Jueves reflexivo: Si nos hubiéramos conocido
Hola a todos y muy
bienvenidos un día más. Ya estamos a jueves, y es el día del post reflexivo e
improvisado. Es muy temprano y la ciudad, ahora mismo a mis pies, apenas quiere
amanecer. No hace frío, no demasiado, y me tomo una infusión porque ya he tomado
el café de la mañana. Y ahora sin más rollo, empezamos.
El otro día, en la radio,
escuché la nueva canción de Amaia, y
me ha hecho pensar en algo que ya había pensado otras veces, al ver “Regreso al futuro”, que ya he contado
que la vi mil veces desde la adolescencia. En la canción Amaia le dice a su madre que si se encontraran teniendo ambas 24
años seguramente se harían confesiones en la cola del baño, y ella le haría una
peca y la otra le pondría pintalabios.
Lo he pensado desde dos
puntos de vista, en plan Marty McFly y
encontrarme yo con mi madre, y también que mis hijos me encontraran cuando era
adolescente.
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Bienvenidos al Valley |
Siempre he idealizado la
juventud de mis padres porque, aunque empezaron a trabajar muy jóvenes era una
época llena de cambios, finales de los 60, con una dictadura que quería llegar
a su fin, una juventud comprometida, una música chula y una ropa que me
encanta. Y la verdad es que no sé si yo habría congeniado con mi madre. Éramos
parecidas, al menos en la forma de pensar, pero yo crecí en una época con menos
tabúes y prejuicios y aunque mi madre, por suerte, era una persona muy muy
avanzada, no sé si de aquella pensaría como yo. Yo había viajado bastante ya
por entonces, salía… Y ella tenía su pandilla, pero creo que era un poco más
inocente. Con mi padre seguramente habría encajado, era como los chicos con los
que yo iba de manifestaciones, de hecho mi padre conocía a algunos porque
estaba en el consejo escolar de mi instituto.
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¿Tendrán el primer alcalde negro? ¡Salvemos la torre del reloj! |
Y respecto a mis hijos… pues un poco como en “Regreso al futuro”, me ha tocado hacer de madre y poner límites, pero yo fui joven y tuve mis rebeldías. Pienso en mis hijos apareciendo en mi adolescencia y que me pillen yendo en moto, cuando yo les decía que no montaran en moto, que era lo peor, jajaja, o haciendo algunas de las tonterías de la edad, y, ufff...
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Quiero el almanaque y ser rica como Biff |
No me imagino haciendo
confesiones en la cola del baño. O sí, no lo sé. A mí hija y a mí no nos
gustarían los mismos chicos, eso seguro. Y mi hija a día de hoy usa algunas
prendas que eran mías de aquella época, no tenemos el mismo gusto en todo pero
en algunas cosas sí. ¿Nos habríamos caído bien? A saber.
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Yo iría parecida a las chicas del presente de Marty |
En realidad nuestras
generaciones son más parecidas que la mía y la de mis padres, de hecho a muchos
de los sitios a los que iban mis hijos cuando empezaron a salir por la noche ya
iba yo en mis tiempos. No era la misma música, pero no era tan distinta porque
mis hijos coinciden en estilos con nosotros y buscan locales que encajen en
esos gustos. Y yo, que cuando iban a manifestaciones les repetía que tuvieran
cuidado, que si la cosa se ponía fea que volviesen a casa… si ellos me ven con
la cara pintada con el símbolo de la paz, diciendo “No a la Guerra” mientras
escapaba de la policía. No quiero pensarlo. Que lo saben, pero no es lo mismo
que verlo.
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Yo intentaría no desaparecer |
Y lo mismo a la inversa,
aunque no creo que me ocultaran muchísimas cosas, no me apetece verlos en
momentos adolescentes perdidos, en el grupo de amigos, sin padres cerca, porque
cuando los llevábamos a algún concierto o a algún cumpleaños era otra cosa,
estábamos nosotros. En cambio, si no se saben observados seguramente son
distintos, como fuimos todos. Hay cosas que es mejor no ver.
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Rescaté de un post antiguo esta foto, estoy con mis amigas cuando éramos adolescentes, detrás está Notre Dame |
En cambio, en mi faceta
familiar creo que me gustaría, porque me encantaba estar con mis padres, con
mis primos, mis abuelos. Cuando empecé a salir por la noche iba a las comidas
familiares de domingo de doblete, y bien feliz. No me las habría perdido por
nada. Y no estaba de morros ni con cara de sueño, eso lo dejaba para el lunes,
jajajaja.
Supongo que tuve una
adolescencia parecida a la de mis hijos, sin móvil, eso sí, pero con grupos de
gente afín, con primeras salidas, primeras citas, nuestras rebeldías y nuestros
momentos de familia porque, en el fondo, aún éramos niños.
