muy seca por culpa de la sequía. Mira que había veces en que la lluvia hasta lo ponía a uno de mal humor porque podía estar días sin parar... Pero qué bien nos vendría ahora.
    Eso sí, el caer del agua despierta en todos esa nostalgia y esa atmósfera especial que has descrito en la reflexión.
    Un abrazo, Marigem.

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  7. Hola Gema pues a mi la lluvia la verdad es que no me inspira absolutamente nada, por lo único que le hace falta a la tierra pero nada más!!!! a mi no me gusta, esto es el Mediterráneo y que en cuanto no vemos el sol nos cabrea!!!! ja ja ja


    Besos

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  8. Yo tengo un amor odio hacia la lluvia.
    Entiendo que es muy necesaria pero me fastidia el día a día cuando llueve ya que es molesto. Los días de lluvia suelen ser más oscuros y me deprime y siempre hay menos cosas que hacer cuando llueve. Aunque ya llevaba tiempo implorándola.
    Sólo adoro la lluvia cuando estoy calentita en mi casa y sé que no he de salir. Puedo pasar largos ratos mirando por la ventana cuando diluvia. O cuando estoy en la cama me reconforta oír el repiqueteo de las gotas contra el cristal.
    Feliz jueves
    Besos

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  9. Yo no me llevo muy bien con la lluvia. Acostumbrada al tiempo frío, pero luminoso de León y a sus veranos más luminosos si cabe, cuando vine a Cantabria, lo que pero llevé durante años fue el clima. Ahora me he hecho más casera y ya casi me da igual y, por supuesto, después de una sequía como la que arrastramos, bienvenida sea la lluvia.
    Un beso.

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  10. Pues yo soy más de Serrat y su Balada de otoño cuando llueve. Ahora mismo aquí está lloviendo, y la lluvia en Almería siempre se recibe con migas. Son muy pocas vece las que llueve y las aprovehcamos. Me ha encantado tu historia, esas son las aventuras qeu luego se recuerdan, las que salen de la improvisación. Y el maquillaje y los peinados, de esos no te acuerdas.
    Tenéis un privilegio con esos paisajes, esas casitas invitan a inventar vidas como bien dices.
    Un besillo.

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  11. los días de lluvia tienen una atmósfera especial, con los paraguas y los faros de los coches encendidos. y se genera cierta camaradería. cuando entras en un sitio comentas "vaya día que tenemos hoy, eh?". en cierto modo une a la gente. todos seguimos con nuestras actividades diarias, pero teñidas de esa magia de la lluvia. y cuando volvemos a casa, la cogemos con más gusto.
    son muy bonitas todas las fotos. la de los edificios reflejándose es de concurso. y antonio machado es un clásico de nuestros libros de lengua de egb, muy buenos recuerdos.
    besitos!!

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  12. Sé que la lluvia es necesaria pero no puedo evitar que me ponga triste, de mala gaita si tengo que mojarme... etc. Vamos, que comprendo su importancia pero no me gustan nada. Por eso no podría vivir en un lugar donde llueva tanto. Besotes!!!

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  13. Me he llevado una alegría inmensa al saber que sin querer te he servido de inspiración para este jueves reflexivo, me alegro un montón.
    A mi me gusta mucho la lluvia, me recuerda a cuando yo era pequeña y llovía y mi hermana y yo nos fundábamos las botas de agua y nos íbamos al colé y nos dedicábamos de camino al autobús a salpicar todos los charcos que nos encontrábamos por el camino eso sí jeje, con la protesta de mi madre que decía que nos íbamos a poner perdidas pero daba igual, nosotras cuando no se daba cuenta o nos hacíamos las sordas jiji y saltábamos, éramos tan felices, era chulisimo saltar los charcos con las botas de agua, que recuerdos.
    Tengo una curiosidad que son las Maruñuelas?
    Besos Gemma y me alegro mucho haberte servido de inspiración

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  14. Adoro un día de lluvia. No sé, me inspira calma, intimidad, parece que el tiempo se detiene, evoca el recogimiento. El olor a tierra mojada, aunque sea asfalto; el sonido de las gotas que parece mecernos... Aunque también es verdad que en Barcelona habrá llovido este año como mucho cincuenta días. Un abrazo

