jueves, 15 de octubre de 2020

Jueves reflexivo: dar por hecho

 Reflexión del jueves: dar por hecho


Hola a todos y bienvenidos un día más. ¿Qué tal ha ido la semana? Espero que genial, y ya tenemos el finde  a la vuelta de la esquina.

Hoy toca post improvisado, así que sin más rollo, empezamos.

felicidad


Este último mes he estado haciendo un montón de trámites. Muchos. Y algunos me llevaron al barrio donde viví hasta los quince años. Uno de los días tuve que ir al banco en el que mis padres tenían todo domiciliado en aquella época. Teníamos que recoger un documento y cuando fuimos nos dijeron que tardarían más o menos una hora. Así que decidimos dar un paseo por la zona.

Dejamos el coche justo delante del portal donde yo viví esos quince años y fuimos caminando hasta mi instituto. Yo iba a un instituto cerca de casa. Mis padres me habían conseguido plaza en un cole muy bueno pero yo quería ir al instituto y ellos accedieron. Cuando me mudé a otra zona no quise cambiar de centro, estaba muy contenta en el mío, tenía un grupo de amigos y no quería trasladarme, así que seguí en el mismo instituto e iba en autobús.

Al pasar delante del patio donde hacía educación física acudieron a mi mente muchos recuerdos de aquella etapa tan bonita. Y por unos momentos pude visualizar un día concreto. Mi madre, como cada trimestre, había ido a hablar con mi tutora. Y tras la charla, al ver que estaba en el patio haciendo gimnasia, se quedó un ratito observando. Entonces mi abuelo, que sabía que mi madre había ido hasta allí, se unió a ella. Ese día teníamos la prueba de los doce minutos, que ahora llaman el Test de Cooper. Por entonces se me deba fatal correr. Al principio, como era delgadita y con piernas largas, iba con los que estaban delante. Al ver a mi madre y mi abuelo los saludé, y muchos de mis compañeros que los conocían, también. Y según mi madre estaba muy graciosa, liderando el grupo mientras daba zancadas. Pero aquello duró poco y fui perdiendo fuelle, todos me iban adelantando y yo iba quedando atrás. Y mi madre, mi abuelo y yo nos moríamos de risa con la situación.

Cuando acabó la clase fui a hablar con ellos y mi madre me comentó que la tutora decía que yo era muy buena pero hablaba demasiado. Y de nuevo nos reímos.

En ese momento yo era absolutamente feliz, y aunque me daba cuenta y lo valoraba, en realidad no lo valoraba, valga la reduncancia, lo suficiente, más bien lo daba por hecho.

En aquel momento tenía a mis abuelos sanos, a mis tíos, a mis primos, a mis padres...Además, las primas de mi padre con sus hijas, las primas de mi madre y sus hijos, y algunos amigos de toda la vida, vivían cerca y siempre teníamos gente con la que estar. Y por suerte la situación económica de la familia era buena gracias al sacrificio de mis padres, mi madre era una gran administradora y además ganaba un extra tejiendo y cosiendo por encargos. Y gracias a eso salíamos mucho, viajábamos, hacíamos excursiones y siempre teníamos planes e ilusión. Y aunque había cositas, claro, algún enfado, algún disgusto...tenía una vida feliz. Y no se me ocurría pensar que algo podía cambiar.

Volviendo al presente, os diré que durante el paseo fuimos caminando hasta un parque que me trae muy buenos recuerdos. Allí aprendí a montar en bici, pasamos mañanas deliciosas y tardes de verano después de la lluvia. Y lo mejor es que en mi adolescencia se volvió un punto de encuentro de la pandilla. Cuando pasamos por delante del banco en el que nos reuníamos volví a pensar lo mismo. En esa época no valoraba lo privilegiada que era. No es que ahora no sea feliz, que a lo mejor con lo que digo lo parece, lo soy, pero que ahora todo es distinto. Se han ido mis padres, mis abuelos, mi prima, mi tío(un segundo padre)...y aunque mis reuniones familiares siguen llenas de gente, hay ausencias que duelen de un modo indescriptible.

Al pasar por ese banco que os digo, recordé un día en concreto. Si, esa mañana me dio por recordar momentos específicos al pasar por el lugar en el que habían ocurrido. Lo que recordé ocurrió un viernes por la tarde, nuestro día preferido.

