El tiempo se me escapa como la arena seca de la playa entre los dedos. |
¡¡¡¡¡¡¡Hola a todos!!!!!!!!!!¿Cómo estáis? Me alegra muchísimo encontraros por aquí, y ahora que ya leo mis estadísticas estoy encantada porque tengo muchas visitas, y además tengo unas seguidoras muy fieles y que son lo mejor del mundo mundial, jejeje, porque yo no busco miles de visitas que no me lean, quiero que a la gente le interese lo que escribo, y espero que esta pequeña reflexión de hoy os guste, porque la estoy escribiendo sobre la marcha y no sé como quedará.
Tengo
que confesar que no sabía muy bien de que hacer esta entrada, pero el
encontrarme ayer con el padre de una amiga de mis hijos me ha inspirado.
Si, unas frases intercambiadas de modo rápido me han hecho pensar, y
mucho.
Al
encontrarnos con este hombre y su mujer, lo primero que hice,
lógicamente, fue preguntar por su hija, y él, mirándome muy triste me
dijo bien; Muy bien, estudiando fuera pero es que lo peor es que su
vida, todo ese tiempo que ha transcurrido desde que llegó a nuestra vida
se me ha esfumado, ha pasado volando y ya no vuelve.¿Cómo pudo pasar
tan rápido? ¡Tantos años de tratamientos y de lucha y al final ni te
enteras, apenas ha llegado a tu vida y ya no está! Y añadió que le
había pasado tan rápido porque había sido padre mayor(tampoco tanto,
tuvo a su hija a los 40 después de muchísimo esfuerzo).
Y
ahí empecé yo a pensar en el paso del tiempo. No creo que pase más
rápido por ser padre mayor, yo tengo 40 ahora, fui una mamá muy joven y
el tiempo me ha volado, se ha deslizado entre mis dedos como se desliza
la arena seca de la playa cuando la cogemos, ha pasado todo como en un
suspiro.
Los míos son los dos de igual tamaño, la otra es una niña que se "coló" en la foto. Tenían 5 y 6 años, ainnnsss. |
Cuando era pequeña tenía una percepción del tiempo distinta, los días eran largos, el invierno era lluvioso y duraba muchísimo y el verano estaba lleno de días muy largos, llenos de sol, agua del mar y comidas familiares bajo los manzanos. Nunca tenía esa sensación de que los días se esfumaban.
Ya sabéis cuanto me gusta la Navidad, pues de pequeña me gustaba aún más, y desde Noviembre ansiaba con todas mis fuerzas que llegaran esos días, pero no llegaba tan deprisa como quería, aunque por otro lado me encantaba saborear los preparativos, iba con mis padres a comprar cosas a unos pueblos preciosos donde todo olía a leña y humo y me empapaba del ambiente. Y cada viernes, al salir de casa de mi abuela, con la paga compraba figuritas para el Belén, y las iba metiendo en una caja llena de emoción. Y cuando por fin llegaban las fechas tan esperadas las saboreaba a tope, preparaba la casa, si era pequeña escribía la carta a los Reyes y se la entregaba al paje y de mayor íbamos a ver la ciudad adornada, íbamos al cine, había cenas familiares, vamos, me daba tiempo a todo y cuando tenía que volver al cole tenía la sensación de haber disfrutado de unas largas vacaciones.
Aquí ya son mayorcitos, el tiempo pasa volando. |
Durante
la adolescencia y juventud el tiempo transcurría a una velocidad más o
menos normal, no me iba tan despacio como en la niñez pero tampoco me
pasaba rápido, los días de espera por acontecimientos especiales me
pasaban despacio y los acontecimientos en sí pasaban más o menos rápido,
pero podía saborearlos, no me pasaban volando, y tenía una noción del
tiempo relativa, no me preocupaba.
