domingo, 7 de agosto de 2011

Cestas de flores y plantas

Unas iideas para regalar flores y plantas de forma original.



Hola,¿cómo estáis? Hoy quería hablaros un poco de la manera en que podemos presentar las flores para regalarlas Debo confesar que en este campo tengo un poquito más de experiencia porque mi madre tuvo una floristería durante un tiempo, y además trabajó para una empresa de catering preparando centros de mesa para bodas y otros eventos. Pero lo que yo voy a contar son cosas que podemos hacer todos en casa, y que yo misma hice en algunas ocasiones y solucioné el típico regalo difícil. Bueno, una aclaración, las fotos que os pongo son de algún centro hecho por mi madre, pero no son centros de regalo, son centros que tienen mucho tiempo y fueron hechos por encargo para bodas. Pero aunque no sean de regalo nosotros podemos aplicar esa técnica para hacer cosas muy bonitas. Una de las flores de los centros de boda son bastante caras, y se pueden sustituir por otras más baratinas, nosotras las pusimos porque nos las pidieron pero para nuestro regalo podemos usar otras, esto es solo para que veáis los colores de las flores y como quedan, pero repito, las ideas que yo propongo quedan diferentes. 
  Lo primero que tenemos que tener en cuenta antes de regalar flores es que en esa casa no viva ninguna persona con alergia, porque en mi familia, sin ir más lejos, hay varios casos de alergia y no pueden tener flores en casa.
    Una vez superado este punto hay que pensar para quien van destinadas las flores. Para mi gusto, la forma más bonita de presentarlas es en una cesta. Ya sé que estaréis pensando que soy una pesada con las cestas, pero es una forma realmente preciosa de regalar flores. Lo primero que necesitamos es una cesta, y ahí si que tenemos variedad de estilos y precios. Yo siempre intento buscarlas baratas, y cuando veo que alguna tienda de chinos está liquidando, aprovecho porque ya he comprobado que al final siempre me sacan de los apuros. Si la persona que va a recibir las flores es joven, a mí me gusta el estilo campestre, una cesta rústica y flores en esa línea, y si es para alguien más mayor una cesta clásica y flores más bien tradicionales.
   Cuando tengamos la cesta empieza el trabajo. Antes de que mi madre tuviese la floristería yo pensaba que con meter las flores en una cesta ya servía, pero no, al parecer es mucho más que eso. Lo primero que hace falta es una esponja especial para centros florales que se suele vender en floristerías, aunque creo que las tienen en algunos chinos y grandes superficies. Las esponjas que yo tengo las compré en un almacén especializado porque los conozco de la época de la tienda de mi madre, compré una caja llena de ellas y me están durando muchísimo. Cuando tengamos la esponja debemos recortarla para meterla en el fondo del cesto, pero intentando que no sobresalga, en caso necesario la recortamos también de alto. Luego cogemos la esponja y la metemos en un calderito con agua para que se empape bien porque de ahí van a “comer” las flores.
   Antes de poner la esponja húmeda en el fondo de la cesta la forramos con un plástico para protegerla y así cuando las flores se sequen a la persona le quede la cesta para otra cosa.
   Ahora ya empieza la parte floral propiamente dicha. Lo primero que yo recomiendo es buscar las flores donde sean más baratas, y también aconsejo tener las ideas claras. Si vamos a hacer una cesta rústica o silvestre, podemos ir al mercado de nuestra ciudad. Donde yo vivo, un par de días a la semana van a vender lo que llaman ”las aldeanas” que son unas señoras que viven en el campo y venden artículos muy buenos de sus fincas. Generalmente siempre tienen ramos de flores variadas a buen precio. Si el cesto no es muy grande, con un ramo de esos es suficiente. Yo, en alguna ocasión, he completado el cesto con flores que yo misma cogía por los alrededores de mi ciudad, calas, rosas silvestres, margaritas blancas y San Juanín, que en algunos sitios se llama aligustre, unas flores blancas que yo siempre digo que huelen a verano. Si queremos un ramo más tradicional o en un solo color o en dos, podemos ir a la floristería, y comprar un pomo de margaritas de colores del color que nos guste, pero solo un pomo no un ramo entero, y podemos comprar paniculata, que son esas florecillas blancas que se ponen en las rosas y en los ramos de novia,o también otro pomo de una flor que nos guste, bien en el mismo color en un tono más claro o más oscuro, o en un color que contraste, y para completarlo ya del todo necesitamos verde. En el ramo de colores que hemos comprado en el mercado suelen poner verde, pero si no lo traen podemos comprarlo en cualquier floristería, y lo más apañado suele ser tuya o helecho.
  Ahora, con la esponja húmeda en el cesto, forramos toda la parte exterior con el verde que hayamos elegido, intentando tapar todo el borde de la esponja, y cuando tengamos hecho esto, ya podemos jugar con la imaginación.
    Lo primero que hay que hacer es cortar las flores a la altura deseada, según lo que queramos que asomen. A veces queda bonito poner una flor más alta para marcar y a veces queda mejor que estén todas al mismo nivel. En los cestos silvestres a mí me gustan al mismo nivel. Las flores no deben cortarse en línea recta sino al bies para que ”coman” mejor y duren más.
