Mostrando entradas con la etiqueta recetas.. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta recetas.. Mostrar todas las entradas

lunes, 11 de mayo de 2015

Receta; croquetas veganas de zanahoria y cebolla.

Croquetas de leche vegetal con zanahoria y cebolla.

Hola a todos!!!!!!!! Ya estamos a lunes y deseo de corazón que vuestro fin de semana haya sido genial, al menos aquí el buen tiempo nos ha ayudado mucho y hemos podido disfrutar de la naturaleza y del mar.

Hoy vengo con una receta, y aunque el título deja claro que tipo de receta es, os aclaro que no tiene porqué ser solo para veganos, este plato es la excusa ideal para tomar leche vegetal de una forma distinta, y es además una manera de tomar verduras.
Es muy fácil de hacer y queda muy original si las servimos en alguna celebración, a la gente le sorprende, y aunque tiene rebozado y no es lo más light del mundo, si comemos equilibrado de vez en cuando no pasa nada por comerlas.

miércoles, 22 de abril de 2015

Ideas para improvisar comidas fuera de casa con poco dinero

Como improvisar una comida rápida gastando muy poquito.

Hola a todos, ya estamos a miércoles, ecuador de la semana!!!!!!!!
Hoy toca truco, y basándome en algunas experiencias personales recientes se me ha ocurrido dar unas ideas para esas ocasiones en las que nos enteramos que tenemos que comer fuera y hemos llevado poco dinero.

Este año ya me ha pasado varias veces con mis hijos, días en los que debían venir a casa y de repente decidían quedarse para terminar un trabajo grupal porque otro día era difícil coincidir con los compañeros, y la mayor parte de las veces, tanto ellos como los compis que ya habían gastado parte del dinero que llevaban en el almuerzo de media mañana.
Y para colmo no tenían cubiertos allí excepto algún cuchillo así que esos días improvisaron algún bocadillo original y aunque no es lo más sano del mundo siempre es mejor que una pizza congelada, una comida de burguer o patatitas.

viernes, 10 de abril de 2015

Idea de receta para cumples infantiles o niños malcomedores.

Ideas de comida rica para niños y para cumples con truco para que coman jamón y verdura.

Hola!!!!! Otro viernes nos vemos por aquí, la semana se acaba y el finde nos espera y hoy vengo con un truco que usaba con mi hijo para que comiese un poco de todo y que gusta mucho a los niños.

En esto de la maternidad que tus hijos coman bien depende de lo que les enseñes y de la suerte, muchas veces es una lotería que coman bien.
Mi hija mayor siempre comió bien así que tampoco tenía que romperme mucho la cabeza pero el pequeño era un horror, pero horror horror, y estaba educado igual que la hermana, pero no le gustaba comer, que le vamos a hacer, así que tocaba discurrir.

Hace tiempo os dejé una entrada que podéis ver aquí en la que os mostré algún menú de niños, y hoy se me ha ocurrido compartir estos dos platos.

martes, 23 de diciembre de 2014

Unos canapés rápidos y fáciles

Desde mi ciudad os deseo muy felices fiestas.

Hola!!!!!!!! 
¿Os ha tocado la lotería? Enhorabuena a los afortunados y a los que no, no pasa nada lo importante es estar con los nuestros y que todos estemos más o menos bien.

Para empezar aprovecho para dar las gracias por las opiniones sinceras y amables de ayer y por ayudarme a que mi blog esté lo mejor posible, para que os guste venir a visitarme, que me hace muy feliz.
Si alguien más quiere opinar podéis dejarme el comentario aquí o en el post de ayer o en el formulario de contacto. Dicho este quería proponer unos canapés baratos, fáciles y muy rapiditos para que en la cena de Nochebuena o en cualquier comida los pongamos porque quedan genial y se pueden dejar preparados con antelación.
Creo que algunos están puestos en otros post pero yo os los recopilo aquí y a ver si os sirven de idea para complementar la cena de mañana.
Os aseguro que triunfaréis.


viernes, 26 de septiembre de 2014

Mi experiencia con la comida vegetariana.