Cuando
nacieron mis hijos el tiempo empezó a pasar más deprisa. Con la mayor
los meses pasaban rápido, enseguida dejó de ser una recién nacida para
ser un bebé risueño, pero los días se deslizaban a una velocidad
moderada, un poco rápida pero moderada al fin y al cabo y el primer
cumpleaños lo celebramos llenos de ilusión, con cierta pena porque la
niña crecía deprisa pero nada más, sintiendo el paso del tiempo de una
forma normal.
En
cambio cuando nació su hermano, un año después, los días empezaron a
volar. Con una niña de un año y un bebé de días el tiempo era una
combinación de siestas, comidas y cambios de pañales, intentando buscar
intervalos de tiempo para ser también un matrimonio, así que cuando nos
quisimos dar cuenta estaba preparando el segundo cumple de la nena y
primero de él.
Y
poco a poco fuimos quemando etapas, los primeros pasos, las primeras
palabras, el primer día de cole, los deportes, cumples con amigos,
vacaciones, días de playa, días de nieve, cumpleaños año tras año y de
pronto esos dos bebés que iban en su sillita y que podías abrazar sin
parar se convertían en niños con autonomía que tenían amigos que los
invitaban a un cumple, niños que traían deberes, que iban a fútbol,
baloncesto, karate y natación, no todo a la vez claro, en distintas
etapas.
Y
para mí el año ya no empezaba en Enero, empezaba en Septiembre con la
vuelta al cole, preparando libros y uniformes, y apenas acababa de
preparar todos esos libros con olor a nuevo, y casi cuando volvías de
acompañarlos en ese primer día a una clase con olor a pinturas de
madera y colonia Nenuco, casi casi ese mismo día estabas ya mirando los
regalos de Reyes, y el primer trimestre escolar se pasaba en un soplo
entre extraescolares, fines de semana intentando exprimirlos a tope y
días de compras prenavideñas, preparar la función del cole con disfraces
imposibles y de pronto,¡zas!!!! Ya es Navidad.
Los
años de primera infancia eran una locura de colas para entregar la
carta al paje de los Reyes, Mercaplana, que es un salón de niños que hay
en Gijón que está muy bien pero agota a los padres, o a los tíos porque
estos últimos años también fui como tía y madre de Dios, reventé.
Además estaban los preparativos de Navidad, la búsqueda del juguete
imposible que se agota en todas partes, la Cabalgata y el hecho de
entretener con mal tiempo a los niños que no tienen clase, así que entre
uno y otro los días se acaban enlazando y cuando te das cuenta ya estás
en febrero preparando los disfraces de Carnaval, y en marzo preparando
la ropa de Ramos. Luego llega Semana Santa y se pasa volando, intentando
hacer muchas cosas con ellos para aprovechar su infancia, y en nada,
casi en segundos, vuelven al cole y ya estás preparando las vacaciones.
Los veranos con mis hijos han sido siempre maravillosos, pero nunca volvieron a ser los días largos de sol y playa de mi infancia, fueron días mucho más cortos, cada año los niños se hacían mayores y siempre te queda la sensación de que te pierdes cosas, de que se te escapan momentos que no puedes retener.
Y
de pronto, sin previo aviso, vuelves a estar preparando la vuelta al
cole para volver a sentir el olor a libro nuevo y Nenuco como si la
última vez que lo oliste hubiese sido ayer. Y de repente dejamos atrás
el colegio y estamos preparando la selectividad, sufriendo porque no
sabemos que carrera elegir y preocupados porque tememos que los nervios
nos jueguen una mala pasada. Y yo no me lo puedo creer, con lo que he
peleado por el pequeño, que al principio de su vida escolar tuvo algún
problema, ¡pero si cuando empecé el blog eran adolescentes aún
pequeños!!!!! Y con todo lo que hemos vivido no me he dado cuenta de que
se han convertido en jóvenes y ahora hablamos de Universidad.