     Con las flores ya cortadas las vamos clavando en la esponja, intentando que ésta no se vea y jugando un poco con las formas y los colores. Y si en el ramo nos ha entrado alguna flor que no nos gusta, no la ponemos para no estropear el efecto.
     Si hacemos un ramo de un solo color pero en dos tonos, debemos arrancar cada flor del pomo y cortarlas las bies, y las vamos clavando alternando los tonos, podemos hacer círculos concéntricos, uno claro u otro oscuro o simplemente alternar una flor clara y otra oscura. Y si hemos contrastado colores hacemos exactamente igual.
   Cuando tengamos hecho esto, y estemos seguros de que todas las flores están bien clavadas, procedemos a envolver.
   Yo uso papel de celofán transparente con algún dibujito, si el centro es de un solo color uso ese color para el dibujito, si es de dos uso el color predominante o el que menos tenga el centro, según me parezca, con el lazo de ese color, y si el cesto es de colores suelo usar un papel transparente con dibujos de mariposas o mariquitas, con un lazo del color del dibujo.
   Luego lo envuelvo como todas las cestas que hago, pongo en una mesa el pliego de papel y la cesta encima, aproximadamente en el medio, y lo cojo todo hacia arriba, y lo cierro con el lazo, dejando papel por encima del lazo para que abulte. No sé si lo estoy explicando bien, pero es que no tengo fotos de esas cosas, a la próxima cesta que prepare le saco una foto y la pongo.
   Esto mismo puede prepararse en cualquier recipiente, pero el problema es que si es de cristal, la esponjase ve y no queda muy bien así que lo ideal es que sea un cristal oscuro o plástico, o incluso porcelana.
     Estas mismas cestas de regalo las he hecho con plantas, y quedan espectaculares. El proceso es parecido, forramos la cesta con plástico, y podemos añadir si queremos en el fondo láminas de coco o grijo, pero con el plástico suele ser suficiente, y añadimos tierra que sería bueno mezclar con abono, pero que tampoco es imprescindible. Yo suelo poner un poco del abono que tengo para mis plantas para que duren más, pero eso es cosa de cada uno, no es algo imprescindible, y una vez hecho esto viene la elección. Yo, la primera cesta que hice fue para una señora a la que le gustan todo tipo de plantas, así que no me compliqué demasiado porque era simplemente un detalle y tenía poco dinero para gastar.
  Hace años que mi madre y yo sacamos esquejes de nuestras plantas y siempre tenemos  plantas pequeñas que podemos usar. En esa ocasión cogí una cisus de la que ya he sacado un montón de hijos y le puse también un esqueje de ficus de hoja grande y otro de hoja pequeña. Como todo eso lo tenía yo en casa, compré dos pensamientos con las flores en morado, a un euro cada uno, y me quedó una cesta preciosa. He visto en una web que una cesta parecida cuesta  entre cuarenta y cincuenta euros, y a mí me salió por seis contando la cesta y la parte proporcional de la tierra. Ya sé que seguramente no me ha quedado tan bonita como la que venden, pero es un regalo realizado con cariño y a la persona a la que se lo di le hizo mucha ilusión.
   Otra cesta de plantas que preparé fue “temática” porque era para una chica a la que le gustan mucho las hierbas aromáticas. Yo tenía claro que iba a regalarle una cesta de plantas pero no sabía muy bien que poner, y un día, hace muy poco, en un supermercado que se llama el Arco, vi plantas aromáticas a un euro, así que compré tomillo, albahaca y estragón, y yo tenía en casa esquejes de romero, hinojo y lavanda, así que le preparé un centro precioso. En lugar de usar una cesta, vi una regadera en los chinos que era baja y ancha, imitando a antigua, así que se lo presenté allí, y en lugar de papel celofán lo envolví en papel pinocho morado como la lavanda  y como unos dibujos que tenía la regadera. Por unos siete euros hice un regalo alucinante. Y cuando se lo di me ocurrió algo que nunca me pasa, me arrepentí un poquito porque quería quedármelo, realmente me había quedado muy bien.
    Otra opción, que yo también hice, es hacer una cesta con cactus. En este caso fue para una persona que no tiene demasiado tiempo para ocuparse de plantas, así que hice un centro de cactus, y este sí que se lo presenté en un recipiente de cristal. En el fondo puse unas piedrecitas de colores que me habían sobrado de la pecera, luego eché la tierra y fui plantando los cactus. Yo también tenía algunos hijos de mis cactus, y solo compré tres, y los cogí totalmente distintos.
   Hay mil ideas que se pueden hacer, por ejemplo en las tiendas Casa venden espantapájaros pequeñitos que podemos clavar en las cestas y quedan muy simpáticos, o podemos poner enanitos de jardín pero muy pequeñitos, depende del destinatario del regalo. Lo importante hacerlo con cariño, y en las cestas de flores cortar bien las flores y empapar bien la esponja, y en las de plantas pues eso, plantarlas bien, con suficiente tierra y no demasiado amontonadas. Y  podemos incluso coger enredaderas y hacer una cesta para colgar, en el salón o en la terraza quedan muy bien. Recordad que podemos coger nosotros las flores o el verde y darle un aire rústico. Y desde luego, podemos hacer centros de Navidad espectaculares, otro día os lo explico. Pueden ser con piñas, troncos, ramas de pino y flores de pascua. Hay mil ideas.

