jueves, 11 de abril de 2019

Reflexión; paseo entre cerezos y manzanos

Jueves reflexivo: una tarde en el campo

Hola a todos y bienvenidos un día más.  Ya estamos a jueves, es increíble lo rápido que pasa el tiempo. Demasiado rápido. Por eso hay que aprovecharlo y disfrutar.

Ya estoy aquí con una infusión(me ha regalado mi hermana una de frambuesa y tomillo que está buenísima), pocas ideas y muchas ganas de escribir, así que sin más rollo, empezamos.

Hace mucho que no comparto ningún paseo. No es que no salgamos a pasear, es que muchas veces no hay nada interesante que contar y otras ya ha pasado demasiado tiempo, así que hoy me apetecía contar un paseo rural que he dado para que sea un poco distinto.

Cuando tengo algo de tiempo libre me escapo a la finca familiar, que está cerquita de  mi casa, y pasamos ahí la tarde, la mañana o el día. Pero desde bien pequeña me he acostumbrado a dar algún paseo por la zona y no me quedo solo por el prado.

El otro día por la tarde decidimos seguir uno de los caminos que más me gustaba cuando era pequeña, y lo disfruté mucho.

Salimos de la finca y fuimos bordeándola. Era raro observarla desde abajo. En realidad no se ve nada porque hay muro y seto, pero yo sabía más o menos a qué altura estábamos y se hacía raro.

Al poco de pasarla empezamos a ver fincas con cerezos en flor, con manzanos que también en flor y con mucho mucho color.

Esa mañana había llovido y aunque en ese momento hacía sol todo estaba verde y brillante.

A la derecha hay una finca a la que iba yo de pequeña a jugar con una niña, y otras veces venía ella a la nuestra porque tenía arenero. Ahora ella tiene un niño y yo tengo a mis hijos mayores, ¡cómo cambia la vida!

Al pasar por delante hablamos unos momentos, nos mandamos recuerdos a nuestras respectivas familias y seguimos paseando.

Unos metros más adelante vemos a una pareja con un perro, y este viene corriendo a mi encuentro. No sé si por mi gran carisma o porque estaba comiendo algo rico; vale, sé que fue por lo último.

Tras compartir mi merienda con el bichito y cruzar unos saludos con los dueños continuamos el camino.

Íbamos por una carretera asfaltada pero apenas pasaban coches, y los pocos que había eran de la gente de la zona.

Caminábamos en silencio para deleitarnos con los pájaros, los mujidos de las vacas, el ruido de nuestros pasos y el olor a naturaleza y vida que nos rodeaba.

Un poco más adelante vi una casita pequeña y delante había una mesa con muchas personas alrededor. Estaban los abuelos, algunas parejas jóvenes y varios niños, y me acirdé de mi infancia. 

Algunos domingos nos juntábamos allí unos cuantos: mis abuelos, mis padres, mi tío, la hermana de mi abuela y su marido, la hermana de mi abuelo y su marido, mi hemana y yo y de tarde venía la hija d ela hermana de mi abuelo con su marido y su hija y la vecina con su marido, además de la niña que os contaba antes.

Aquellos tiempos eran de felicidad absoluta, al igual que ahora, pero de aquellos años solo quedamos mi madre, mi herman y yo y la hija de la hermana de mi abuelo con su hija. El resto ya se han ido.

Sacudo enseguida los pensamientos tristes y mi marido me dice que recuerde la cantidad de años buenos que pasamos, y los que vinieron luego, ya con mis hijos y con él. Y es que aunque a veces la vida es muy dura e imperfecta siempre podemos encontrar un hueco para lo bueno.

paseo


Volviendo a mi camino veo un gato y no puedo evitar mirarlo un buen rato entusiasmada. Es tan bonito, y tan gordote. Los gatos de la zona son todos enormes y preciosos, qué pena que los míos no sean sociables y no hagan amigpos. 

Caminando poco a poco llegamos a una bifurcación y emepzamos a dudar. ¿Vamos al lavadero, que tras la lluvia está precioso, con sus muros grises, su hiedra y el rumor del agua?¿O mejor al río, ese en el que me bañaba de pequeña aunque solo me cubría por los tobillos?