Y
es así, tal cual, tienes niños pequeños y un día te das cuenta de que
quieren ir solos al cole, otro de que todos los chicos de la clase van a
ir al cine y al siguiente ya son adolescentes con sus penas de amor y
sus vidas intensas.
Y
ahí es donde me asusto de verdad, donde me paraliza el terror y me
atenaza el miedo a equivocarme, pero poco a poco, siguiendo las lineas y
señales que nos marca la vida vamos encontrando el camino. Y aunque se
hacen mayores, de hecho se han hecho mayores, siguen contando con
nosotros para muchas cosas, seguimos haciendo casas juntos y porque
quieren, nunca por obligación, y seguimos disfrutando de la vida.
Pero
debo añadir que también creo que el paso del tiempo lo acelera la
ausencia de algunas personas. Desde que mis abuelos no están nada ha
vuelto a ser lo mismo. Soy feliz, claro que sí, y saboreo la vida
intensamente, pero ellos no están, es así. Las comidas bajo los manzanos
no son lo mismo, son los mismos vetustos árboles que siguen estando
ahí, pero mis abuelos no, no pueden compartir con nosotros las risas a
media tarde, ni el olor del atardecer, ni el murmullo de la hojarasca
cuando acecha el otoño.
Y
también se han quedado otras personas en el camino, mi prima con solo
35 años, de la que nunca hablo porque...porque no puedo, y las tías de
mi madre, que acompañaron todas mis risas infantiles y que pintan mis
recuerdos de esperanza.
Y
mientras ayer aquel hombre me hablaba como si la vida hubiese terminado
por la rápido que había crecido su hija no pude evitar reflexionar. Sí,
la vida ha pasado rápido, nuestros niños han crecido pero siguen aquí,
están bien y no lo hemos hecho tan mal. Los días vuelan, es cierto, pues
lo único que podemos hacer es saborearlos, no tengo el Delorean de
Marty Mcfly, pero tengo mi corazón lleno de recuerdos para viajar al
pasado de vez en cuando, pero mejor aún es disfrutar el presente.
Quiero
saborear la vida, pasar todo el tiempo que pueda con los míos, recordar
a los que no están pero estar con los que sí están, ver lo bueno de la
vida y sentir que la he disfrutado, y aunque ahora mis días de verano no
sean tan largos y azules siempre tendré la sensación de que son cortos e
intensos, lo cual también es bueno porque me llena de vida y me hace
querer más y más...
Bueno,
perdonad por este rollo, es un poco improvisado, escrito así sobre la
marcha así que tal vez no me ha quedado muy bien, pero espero que os
guste. Muchos besos, mil gracias por comentar y decidme, a vosotros,¿os
pasa rápido el tiempo? ¿tal vez se desliza despacio? Sea lo que sea
dejádmelo en comentarios o en el email que os dejo arriba a la derecha que me hará
mucha ilusión leerlo.
Besinossss y nos vemos mañana viernes.
Hoy me ha resultado imposible escribir el post improvisado y he rescatado este, que fue mi primer jueves reflexivo hace 4 años(ya no tengo 40, ahora son 44). Fue un par de meses antes de fallecer mi padre y en este tiempo me ha faltado más gente cercana y querida, la vida me ha cambiado muchísimo pero sigo pensando igual, el tiempo se esfuma y hay que aprovecharlo.
Lo he dejado tal cual. ¿Os parece que he cambiado de estilo en estos 4 años o sigo siendo igual?¿A vosotros se os esfuma el tiempo?
Feliz jueves a todos.
Sí que se esfuma, pasa volando de verdad.
ResponderEliminarUn besito.
Tiotalmente, era jueves y ya estamos a martes.
EliminarBesos.
Muy interesante como siempre tú jueves reflexivo.
ResponderEliminarLa verdad es que he disfrutado muchísimo de la infancia de Jorge y ya lleva y parece ayer, tres años haciendo su vida en Madrid, todo un hombre y con capacidad de decisión y a veces miró las fotos de pequeño y quizás es cuando mas consciente soy de como a pasado el tiempo, me ha volado como dices tú, pero es ley de vida.