Aquella tarede de los años 90 poco a poco fuimos llegando todos a nuestro banco. Quedábamos allí de modo tácito, no teníamos whatsapp para confirmar, simplemente acudíamos. Ese día éramos bastante, unos doce o trece, y era una tarde de otoño soleada.

Estuvimos charlando en el banco un buen rato, apiñados. Hablábamos de tantas cosas...y cuando empezó a anochecer decidimos ir a pasear por un camino poco transitado que llevaba a un lavadero. Éramos jóvenes y llenos de imaginación, y cuando ya llevábamos un rato caminando y contando historias de terror nos entró el miedo, un miedo absurdo, la verdad, así que nos entrelazamos unos a otros(había peleas porque nadie quería estar en la esquina, jejejeje) y empezamos a cantar. La situación era de lo más tonta, pero lo que nos reímos...
Enseguida llegamos a "la civilización", como decía una de mis amigas, y volvimos a comportarnos con normalidad. Pero el buen rato que habíamos pasado se nos quedó grabado a todos. Luego, ya en la zona transitada fuimos al kiosco a por chuches para ver la tele por la noche, y me acompañaron hasta la parada del autobús porque era la hora de volver a casa.

Recuerdo que esa noche, mientras esperaba a que empezara "Sensación de vivir" les contaba a mis padres y a mi hermana lo bien que lo había pasado, y mi madre, muerta de risa, le decía a mi padre: Ay juventud, divino tesoro.

Volviendo otra vez al presente, cuando salimos del parque caminamos por las calles del barrio que me vieron crecer. Pero esta vez no recordé momentos concretos. Esta vez pensaba en mañanas de juegos, en carreras para no perder el autocar del cole, o en mi madre contándonos historias mientras íbamos a algún sitio. También recordé a mi abuela, apareciendo con alguna gominola o alguna sorpresa. O los paseos que hacíamos en las noches de julio, para encontrar luciérnagas y dejarlas en las plantas de la ventana, y así las hadas podrían encontrarnos.
Y me vi de adolescente, con mis amigas, pasando de modo "casual" por la zona donde vivía el chico que el gustaba a alguna de ellas. Éramos solidarias y nos apoyábamos en estas cosas.

Y en todos esos momentos daba por hecho que nunca cambiaría nada. Bueno, sabía que yo iba a crecer, que tendría que vivir mi vida, que a mis amigos los vería menos(a algunos muy poco y a otros más) y que el tiempo pasa para todos. 
Pero no pensaba en lo feliz que era, simplemente era feliz y ya. 

Mis primeros años como madre también fueron muy felices. Seguía teniendo abuelos, tíos abuelos, primos, padres...Mis hijos estaban sanos, nunca tuvieron alergias, ni enfermedades ni nada complicado y hacíamos muchas cosas, no parábamos. Había preocupaciones, claro, mi hijo era un niño muy inteligente y el tema cole se le atascó, pero pudimos solucionarlo. Así que yo daba por hecho que la vida era feliz. No vivía en el mundo del unicornio y el arcoíris, era muy consciente del sufrimiento y la enfermedad pero...era muy feliz, siempre llena de planes y ganas de disfrutar.

Cuando murió mi abuelo el dolor que sentí fue inmenso, horrible. Sé que es ley de vida, pero no sé, era parte de mi día a día, le encantaba estar con mis hijos... Y ese día supe que la vida cambia en un segundo porque fue de repente, un día de Reyes...mi abuela le siguió 4 meses después y de nuevo lo pasé fatal. Y mis otros abuelos, y los tíos abuelos, y mi prima...Pero pude sobreponerme y aprendí a valorar los buenos momentos. Aprendí a disfrutar aún más de la vida. Y creo que en esa época seguía siendo feliz.