Hola!!!!! Ya sé que os tengo algo abandonados pero he estado acatarrada y no he tenido muchas ganas de escribir, la verdad, aunque desde luego os he leído cada día. Para mí Septiembre es un mes mágico pero si hay algo de él que me da mucha rabia es que siempre cojo un catarro hacia mitad de mes. Pero bueno gracias a las infusiones, miel y algo de paracetamol lo hemos superado así que a disfrutar del otoño que es una época preciosa y en nada estaremos cogiendo castañas y saltando en los charcos con botas de agua.
Hoy se me ha ocurrido que podría hablar un poco de comida vegetariana aunque sé que es un tema que se aleja de los contenidos habituales del blog. Hace ya tiempo comenté que mi hija se estaba haciendo vegetariana y este año para asegurarme de que todo estaba bien la llevé a un nutricionista y le hicimos unos análisis y al ver que todo está genial me gustaría compartir un poco como lo hemos hecho nosotros, eso sí, siempre es una opinión mía yo no soy ninguna experta aunque el tema de la alimentación me interesa desde siempre.
Para empezar os diré que el doctor pesó a mi hija y nos explicó que estaba todo muy bien y el porcentaje de músculo indicado dejaba claro que estaba recibiendo la alimentación correcta. Y además el índice de grasa también era muy buena aunque en estos casos no solo es la alimentación, hay que moverse un poquito.
Ya que no sabía muy bien cómo enfocar este tema he decidido poner algunos ejemplos de desayunos, comidas, meriendas y cenas para dar ideas a alguien que quiera ser vegetariano o qué simplemente desee tomar más verduras y no se le ocurra muy bien cómo hacerlo. Son ideas generales para no hacer el post interminable pero hay muchas más opciones y recetas que preparamos a menudo.
Para empezar diré que en este caso la idea de ser vegetariana de mi hija viene de lejos pero no se lo permití hasta hace poco y siempre con la promesa de que si en algún momento tiene algún problema de salud y necesita volver a ingerir carne o pescado lo hará. Y el otro requisito fue ir eliminando estos alimentos poco a poco.
Empezamos quitando las carnes rojas y luego poco a poco todas las carnes tomando solamente caldos y con el pescado hicimos igual.
El problema de los vegetarianos es que necesitan proteínas y ácidos grasos así que yo intento que mi hija tome huevo, leche y soja para las proteínas y semillas de lino y chía y frutos secos para los ácidos grasos.
Y ahora van los ejemplos de dieta.
Desayunos;
Zumo de varias frutas y verduras con germen de trigo y levadura de cerveza(esto no es de ahora lo llevamos haciendo toda la vida).
Hidratos de carbono: es importante tomar hidratos para tener energía y nosotros normalmente desayunamos unos cereales, o tostadas de pan integral, a veces galletas de harinas que no sean solo trigo o biscotes integrales con mermelada o quesito. Vamos alternando.
Leche o yogur con lino, según lo que más apetezca.
Media mañana:
Pieza de fruta y yogurt, o trocito de bizcocho casero y zumo, o tostada con fruta, o un puñadito de frutos secos o cualquier cosa ligera que apetezca.
Comida:
Normalmente la comida consta de primer plato, segundo y postre.
Como primer plato tres o cuatro veces a la semana hago legumbres estofadas con una buena base de cebolla, ajo, perejil, pimiento, tomate, zanahoria y calabacín. Las legumbres que más uso son lentejas, alubias, garbanzos y soja.
Otro día hago arroz blanco con tomate y un huevo o paella de verduras o risotto, o basmati con verduras al wok con el aceite de wok del Lidl, vamos variando la preparación pero el caso es tomar arroz.
En verano hago ensaladilla con patata, huevo, pimientos de colores, zanahoria, aceitunas sin rellenar y mayonesa casera.  También tomamos crema fría de pepino y yogurt o crema de coliflor y yogurt, ambas muy ricas.
Algún día hago fideos chinos con caldo vegetal y un par de días pasta con distintas salsas, pesto, napolitana, boloñesa con un preparado de soja en vez de carne…hay muchas opciones. De vez en cuando hago gnoccis que saben muy bien. Y algún día puré de verduras.
Los macarrones boloñesa con soja están buenísimos.

