lunes, 24 de junio de 2019

Anécdotas: ataques de risa

Ataques de risa incontrolables.

Hola a todos y bienvenidos una semana más.¿Qué tal el finde? Aquíhemos tenido un sábado de verano y un domingo un poco pasado por agua.
Hoy vengo con unos ataques de risa que compartí hace cuatro años y como entonces mis lectores eran otros me he animado a rescatarlos. Y sin más rollo empezamos.

Ya que empiezo contenta me apetecía mucho compartir anécdotas con vosotros, y se me ha ocurrido hablar de mis ataques de risa.

No sé si a vosotros os pasa pero a mí me han dado ataques en todas partes, y me da rabia porque a veces parece que me estoy riendo de una persona pero no es así, suele ser la situación lo que me hace gracia.
Ya os conté aquí la caída tan tonta que me llevé por tratar de aguantar la risa.

Lo primero que quiero decir es que generalmente los ataques de risa contados pierden la sustancia, así que entiendo que a lo mejor esto os aburre y no os hace gracia, pero yo lo intento y ya me decís si os gusta o  se os hace pesado.

Risa en un momento solemne

 

¿Recordáis a El Aberroncho? Es un personaje que salía en la hora de José Mota(os dejo un vídeo). Pues mi hijo lo imita e imitaba a la perfección, le salía genial.
Bien, El aberroncho tiene varios personajes, uno de ellos es El borrico Isaías, y la mejor imitación que hacía es la del vídeo que os pongo y donde a Luis Cobos le da un ataque de risa al nombrar al dichoso borrico.

Pues en esa época se graduó mi hija y toda la familia acudimos al evento, como si del clan Pantoja se tratara.

Antes de la fiesta hubo una misa y nada más empezar el cura nos da las gracias por acudir el día de San Isaías. Entonces mi hermana y yo, como dos niñas pequeñas, dijimos en susurros pero bastante alto ¡Cómo el borrico!
Y ahí empezó el ataque de risa más bochornoso y del que más arrepentida estoy.

Me pasé la misa mordiendo clinex para ahogar los sonidos, y las lágrimas de la risa rodaban por mi cara destrozando el maquillaje. Y mi hermana estaba igual.

Cada vez que nos empezábamos a calmar el hombre nos decía algo de Isaías y volvíamos a empezar, yo pensaba en mi hijo haciendo el tonto y es que no podía parar.

No os imagináis lo mal que lo pasé temiendo que alguien me oyera y pensara en lo mala madre que era. Y mis padres, marido e hijo nos lanzaban miradas asesinas.
Menos mal que luego los alumnos empezaron a intervenir y al ver a mi hija las cosas cambiaron pero la primera media hora fue algo de película.

Al acabar mi hija me dijo que al oír lo de Isaías se imaginó nuestro ataque, y la pobre realmente esperaba oír una carcajada en cualquier momento.

Seguramente contando esto he quedado como muy mala madre pero es que no pude evitarlo, las escenas que acudían a mi mente eran demasiado para mí.



Risa en la tienda

 

Hace ya unos años de vez en cuando, si teníamos un olvido, comprábamos los productos en una tienda de esas que habrían hasta tarde, ahora no las hay o son bazares chinos, pero de aquella eran tiendas de esas de toda la vida.

Y un día se me olvidó el café y me quedaba poco en casa así que a última hora fui con mi marido mientras mis hijos estaban con mis padres viendo una peli porque querían noche de abuelos.

El caso es que de camino fuimos hablando de marcas de café. Yo entonces compraba El Gallego y le decía a mi marido que también me gustaba Areces, y mientras íbamos hablando me caí de una manera ridícula. Y empecé con el ataque de risa.

El caso es que entré en la tienda partiéndome de risa y no pude ni decir hola, así que intenté pedir rápido y en vez de pedir un paquete de café El Gallego me vino a la cabeza Areces y dije textualmente; Un pafé de Areza y la mujer, sin inmutarse, fue a una estantería, cogió dos paquetes de El Gallego, se giró con uno en cada mano y me pregunta;- ¿natural o mezcla? Y aquello fue demasiado para mí que empecé a reírme como una loca y salí corriendo de la tienda.
En cambio mi marido se quedó allí tan serio, pagó y salió a  buscarme.

Lógicamente estuve meses sin atreverme a entrar en la tienda, y me daba terror encontrármela por la calle, menuda vergüenza.