Al final decidimos ir hasta el río para lanzar unas piedras y relajarnos. Al verlo me digo que esta vez me llegaría hasta un poco más arriba, sin duda la lluvia ha hecho muy bien su labor.

Tras lanzar piedras y coger unas flores por la zona de alrededor seguimos nuestro camino.

manzano-flor


Es la hora de la vuelta a casa de las vacas y las ovejas. Alguna vez he compartido las fotos de ellas cuando regresan porque son muy bonitas.  Coincidimos en una zona estrecha y nos apartamos para que puedan pasar sin problemas. Las ovejas van brincando pero las vacas son más remolonas y van comiendo aquí y allá, lentas, siempre lentas.

Y unos metros por detrás su dueño va en el coche. Cuando pasa a nuestro lado envía recuerdos a mi familia y continúa su camino.

Durante años el momento de retirada de las vacas significaba que había que empezar con las cenas. Ahora todo ha cambiado y yo había terminado de merendar así que cenaremos un poco más tarde.

La carretera ya empieza a dejar de serlo y decidimos coger un camino que va a dar al lavadero.

Pasamos junto a  muchas casas que ya empiezan a preparar la cena. Todo huele a humo, a hogar y a comida rica. Además de los pájaros ya empezamos a oír el rumor del entrechocar de los platos, de batir huevos con un tenedor y ese sonido mágico que hace el aceite bueno al freír.

A pesar de tener la merienda casi encima me muero de hambre, ainnnns cuántas tentaciones a mi alrededor.

Y pensando en prepararme algún picoteo nos detenemos unos momentos en el lavadero. Está muy lleno de agua y la fuente cantarina escupe líquido con una fuerza increíble. La hiedra y el muro gris brillan por la lluvia caída, es todo una estampa preciosa.

Y caminando despacio volvemos a la finca. Nada más llegar saco un par de sillas y miro a ver qué tenemos. No hay gran cosa, unas aceitunas rellenas de piientos y patatitas sabor ajo y perejil. Pues nada, lo vierto todo en los platos de plástico(no me apetece sacar los de loza y tener que fregar antes de ir a casa) y un par de cervezas y convertimos un picoteo de lo más pobre en un momento inolvidable, hablando de lo divino y de lo humano, de lo bueno y de lo bueno. Si, no me confundo, en momentos así no cabe hablar de lo malo.

Y vemos atardecer con toda la ciudad al fondo, con el mar lleno de retales rojos y el cielo mezclando azules y naranjas. Y cuando la luna empieza a asomar emprendemos el regreso a casa.

Sé que no ha sido nada del otro mundo pero esos momentos así son los mejores, los que no necesitan nada.

El otro día celebramos el cumple de mi hijo. Ellos hacen algo con sus amigos pero el día exacto hacemos un picoteo en casa. Pues nos pasó de todo, entre otras cosas que perdimos el mando de la tele. Y mi tele no se puede apagar sin el mando. Yo tenía la tele muy alta porque unos momentos antes puse la emisora regional porque iba a salir mi hijo. Pues decidimos comer igual con la tele, y lo curioso es qu eal final ni la oíamos. Fue una cena muy normal pero lo que nos reímos...tengo dos minivídeos con los ataques de risa, estaba intentando grabar y no podía. Y al verlos ahora, con la tele de fondo penso qu eparecemos una familia de locos, pero eso es lo que mola.
Y cuando veo los víeos normales, los que grabé de recuerdo, veo personas felices. 

Ahhhhh, el mando estaba en la nevera. Prefiero no pensar mucho en ello.

Os dejo los minivídeos que son chorrada chorrada, pero bueno, ya que salieron así.





Bueno, no quiero enrollarme más así que me despido. Mil gracias por leerme y nos vemos el sábado con el resumen semanal y un especial, seguramente haré la segunda parte del especial turismo.

39 comentarios:

  1. Es lo que tiene los recuerdos, a veces entristecen. Buen día guapísima!!

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    1. Si, la verdad, peor bueno, también hay momentos buenos...
      Feliz jueves.

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  2. Un sitio para un paseo muy bonito...