martes, 2 de agosto de 2011

Ideas para preparar una cesta de dormir o de relax


     Ideas para preparar una cesta de dormir.  


Hola a todas, ¿cómo os va el día? Espero que muy bien. Bueno, pues yo, leyendo aquí y allá me he dado cuenta de que a muchas de vosotras os gusta esto de regalar cestas, así que os voy a contar qué hice con la cesta que aún me quedaba de mi impulsiva compra en la liquidación de los chinos.
      Ya  os decía un poco más atrás, cuando hablaba del regalo que le hice a mi suegro un año por su cumple, que en mi familia hay diez sobrinos, o sea, que siempre estamos de cumple.  Bueno, pues para colmo, hace ya años que entre todos llegamos al acuerdo de regalar ropa para los cumpleaños porque los amigos ya regalaban juguetes y a todos nos parecía más útil regalar ropa
     Pues ese año, hace en realidad poco tiempo, era el cumpleaños de una de mis sobrinas más mayores. A mí, antes de regalar, me gusta tantear para ver lo que necesitan porque luego es un rollo juntarte a  lo mejor con cuatro o cinco camisetas que no pegan nada entre sí y en lugar de solucionar te incitan a comprar un pantalón. Y hablando con madre e hija supe que la chica se iba en breve de viaje de estudios a Inglaterra, que le habían recomendado llevar ropa de abrigo, y así como quien no quiere la cosa supe que lo que más necesitaba eran pijamas y batas y esas cosas.
   Y  en  ese  momento  supe lo que iba a hacer con la cesta que aún estaba en el armario Mi idea inicial había sido regalarle a la niña algo de temporada, estábamos en primavera, pero decidí que puesto que le habían recomendado llevar ropa de abrigo lo mejor era comprar algo de invierno que estuviese a buen precio pues todavía quedaba por ahí algo de las rebajas.
    Sabía yo que mi sobrina era fan de Snoopy, así que decidí buscar un pijama que tuviese ese dibujo, y a la primera, por una vez, la suerte me acompañó, y en Alcampo encontré un pijama azul y blanco con Snoopy que estaba superbarato, y tenían otro igual en versión de camisón de invierno, pero moderno y juvenil, no era un camisón de señora mayor ni de niña pequeña, así que como tenía que hacer un buen regalo, cogí los dos, y justo enfrente tenían ropa interior haciendo juego, a tres euros el conjunto, así que cogí una camiseta con una braga con el mismo dibujo del pijama y del camisón. Como era tan barato no me arriesgué a coger el sujetador porque es más difícil acertar en la talla y no quería que tuviesen que cambiarlo, y para el frío una camiseta es ideal, y además no era de niña pequeña, era de chica mayor y a mi sobrina seguro que le gustaba.
    Salí de allí contentísima porque por lo que me costaba un pijama de temporada yo llevaba dos y un conjunto de ropa interior, pero quería darlo completo del todo, así que fui a Primark y por muy poco, creo que cuatro euros o algo así,(en los sitios donde había mirado, Alcampo incluido no lograba encontrar ninguno que bajase de los 15 euros) encontré una bata-albornoz. Me explico, la bata tenía forma de albornoz pero el material de que estaba hecha era una mezcla entre la tela de toalla y de un material polar, era muy muy suave e ideal para un viaje a un sitio frío. Cogí una que era azul con nubecitas blancas que quedaba genial con lo que ya tenía.
    En unos chinos que hay cerca de mi casa cogí un neceser con Snoopy a sesenta céntimos, unas zapatillas azules con nubes blancas muy parecidas a la bata a un euro con veinte, un juego de cepillo y peine de plástico azul a sesenta céntimos y un peluche chiquitín de Snoopy.
   En casa cogí la cesta, la forré con papel de seda que ya tenía y puse la bata-albornoz al fondo, y delante el pijama y el camisón, doblados con gracia uno a cada lado. Delante puse el conjunto interior y el neceser con los cepillos dentro. Y a un lado las zapatillas y el peluche. Como el peluche era muy pequeño, en lugar de envolverlo hacia arriba dando volumen, lo envolví con un celofán transparente que ya tenía, pero lo ajusté a la cesta, como si fuera un paquete normal y lo pegué por debajo. Y encima le puse un lazo azul, que también tenía, como en los paquetes de regalo de las películas, justo en el medio de cesta.
     Cuando mi sobrina lo vio quedó encantada. Probablemente había recibido regalos más caros, pero este tenía todo lo que necesitaba para llevar de viaje, y la presentación era estupenda De verdad, no sabéis lo bien que quedan las cosas presentadas así. Y es muy fácil de hacer, solo es intentar acertar con el gusto de la persona que cumple años o que celebra algo, porque es quien al fin y al cabo va a recibir el regalo, y luego solo queda mantener una gama de colores y de marcas. Si seguimos esas reglas básicas, lo demás sale solo.
  Creo que yo he hecho cestas o cajas con casi todo, y otro día os iré dando más ideas. Las podemos hacer de lluvia para niños, de playa, de maquillaje, de chocolates.
     Vosotras, en lugar de ponerle pijama y el camisón podéis poner un pijama largo y otro corto, por ejemplo, o un albornoz y una bata, depende mucho de quien vaya a recibir el regalo Y también queda muy bien hacer kit de descanso, pues muy fácil, simplemente en una cesta o caja igual que la que estamos usando pero más pequeña ponemos unas barritas de incienso con su quemador, y podemos incluso poner unas infusiones de esas de relax que hay en casi todos los súper. Podemos poner la caja entera o comprar una taza en los chinos y meter unos sobres de infusión sueltos, que queda como más original. Hay miles de opciones, aunque sí que os recomiendo que llevéis  los cálculos muy al día porque en cuanto empezamos a comprar, sino nos paramos a pensar, acabamos gastando más de la cuenta.
    Bueno chicas, os dejo, y espero no resultar demasiado pesada, y espero también que os sirva la idea porque por veintipocos euros hice un regalo que en cualquier tienda me habría costado el triple y además no habría estado tan personalizado. Además de ahorrar el regalo siempre es más completo. Y de nuevo os digo que si tenéis ideas me las digáis, que a mí aún me quedan muchos regalos por hacer. Saluditos y hasta pronto.
¡Ah! Os dejo una foto de unas huellas de dinosaurio preciosas que tenemos aquí en Asturias. La verdad es que no se aprecia demasiado bien en la imagen, pero en la realidad nos hace sentir muy pequeños al ladode unos animales inmensos que se extinguieron de una forma un tanto misteriosa. Ahora si que os dejo. Bye.

lunes, 1 de agosto de 2011

Celebraciones especiales; una excusa para estar juntos.


Celebraciones familiares, mi modo de vida.