He de decir que la señora tenía mucha memoria y muy buenas entendederas porque entendió perfectamente que lo que tan extrañamente pedí era café y recordó la marca que usaba.

Ahora ya no existe la tienda, pero cuando estoy con un ataque de risa evito entrar en ningún sitio, espero tranquilamente a que se me pase.



Risa en el fotógrafo

 

Hace muchos años tuve que hacer las fotos del DNI. Ya me habían desechado unas por llevar el pelo por la cara porque según la chica policía no se me reconocía, así que fui a un fotógrafo a hacer foto divina de la muerte.

Llegó el momento de la foto y recordé que la chica me había dicho que no debía salir riéndome, una sonrisilla sí pero con cara normal y despejada.

El caso es que fui a hacer la foto con mi hermana y junto a la silla donde yo estaba había un par de espejos para controlar la tienda desde la zona de fotos(de aquella las cámaras de vigilancia solo las tenían los bancos).

Mi hermana tenía el día gracioso y empezó a gesticular de modo que yo la veía en el espejo. A mí me entró un ataque de risa pero es que en ese momento la vio el fotógrafo y le entró otro ataque a él y acabamos los dos llorando de risa y sin poder parar.

En ese momento se llenó la tienda de gente y como pudo el hombre me dijo que había que acabar que tenía clientes, y añadió que a la de tres disparaba.
Yo traté de aguantar la risa pero él contó hasta tres y me sacó tal cual y en la foto salí con los ojos medio cerrados y la barbilla muy arrugada por lo fruncida que tenía la boca.

Y lo peor es que las fotos fueron para el DNI, el carnet de estudiante y el Carnet joven, porque mis padres ya no me dieron dinero para más fotos que esas eran las segundas que hacía por mi propia culpa.

Pasé 5 años enseñando mi horrible gesto en todas partes,jejeje.

Bueno, no quiero enrollarme más y por hoy lo dejo aquí. Tengo otros post con ataques de risa y también os he hablado de las consecuencias de estos, como la maldición qu eme echó un cura por reírme en clase.

Muchas gracias por leerme y nos vemos el miércoles.  Y vosotros;¿os dan ataques de risa o podéis controlarlos? 

¡Feliz semana!

47 comentarios:

  1. jajajaja, pues si que nos dan, pero no en cualquier sitio... no sé porqué pero normalmente nos da por la noche y en la cama, estamos hablando de alguna cosa y de repente nos hace gracia y es horroroso porque nos reímos y no queremos para no despertar a Alejandra y terminamos con dolor de garganta

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    1. Jajajaja, es horrible aguantar y no poder.
      A mi hermana y a mí nos dan siempre ne los peores momentos, este año nos han dado dos que...mejor no las cuento.
      Feliz semana.

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  2. Muy simpáticas y entrañables tus anécdotas. A mi me pasó en un curso con una compañera, que nos dio un ataque de risa que no sabíamos como parar, ¡qué vergüenza!
    Besitos.

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    1. ¡Hola!
      Ay qué vergüenza se pasa pero es imposible parar.
      Muy feliz semana.

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  3. A ti que entró la risa por una caída tuya. Lo malo es cuando a la gente le entra la risa cuando se ha caído otra persona, que además se ha hecho daño. En estos casos la verdad es que quedas fatal. Yo tengo la suerte de que no me ocurre.

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    1. ¡Hola!
      Si la persona que se ha caído no se hace daño me puede dar la risa pero reírme de los que se hacen daño nunca lo he entendido, eso no es gracioso.
      Muy feliz semana.

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  4. Ahora mismo no se me ocurre ninguno, pero porque son anécdotas muy personales que sólo tienen significado para quienes estábamos ahí.
    Besos!

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    1. Hola.
      A mí me pasa con los últimos que tuve con mi hermana, solo lo entendemos nosotras y para los demás seguramente no tiene gracia.
      Muy feliz semana.

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  5. cuando era más jovencillo era más propenso a la risa tonta, por lo que tú dices, la tensión de estar en un sitio en el que no te puedes reír: en clase, en misa...
    el año pasado le hicieron a mi madre unas fotos para renovarse el carnet. cuando las vi no pude evitar reírme por el careto con el que había salido, y buena la hice. mi madre dijo que las fotos eran horribles y que quería hacerse otras. "tú no te sueles reír de ese tipo de cosas, si te has reído es que salgo fatal!". al final se le pasó el cabreo y quedó en una anécdota divertida. ^_^
    besos!!