Y es cierto cuando hay personas que ya no están, también se nota mucho el paso del tiempo, y aunque nos llene de tristeza, y además con la edad de tú prima, que pena tan joven, si que lo siento, debemos de seguir y alegrarnos por lo que hemos vivido con esas personas que ya no están y sobre todo teniendo claro, como me pasa a mí con mi padre, que vivió y fue feliz y disfruto de la vida al máximo, aunque lógicamente se le echa muchísimo de menos pero la vida es así aunque nos duela ains.
Besos y las frase inicial de la foto del corazón en la arena me ha gustado mucho.
Hola.
EliminarDisfrutar la infancia de los hijos es lo mejor del mundo.
Ainnns si me acuerdo de cuando se fue, me ha volado.
Lo de mi prima es horrible, no puedo ni nombrarlo.
Yo con mi padre y con los últimos fallecimientos pienso en lo mismo, que vivieron a tope pero hoy en día no debería morirse nadie de sesenta y pocos.
Besos Tere y me alegra mucho que te guste la frase.
pues si no llegas a decir que es rescatado, hubiese pensado que es del momento
ResponderEliminarCreo que le tiempo pasa más rápido cuando tienes hijos pequeños... te he leído y he pensado lo mismo, veranos largos en la playa jugando con la arena.. salidas con las amigas hasta las tantas.. tienes hijos y el tiempo se acelera.. todo se acelera.. ahora estoy en eso de empezar el año en Septiembre y a un ritmo vertiginoso, y acabo de llegar a casa, te leo y me voy corriendo a recoger a Alejandra.. y seguir corriendo el resto.... Eso sí, disfrutando de cada momento y no dejándome nada en el tíntero.. porque puede que la vida corra, pero los momentos van al ritmo adecuado. Besos
Hola.
EliminarAinnnnns esos veranos largos y las salidas con amigas...qué época.
Lo importante es disfrutar, como dices no dejar nada en el tintero.
Besos.
ya me había extrañado a mí que dijeras que tienes 40, más que nada porque me sonaba que en alguna ocasión habías dicho que tenías alguno más. de aspecto estás mucho más joven que eso! ;)
ResponderEliminarpor lo demás, creo que conservas tu estilo. es una interesante reflexión. es verdad que para un niño un año es una eternidad, y para un adulto es un suspiro.
lo peor para mí del paso del tiempo es que siempre aprendo las cosas demasiado tarde. ahora en el colegio sería el rey del mambo, nos ha fastidiado. la experiencia es un peine que te dan cuando ya estás calvo...
besos!!
Jejeje lo de quitarse años se lo dejamos a las famosas. Y gracias por decir que parezco más joven, jejeje.
EliminarNunca es demasiado tarde para aprender, pero me quedo con la frase que me ha encantado.
Besos.
A mi me ha pasado parecido, sobre todo desde que nacieron los niños, desde entonces han pasado los días, los meses y los años volando. Un beso
ResponderEliminarEs que han volado, lo importante es disfrutar.
EliminarBesos.
A mí me encanta como escribes Gemma, dejas un halo de luz y esperanza. Que enternece y es tan necesario hoy por hoy. Y si no llegas a decir que lo escribiste hace años ni me hubiera enterado, :)
ResponderEliminarEl tiempo si que pasa rápido, demasiado.
Un beso, y feliz tarde.
Muchísimas gracias por tus palabras Irene.
EliminarBesos.
Desde luego, el tiempo vuela. Y vuela cada vez más deprisa. La misma fracción de tiempo cada vez es un porcentaje menor de la ya vivido y por eso parece que es cada vez menor.