Hola chicas ¿qué tal todo? Espero que muy bien, disfrutando de este veranito, aunque por estas tierras nórdicas el sol se niegue a brillar.
   Hoy quería hablaros, al igual que hice hace poquito con las cenas especiales de los viernes, de lo importante que es buscar momentos especiales en estos días difíciles.
   Una cosa que a mí me gusta hacer es encontrar cualquier excusa para que la familia se reúna. Me gusta que a pesar de las dificultades pasemos juntos momentos que nos hagan olvidar los problemas, porque al final, por malos que vengan los tiempos, esos momentos que hemos vivido nadie nos los podrá quitar. Y precisamente por eso, una excusa ideal es la celebración del santo de mis hijos.
    Seguramente a muchas de vosotras os puede parecer algo absurdo o frívolo, pero yo llevo mucho tiempo haciéndolo y siempre busco la forma de acomodar mi presupuesto el “evento”.
   Uno de los santos es en primavera y el otro en verano, así que es algo muy bueno porque podemos celebrarlos al aire libre. A estos santos siempre vienen mis padres y mi hermana, lo hacemos cada año, es ineludible y siempre intentamos pasar ese día tan especial juntos.
   Y cada año planificamos algo que sea divertido y que no salga caro porque claro, el resto del mes tenemos que comer y vivir. Y ahí entra en juego lo bueno de vivir en Asturias, pues tenemos áreas recreativas en casi todos los sitios, así que siempre elegimos una que tenga cerca algo bonito que merezca la pena visitar y cuya entrada sea gratuita o muy barata.
   El menú es en realidad el que llevó cualquier día de verano a la playa, pero presentado de forma que parezca más especial.
   La ensaladilla rusa, en vez de llevarla en el Tupper, la pongo en rebanadas de pan de molde que corto en triángulos,(lo podéis ver en las fotos que hay en la entrada de otra idea para las cestas y en una foto que os dejo), es algo que uso muchas veces y quedan unos canapés muy aparentes. Los filetes empanados los pongo en trocitos pequeños sobre rodajas de pan con un trozo de pimiento encima, también a modo de canapés y la tortilla la corto en pinchos. Y siempre suelo comprar algún fiambre baratito en el Día o en el Lidl, los dispongo en bandejas que guardo de cuando compro o me traen pasteles, preparo generalmente dos o tres bandejas, y una es de entrante para la comida y la otra queda para cenar. Como veis, gasto exactamente igual que un día en casa o en la playa, y todo es más especial. Además, suelo preparar una rica ensalada de tomate, que también reparto entre la comida y la cena. En alguna ocasión, en lugar de esto, compramos entre todos algo de carne y o pescado y preparamos una parrilla, siempre adaptada al presupuesto y comprando en las ofertas.
Como postre siempre hago una tarta de plátano con gelatina que está muy buena, y si a alguien le interesa otro día explico la receta.
    No sabéis lo que disfrutamos esos días, y nadie se imagina como me gusta sacar el mantel y poner la mesa en  medio de  un prado y saber que aunque somos pobres estamos juntos y somos felices. Poco más se puede pedir ya.
  Y después de la comida, y de los cafés que llevo en un termo entregamos los regalos al festejado. En  lo que voy a decir a continuación seguramente habrá división de opiniones, y me refiero a lo siguiente. Como mis hijos se llevan solo un año, les damos regalos a los dos. Ahora ya son mucho más mayores, pero cuando el que celebraba el santo tenía a lo mejor tres años, su hermano tenía dos o cuatro, según el momento, y no entendería porqué solo había regalos para uno. Entonces lo que yo hago es dar regalos que en su mayoría sirvan para los dos. Lo primero que hay que tener en cuenta es que es un santo y no un cumpleaños, y quiero que vean ese día como una reunión familiar y no solo un día que se dan regalos. Cuando eran pequeños les daba a lo mejor un balón para los dos y un juego de mesa o de manualidades que pudieran compartir. Al ir creciendo les he ido dando regalos variados, un par de raquetas de tenis o badminton para los dos, algún juego de mesa para compartir, algún CD de música que les gusté a los dos o algo así. Un regalo bonito pero no demasiado caro. Recuerdo una vez que entre todos les compramos una barquita hinchable para la playa, y fue un regalo que usaron un montón de tiempo.
    Las actividades que hacemos después de dar los regalos varían mucho. Siempre nos gusta jugar todos juntos a algo, aunque sea a las cartas, y luego realizamos la visita por la que nos hemos desplazado hasta esa área en concreto. Y puedo dar como ejemplo un  año en que fuimos a la Senda del Oso, aquí en Asturias, y fuimos a ver a las ositas Paca y Tola y visitamos el museo de la Casa del Oso, que es gratuito y muy interesante.
   Otro año visitamos Lastres, un pueblo ahora más conocido porque se rodó allí Doctor Mateo. Cada año elegimos un sitio, y si el dinero escasea demasiado, lo hacemos cerquita de casa para ahorrar gasolina porque auqneu no vayamos lejos siempre hay algo para ver.
     Después de la visita nos vamos a algún otro área recreativa o al mismo donde hemos comido y cenamos lo que nos ha ido sobrando, y terminamos el día todos juntos, contando viejas historias y recordando los años pasados, en plan viejecitos.
   Con el paso de los años, cuando ojeo las viejas fotografías de la celebración de los santos, o cuando veo los vídeos que año tras año he ido coleccionando, me invade una sensación de nostalgia que no podría explicar con palabras. Aunque los niños son ahora más mayores seguimos celebrando los santos, pero volviendo la vista atrás me doy cuenta de que las veces que mejor lo pasamos fueron aquellas en que teníamos menos dinero. Creo que al realizar estas pequeñas celebraciones trato de inculcar a mis hijos la importancia de la familia y lo importante que es aprovechar los pequeños momentos.
   Por eso desde aquí, y con mi escasa experiencia de la vida, os recomiendo a todas que busquéis días especiales para celebrar cosas con vuestra familia. No es necesario gastar más de lo que tenemos pensado, solo con prepararlo de una forma más atractiva ya es suficiente, y a nuestros hijos, aunque no siempre nos lo digan, les encanta sentirse rodeados por toda su familia. Y al final los regalos son lo de menos.
    Bueno, no os aburro más, aunque antes de nada os digo que dejo una foto de un cumple, no es un santo es un cumple de hace algo de tiempo, con algunos pinchinos que puse, y ahora me despido ya, en serio, pero antes de irme agradecería que me contaseis qué cosas celebráis vosotras. Ya otro día, para no cansaros más hoy, os explicaré unas celebraciones que mis hijos”han heredado” de mí. En el fondo son tonterías, pero es una especie de tradición y no puedo pasar sin hacerlas.
    Ahora sí que ya me voy, pero porfa, agradecería que me dieseis ideas nuevas que os veo yo demasiado tímidas. Mil besos.

domingo, 31 de julio de 2011

¿Qué puedo llevarle a mi amiga al hospital?


Mi amiga ha ingresado en el hospital,¿qué le puedo llevar?