El segundo plato depende del primero porque si el primero es muy consistente éste lo hago ligero y si es al revés el segundo es un poco más fuerte. Suelo hacer una francesa de espinacas, espárragos con mayonesa, alcachofas salteadas con ajo, ensalada de colores con frutos secos, brochetas de verduras, coles de Bruselas salteadas, cositas así.
Y de postre suele tomar fruta o kéfir o yogurt casero(os recomiendo la yogurtera del Lidl estoy encantada) con nueces o lino.
Merienda:
Para merendar alternamos. A veces toma bocadillo de paté vegetal, bocadillo de queso(voy variando a veces cabra, otras oveja, otras curado, tierno…), bocadillo de nocilla o sándwich vegetal. Si apetece dulce nos vamos al bizcocho casero de yogurt, o de calabaza, buñuelos de calabaza, tostadas con mermelada, rosquillas caseras o tortitas de arroz o maíz. Como acompañamiento fruta o lácteo.
Cenas.
Las cenas también son variadas. Tres o cuatro días a la semana preparo una sopa con caldo vegetal y muchas verduras cortadas diminutas a las que añado copos de cereales ecológicos(avena, muesli, cebada, centeno). Otras hago una buena ensalada o un puré vegetal. Todo esto como primer plato.
Las sopas vegetales con cereales son realmente sanas, fáciles y baratas.

Para detrás a veces tomamos pastel de arroz con verduras, pizzapan casera de quesos variados, croquetas caseras de queso, o de setas o cebolla y zanahoria, creps rellenos de verduras, empanadillas rellenas de pisto, berenjenas rellenas, tomates rellenos de queso y arroz, pimientos rellenos de verduras y sésamo, filete de seitán, hamburguesa de tofu, brochetas vegetales, tostas de espárragos o tomate con aceite y orégano, albóndigas vegetales, tortilla de patata, patatas con un huevo frito, hay muchas ideas.
El seitán es una opción estupenda.

En las cenas especiales ella cena más o menos lo mismo que los demás pero vegetal. En la cena italiana usamos raviolis rellenos de queso de cabra y cebolla caramelizada y pizza cuatro quesos o lasaña de espinacas y queso, en la asiática los fideos son con caldo vegetal y el sushi es con tofu, en una cena que os pondré pronto que hicimos de países del este tomó tostas de puré de berenjena y paté vegetal, quesos variados y galletas variadas, en la mejicana las fajitas son vegetales, en la de Halloween siempre hago cosas con calabaza. Pensando un poco siempre hay algo que se pueda hacer.
Con imaginación hay muchas ideas originales.
La verdad es que yo al principio era muy reticente porque me daba miedo que mi hija no estuviese bien alimentada pero ya que le vamos a hacer un seguimiento y tenemos un buen acuerdo estoy contenta. Lo que intento siempre es que tome abundante proteína, investigo recetas con tofu y seitán y los frutos secos son un básico que nunca nos falta. Y también es recomendable tomar una cucharada al día de aceite de oliva virgen extra, que nosotros tomamos en ensalada o en tostas, y pan multicereales para asegurarnos cereales variados(valga la redundancia).A día de hoy me he organizado y para mí no es un gran trabajo extra ya que muchas cosas las comemos todos pues son sanas, ricas y ligeras y al ver que ella está sana y feliz yo también soy feliz.
Me encantaría que me dijerais si alguna de vosotras es vegetarianas o simplemente oír opiniones, o ideas que aunque de momento no nos aburrimos con el menú llegará  un momento en que empezaremos a repetir y todas las ideas se agradecen. Muchas gracias por leerme y besinossssssssss.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Cenas improvisadas