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    1. ¡Hola!
      Jajajaja, obrecita tu madre. En mi casa somos muy poco fotogénicos(excepto mi marido, siempre sale bien y le "odiamos " por ello) así que ya aceptamos todo, peor la qu eyo te digo era horrible, pero horrible.
      El fotógrafo era muy simpático y siempre se estaba riendo, y claro, si tú ya estás con la risa pues...
      Yo no he crecido porque me reía de jovencilla pero sigo igual.

      Muy feliz semana.

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    2. Quise decir pobrecita, y peor quiere decir pero y eyo quiere decir que yo.
      Si es que no sé escribir, el móvil no es mi amigo, jejejeje.

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  6. Lo más terrible que recuerdo al respecto fue en la misa de funeral de mi abuela. Una tía mía, un prima y yo estábamos en un banco al lado del cual había un confesionario donde se estaban confesando mujeres de la parroquia. Hasta que nos dimos cuenta de que una salía del confesonario y se quedaba esperando y en cuanto salió la que entró detrás de ella, volvió a entrar. Ahí ya nos empezó a dar la risa, pero es que el hecho se repitió tres veces más, por lo que media asistencia lloraba y nosotras nos reíamos como idiotas con una risa nerviosa que ni te imaginas.
    Yo también soy de risa incontrolable y en el colegio lo pasé muy mal por eso.
    Una entrada muy divertida.
    Un beso.

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    1. ¡Hola!
      Ay qué mal se pasa en esas situaciones, pero es que lo que cuentas es buenísimo. A mí me pasaría exactamente igual, me daría un ataque de esos épicos.
      Me ha encantado la anécdota.
      Muy feliz noche.

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  7. ¡Hola, hola ^-^!

    JAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJJAJAJAAJJAJAAJJAJAAJAJAJAJAJJAA No puedo empezar este comentario de otra manera porque de verdad solo de imaginarte en esas situaciones me entra a mi la risa. A mi también me dio la risa en la iglesia una vez y jajajajjajajajajajajjajajajja no sabía donde meterme ni como aguantarme jajajajajajajjajaja.

    ¡SE MUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUY FELIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIZ! 💛

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    1. Jajajaja, la verdad es que se pasa muy mal pero es que a veces no se puede evitar.
      Muy feliz noche.

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  8. A mi alguna vez me ha pasado el tener un ataque de risa en el momento menos apropiado, jajaja. Un beso

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  9. Hace tiempo que no me dan. Un beso

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  10. A mí el último ataque de risa me dio en el cine. estábamos viendo una película muy seria, un drama en el que ocurrían muchas tragedias. De repente a la señora que estaba al lado de mi marido se le escapó una ventosidad, y no pudimos contenernos. Venga reír y reir por lo bajo y sin poder parar, y la gente consternada por la historia de la película que estaban viendo. Al final se nos pasó pero...¡qué apuro!
    Estas anécdotas alegran la vida.
    Un abrazo

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    1. ¡Hola!
      Ay madre no me extraña que te diera el ataque, yo tendría que salir del cine fijo porque no podría controlarme, jejejejeje.
      Ay qué apuros pasamos, jejejeje.
      Feliz noche.

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  11. Me han encantado tus anécdotas de risa jejeje.
    A mi me han dado en clase, por algún comentario del profesor o de algún compañero y no poder parar, y encima mi amiga Inés, en el último curso que hicimos juntas, no se que comentario hizo el profesor que acabamos riendo los tres y de paso toda la clase jejejjee.
    También recuerdo, que me caí en una cueva que fui a visitar con mi hermana y un grupo de crios y crias, tendría yo como dieciseis años o así, la cueva de los Franceses se llamaba y fui a bajar y di la voltereta literalmente, el caso es que en vez de darme por llorar, me parti de la risa, mira un número jejee.
    Como veras alguna que otra tengo yo también, eso si, nunca jamás se me ocurre reirme del dolor ajeno.
    Besos

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    1. Jejeje, me alegra mcuho que te gusten.
      Ay es que cuando uno se cae, no sé que resorte nos tocan que ya empezamos y no se puede parar, jejejeje.
      Muy feliz noche y yo tampoco me río jamás del dolor ajeno, eso no lo puedo encontrar gracioso.