Adoro esta foto de mi hija con mi abuelo, tenía un añito



Cuando hace cinco años perdí a mi padre lo pasé tan mal, tanto...ver que se lo lleva la ambulancia de la cena de Nochebuena es muy duro. Pero pude superarlo. Costó mucho, y me sigue doliendo, pero fui saliendo del dolor. Dos años después se fue mi tío, el que tiraba de nosotros, y otra vez volvió el sufrimiento. Y este año...ya sabéis el año que llevo. A pesar del inmenso dolor que hemos pasado seguimos teniendo momentos buenos. La situación es la que es para todos, así que nada de abrazos a la familia, nada de las enormes reuniones familiares o en grupo de antes...pero seguimos teniendo momentos buenos. Pero no doy nada por hecho. Sé que tuve unos 30/40 años de mucha felicidad y luego una vida llena de buenos momentos y también de momentos duros.

Mis abuelos se morían de risa con mis hijos



También sé que el tiempo ayuda mucho. Y los buenos recuerdos también lo hacen. En mi caso la situación fue traumática, y se acumularon muchas cosas así que hay que ir despacio.

Lo importante es disfrutar, que la vida es muy corta. Yo siempre he sido de disfrutar, pero es que ahora ya no solo es eso, es que huyo de las cosas tóxicas. Obviamente sin volver la espalda a la realidad, que tampoco hace falta vivir en los Mundos de Yuppi, pero disfruto. Hay gente a la que le molesta todo, pues a mí no. Intento ser tolerante(hasta cierto punto, obviamente) y buscar siempre el lado bueno de las cosas. Y lo más importante es vivir el presente.
 
Este mes empezó mal y en una semana hemos tenido tres noticias buenas, vemos que el esfuerzo da recompensas y eso me hace feliz. Y lo valo, lo agarro por miedo a perderlo, me asusta que todo cambie...pero soy feliz.

Ainnnnns,empiezo a hablar y no maro, así que ya no me enrollo más que me ha quedado una entrada larguísima.

En estos post también improviso con las fotos y al final me llevan más tiempo que la entrada, jejeje. Estas estaban en el PC porque se las envío a las primas de mi madre, que me piden fotos de sus tíos, así que no tardo en buscar pero el pixelado es un rollo.

He estado pensando que a lo mejor, alguna día, en vez de hacer el post el jueves temprano lo haré el miércoles de noche. Llevo una racha que madrugo un poco menos, así que si me veo pillada lo adelanto. Eso sí, sea cuando sea quiero quesea sobre la marcha, para que fluya más natural.
Mil gracias por leerme y hasta el sábado.

48 comentarios:

  1. Me ha encantado el post de hoy, imagino que la juventud es lo que tiene, se es feliz porque sí, y no nos paramos a valorar.. pero la vida sigue, con sus mas y sus menos, hay que valorarlos y luchas por ello, felicidad, dolor, esa es la vida. buen día y feliz jueves mañanero

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola!
      Siiiii, eso creo, que es cosa de la juventud.
      Qué bien que te guste el post.
      Muy feliz día.

      Eliminar
  2. Bueno ya sabes que no soy tan reflexiva como tu, y mucho menos nostálgica, no me produce nostalgia casi nada, siempre pienso que es otra época y que el tiempo pasa y los momentos son diferente. Como todo el mundo he perdido a parte de mis seres queridos, especialmente mis abuelos paternos que fueron un pilar indiscutible en mi infancia y adolescencia pero la vida es así. Más tarde perdí a mi padre, era una persona muy alegre y jovial, poco amigo de los lutos, a quien no le hubiera gustado que hubieramos estado demasiado tiempo llorándole, ¡era una persona muy muy alegre!, ni su larga enfermedad consiguió hacerlo arisco, y seguía siendo tan cariñoso con sus perlas (sus hijas) como había sido siempre, pero intenté llorarle lo menos posible por cariño, respeto y admiración hacia él, eso no quiere decir que lo quisiera menos que otra persona que le cuesta mucho recuperarse de las pérdidas, pero mi padre odiaba las tristezas y los lutos e intenté demostrale así lo mucho que lo quería, aún así, después de 17 años que han pasado sigo escuchando, "Llevame a la luna" de Frank Sinatra, cierro los ojos y sigo bailando con él.

    Mi madre murió hace 8 años, era una mujer también alegre y muy muy muy práctica, que no quería estar viviendo hasta que fuera una anciana que no se puede valer por sí misma, estar achacosa, siempre decía la vida hay que vivirla mientras está bien, en cuanto no es así... ¡a otra cosa mariposa! refiriéndose así al hecho de morirse, así que se murió de una forma rápida y sin hacer ruido ¡yo me quedé de piedra! pero agradecí que hubiera podido marcharse como ella deseaba, así que mi luto también fue el justo y sin depresiones.