    Besos

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  3. Qué paseo tan bonito, es bonito también recordar la infancia.
    Besos

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    1. Gracias.
      A mí me encanta recordar pero volviendo siempre al presente.
      Muy feliz jueves.

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  4. Esos picoteos sencillos a la vuelta de una caminata, sientan de lujo.
    Un besito, guapa.

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    1. Siiiiii, sanos sanos, no son, pero oye, de vez en cuando...
      Feliz jueves.

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  5. Yo creo que los mandos de la tele tienen vida propia y caminan por su cuenta a los lugares más insospechados jajajaja. Por lo menos estaría fresquito :P

    Un paseo precioso, Gemma, sobre todo por los recuerdos que te evoca. Creo que cuantos más años tenemos y a más personas hemos perdido, más valoramos las cosas pequeñas y sencillas. Me alegro mucho de que lo disfrutárais tanto. Seguro que regresásteis a casa con las pilas cargadas :)

    ¡Un beso de jueves!

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    1. Jajajaj. La historia en el fondo es sencilla. Salió lo d emi hijo en la tele, lo subí y lo vimos y luego volví a la cocina a terminar el picoteo y segurament ellevaba el mando en la mano. El caso es que es la primera vez que hacemos una celebración con la tele puesta, parecía Nochevieja, que entonces sí que está por las campanadas, jejeje.

      Me alegra que te guste el paseo, y si que emzamos a valorar las cosas cuando nos falta gente.
      Muy feliz tarde.

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  6. qué divertidos los videos!! la risa es sana. ;) yo sonrío mucho y hago bromas y pongo caras irónicas, pero reírme a carcajadas, pocas veces. tengo que soltarme más. ^_^
    esos picoteos pobres son los que mejor saben.
    el perro se te acercó por la merienda, pero también porque le inspiraste confianza, que son muy listos. :)
    besos!!

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    1. ¡Hola!
      Jajajaja, la risa la verdad es que es liberadora.
      Siiii, suéltate la melena. Yo tengo etapas, el año pasado por estas fechas me costaba reír pero poco a pcoo vuelve al calma.
      Muy feliz tarde y gracias por lo del perro.

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  7. Me encanta esa risa, esa risa es vida ;)
    Y me encanta como puedes disfrutar tanto de un simple paseo, es maravilloso.
    Un saludo

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    1. Jajajaja, muchas gracias.
      La verdad es que va por épocas, hace un año, por ejemplo, este mismo paseo me encantaba pero me daba mucha tristeza. Pero supongo qu ees algo aprendido, mi madre disfruta mucho de las pequeñas cosas y claro, eso se hereda.
      Muy feliz tarde.

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  8. Si es que los paseos tienen algo mágico para el alma ^^

    Me encanta comprar en comercios pequeñitos aquí donde vivo, y justo hoy hablaba con la mujer que lleva una de las tiendas a las que voy como nos cambia el ánimo y nos animamos solo de dar un buen paseo ¡Es como que el cuerpo se reinicia!

    Por cierto Marigem ¡Todas lo sabemos! El perro fue hacía a ti por tu gran carisma, el estar comiendo algo rico es secundario ¡Y lo sabes! jajaja ;)

    Un besazo corazón.

    PD: La imagen que has subido del paseo es preciosa! ^^

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    1. ¡Hola!
      Completamente de acuerdo, no sé qué es exactamente pero tienen algo mágico para el alma.
      Qué bien que compres en tiendas pequeñas, lo tienen tan difícil...
      Y claro, cómo dudarlo, sin duda fue mi gran carisma, jejeje.
      Muy feliz tarde.

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  9. A mi también me encanta pasear siempre que puedo y si es en compañia mucho mejor. Felicidades para tu hijo y un beso para ti.

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  10. Pero rápido que pasa, mejor aprovechar el tiempo cada cachito! Ahora que es cuando el tiempo está mejor, sin ser calor agobiante, es cuando más se disfrutan los paseos!
    Jejeje, el mando en la nevera XD
    Besos!

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    1. Hola.
      Opino igual hay que aprovechar todo lo que se pueda.
      Feliz día.

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  11. Un paseo por el campo relajante y ese cumpleaños de picoteo estupendo con esa risa contagiosa que nos muestre un día muy feliz. Un abrazo.