ResponderEliminarCuando empecé a trabajar, la vacaciones de verano eran eternas (también es cierto que eran algo más largas), ahora, como dices, cuando me quiero dar cuenta ya es septiembre de nuevo.
Feliz y raudo final de la semana (que para el finde, aun queda un día).
Un beso.
Hola.
EliminarDa miedo que eveuele así que toca disfrutar a tope.
El finde ha sido más que raudo, ufffff.
Besos.
Te queda una etapa maravillosa de abuela, en la que vas a transmitir a tus nietos lo mucho que tú recibiste de la tuya y tus hijos de tu madre. Te veo una abuela encantadora.
ResponderEliminarY sobre el paso del tiempo prefiero no pensar mucho. Creo que a todos nos da vértigo que cada vez pase más deprisa.
Un abrazo.
¡¡¡¡Gracias!!!!
EliminarAinnnns me encanatría ser abuela(dcuando terminen los estudios y todo eso, claro) porque si a mis hijos los he dissfrutado a tope a mis nietos, sin tanta responsabilidad me encantará disfrutarlos.
¡Un abrazo!
Jo, recuerdo cuando estudiaba bachillerato que una profesora de francés, ya mayor, soltó un comentario que me parece que fui el único que lo escuchó. La clase estaba agitada, y habíamos hablado de que faltaba el último curso de bachillerato y COU para la universidad. ¡Dos años nos parecían un mundo! Bueno, pues ella se sentó y casi en un susurro dijo algo así cómo "dos años, dos años es un suspiro". Lo dijo con un punto de emoción que me llegó. Y en efecto, el tiempo no corre de la misma manera en la juventud que en la madurez. De los 25 a los 46 que tengo ahora me parece que ha pasado un chasquido, y lo peor, es que cada año parece acelerarse. Imagino que tiene que ver con la rutina. De niño o adolescente, cada día es una aventura, cada día podemos pasar por mil emociones distintas, y eso hace que el tiempo sea vivido. En la madurez esas sorpresas, esos toboganes de emociones casi no existen, pisamos cada día las mismas baldosas y nos acostamos sin recordar nada especial y así llegamos al finde, al verano, día de difuntos, navidad, semana santa, verano... En fin, para detener el tiempo me parece que solo podemos hacer algo tan simple como complicado: vivir. Un fuerte abrazo!!
ResponderEliminarHola.
EliminarA mí en el instituto me pasaba igual, un año era un mundo. Y a mí me ha pasado muy rápido de los 25 a los 44 que tengo, pero desde los 35 hasta ahora me han desaparecido, no lo entiendo.
Un abrazo y suscribo lo dicho, hay que vivir.
Guapaaa!! Ya estoy de vuelta, otra lectora fiel que vuelve para leerte ;)
ResponderEliminarYo creo que el tiempo vuela bastante sí, especialmente si eres activa y te gusta hacer cosas :)) por eso creo que hay que intentar disfrutar cada momento.
La ausencia de las personas queridas es difícil, para mí la muerte de mi abuela el noviembre pasado fue un poco punto de inflexión, pienso en los momentos como “todavía estaba mi abuela” o “entonces ya había fallecido” y ya ves, va a hacer un año en breve.
La verdad es que hasta que lo has mencionado pensaba que lo habías escrito hoy. Supongo que es bueno, claro, porque significa que no has perdido tu estilo propio, que para mí es la esencia del escritor :))
Vaya parrafada he soltado en el primer comentario de “este curso” jajaja me ha gustado mucho la reflexión :))
Un besote reina
Ay qué bien qye estés de vuelta.
EliminarEl tiempo se esfuma pero hacer cosas enriquece así que me quedo con las consecuencias, jejejeje.
Yo con la muerte d emis abuelos lo pasé muy mal pero la de mi padre, aún joven, de repente y en plenas navidades me dejó devastada, lo he pasado muy muy mal, sin palabras.
Me alegra que pienses que tengo mi estilo propio y me encantan las parrafadas.