Hola a todas. Últimamente tengo mi querido blog bastante abandonado, pero intentaré ponerme un poco al día. ¿Qué tal habéis pasado el puente de Todos los Santos?La verdad es que llevaba un mes esperando un puente para descansar y disfrutar y se ha pasado volando, cuando quise darme cuenta ya era día laborable y de nuevo todo son carreras y atragantones. Bueno, hoy quería contaros alguna experiencia en que he tenido que improvisar comidas o cenas con poco dinero y pocas cosas.
   Por cierto, os dejo alguna foto de Halloween, que ha sido uno de los días familiares de este puente.
   Una de esas experiencias me ocurrió hace ya algo de tiempo, una tarde de invierno en que llovía a mares y era día de fiesta. Cuando más tranquilos estábamos, viendo una película y sintiendo el repiqueteo de la lluvia en los cristales, sentimos el timbre. Al abrir vi que eran unos primos segundos que viven fuera y con los que tengo poco trato debido a la distancia pero con los que me llevo bien.
   Después de los saludos me contaron que habían venido a pasar un par de días y no querían irse sin vernos. Yo estaba contenta pero me preguntaba por qué no me habrían llamado para avisarme porque me pillaban con pocas cosas, poco dinero y todos los comercios cerrados.
     Después de tomar un café con un poco de bizcocho que milagrosamente tenía, empezamos a charlar y sin darnos cuenta llegó la hora de cenar, y yo no dejaba de pensar que teníamos que invitarles, pero claro, ir a un restaurante todos un día de fiesta me descolocaba por completo, si me hubieran avisado me habría organizado pero así… tenía que ser en casa. Mientras mi marido y mis hijos los entretenían empecé a revisar la despensa y la nevera. Tenía pechugas de pollo porque esa iba a ser nuestra cena, y lechuga y tomate cherry por el mismo motivo. Pero para dos personas más quedaba un poco escaso, así que la solución era preparar canapés, dar de cenar un poco de todo. Lo bueno de esto es que me permitía estrenar unos cacharritos que tenía que eran para raciones individuales. Unos eran cuadrados, otros ovalados y las otras eran unas cucharitas de presentación. Lo primero que hice fue coger las pechugas y trocearlas en lugar de filetearlas. En la nevera tenía media lata de pina así que por un lado preparé brochetas de pechuga y piña. Siempre tengo palitos de brocheta y en la plancha que tengo se hacen en un segundo. El resto de la pechuga le herví, la troceé, la mezclé con una manzana que tenía y le añadí lechuga en juliana y tomate en dados y le añadí una salsa hecha con un yogurt, una cucharada de mostaza y un chorrito de zumo de limón y me quedó un salpicón de pollo muy apañao y que recomiendo a todo el mundo. En la despensa tenía una lata de calamares en tinta, así que herví un poco de arroz. Lo mezclé con los calamares y lo puse en las cucharitas. Tenía en la nevera un poco de jamón serrano, así que salteé un poco, añadí una lata de guisantes, salsa de tomate y un chorrín de vino y ya tuve guisantes con jamón que puse en el cacharrito ovalado y en el cuadrado puse un canapé que siempre causa sensación. Untamos un cuadradito de pan de molde con mayonesa y le ponemos encima un trozo de lechuga. Cogemos medio tomate cherry y le ponemos debajo un trozo minúsculo de anchoa o algo así muy sabroso, yo tenía anchoas y las usé y ponemos el tomate encima de la lechuga. Mezclamos cacao con agua y con una manga (yo uso papel de horno enrocado porque me arreglo mejor) dibujamos lunares y antenas y quedan unas mariquitas preciosas. A veces el dibujo no me sale muy bien pero ese día estaba de suerte. Y el contraste de sabores, aunque suene raro, está muy rico. Y para segundo plato preparé un revuelto rojo. Doré el poco jamón que me había sobrado, batí huevos a los que añadí una cucharada de Ketchup, e hice un revuelto por persona que serví en platos individuales sobre un lecho de lechuga( era lo que más tenía) y unas patatas al lado. Las patatas las partí con una mandolina y quedaron  como las de bolsa, muy finas, pero para que fueran más originales apliqué un truco de Arguiñano, cogí dos y entre ellas puse una hojita de perejil y al freír quedan geniales.
Así que al final serví como entrantes las brochetas de pollo y piña con mayonesa a un lado y salsa rosa al otro. Luego puse delante de cada uno el recipiente con los guisantes con jamón, la cucharita con el arroz con calamares y el recipiente con la mariquita. De primer plato el salpicón de pollo y de segundo el revuelto rojo con patatas “graciosas” como dice Arguiñano. Esto lo puse individual para que no se sirvieran ellos y pareciera escaso. De postre cogí la fruta que tenía, la troceé y la mezclé con yogurt azucarado, lo puse en copas y lo adorné con nata montada. Me hubiera gustado ofrecer algo más elaborado pero no me daba tiempo, un flan, la gelatina o cualquier tarta necesita más tiempo para cuajar. Y aunque contado aquí puede parecer complicado la verdad es que fue todo rapidísimo, y si quitamos los calamares con el arroz, lo demás lo hice con los ingredientes de mi cena y superrápido.Y al menos nadie se fue de mi casa con hambre.
                             