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  12. Yo si recuerdo haber leído el post original y aún me da risa imaginarte riéndote en medio de la misa jajaja a mí me pasó en un velorio, en el de mi abuelo, no recuerdo qué dije, pero sí que lo dije con sarcamos y mis primas estallaron en risa y las regañaron, pero a una le halaron el pelo por no medirse (la mamá) y yo que no suelo reírme de mis propios comentarios, me destornillé de risa de verle el rostro desencajado luego del tirón de mechas. Ya yo estaba uno 9 años más grande que ellas y nadie me dijo nada. Igual me salí porque mi tía me miró fulminantemente jajaja

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    1. ¡Hola!
      Qué buena memoria tienes, madre mía.
      Jajaja, pobrecita que se llevó un tirón de pelo pero en los velatorios siempre acaba dando la risa, da mucha rabia pero es así.
      Muy feliz domingo.

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  13. Hola Gema imagino las risas y el rato y es que cuando te da resulta del todo imposible parar y cuanto menos puedes, más te ríes.
    Yo he recordado una anécdota una vez que estaba haciendo una traducción en una conferencia, el ponente dijo el nombre de un animal y yo no recordaba el nombre en el idioma y me estaba retrasando en el discurso y solté el nombre de otro animal, a mi compañero de cabina le cogió la risa y aquello fue terrible para el pobre hombre al que le hacíamos la traducción,nos costó un esfuerzo terrible poder seguir la conferencia pero lo hicimos y quedó solo como una anécdota. El pobre hombre al que le traducíamos pensó que era cosa del sonido.
    Las risas son buenas y son contagiosas.
    Besos

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    1. ¡Hola!
      Jajajaja, pues yo veo un mérito enorme que siguiérais la conferencia, yo no habrí apodido, cuando empiezo ya no paro.
      Buenas noches y siiii, las risas son muy buenas.

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  14. Genial Gemma!! Da gusto empezar la semana riendo. Un beso

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  15. ¡Y lo bien que sienta! Ojalá todos los ataques que podamos sufrir sean de risa. Como dices, esos momentos son únicos y cuesta explicarlos. Mejor es vivirlos. Un fuerte abrazo!

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    1. Jajaja, ojalá, aubque a veces se pasa mal. Y siiii, explicado no es lo mismo ni de lejos.
      Feliz noche.

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  16. Dicen que reír alarga la vida. De ser así, apúntate unos cuantos años más a tu esperanza de vida, jeje.
    A mí me solía ocurrir de niño y siempre en situaciones comprometidas, como en la iglesia o en los ensayos del coro del colegio. De mayor ya no recuerdo haber sufrido un ataque de risa en situaciones violentas, solo en un grupo de amigos tras contar algún chiste y estando un poco achispados, jajaja. Será que de mayor uno se va conteniendo mejor.
    Un abrazo.

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    1. ¡Hola!
      Ahora entiendo porqué ne mi familia hay gente tan longeva, jejejeje.
      Qué suerte qu esupieras guardar la compostura, yo me río donde no debo, jejeje.
      Feliz noche.

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  17. Gemma, a mí me han dado ataques de risa hasta en los momentos menos oportunos. Tengo un amigo que cuando nos juntamos, es inevitable nada más vernos, empezar a reírnos a carcajadas. Ambos somos los más risueños de la pandilla y es que nos conocemos tan bien, que con una sola mirada o un gesto, nos lo decimos todo.
    Reír, es la mejor medicina sin duda.
    Besos y feliz semanita.

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    1. ¡Hola!
      Jjaja, qué bueno lo de tu amigo.
      Muy feliz noche.

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  18. Jajajjajaja, pero que crueles lo del DNI, jajajjaja. Ya les vale. Pero lo entiendo. Lo que me he podido reír leyendote. Yo también soy mucho de ataques de risa, pero con las preocupaciones, hay veces que se evaporan.
    Besos

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    1. Jajajaja, ya te digo, y a mi hija años después le ocurrió igual y tuvo que repetir las fotos.
      Ay la spreocupaciones nos absorben.
      Muy feliz noche.