    Mis padres eran personas, alegres, joviales, bailones y no les hubiera gustado absolutamente nada que sus hijos hubieramos estados ni deprimidos ni eternamente tristes por su muerte, así que así lo hemos hecho, y les estaremos eternamente agradecidos todos los hermanos para habernos inculcado ciertas cosas como la muerte con tanta naturalidad y al mismo tiempo habernos dado unos años tan buenos..., pero siempre están en nuestro corazón.


    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola!
      Mis padres era exactamente como describes. Mi madre no quería ser una anciana achacosa, eran alegres y llenos de planes. Pero la muerte de mi madre fue tan repentina, era joven, la encontré yo...fue horrible, con la policía en casa,vamos, una pesadilla. Y me cuesta remontar.
      Yo creo que llorar más o menos no hace querer más, son formas de ser y de superar lascosas.
      Muchas gracias por el comentario.
      Feliz jueves.

      Eliminar
  3. Yo creo que eso de dar por hecho las cosas nos ha pasado a todos, la edad te da otra perspectiva. Y con respecto a los recuerdos de juventud, yo también paso por mi instituto cuando estoy en Cádiz y me trae muy buenos momentos de vuelta.
    Un besito.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola.
      Si, yo creo que los que hemos tenido una juventud más o menos exentade problemas damos por hecho las cosas.
      Yo pienso que la época de instituto es muy bonita,tienes menos responsabilidades que en los estudios superiores pero empiezasaser mayor y se disfruta mucho.
      Feliz jueves.

      Eliminar
  4. Opino como tú, muchas veces no somos conscientes de que tocamos la felicidad con los dedos hasta que se nos escapa...ánimo con la semana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola.
      Es que a veces nos dejamos llevar, sin más.
      Feliz jueves y la verdad es qu ela semana se va arreglando, es duro pero al menos hay luz al final del túnel.

      Eliminar
  5. Yo no tuve una buena infancia pero aún así tengo nostalgia a veces. Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vaya, lo siento, pero si sientes nostalgia es qu ehubo cosas buenas.
      Feliz día.

      Eliminar
  6. Desde luego, tu reflexión improvisada ha dado para mucho, ja,ja,ja. Yo soy incapaz de improvisar sobre la marcha. Tengo que reflexionar sobre lo que voy a decir antes de decirlo, je,je.
    Cuando uno se pone a pensar sobre la vida y el pasado, vuela tan lejos sin darse cuenta que el tiepo pasa también volando, je,je. Pero esos recuerdos nos hacen sentir vivos y que, en la mayoría de los casos, ha merecido la pena vivirlos y revivirlos.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola!
      Jajaj, yo voy al revés, de hecho todos los primeros pòst del blog son un poco improvisados, aunque no sean reflexiones.
      La verdad es que es bonito recordar, yo he empezado el día con más ánimo al recordar lo que, precisamente, había recordadoahce unos días.
      Feliz jueves.

      Eliminar
  7. Hola! me encanto tu post de hoy, yo tuve una infancia muy feliz, era adolescente cuando murio mi madre y me toco abrir lo ojos al mundo real y darme cuanta que no todo era color de rosa y que ser adulto no molaba tanto, pero bueno despues de unos años aprendi a disfrustrar de la vida con los pies en la tierra y a recordar a los que ya no estan con una sonrisa. Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola!
      Jo, siento que pasaras poralgo así tan joven.
      Yo estoy ahora en ello y es durísimo, así que con tan pocos años tiene que ser atroz.
      Me alegra qu eestés en ese punto de recordar sonriendo.
      Feliz mañana.

      Eliminar
  8. Siempre he pensado que la verdadera felicidad es inconsciente. Cuando pensamos en que somos felices es ya porque algo nos falla y compensamos pregonando, aunque sea para nuestros adentros, que somos felices. Esos tiempos en que la felicidad pasa callada, discreta, sin necesidad de hacerse notar, son los del la verdadera y plena felicidad.
    Y es algo que va desapareciendo con el tiempo, porque vivir supone acumular pérdidas y lo que más ataca la felicidad son las pérdidas. No quiero decir que se vuelva imposible ser feliz, pero ya no será de esa manera inconsciente y plena.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola.
      En un párrafo has descrito lo que a mí me ha llevado un post entero, jejeje.
      Feliz jueves.