Me encantaban los planes en familia
La canción que inspiró esta
entrada en realidad habla de la relación madre e hija, de una madre que se
preocupa por una hija ya mayor, y la hija que, a veces, no entiende esa
preocupación. Yo también soy un poco pesada, como era mi madre, y también mi
abuela. Obviamente mi madre pensaba que la suya era una exagerada, yo pensaba
lo mismo de la mía y mis hijos piensan igual. Si algún día son padres ya verán
la realidad porque viendo como se preocupan
por los animales, que me mandan mil whatsapp y llamadas, si es un hijo…
Hoy estoy divagando más que
nunca, y todo para llegar a la conclusión de que es mejor que no nos mezclemos
intergeneracionalmente, que cada uno disfrute sus etapas, que son bonitas. Y la
adolescencia es para ser intenso, equivocarse, aprender crecer, con padres cerca, pero equivocándonos
y teniendo una vida propia, un asomo de vida adulta que dura solo mientras
estamos fuera de casa.
Y hasta aquí la entrada. Mil
gracias por leerme y muy feliz fin de semana.
Juventud, divino tesoro, no se la desperdiciemos, solo la viviran una vez.
ResponderEliminarSaludos
Eso me decía mi madre y yo como admiradora de Rubén Darío le respondía: te vas para no volver.
EliminarFeliz jueves.
Creo que yo me hubiera entendido con mi madre. Mis hijas son màs responsables que yo. Un beso
ResponderEliminarEntre tu generación y la de tu madre hay una cercanía que no hay entre la mía y la de mi madre y es que yo soy más cercana a tu madre. Tengo ahora 65. Creo recordar que tu madre me llevaba unos siete años. Yo no hubiera encajado con la mía. Era una chica nacida el año que empezó la guerra, educada totalmente en el franquismo y, aunque mis abuelos eran contrarios a Franco, la educación no podía ser demasiado tolerante en aquella España. Mi madre no era nada avanzada y tuve que pelear mucho para conseguir ciertas cosas.
ResponderEliminarCon mi hijo, sin embargo, la cercanía es mucho mayor. De hecho, salimos mucho juntos por el Barrio Húmedo (y demás barrios de León, que bares hay en todos), hablamos de cualquier cosa, me cuenta todo (a veces pienso que no hace falta que me cuente tantas cosas o según qué cosas...).
Me ha encantado este post. No vi más que un par de veces Regreso al futuro, pero la recuerdo con mucho agrado.
Un beso.
A mí me ocurre como a Rosa. La generación de mis padres y la mía están a años luz. Mis padres vivieron la guerra, se casaron el año 1942 y eran Católicos, Apostólicos y Romanos, así que imagínate las costumbres e ideología que gastaban, los pobres. A mis hermanas y a mí nos dieron una educación muy estricta, pero era lo que se llevaba en aquella época bajo el régimen franquista.
ResponderEliminarEn cuanto a la diferencia entre mis hijas y yo, ya es mucho menor, pues ya de adolescente era muy "transgresor", políticamente incorrecto y progre, je, je. Si hasta coincidimos bastante en gustos musicales, algo muy raro para una persona, como yo, de 74 años. Por eso, siempre las comprendí y apoyé en sus ansias de libertad, aunque no por ello dejaba de ejercer un cierto control. Diría que si mis hijas retrocedieran a los años 60 y coincidieran conmigo, haríamos muy buenas migas, je, je.
Un abrazo.
Por lo que dices soy de la generación de tus padres, fueron tiempos muy difíciles para la mayoría, la juventud a finales de los sesenta no teníamos nada que ver con las últimas actuales. Para mi los mejores años fueron entre los 18 y los 23 años, descontando los 18 meses de mili, vivimos la decadencia de Los Beatles y de varios grupos españoles que nos dieron momentos agradables.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo creo que lo de las madres y las hijas es igual generación tras generación..
ResponderEliminarEs complicado plantearse cómo nos comportaríamos en la generación anterior o en la siguiente, aunque creo que el carácter se adaptaría a las circunstancias y sería el mismo. Los tranquilos siempre serán tranquilos y los guerreros siempre guerreros.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
qué bonitas son las pelis de 'regreso al futuro', al menos las dos primeras, la tercera no la vi. recuerdo cuando marty veía a sus padres de adolescentes. su madre incluso se enamoraba de él, jeje.
ResponderEliminardiría que en vuestra familia habéis vivido en entornos abiertos de mente, siempre con las cosas peculiares de cada época.
en barrios humildes y sin prejuicios extraños, los hijos crecen más sanos y felices. estoy en una época de mi vida en la que tengo cierta obsesión con esas cosas. :)
buen finde!
Uno a veces idealiza la juventud y el tiempo pasado. Cada etapa tiene su algo de bueno. Te mando un beso
ResponderEliminarHola, Gemma.
ResponderEliminarA veces olvidamos que nuestros padres también fueron jóvenes, tuvieron otra vida a parte de las de ser nuestros progenitores, cometieron sus propios errores o dichas de juventud, (que no quiero saberlo, me niego) ja, ja, ja. Pero, aunque fueran de otra época algo harían, ;)
Yo creo que con mi madre si hubiéramos sido amigas, la verdad, es que desde bien pequeña le he explicado todo, y cuando digo cada paso, es cada paso, no me he guardado nada, ha sido una confesora a parte de una madre, y su palabra siempre la he tenido muy en cuenta. Respecto a mi padre, él era muy extrovertido, y muy avanzado para su época, así que seguro que sí o al menos lo espero.
Qué entrada más preciosa, y nostálgica, pero me has hecho sonreír por el recuerdo.
Besos, y feliz fin de semana.