   Hola, ¿qué tal ese veranito? Hoy os quería hablar de lo mucho que a veces cambia un regalo con una buena presentación. Eso vosotras ya lo sabéis, pero hoy me he acordado de un regalo que realizó un cambio espectacular cuando decidimos presentarlo de una manera más original.
    Hace aproximadamente un año, una amiga de mi hija tuvo que someterse a una operación de huesos, y estuvo ingresada en el hospital unos quince días.
    Todas sus amigas querían ir a visitarla, y el tema de conversación era siempre sobre lo que podían llevarle cuando fueran de visita. Unas querían llevarle revistas, porque la chica no podía levantarse de la cama y la lectura siempre entretiene, otras querían llevarle  un  librito  de  pasatiempos porque al parecer le  gustaban  mucho, otras decían  que lo mejor  eran  unos  bombones, y  al final no se  ponían de acuerdo y  seguramente  acabarían  llevándole  algo  repetido.
    Una de esas tardes,  mi hija  y  yo  estuvimos  hablando  y  llegamos  a  la conclusión  de  que  lo  mejor  era  hacer  fondo común  entre  todas  las  amigas  y  llevarle  un  super ”set” de  hospital.  Eran  siete  amigas,  así  que  decidimos  que con  5  euros  cada  una  se  podía  hacer  un  buen  regalo.  Y  lo  primero  que  se  hizo una  vez  reunido  el  dinero  fue  buscar una  manera  atractiva  de presentarlo. Al  parecer  el  color  favorito  de  la  niña  era  el  rojo,  así  que  se  fueron  a  un  bazar  chino  a  buscar  una  caja  grande  y  tres  pequeñas  en  rojo.  Después  de  buscar  encontraron  una  que  tenía dibujadas  mariquitas  en  rojo,  y  era  bastante  grande  y  además  tenía  tres  más  pequeñas  iguales.  En  una  librería  compraron  papel  pinocho  rojo  y  forraron  por dentro las  tres cajas con el  papel  para  que  no  se  mancharan.
  En  la  caja  grande  pusieron  dos  revistas  apropiadas  a  su  edad,  que  además  daban  un  regalito,  una  unas  gafas  de  sol  y  la otra  un  bikini.  Luego  metieron  dos  libros  de  pasatiempos  variados  y  para  que  quedara  más  bonito compraron un  bolígrafo  y  lo pusieron  al  lado.  Hubo  suerte  y  el  boli  tenía dibujadas  mariquitas,  lo que hace que quede mejor, pero  si  no lo  hay con  el mismo dibujo  no pasa nada, sirve uno que  tenga  el color predominante  en  la  caja.
   Por supuesto le metieron un peluchito para que le diera mucha suerte, y de nuevo pudieron conjuntarlo todo y encontraron uno con forma de  mariquita muy guapa y tierna.
   En  las  cajitas pequeñas, previamente forradas con papel pinocho, le metieron cosas de comer. En este punto es importante asegurarse de que el enfermo puede comer de todo, porque a mí me pasó con un sobrino que tuvo peritonitis y estaba a dieta así que los regalos solo pueden ser de leer o jugar.
   Como en este caso podía comer de todo, en una cajita metieron bombones de esos que se venden al peso, y en caso de no encontrarlos al peso a veces, en los supermercados hay cajas baratas, así que solo es cuestión de sacarlos de su envase original y meterlos en el nuestro. Bueno pues en una de las cajitas metieron los bombones, en otra caramelos y en otra unas pastas. Esto es lo que ellas hicieron, pero son solo ideas, siempre se pueden sustituir los caramelos, por ejemplo, por chicles o gominolas. Depende de lo que le guste a la persona que va a recibir el regalo.
      Las cajitas podemos dejarlas abiertas o si lo preferimos podemos cerrarlas y ponerles un lacito encima. Ellas lo presentaron así, cerradas, para que el interior fuera sorpresa y quedó muy bonito.
     Por último le pusieron un libro de una librería que tenemos aquí en mi ciudad que tiene unos precios más que razonables, y por dos euros con noventa y cinco encontraron uno de los que le gustaban a la chica que estaba ingresada.
    La verdad es que estos regalos se pueden presentar de muchas maneras, pero ellas lo hicieron de una forma que a mi me gustó mucho. La caja la dejaron abierta, con la tapa puesta por detrás de pie, así a la hora de cerrar quedaba como más armada. Y por dentro distribuyeron las cajitas pequeñas, el libro, los pasatiempos, el Boli, el peluche y las revistas, poniéndolo todo un poco de pie, y en la parte delantera, como les había sobrado dinero, le pusieron una tarjeta grande de esas que desean una pronta recuperación. Luego lo envolvieron todo con un celofán transparente que tenía dibujadas unas mariquitas en rojo. La verdad es que ellas tuvieron mucha suerte con lo de las mariquitas porque es un dibujo que se usa mucho para decorar y pudieron encontrarlo todo muy coordinado. Luego lo cerraron con un lazo rojo, en esta ocasión en lugar de ser de regalo lo usaron de tela, y justo en el centro de la lazada pusieron una flor de tela de peluche que tenía una carita pintada, y le daba al regalo un aire más informal.
    Al final, por la misma cantidad de dinero que tenían pensado gastar llevaron un regalo muy aparente, y por lo que mi hija me dijo, a su amiga le encantó. Es cierto que al presentarlo así todo parece más y mejor, y a quien lo recibe le encanta mirar a ver que hay en la caja. Y lo mejor es que la caja grande le sirvió para ir guardando los regalos recibidos durante los días que estuvo ingresada. Y la cara de la chica al ver aparecer a sus amigas cargadas con una caja enorme y con un envoltorio precioso fue para no perdérsela.
    Yo recomendaría que si alguna vez tenéis que hacer un regalo de estas características, y sobre todo sí sois varias personas, lo mejor es presentarlo así. Si en lugar de una chica joven se trata de una persona mayor podéis ponerlo en una cesta, y las revistas las compramos un poco más al gusto de esa persona, de cotilleo, de decoración, científica, de lo que sea. Y las cosas de comer, pues también a su gusto. A lo mejor en lugar de caramelos prefiere unas pasas o unas frutas confitadas, y el libro pues igual, según gustos. El envoltorio puede ser un poco más sobrio, pero yo creo que la tarjetita queda bien para cualquier edad. Y el peluche igual, a lo mejor en lugar de un peluche normal, a un señor podemos llevarle uno con el traje de su equipo de fútbol, y a una señora una muñeca de cara de porcelana de esas que imitan a las antiguas. Eso depende de la persona, pero aunque estemos regalando lo mismo que ya teníamos pensado, presentarlo así demuestra cariño, y demuestra que nos esforzamos para que el regalo les guste y para hacer más llevaderos los días de hospital. Y la caja o cesta pueden usarla para meterlos demás regalos que vayan recibiendo.
   Espero que os haya gustado mi idea, y como siempre os digo, soy toda oídos para recibir las vuestras porque pronto voy a empezar a dar regalos repetidos ya que se me agotan las ideas. Bueno, pues gracias a todas y hasta pronto. Besitos.

viernes, 29 de julio de 2011

¿QUIÉN FABRICA LAS MARCAS BLANCAS?