      Eliminar
  9. Tu entrada me ha recordado a Natalia Ginzburg: "Entonces yo tenía fe en un porvenir fácil y alegre, lleno de deseos satisfechos, de experiencias y de empresas comunes. Pero aquella fue la mejor época de mi vida, y sólo ahora que ha pasado para siempre, sólo ahora, lo sé."
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Te gusta Natalia Ginzburg!
      Es algo así, si. Nopuedo decir que fuese mi época más feliz, pero sí la más despreocupada y todos los días, o la mayoría, eran buenos.
      Muy feliz jueves.

      Eliminar
  10. cuando eres joven, hay momentos que no te das cuenta de lo valiosos que serán en el futuro, como una tarde de risas con unos amigos. de adulto valoras más ese tipo de cosas, porque conoces la cara menos amable de la vida.
    tus abuelos llegaron a ser bisabuelos, qué suerte! las fotos son realmente bonitas. esas fotos antiguas hay que guardarlas bien. antes no había móviles, como bien has dicho cuando hablabas de las quedadas. ahora con el móvil vamos haciendo fotos de todo lo que vemos.
    el próximo año seguro que será mejor... abrazos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola!
      Si, cuando eres joven vives, sin más. Yo he vivido muchísimas tardes de risas, de juegos o de tonterías que hacen feliz, y me parecían algo tan normal y cotidiano que no las valoraba tanto. Ahora hacer algo así es difícil, y cuando se puede, no hay esa despreocupación. Yo quedaba con los amigos un viernes por la tarde y lo único que tenía que hacer era divertirme. Llegaba a casa y tenía la cena, a mi familia, conversación, y un fin de semana para disfrutar(a veces también estudiar).
      Ahora llego a casa y hay que hacer cenas, las tareas las repartimos, pero ya hay que hacer algo, y recoger lo que hemos manchado, y pensar si nos hace falta algo. Si llueve ya estoy pensando que tengo la ropa tendida, vamos, que no puedo olvidarme del todo mucho tiempo, desconectar sí, pero no aquello. Y si mis hijos han salido, pues la preocupación por ellos es enorme...es muy distintoahora, y aunque no añoro aquella etapa, y me alegra haberla vivido muy intensamente, pero esa despreocupación a veces se echa en falta.

      Mis abuelos fueron a las comuniones de sus bisnietos y mi abuelo iba conduciendo su propio coche, eso es un lujo. Los recuerdo con tanto cariño...tengo muchas fotos y me encantan. Estas las tenía en el pc porquelas comparto con unas sobrinas de mis abuelos, me las piden.
      Muy feliz tarde.

      Eliminar
  11. Pues, para ser improvisado, te has quedado a gusto. Y nosotros también.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja, lo confieso, he empezado el día con subidón.
      Feliz día.

      Eliminar
  12. Yo tengo por costumbre ir de vez en cuando al barrio en el que nací y pasé mi infancia, pero me da mucha pena porque ya nada es igual, ni las tiendas, ni las casas, ni las personas. Además todos los seres queridos que vivían allí conmigo, arropándome en mi infancia y juventud, han muerto. Asi que la última vez que fuí me sentí extraña en mi propia tierra, pero aún así , me gusta recordar.
    Un abrazo, marigem

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola.
      En mi caso queda gente, primos, mi suegra, cuñados, amigos...pero faltan muchos. Las casas están igual, pero las tiendas no. Son sentimientos encontrados. Y si, es bonito recordar de vezencuando.
      Feliz tarde.

      Eliminar
  13. La vida es una combinación de buenos y malos momentos, por suerte la memoria suele guardar más lo buenos y olvidar los malos. Mi barrio de la niñez ha cambiado muchísimo, incluso la ciudad ha cambiado en la forma y en el fondo. Poco queda, algunos edificios que ayudan a recordar pero cada momento es precioso y hay que seguir adelante y disfrutar de los buenos momentos que hay ahora y que llegaran en el futuro. Un besazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola.
      Qué pena que todo cambie tanto.
      Siiii, hay que seguir y disfrutar, aunque a veces hay baches que lo complican todo.
      Feliz día.