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  19. Hola! Ay me ha entrado la risa solo imaginándome esas escenas! Sobretodo con la anécdota de la tienda y la del DNI... Jajaja Yo recuerdo tres ataques de risa que me han dado en momentos muy poco apropiados, en especial uno que sonará bastante cruel. Hace varios años mi abuela falleció (tuvo una enfermedad larga y dolorosa así que me alivió que dejara de sufrir) el caso es que en el funeral el cura empezó a desvariar y yo no sé que historia sin sentido se inventó ese hombre pero me entró la risa, y ya cuando escuché la sonrisita de mi mejor amigo que también se la estaba aguantando ahí sentado en la fila detrás de mi lo pasé fatal aguantándome... Otra fue en bachillerato, me tocó leer en voz alta y me dio gracia una palabra del texto, me entró la risa pero la profe no me dijo que parara y seguí leyendo (como pude) mientras lloraba de la risa literalmente. Y otra que recuerdo en un concierto de coros porque salieron unos chicos dándolo todo y mira, ponían una cara muy rara y yo empecé a partirme (nuevamente junto a mi mejor amigo que es como yo o peor). Esas son las veces que peor lo he pasado! (que yo recuerde). También lo paso mal en el trabajo porque al trabajar con peques cuando les "regaño" a veces me ponen unas caras que yo intento mantenerme seria y aguantar la risa pero más de una vez tengo que girar la cara para que no me vean y reírme, Jajaja
    Espero que estés muy bien, un abrazo!

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    1. ¡Hola!
      Veo que en los funerales siempr epasa algo, me alegra saber que no soy única.
      Jajaja, ay la lectura de bachillerato, pobre, qué sufrimiento, jejeje.

      Ay a mí me pasó como lo tuyo del coro con una cantante de ópera, y mi mardo y mis hijos mirándome fatal y yo llorando de risa...

      Muy feliz noche.

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  20. Hola Gemma, me ha gustado mucho este post, me he reido y todo. Hace mucho tiempo que no me coge un ataque de risa, recuerdo uno que me paso en el trabajo, mi jefe nos explicaba algo y a mi compañera y a mi nos dio por reirnos y no podíamos parar. Feliz martes. Besitossss

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    1. ¡Hola!
      Jajaja, qué suerte, yo no puedo aguantar y me pasa mucho.
      Feliz noche.

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  21. Soy otra fans del humor y especialmente del sentido de humor, que debiera considerarse el sexto sentido o el séptimo sentido. De hecho, no sé si conocerás la nueva comunidad que cree hace poco en Facebook dedicada precisamente al humor y en torno al personaje de la vidente Madame Santal, que seguro la recuerdas. Bueno pues como te decía, me encanta enfocar la vida desde ese lado divertido, precisamente para mejorar el estado de ánimo y ponerle sal a tantas desgracias que ocurren.
    Solamente te puedo contar un par de anécdotas para no alargar el comentario. La primera fue en una ferretería de Alicante, cuando vivía allí y me acompañó una vecina a comprar una sartén. Bueno pues la dependienta que tenía un acento valenciano muy pronunciado, al acabar la compra nos despidió diciendo: ¡GRÁSSIES! (he escrito ese acento en la A porque ella remarcaba esa vocal y dos eses porque esa S la pronunciaba sonora como en francés) y lo bueno es que nos resultó tan gracioso que nos miramos las dos y empezamos a reirnos a carcajada limpia, hasta que muertas de vergüenza nos salimos a la calle sin la sartén... Después de respirar un poco, le pedí a mi amiga que entrara a por la sarten ella sola, porque si yo entraba seguro que volvería a tener otro ataque de risa.
    Otra anécdota fue también allí en Alicante, en otra tienda de mobiliario, donde tenían muy cerca del escaparate un sillón relax con mando, pues me senté tranquilamente y no pude levantarme hasta que la amiga que me acompañaba, que era una auténtica trasta, se apropio del mando y no veas la de movimientos que le dió al sillón conmigo incluida, de modo que terminé en el suelo y no la maté de milagro...je,je,je
    Bueno, Gema, espero que no pierdas nunca ese buen sentido de humor y tus ataques de risa.
    Me divertí leyéndote.
    ¡Feliz miércoles!

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    1. ¡Hola!
      Pues me apunto el grupo de facebook y mañana lo busco.
      Jajajaj, qué buena la historia de la sartén, es justo lo que me pasaría a mí. Y la del sillón, jejejej, también es d emi estilo.

      Muy feliz noche y mil gracias por compartir estas anécdotas.

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  22. Recuerdo algunos ataques de risa cuando era joven. Ahora si los tengo son auténticos para mi son peligrosos porque de la risa paso al ataque de tos que no me pasa el aire y tengo que recurrir al Ventolín. Mañana que vienen mis hijos a comer a casa toca risas. Espero poder superar los ataques. Un abrazo.

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  23. Me he tronchado de la risa. Son buenísimas esas anécdotas jajaj, creo que toda tenemos alguna de esas 😊

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