       Tal como le prometí a Anna, y viendo que el tema parece que le interesa a más gente, voy a hablar de cómo averiguar quien fabrica determinadas marcas blancas. Para empezar, diré que la mayor parte de mi información procede de Internet. Generalmente consulto en una página que luego os dejaré aquí puesta y que indica los fabricantes de cada artículo de las marcas blancas de determinados supermercados. De todas formas no he averiguado el fabricante de todos los productos de la misma forma, algunas veces he descubierto las cosas por otro camino. La marca que trabaja el Supercor, el supermercado de El Corte Inglés, son en realidad dos marcas, Aliada e Hipercor, bueno pues Supercor trabaja con marcas muy conocidas, y yo me enteré porque precisamente en las tiendas Supercor de mi ciudad, de vez en cuando, realizan unas visitas guiadas por el establecimiento para hablarte de sus propias marcas. Y cuando acaban estas visitas siempre te dan un lote de productos para que pruebes la marca, cosa que está fenomenal porque además de probar para saber si nos gusta, estas visitas suelen tener lugar casi siempre a final de mes, y esos productos vienen genial. Ahí, en una de esas visitas fue donde me explicaron que la leche Aliada es envasada por la Central Lechera Asturiana, y la marca Hipercor también, y la diferencia es que la de Aliada procede de vacas de diversos sitios de España y la de Hipercor solo de vacas asturianas.
    Las marcas del Mercadona suelen poner en sus envases quien es el fabricante. Yo tengo ahora un envase de jamón de York y en la tapa pone que ha sido envasado por casa Tarradellas. En algunas marcas, como Día, no te indican el fabricante, solo un NIF o Cif, pero con este dato ya se puede averiguar quien ha envasado el producto. Lo ideal es que lo apuntemos para recordarlo y no estar siempre consultando. En realidad, luego todo es cuestión de probar porque yo soy muy defensora de marcas blancas, y aunque debo reconocer que hay algunas que no me gustan nada, la mayoría tienen buena calidad y suponen un ahorro considerable. Otro consejito mío, que supongo que ya todas hacéis, es decir que no compréis gran cantidad de un producto que no hayáis probado antes. Ya sé que a veces hay unas ofertas que son una tentación, pero es mejor que compremos una sola unidad y cuando ya sepamos que nos gusta, entonces podemos comprar más, porque sino tendremos un producto rodando a lo tonto por casa y nos habremos gastado el dinero innecesariamente.
    Otra curiosidad que os quería apuntar es el tema de los famosos transgénicos. Bien, en este tema hay gente que está a favor y gente que no. Pues para los que estáis en contra, me gustaría deciros que en la página de Greenpeace, en el apartado de transgénicos hay una lista de todos o al menos casi todos los productos transgénicos que hay en España, es una lista verde y naranja, con las marcas que los usan y marcas que no, y además te explican qué son exactamente los transgénicos y porqué ellos están en contra. Esta lista sirve para las marcas conocidas, pero podemos aplicarlo a las marcas blancas porque en el momento que sepamos quien es el fabricante solo es cuestión de comprobar.
     Bueno, entonces como consejín final, leed las etiquetas porque muchas veces nos indica el fabricante, y en caso contrario, como por ejemplo con los productos DIA, consultamos en Internet, bien en la página que a continuación os dejo e bien metiendo el NIF que aparece en la etiqueta.
    Y ya que voy terminando, os animo a usar marcas blancas, se ahorra mucho y merece la pena, aunque claro, siempre es cuestión de mirar. Yo, por ejemplo, este mes he comprado un jabón para lavar los platos de la marca Mistol porque tenían una promoción y me salía más barato que cualquier marca blanca, pero generalmente lo interesante es la marca blanca.
   Y antes de irme quería decirle a Anna que no sé porque no puede dejar comentarios en el blog. La forma de hacerlo es escribir el comentario en el recuadro correspondiente y dar a publicar el comentario. Entonces te van a pedir que escribas en un recuadrito unas letras que generalmente no forman ninguna palabra con sentido,  te pondrá algo así como verificación de palabra, tú escribes lo que te dice, vuelves a dar a publicar el comentario y en teoría te tiene que salir.
   Ahora ya si que os dejo, pero eso sí, poniendo aquí la página que yo uso para consultar las marcas blancas. Y mi forma de consulta suele ser la siguiente, pienso a que súper voy a ir y miro quien envasa los productos que es más probable que compre. Pero ya digo que muchas veces el fabricante viene en la etiqueta. Quisiera también decir que si tenéis alguna duda o se me ha olvidado decir algo no dudéis en preguntarmelo que yo, en lo que pueda, os ayudaré. Bueno, pues ahora si que ya me voy diciendo que la página es;

jueves, 28 de julio de 2011

UN MENÚ PARA "PEQUEÑOS INVITADOS"


Comidas para peques improvisadas; menús rápidos y baratos.      