      Eliminar
  14. Hola guapa! Me alegro de que hayas vuelto por estos mundos, el post de regreso lo leí desde el móvil pero yo también he estado de 'obras' en casa y no tenía ni ordenador.
    Me ha gustado mucho tu post y me ha hecho reflexionar sobre lo que estoy viviendo hoy en día, una época muy feliz y la verdad quisiera ser plenamente consciente en todo momento de lo suertuda que soy. Que sí, que hay cosas malas y tal pero en términos general todo es genial.
    Para mí la muerte de mi abuela paterna fue también como un shock, tenía 19 años y era la primera vez que se me moría alguien cercano. Fíjate que es la abuela a la que menos apego tenía y la que su partida más me marcó. En ese momento sentí la verdadera fragilidad de la vida.
    Un saludo y a disfrutar la vida a tope.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola.
      Qué bien que me leyeras. Ay las obras...encima aquí hemos vuelto a la fase dos, imagínate que caos todo. ufffff.
      Me alegra mucho que te guste el post y creo qu eestás en una etapa muy muy buena, yo la viví(me refiero a la de los niños pequeños, lavida sin grandes problemas) y en ese momento era muy feliz. Era consciente, pero no tanto como debería, en mi caso no se me había muerto nadie, ni había tenido un disgusto enorme...
      Feliz jueves.

      Eliminar
  15. Bien por la improvisación.
    No sé si suele ser tan así, como planteás. A lo mejor es como se valora en el momento, sin saber que se está valorando. No se piensa tanto en futuro, lo que se puede perder, se lo vive.
    Como vos misma contás, eras feliz en esos momentos.
    Bien contado.
    Un abrazo,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja, la improvisación es lo que más me gusta en general.
      Si, tienes razón, se vive sin pensaren ello aunque en el fondo claro que lo valoramos.
      Muy feliz jueves.

      Eliminar
  16. Hola Gemma, como siempre me encanta leer tus reflexiones. Como bien sabes la vida nos puede cambiar en un momento, así que a mi me ha enseñado a no dar nada por hecho. Estoy aprendiendo a vivir o mejor dicho sobrevivir como se puede. Espero que el tiempo me haga ver la vida de otra manera, pues como tu bien dices es muy corta. Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola.
      Tú ahora estás en un momento complicado, necesitas tiempo y y poco a poco todo mejorará dentro de lo mejorable, claro.
      Muy feliz día.

      Eliminar
  17. Bonito post. Gracias por compartirlo.
    Te espero pronto por mi blog. Buen fin de semana!

    ResponderEliminar
  18. Cuantas veces sucede, en matrimonios muy unidos, que cuando muere uno el otro le acompaña al poco tiempo. Me he quedado con ese detalle de tus abuelos, como resúmen de esta entrada tan entrañable.
    Buen fin de semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola!
      Mi abuelo siempre decíaque si a ella le pasaba algo él seiba detrás, y sucedió al revés, pero fue como él decía, uno tras otro.
      Me alegra mucho que te parezca entralable.
      Muy feliz noche.

      Eliminar
  19. ¿Y qué habrá sido de las luciérnagas?
    Solo una he conseguido que viera mi hija en sus catorce años.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso me pregunto yo.
      Cuando mis hijos eran bastante pequeños logramos ver bastantes pero parece que ahora han desaparecido.
      Feliz finde.

      Eliminar
  20. Que bien que vuelven los post improvisados :) Con ganas de que llegue el finde también, y sí, el papeleo es un rollo y da mucha pereza ponerse con él. Me ha gustado lo que cuentas de los abuelos, los mios murieron cuando era adolescente, algunos eran más cercanos que otros, pero los recuerdo con mucho cariño
    Un besote y a disfrutar del finde!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay quéilusión que te gusten los post improvisados.
      Ay los abuelos, se pasa muy mal. Mi papeleo, para colmo, es triste, así que es un rollo por partida doble.
      Muy feliz finde.