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  12. Siempre coincido contigo cuando hablas de saber disfrutar de esas pequeñas cosas en las que está la felicidad. A veces nos complicamos la vida.
    Un abrazo.

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  13. Si pasear por el campo y la montaña ya es un placer, hacerlo entre árboles en flor es casi como estar en el paraíso, jeje.
    Un abrazo.

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  14. Una descripción autentica de un paseo campestre, me traes recuerdos de la niñez y adolescencia.
    Abrazos.

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    1. Me alegra mcuho haber despertado esos recuerdos.
      Feliz día.

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  15. Un paseo precioso y lleno de recuerdos y nostalgia. Ahora, yo llego con hambre y por todo capital encuentro aceitunas (por muy rellenas que estén) y patatitas (por mucho sabor que tengan) y me echo a llorar, me voy corriendo a Gijón y me meto en Aliter Dulcia a ponerme morada de limoncitos.
    ¿¿¿Cómo diantre pudo terminal el mando de la tele en la nevera??? Muy divertidos los vídeos.
    Un beso.

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    1. ¡Hola!
      Jajajaj, es que durante el paseo me fui comiendo un bocadillo de tortilla, más qu ehambre yo creo que tenía gula.
      Y lo del mando, tras una minuciosa reconstrucción de los hechos creemos que fue más o menos así:
      Yo estaba cocinando y e llamaron para ver el programa en el que salía mi hijo más o menos un minuto.
      Yo fui, cogí el mando y subí el volumen.
      Cuando acabó el trocito volví a al cocina con el mando en la mano y al ir a la nevera a or algo lo dejé ahñi sin darme cuenta y lo recuperé al ir a por la tarta para soplar las velas.
      Muy feliz día.

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  16. Jajaja qué bueno lo del mando Gemma, si yo te hablara de mis despistes...jajaja
    Los recuerdos siempre no dan melancolía, y como has dicho, eç tiempo pasa demasido rápido y hay que saber aprovecharlo y disfrutarlo!
    Genial los vídeos jajaja
    Un besote guapa!

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    1. Jajajaj, me encanatría saber esos despieste.
      El tiempo hay que saborearlo a todpe, si excepción.
      Muy feliz día.

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  17. Precioso post, lindas imágenes y buenos videos eso si es divertirse.

    https://geeky-freeky.blogspot.com/

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  18. jajaj, mira ahora ya me puedo consolar, ya no somos los únicos que perdemos los mandos jejeje, pero en la nevera, perdoname pero cuando lo he leído me he partido de la risa jeje, y mi marido que anda en el otro ordenador con sus auriculares, me mira como diciendo y esta de que se parte? jeje,luego le explico jejee.
    Tus paseos por tu finca, me recuerdan a los paseos por la mía, a cuando íbamos a coger piñones al camino de entrada a la finca, o cuando iba con mi padre a rodear la finca por la carretera que también era asfaltada, menuda vuelta, eso si, merecía la pena, porque después nos esperaba un buen bocata que hacía mi madre de tortilla, y no sigo que me entra nostalgia.
    Tus vídeos son geniales, y aunque no es muy sano el picoteo, pero que mas da si te partes de la risa, y estas en compañía de los que quieres, que mas da, de vez en cuando no hace daño y la vida son esos ratos para luego recordar, cada vez estoy mas convencida que en esta vida hay que sumar nunca nunca restar, y esos momentos suman.
    Besos y feliz fin de semana.

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    1. ¡Hola!
      Yo creo que los mandos tienen vida propia. Jajaja, te he imaginado riendo.
      Qué chulos tus recuerdos, y me alegra que te gusten los vídeos.
      Totalmente de acuerdo, hay que sumar siempre.
      Feliz día.

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  19. Qué bonitos esos paseos y sobre todo los recuerdos que evocan de días de infancia y risas, da penita ver que muchos de aquellos ya no están, pero lo vivido está ahí.
    Y sí, los mandos a veces parece que tienen vida propia.
    Besos

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    1. Qué bien qu ete gusten Conxita.
      Y definitivamente los mandos tienen vida propia.
      Feliz día.

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