Hola, ¿estáis todas bien? Bueno, me alegro mucho. Yo ando por aquí, intentando disfrutar el máximo de un verano donde el sol brilla por su ausencia.
    Y no sé porqué, de repente, en este día de sol jugando al escondite con las nubes, me acordé de los apuros que he pasado en algunas ocasiones cuando mis hijos invitaban a sus amigos a comer a casa. Generalmente solía salir de las situaciones bastante bien, pero recuerdo una en concreto que me vi bastante apurada, la verdad. Se trataba de una niña que por problemas familiares no podía venir a casa cualquier día, y precisamente, el día que por fin pudo venir ¡horror!, yo estaba como siempre, con los céntimos contados.
    Desde luego, no quería decirle que no viniera porque este caso no es el típico en el que dices; - ¿podéis dejarlo para la semana que viene, que esta no me viene nada bien? -  No podía porque ella seguramente tardaría meses en volver a tener un sábado disponible, así que a romperme la cabeza, porque además de comer iba a quedarse a merendar y a cenar, pues no podían venir a buscarla hasta las nueve y media de la noche, y ya que se quedaba tanto tiempo no era plan de entregarla sin cenar.
    Bien, como me avisaron con algunos días de antelación, lo primero que hice fue revisar el congelador y la despensa a ver que tesoros escondía. Y en lugar de ayudar, casi me desesperé más.¡Menos mal que la niña venía el sábado y el lunes cobrábamos! Bien, en la despensa tenía un paquete de macarrones, salsa de tomate, leche abundante y un trocito de queso. También tenía patatas porque siempre intento dejar algunas, alguna pieza de fruta suelta y tenía bastante caldo congelado. Y además tenía dos filetitos congelados de esos que congelo a principios de mes, para ver que puedo hacer luego con ellos, y alguna cosina más que sería demasiado larga de enumerar. Así que sin tener demasiada idea salí a recorrer los supermercados a ver lo que encontraba.
    Bien, en vez de enrollarme diciendo como compré las cosas, directamente os voy a describir el menú.
    A pesar de mi “pobreza”, veía a mis hijos tan ilusionados con la visita de su amiga que intenté hacerlo todo lo mejor posible.
   Decidí entonces preparar una mesa para que comieran ellos solos en lugar de hacerlo con la familia, me pareció algo más “íntimo”. Primeramente cogí una mesa camilla que nunca uso y que en realidad siempre tiene algo puesto encima y parece más une estantería que una mesa, y la llevé a la cocina. La cubrí con un mantel de colores de esos muy veraniegos, y como vajilla usé los platos de plástico de colores que uso para la playa. Puse también los vasos de colores, y en el centro una jarra con agua y otra con leche, y las servilletas eran de papel de colores que me habían sobrado de alguna ocasión (no recuerdo de qué), y quedó una mesa muy aparente. De entrante hice unas croquetas porque tenía ingredientes para una bechamel, pero en lugar de darles la forma normal usé un molde de galletas y las hice en forma de corazón, y con la bechamel restante hice bolitas pequeñas. Deje las croquetas preparadas pero sin freír, y cuando llegó la niña, mientras se quitaba la chaqueta, veía la habitación de los niños y se lavaba las manos las freí. Y las presenté en una bandeja, con un montoncito de Ketchup y otro de mayonesa en los lados. Además había hecho unos macarrones, los que  tenía en la despensa, que eran espirales de colores. Los presenté en un bol y en recipientes pequeños eché queso (rallado por mí del trocito que tenía en la despensa), salsa de tomate y un poco de atún de lata. Los recipientes eran de esos de plástico que venden en los bazares chinos y yo los tengo desde hace años y me hacen mucho servicio. Cada niño se preparó los macarrones como quiso, unos con queso, otros con  atún y otros con todo. De segundo plato les preparé unas tortillas francesas con atún que previamente había apartado de la lata, y las presenté enrolladas y sobre una rebanada grande pan, en un plato también de plástico de colores. De postre les di tarta de galletas, rellena con el famoso flanín del Lidl y cubierta con chocolate también de allí.
    Después de pasarse la tarde jugando tocaba merendar, así que otra vez a estrujarme el cerebro. Bueno, tengo que admitir que no me compliqué nada. Les di pan de molde con crema de cacao, cortado en triángulos y servido en una bandeja, y zumo casero. En la licuadora metí una naranja que tenía, unas pocas uvas que me habían quedado y media lata de piña, jugo de la piña incluido, y me salió un zumo riquísimo. Para que fuera aún más apetitoso lo serví en copas. Previamente había separado un poco del zumo de naranja, lo puse en un plato, mojé el borde de la copa en el zumo y luego mojé ese mismo borde en un plato con azúcar. Es un truquillo de toda la vida, pero queda genial. El borde de la copa tenía azúcar naranja. Luego puse una pajita y una rodaja muy fina de naranja que también había cogido previamente. Quedó todo de lo más profesional y a los niños le gustó mucho.
   Y por fin, después de un intenso día de juegos, llegó la hora de la cena. De primer plato me fui a lo clásico, un poco de sopa con el caldo que tenía congelado, que eso siempre gusta a los niños. Y de segundo ¡¡¡sorpresa!!! Cena burguer. El día anterior, cuando vagaba desesperada por los supermercados había visto unos bollitos de hamburguesa de tamaño mini, y estaban de oferta porque querían darlos a conocer, así que los compré. Con los dos filetitos que tenía congelados y un poquito de cebolla hice seis minihamburguesas, dos por niño. Unté los bollos con Ketchup y mayonesa, puse una minihamburguesa por bollo, una tira de queso que me había sobrado y que al contacto con la hamburguesa se fundió, una rodajita de tomate cherry y un arito de cebolla, y con una hoja de lechuga, con una sola cortada en juliana, quedaron unas miniburguer chulísimas. Las patatas las hice de luxe, porque había conseguido la receta en un programa de la tele, y de postre, colacao frío batido con la batidora para que tuviera mucha espuma,servido en copa altacon pajita, en plan batido.
Comprendo que este rollo que os acabo de soltar  a lo mejor os parece una bobada, pero mis hijos y su amiga guardan muy buen recuerdo de ese día. Cierto es que al día siguiente nosotros tuvimos que comer las “sobras”, sopa,  ensalada con la lechuga sobrante, los tomates y la cebolla, y más croquetas porque me había sobrado bechamel. Pero creo que valió la pena. Para los niños es importante invitar a sus amigos, y aunque les pongamos una comida muy normal, como fue mi caso, el hecho de presentárselo de una forma interesante y en exclusiva para ellos les hace verlo todo distinto. Si a vosotras se os ocurren otros menús para salir de estos apuros os agradecería cualquier idea, porque a veces ya no sabe uno que hacer para no repetir y que sea original y sobre todo barato.
   Ahora sí que os dejo, deseando no haberos aburrido demasiado y agradeciendo que me leáis. Y repito, cualquier idea será bienvenida, de verdad. Besitos y a seguir disfrutando del verano. Por cierto espero que  os guste el bonito paisaje que he puesto, un paisaje muy de mi tierra. Ahora si que os dejo adiosssssss.

miércoles, 27 de julio de 2011

¿Qué ropa de verano es imprescindible para un niño o niña?