Besos.
el tiempo se va en un momento Los dias pasan demasiado rapido.No me alcanzan los minutos aunque no haga nada para retener los momentos alados
ResponderEliminargenial tu texto
Aunque no hagamos nada para retener los momentos todos sentimos que se esfuman.
EliminarBesos.
A mí lo que me parece penoso es que en vez de alegrarse porque su hija sea una mujer independiente que está haciendo lo que quiere y es feliz se lamente porque ya no es una cría pequeña.
ResponderEliminarEn fin...
Besos!
Pues eso me dijo mi madre cuando se lo comenté, me acuerdo perfectamente. Su hija está sana, ha avanzado y no se mete en líos, algo que ya es mucho. Da pena qu eno sean pequeños, pero también es precioso ver que han crecido y son felices.
EliminarBesos.
El tiempo pasa a toda velocidad y va aumentando conforme vas cumpliendo años, esto es algo que siempre escuché decir a mis padres y ahora lo digo yo. Cuando eres peque los días se hacen larguísimos, todo parece ir muy lento, hay tiempo para todo y de repente se acelera y empiezan a pasar los años a toda velocidad. Con los niños ha sido así de repente ya eran mayores y miras atrás con una cierta nostalgia.
ResponderEliminarBesos guapa
Totalmente de acuerdo en todo y los hijos han crecido de repente, sin transición, jejeje.
EliminarBesos.
Un buen post reflexivo donde nos sentimos identificados los que vamos cumpliendo años. Cuando se es niño o adolescente el tiempo pasa lento. Pero cuando ves a tus hijos crecer y ves que se hacen hombres te das cuenta qué rápido pasa el tiempo. Cuando veo a amigos de mis hijos ya con sus pequeños hijos le digo a casi todos" disfrutar de estos momentos de los hijos por que cuando os deis cuenta tiene 25 años" y con sorpresa me dice que es lento criarlos. Hoy en día ya tengo edad de ser abuela y quiero que mis hijos traigan hijos para disfrutar de otra etapa. El tiempo cada vez pasa más rápido. Un abrazo ¡.
ResponderEliminarHola Mamen.
EliminarA mí me ha pasado lo de los amigos d emis hijos, dos amigas de mi hija son mamás y es raro, ayer eran niñas y ahora son mamás, y les he dicho eso, que los disfruten a tope.
Yo aún no quiero ser abuela pero sí que quiero en un futuro, me encanatría.
Besos.
Para mi pasa volando. De un tiempo a esta parte parece que los años cada vez duran menos. Pienso que es cosa de la edad. Un beso y feliz finde.
ResponderEliminarLos años se volatizan, jejeje.
EliminarBesos.
Hola! Pues si, para mi el tiempo pasa volando y a veces no me doy ni cuenta.
ResponderEliminarTe espero pronto por mi blog. Bss
Es que vuela.
EliminarBesos.
La,percepcion del tiempo cambia a medida que cumplimos años.
ResponderEliminarBesos!!
Totalmente.
EliminarBesos.
El tiempo pasa más rápido cuanto más mayor te haces. Cuando eres joven apenas sientes que el calendario avanza, pero luego es como si cogiera carrerilla y los días se suceden unos a otros a velocidad.
ResponderEliminarSupongo que es ley de vida.
Bonita reflexión
Un beso.
Completamente de acuerdo, coge carrerilla y ya no hay quien lo pare.
EliminarBesos.
Me alegra que lo hayas rescatado y haberlo leído.
ResponderEliminarCreo que a todos nos vuela el tiempo, tenemos un ritmo de vida tan frenético... y desde que lo vives un poco a través de los hijos se esfuma más a prisa. Así que no queda otra que disfrutar cada segundo para tener una cartera llena de recuerdos.
¡Un besote!
¡Hola!
EliminarCreo qu eun poco es eso, al vivirlo a através de los hijos se evapora.
Besos.