       
   La otra experiencia fue por el verano, lo cual facilita las cosas. También vinieron unos familiares de repente, pero estos tienen niños y como el día estaba bueno decidimos ir a pasar la tarde a un área recreativa. El día iba a ser largo y yo pensé que lo mejor era llegar a casa cenados pero claro, invitarlos a ellos y contándonos a nosotros era una cena para ocho en pleno verano, y así de repente no me apetecía. Mientras se hablaba y se decidía donde ir preparé cuatro tortillas de patata. Una la metí en mi Tupper de las tortillas y la dejé para los niños. Las otras las preparé rellenas. Puse una en un Tupper redondo y grande, y la cubrí con hojas de lechuga, rodajas de tomate y bonito, puse otra tortilla encima y la cubrí con lonchas de jamón York y queso y la última la cubrí con mayonesa. Mientras hacía esto cocí unos huevos y la mitad los rellené con bonito, unos con salsa de tomate y otros con mayonesa, y los otros los rellené con unas gambas de esas peladas diminutas que tenía en el congelador. Las salteé con cebolla, añadí mayonesa y listo. A la vez tosté pan en la plancha, cubrí con mayonesa y lechuga en juliana, tapé y cubrí con ensaladilla rusa que me había sobrado del mediodía y tapé. Luego corté cada uno en dos triángulos y con la lechuga tienen un corte muy bonito. Llevé sin abrir un par de bolsas de patatitas, una lata de aceitunas y otra de mejillones y mientras los demás se iban a buscar el coche paré un segundín en el súper a por refrescos y un poco de embutido. Puse el más barato, chorizo de Pamplona, mortadela con y sin aceitunas, jamón York, queso de barra y un paquete pequeño de jamón serrano. Todo eso y bebida para ocho no me llegó a diez euros, y como lo demás ya lo tenía no me descompensó. En el área puse mi mantel de cuadros preferido y saqué los platos. Las tortillas las dejé en los Tupper para que no se estropeasen, y los sándwich de ensaladilla estaban en una bandeja bien envueltos, al igual que los huevos rellenos, y eché en unos platos las aceitunas, las patatitas y los mejillones y en una bandeja que había llevado de casa, una bandeja dorada muy grande que me habían dado con pasteles, puse el embutido, y al lado el pan. En un momento nos montamos una buena cena y nos lo pasamos fenomenal. Los niños jugaron lo que quisieron y todos comentamos eso de que a veces lo improvisado es lo que mejor sale. Y antes de ir a casa ellos nos invitaron a todos a una terraza a tomar un helado, así que todos contentos.
   Bueno, por hoy no aburro más, espero que en las próximas entradas ya pueda hablar de Navidad, esa Navidad que está tan cerca. Yo quiero que venga ya el mal tiempo y que todo huela a frío, a humo y a Navidad porque con este calor no me hago a la idea de las fechas en las que estamos. Bueno chicas, os dejo, y si alguna tiene ideas de comidas improvisadas decídmelo porque os lo agradeceré eternamente. Besinossssssss.

jueves, 28 de julio de 2011

UN MENÚ PARA "PEQUEÑOS INVITADOS"


Comidas para peques improvisadas; menús rápidos y baratos.      