Muy buenas a todas, ¿cómo os va? Hoy me he atrevo con un tema que en el fondo todas conocéis y que seguramente no os aportaré nada nuevo, quizás incluso os parezca demasiado evidente todo lo que voy a decir, pero es un tema del que quiero hablar  porque hace poco, charlando con una chica que tiene dos niños pequeños, me di cuenta de que a veces las cosas más obvias son las que más nos pasamos por alto.
    Esta chica me comentaba no hace mucho que tiene una situación económica complicada, como casi todos hoy día, así que la ropita de verano de sus hijos se la compró en las rebajas, cosa muy lógica, pero el problema estuvo en que lo compró todo guiándose exclusivamente por el precio, y cuando llegó a casa y vio lo que había comprado y lo reunió con lo que aún le servía del verano anterior, se dio cuenta de que casi nada era combinable y su problema apenas se había solucionado. La suerte fue que en los comercios le permitieron cambiar las prendas, y ahí es donde yo pude ayudar un poquito, aconsejando lo que para mí sería imprescindible para pasar un buen verano con niños pequeños.
    Mi primer consejo fue revisar lo que ya tenía, para buscar cosas que “pegasen”. Para la niña tenía una chaquetita de punto roja, unos vaqueritos cortos, un vestido naranja y azul y un trajecito de algodón con dibujos de colores. Y para el niño tenía un vaquerito corto, una chaqueta de punto azul marino, un traje de algodón como el de su hermana,  un pantalón corto azul y un polo verde. Estaba claro que eran cosas sueltas que habían sobrado de otro año y no pegaban demasiado entre sí, así que había que comprar prendas que sirvieran para poner con más de una pieza.
     En el primer sitio que miramos, después de devolver lo que ya había comprado vimos una oferta de cuatro camisetitas de colores, todas lisas excepto un dibujito muy pequeño en el pecho. Las cuatro costaban cinco euros, así que las cogió, dos para cada uno, y las dejó para poner con los vaqueritos cortos. A la niña se las cogimos en verde vivo y en azul clarito, que ambos pegaban con la chaquetita roja, y para él en rojo y en azul clarito para la chaqueta azul marino. Allí mismo vendían chaquetas y compramos una  azul para que ella la pusiera con el vestido que ya tenía y a él se la cogimos en blanco con detallitos en verde, y le quedaba bien con el polo verde que estaba un tanto desparejado y que podía poner con el vaquero corto y ambas chaquetitas, las nuevas y las que ya tenían servían para los trajecitos de algodón de colores.
    En otra de las tiendas donde había que hacer la devolución no encontramos nada interesante, así que con el dinero en la mano nos fuimos al supermercado Alcampo y allí encontramos una oferta de dos por uno genial. A la niña le compramos un vestido para  salir azul y rojo precioso, forrado y con una tela muy bonita y que además pegaba con cualquiera de las dos chaquetas y uno de playa de varios colores que pegaba también con las chaquetas. A él le compramos una camisa de cuadros verde y azul que pegaba con las dos chaquetas y con los dos pantalones y una camiseta de rayas marineras que pegaba con los dos pantalones y la chaqueta azul. Y para completar, cogimos un par de bañadores, algo indispensable en verano. Mi amiga me había dicho que los niños tenían unos playeros tipo ”victoria”, ella en rojo y él en azul marino, pero necesitaban algo más. En un comercio que tenemos que se llama Mercalzado, tenían una promoción que era estupenda, dos pares de playeros o alpargatas costaban  nueve euros. Así que a la niña le cogimos unos playeros tipo victoria en verde, que pegaban con el traje de algodón, las camisetas con los vaqueros y el vestido de playa, y le cogimos también unos que tenían forma de zapatito de pulsera pero que eran de tela, éstos en azul para llevar con los vestidos. Al niño le cogimos unos victoria verde, para la camisa y el polo y para casi todo, y unas alpargatas en color blanco, que eran un poco rollo de lavar pero que pegaban bien. Y con los que ya tenían estaban perfectamente calzados para todo el verano. Al final del día, la mamá pudo solucionar el problema de la ropa, tenía para llevarlos en todas las ocasiones, si tocaba ir arregladitos, ella tenía dos vestidos y una chaquetita que pegaba y él dos pantalones, un polo y una camisa y una camiseta marinera. Podían ir al parque con sus trajecitos de algodón y con sus vaqueros con camisetas de colores y a la playa con cualquiera de estas cosas y ella además tenía el vestido de playa. Y si hacía frío tenía los pantalones vaqueros largos que habían usado durante el invierno pero que sirven para cualquier época.
   Como al final todo había costado menos de lo que había gastado en un principio, pues casi todo había sido dos por uno, compró una gorra de colores para el niño, que pegaba con casi todo, y tres lacitos para ella, uno azul, otro verde y uno de rayitas de colores, muy veraniego.
    Y ahora, cuando me los encuentro por ahí, siempre los veo muy guapos y yo creo que es porque la mamá vio solucionado su problema y está mucho más tranquila, así que combina lo que tiene, le apetece vestir a sus hijos porque sabe que tienen una apariencia genial y da gusto verlos. A veces solo es cuestión de pensar un poco. Antes de comprar es aconsejable revisar el armario porque imaginaos a mi amiga llevando al niño con el polo verde y los pantalones que anteriormente había comprado, que eran de unos cuadritos que no pegaban nada. A mí me encantan los pantalones de cuadros, pero si no tienes con qué llevarlos es mejor comprar otra cosa.
     Así que me despido recordando a todo el mundo la importancia de pensarlo bien antes de comprar, olvidemos las compras impulsivas, aunque nos guste algo, si no tenemos con qué llevarlo estirar el dinero porque esa prenda se va a quedar en el armario. Yo creo que, según donde se viva, para el verano, a los niños hay que comprarles un trajecito de algodón para ir a jugar, un vestido de salir para la niña y un pantalón y polo o camisa para él, una chaqueta que combine con todo, un bañador y alguna camisetita suelta para llevar con vaqueros cortos. Teniendo esto, ya podemos entonces permitirnos algún caprichito. Y además, la ropita de salir, como no la estropean tanto como la de jugar, pueden usarla más de un verano, y así se les compran otras cosas. Muchas veces, los básicos de las colecciones, los vaqueros y camisetas lisas nos vienen muy bien para hacer un fondo de armario. Y un niño así vestido siempre está bien, aunque es agradable, como decía, tener alguna prenda de más vestir.

Ropita de verano imprescindible para niños;cómo ahorrar al vestirlos.


   Por último, si vais a regalar ropita a algún niño por su cumple, Reyes o cualquier ocasión, intentad comprarla con criterio para que la madre  pueda darle salida. Si le lleváis una camiseta intentad que sea fácil de combinar, huid de los estampados o dibujos muy concretos porque a veces no tienen una falda o pantalón que vaya bien y hacemos a la mamá gastar más dinero. Lo ideal sería regalar el conjunto completo. Una solución que yo hago cuando tengo que regalar ropa y no tengo demasiado dinero es comprar una camiseta bonita y para niña lo completo con unos leggins que queden bien, del color predominante, o al contrario, de un color que aparezca de forma sutil, según el modelo. Si es para niño generalmente le cojo una gorra o unos calcetines que sean parecidos, o incluso, si hay una chaqueta o sudadera baratita, la cojo. Y si es invierno lo complemento con guantes y bufanda, depende de lo que me haya gastado en total. Pero no regalo solo la camiseta porque a veces no tienen con qué ponerla. Bueno, ahora si que me voy, y os agradecería que me dieseis ideas para estas compritas o para regalar. Lo que queráis, me encanta que me den ideas. Y mientras me voy os dejo una foto de la playita, pues aunque a veces no lo parezca estamos en verano.