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  15. A mi me encanta la lluvia, sobre todo la de otoño-invierno pero metida en casa, calentita y salir una vez la lluvia ha cedido para notar esos aromas de los que hablas y sentir la limpieza de la atmósfera.
    La lluvia de verano me gusta menos, es más impulsiva, más violenta, por lo menos en mi tierra.
    En estos momentos la lluvia es como el maná.
    Besos

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  16. A mi me gusta la lluvia si no tengo que salir a lidiar con ella en la ciudad, ir por la calle en lugares transitados intentando que no te saquen un ojo con el paraguas del vecino es una odisea y que no te duchen los coches, otra. Así que creo que la lluvia es preciosa cuando estoy en casa y la miro caer desde la ventana, pero tengo que reconocer que de pequeña me gustaba mojarme, saltar en los charcos y buscar caracoles y aún hoy a veces cuando estoy en la montaña no me importa mojarme y aspirar ese olor a naturaleza mojada que me gusta.
    Besos

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  17. La lluvia cae de forma tan esporádica últimamente, que ver llover se convierte en una fiesta. Hace un par de noches estábamos mi marido y yo viendo la tele cuando escuchamos el inconfundible sonido de un buen chaparrón en la calle, y corrimos como críos para asomarnos a la terraza y disfrutar del espectáculo. Y el otro día desayuné también en la terraza, con la corredera abierta de par en par, a pesar del frío, porque estaba lloviendo y no quería perdérmelo ni verlo a través de los cristales. Vamos, que la lluvia me encanta (sobre todo si no me cae encima, je, je).

    Me alegro mucho de que disfrutárais ese paseo al pueblo marinero, Gema. Saber adaptarse a las circunstancias y no dejar que los pequeños inconvenientes de amarguen la vida es una magnífica cualidad :)

    ¡Un beso pasado por agua!

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  18. A mi me encanta la lluvia pero la verdad es que por aquí llueve bien poco y eso que nos hace abundante falta.Un beso

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  19. Hola Mari! Esta vez si que he pasado un poco tarde por aquí pero es que tuve un día full...
    Obviamente no podía perderme el jueves reflexivo asi que aquí estoy jeje y que lindo post, verlo desde el lado bonito, positivo y hasta poético, es bonito ver la lluvia caer, no muy seguido y cuando uno tiene el tiempo de disfrutarla porque en muchas ocasiones, en mi caso estorba un poco jeje
    La lluvia Debería llegar en tiempo de vacaciones para poder disfrutarla plenamente, su olor, su sonido y hasta el color del ambiente
    Besitos

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  20. Yo no soy amante de la lluvia, la verdad es que me deprime un poco pero me ha encantado tu visión y me ha hecho mirarlo desde otra perspectiva. Un besazo

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  21. También me encanta la lluvia!! Nos tienes que enseñar un dia las mariñuelas 😊

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  22. Puede que sean mis genes maternos gallegos pero la lluvia me encanta. Aunque no creo que soportara un clima lluvioso eterno, es decir, unos cuantos días están bien pero el sol también es necesario.
    Genial entrada y el poema final un broche perfecto.
    Un beso.

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  23. A mí me gusta que llueva y de hecho, me gustan las tormentas y estar en casa viendo una peli o leyendo. Aquí no ha llovido mucho, ayer cayeron gotitas pero durante 10 minutos, lo que sí está haciendo un frío horrible. Me he tenido que poner guantes y yo no llevo nunca jajaj
    Un besito guapa!!

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  24. A mí con la lluvia me ocurre igual que con la nieve: me encanta verla caer tras los cristales, bien calentito en casa, jajaja
    Reconozco, sin embargo, que las imágenes de un paisaje tormentoso y mojado o nevado son muy bellas.
    Un abrazo.

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  25. Los días de lluvia me encantan para verlos tras los cristales de mi casa. Sentada en mi escritorio y viendo llover me inspira. En la calle me gusta menos, pero no queda otro remedio si tienes que salir, te abrigas con gabardina y paraguas y ya está. Este año ha llovido poco y es muy necesario. Dentro de una hora salgo y no me queda más remedio que coger el paraguas, hoy llueve por aquí. Bonita poesía de Machado.Un abrazo

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  26. Hola Gema, :)
    En la zona donde vivo el viento hace acto de presencia casi todo el año, y no se va casi nunca, de los nunca, jeje Pero la lluvia, si que me encanta, sobre todo en fin de semana, para estar recogidita en su casa, arropada y leyendo o viendo una película o serie. Soy muy hogareña, que le voy hacer, ;)
    Un beso.

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