Hola, ¿estáis todas bien? Bueno, me alegro mucho. Yo ando por aquí, intentando disfrutar el máximo de un verano donde el sol brilla por su ausencia.
    Y no sé porqué, de repente, en este día de sol jugando al escondite con las nubes, me acordé de los apuros que he pasado en algunas ocasiones cuando mis hijos invitaban a sus amigos a comer a casa. Generalmente solía salir de las situaciones bastante bien, pero recuerdo una en concreto que me vi bastante apurada, la verdad. Se trataba de una niña que por problemas familiares no podía venir a casa cualquier día, y precisamente, el día que por fin pudo venir ¡horror!, yo estaba como siempre, con los céntimos contados.
    Desde luego, no quería decirle que no viniera porque este caso no es el típico en el que dices; - ¿podéis dejarlo para la semana que viene, que esta no me viene nada bien? -  No podía porque ella seguramente tardaría meses en volver a tener un sábado disponible, así que a romperme la cabeza, porque además de comer iba a quedarse a merendar y a cenar, pues no podían venir a buscarla hasta las nueve y media de la noche, y ya que se quedaba tanto tiempo no era plan de entregarla sin cenar.
    Bien, como me avisaron con algunos días de antelación, lo primero que hice fue revisar el congelador y la despensa a ver que tesoros escondía. Y en lugar de ayudar, casi me desesperé más.¡Menos mal que la niña venía el sábado y el lunes cobrábamos! Bien, en la despensa tenía un paquete de macarrones, salsa de tomate, leche abundante y un trocito de queso. También tenía patatas porque siempre intento dejar algunas, alguna pieza de fruta suelta y tenía bastante caldo congelado. Y además tenía dos filetitos congelados de esos que congelo a principios de mes, para ver que puedo hacer luego con ellos, y alguna cosina más que sería demasiado larga de enumerar. Así que sin tener demasiada idea salí a recorrer los supermercados a ver lo que encontraba.
    Bien, en vez de enrollarme diciendo como compré las cosas, directamente os voy a describir el menú.
    A pesar de mi “pobreza”, veía a mis hijos tan ilusionados con la visita de su amiga que intenté hacerlo todo lo mejor posible.
   Decidí entonces preparar una mesa para que comieran ellos solos en lugar de hacerlo con la familia, me pareció algo más “íntimo”. Primeramente cogí una mesa camilla que nunca uso y que en realidad siempre tiene algo puesto encima y parece más une estantería que una mesa, y la llevé a la cocina. La cubrí con un mantel de colores de esos muy veraniegos, y como vajilla usé los platos de plástico de colores que uso para la playa. Puse también los vasos de colores, y en el centro una jarra con agua y otra con leche, y las servilletas eran de papel de colores que me habían sobrado de alguna ocasión (no recuerdo de qué), y quedó una mesa muy aparente. De entrante hice unas croquetas porque tenía ingredientes para una bechamel, pero en lugar de darles la forma normal usé un molde de galletas y las hice en forma de corazón, y con la bechamel restante hice bolitas pequeñas. Deje las croquetas preparadas pero sin freír, y cuando llegó la niña, mientras se quitaba la chaqueta, veía la habitación de los niños y se lavaba las manos las freí. Y las presenté en una bandeja, con un montoncito de Ketchup y otro de mayonesa en los lados. Además había hecho unos macarrones, los que  tenía en la despensa, que eran espirales de colores. Los presenté en un bol y en recipientes pequeños eché queso (rallado por mí del trocito que tenía en la despensa), salsa de tomate y un poco de atún de lata. Los recipientes eran de esos de plástico que venden en los bazares chinos y yo los tengo desde hace años y me hacen mucho servicio. Cada niño se preparó los macarrones como quiso, unos con queso, otros con  atún y otros con todo. De segundo plato les preparé unas tortillas francesas con atún que previamente había apartado de la lata, y las presenté enrolladas y sobre una rebanada grande pan, en un plato también de plástico de colores. De postre les di tarta de galletas, rellena con el famoso flanín del Lidl y cubierta con chocolate también de allí.