      Eliminar
  21. Hola, da gusto leer estas entradas a veces te hace reflexionar y valorar lo que tenemos, pero es cierto muchas cosas que dices, normalmente pensamos que valoramos lo que tenemos pero no es así. Gracias por esta entrada :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias a ti por leerme, comentar y me alegra qu ete guste.
      Feliz domingo.

      Eliminar
  22. Hola Marigem qué entrañables tus palabras y esas vivencias que se recuerdan con tanto amor y se recuerda porque se ha vivido aunque como dices desde esa inconsciencia de la felicidad de los pequeños detalles, que en el momento quizás no se aprecian y es después al mirar atrás cuando se aprecia más esa despreocupación feliz. Lo peor son las pérdidas, te leía y me estremecía. No quiero ni pensar.
    El tiempo nos recuerda que hemos de disfrutar intensamente de aquellos a los que queremos porque todo cambia en un momento y se aprende a vivir pero no es lo mismo.
    Un beso enorme

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola.
      Ay esa inconsciencia es maravillosa.
      Las pérdidas son siempre espantosas. Y yo tuve mala suerte porque fue de repente, siendo joven(jóvenes), todos enfermos y con un confinamiento que me tenía encerrada...de pesadilla.

      Y si, se aprende a vivir, y se disfruta, pero ya no es igual.
      Feliz finde y mil gracias porpasarte.

      Eliminar
  23. Llego un poquito tarde pero llego. Me siguen gustando mucho tus jueves reflexivos.
    Recordar es bueno, porque sobre todo la mente nos lleva afortunadamente, a momentos buenos y felices y eso es lo mejor para recordar, aunque es cierto que se mezcla la melancolía de quienes no están se les echa en falta, pero al menos somos conscientes de que hemos sido felices y eso es lo mas importante.
    Ayer curiosamente fuimos al campo que tenían mis padres (y seguimos teniendo pero apenas vamos esta a unos 50 km de Alicante) y donde yo pasaba los veranos y tener la sensación de poder juntar el presente y el pasado fue buena, revivir buenos momentos, pero sabiendo que eres feliz con la persona que estas y que has acertado plenamente, no se fue extraño pero me gusto, y hasta me emociono.
    Es cierto que las perdidas duelen y mucho y que muchas veces quisieras que las personas que ya no están siguieran con nosotros pero yo pienso a veces, por ejemplo, en que mi padre fue feliz mientras vivió y disfruto con la vida que tuvo y eso me hace menos triste la perdida, que si que quisiera que estuviera aquí por muchas cosas, pero se que fue feliz y disfruto mucho y eso es lo bueno de su perdida, o mi abuela paterna que disfruto hasta el último día de su vida, eso para mi, a pesar de su ausencia, es toda una gran lección de vida. No se si me expresado con la suficiente claridad.
    Un buen fin de semana y espero con cariño tu próximo jueves reflexivo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nunca es tarde Tere, lo importante es que llegas.
      Jo, qué pena que vayáis poco a la finca, es un lujo tener un sitio para estar tranquilos y sin mascarilla.

      Respecto al dolor de las pérdidas, yo también sé que mis padres han sido felices, pero aún eran jóvenes, si esto hubiese pasado dentro de unos 15 años, yo lo habría asumido mejor. Pero jóvenes, de repente...es horrible, una sensación devastadora. Y en el caso de mi madre fue una sensación terrible porque estábamos confinados en casa, no podía ni dar un paseo para desconectar. Y enfermos...un horror todo, la verdad.

      Te has expresado muy bien y me encanta todo lo que dices.
      Muy feliz domingo.

      Eliminar
  24. ¡Hola, Gemma! Regresar a los lugares de nuestra infancia y juventud siempre evocan recuerdos y esa sensación de melancolía al comprobar que ahora somos invitados de ese parque que en otro tiempo fue como nuestra casa. La vida al fin y al cabo. Lo importante es aceptar eso y continuar con la ilusión por lo que vendrá. Un abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola!
      Cierto, evocan recuerdos geniales.
      Me gusta como lo dices, somos invitados. Yo lo acepto, claro, y continuo con ilusión, aunque ahora estoy en un momento complicado y no es fácil. Pero estoy en el camino de las cosas buenas.
      Muy feliz domingo.

      Eliminar