    Después de pasarse la tarde jugando tocaba merendar, así que otra vez a estrujarme el cerebro. Bueno, tengo que admitir que no me compliqué nada. Les di pan de molde con crema de cacao, cortado en triángulos y servido en una bandeja, y zumo casero. En la licuadora metí una naranja que tenía, unas pocas uvas que me habían quedado y media lata de piña, jugo de la piña incluido, y me salió un zumo riquísimo. Para que fuera aún más apetitoso lo serví en copas. Previamente había separado un poco del zumo de naranja, lo puse en un plato, mojé el borde de la copa en el zumo y luego mojé ese mismo borde en un plato con azúcar. Es un truquillo de toda la vida, pero queda genial. El borde de la copa tenía azúcar naranja. Luego puse una pajita y una rodaja muy fina de naranja que también había cogido previamente. Quedó todo de lo más profesional y a los niños le gustó mucho.
   Y por fin, después de un intenso día de juegos, llegó la hora de la cena. De primer plato me fui a lo clásico, un poco de sopa con el caldo que tenía congelado, que eso siempre gusta a los niños. Y de segundo ¡¡¡sorpresa!!! Cena burguer. El día anterior, cuando vagaba desesperada por los supermercados había visto unos bollitos de hamburguesa de tamaño mini, y estaban de oferta porque querían darlos a conocer, así que los compré. Con los dos filetitos que tenía congelados y un poquito de cebolla hice seis minihamburguesas, dos por niño. Unté los bollos con Ketchup y mayonesa, puse una minihamburguesa por bollo, una tira de queso que me había sobrado y que al contacto con la hamburguesa se fundió, una rodajita de tomate cherry y un arito de cebolla, y con una hoja de lechuga, con una sola cortada en juliana, quedaron unas miniburguer chulísimas. Las patatas las hice de luxe, porque había conseguido la receta en un programa de la tele, y de postre, colacao frío batido con la batidora para que tuviera mucha espuma,servido en copa altacon pajita, en plan batido.
Comprendo que este rollo que os acabo de soltar  a lo mejor os parece una bobada, pero mis hijos y su amiga guardan muy buen recuerdo de ese día. Cierto es que al día siguiente nosotros tuvimos que comer las “sobras”, sopa,  ensalada con la lechuga sobrante, los tomates y la cebolla, y más croquetas porque me había sobrado bechamel. Pero creo que valió la pena. Para los niños es importante invitar a sus amigos, y aunque les pongamos una comida muy normal, como fue mi caso, el hecho de presentárselo de una forma interesante y en exclusiva para ellos les hace verlo todo distinto. Si a vosotras se os ocurren otros menús para salir de estos apuros os agradecería cualquier idea, porque a veces ya no sabe uno que hacer para no repetir y que sea original y sobre todo barato.
   Ahora sí que os dejo, deseando no haberos aburrido demasiado y agradeciendo que me leáis. Y repito, cualquier idea será bienvenida, de verdad. Besitos y a seguir disfrutando del verano. Por cierto espero que  os guste el bonito paisaje que he puesto, un paisaje muy de mi tierra. Ahora si que os dejo adiosssssss.

jueves, 21 de julio de 2011

cena sorpresa e inesperada

¿Nunca os ha pasado que vuestro marido ha llegado, a dos días de cobrar, diciendo que ha invitado a ese compañero de trabajo fisgón y cotilla a cenar a casa?
   Bueno, pues mientras tengáis unos seis disponibles, aún podéis salir del paso sin que ni él ni la bruja de su esposa se den cuenta de que estás en números rojos.
  El primer paso es revisión a la nevera y despensa. Si tenéis un buen vino guardado para Navidad, lo siento, pero es el momento de hacer de tripas corazón y sacarlo. Si no es así, mi consejo es que compréis uno medio decente pero barato y lo sirváis en una jarra, para que ella no pueda decir-¡Ah, si, este vino lo vi yo de oferta en el Lidl!-
Con la bebida solucionada, toca inventar un menú que parzca sofisticado.
  La vez que yo me vi en un caso similar tenía en casa dos latas de bonito y salsa de tomate, así que se me ocurrió hacer canelones. En el Corte Inglés tienen unas láminas, concretamente veinte, por sesenta o setenta céntimos, y no hay que cocerlas, solo remojarlas, así que al menos el segundo plato ya lo tenía.
Esa misma tarde preparé el relleno, que realmente no fue ni relleno, pues poché cebolla con ajo, le añadí el tomate, todas las especias que encontré, que creo que eran orégano y albahaca, aunque no estoy muy segura, y rellené los canelones. Luego hice una bechamel con un poquito de leche y un poco de harina, los cubrí y los dejé en el horno para gratinar en el último momento.
    La verdad es que en esta receta apenas hice inversión, y además, aparté un poco de bonito para preparar algún entrante. Cociendo un huevo(solo uno) y una patata en trozos pequeños(solo una también), preparé una ensaladilla muy básica, y la coloqué en unas tartaletas del Eroski que no me llegaron al euro. Las dejé puestas en una bandeja bonita y las metí en la nevera. Además, cogí el famoso pan de molde del día a sesenta cts, le puse lechuga en juliana en el fondo, unas rodajas de tomate, mahonesa y un poco del bonito que había apartado y así preparé un sandwich vegetal. Una vez hecho lo partí en cuatro triángulos, y éstos en otros cuatro y ya tenía minicanapés. Usando más pan de molde lo cubrí de un paté a las finas hierbas que había de oferta en Día, y en lugar de hacer triángulos, aunque parezca un desperdicio, lo corté con un vaso de chupito y me quedaron unos minicanapés redondos muy chulos. Así que en un plato redondo, y aprovechando una oblea de esas de papel con puntilla que me había entrado con una tarta que me habían regalado, combiné los triángulos vegetales con paté, y los reservé para sacarlos con las tartaletas. Ahora solo me quedaba el primer plato, así que me tiré a lo barato. Por un lado hice un puré de zanahorias, pues me había costado 65cts la bolsa, por otro un puré verde, de igual de qué, yo lo hice de guisantes porque estaban de oferta, pero pueden ser de brócoli o de judías verdes, y por último un pure de patata y calabacín.
Cuando los tres estén hechos, los echas en el plato con una jarra o una garcilla, cubres la mitad con el de zanahoria, y en la otra mitad, procurando que no se mezclen, pones la mitad del verde y la mitad del blanco. Y para adornar puedes poner una ramita de perejil o una flor de zanahoria, depende de lo mañosas que seamos.

Veamos, tenemos los entrantes por menos de dos euros porque el bonito,las patatas y los huevos ya los teníamos. El primer plato no ha pasado del euro cincuenta, tirando alto, y los canelones unos sesenta céntimos porque teníamos el atún.
Para postre hay muchas ideas, pero al tratarse de una cena a mí me gusta la fondue de frutas. En algún palo de esos que venden para brochetas o los que tengáis para pinchos morunos, ensartáis trozos de fruta. Yo, como estaba ultrapobre, me fui a un super para servirme yo misma porque me daba rabia comprar en la frutería un plátano. Y en el super compré un plátano, cuatro, pero cuatro, fresas, una pera y creo recordar que una manzana. Esa fruta la cortas en trocitos y la ensartas jugando un poco con los colores para que quede bonito.
   Las brochetas  las dejas en una fuente y en un cuenco un poco profundo echamos chocolate de fundir. Y por supuesto, preparamos un café, y si tenemos algún licor reservado, otra vez a sacarlo, y si no, simplemente decimos que a nosotros no nos gusta nada que lleve alcohol.
Cuando tengamos los purés servidos y en la nevera para meter al micro en cuanto lleguen, los entrantes también en la nevera, los canelones en el horno y las brochetas montadas ponemos la mesa con esmero. Si vivís en una ciudad que tenga espacios abiertos cerca, podéis coger un ramo de flores. Yo cogí margaritas blancas bastante grandes y con helecho hice un centro de mesa bastante aparente. Y sacais la cubertería, la vajilla o lo que tengáis. Incluso, si no hay bastantes platos iguales podéis ponerlos dos a dos.
Y luego, a arreglarse. Yo tuve que sacer un vestido del año de la repera pero con una chaqueta de mi hija di el pego, y el perfume era una muestra que había pedido por Internet, así que no pudieron objetar nada.
La verdad es que cuando supe que tenía semejantes invitados y yo sin dinero apenas quería cargarme a mi marido, pero luego, tod salió bien y a veces es verdad qe con esfuerzo e imaginación se resuelven las cosas.
Bueno, otro día cunto más trucos, y no solo de preparar fiestas o comidas, aunque parece que es lo que más hago.