jueves, 4 de julio de 2019

Jueves reflexivo: tríos

Reflexión del jueves: la intensidad de la adolescencia

Hola a todos y bienvenidos un día más. ¿Cómo lleváis la semana? A mí me ha volado, necesito algún tipo de máquina o aplicación para ralentizar el tiempo, a ver si alguien inventa algo ya.

Hoy vengo con mi post reflexivo, ya sabéis, escrito sobre la marcha, sola, con la casa y la calle en silencio, un café y mucha ilusión.
Y sin más rollo empezamos.

El otro día, en el blog de Chema, se hablaba de tríos. Y recordé que en mi adolescencia tenía dos mejores amigas, éramos un trio inseparable.

A la primera de ellas la conocí en clase. Las sillas del aula tenían en la parte de abajo, una especie de estante donde dejábamos los libros y libretas que no estábamos usando. Por entonces yo tenía un estuche negro de Batman(siempre he sido pelín friki) y quise cogerlo en plena clase. Miré de reojo y cogí algo negro, pero no era el estuche, era el pie de la chica que se sentaba detrás de mí, que lo tenía apoyado en mi silla, en esa balda, y chilló como una loca en plena clase. Y ese fue el comienzo de una gran amistad.

Ella tenía una amiga que iba a la clase de al lado, y empezamos a quedar para reunirnos en el recreo. Y así comenzamos a estar siempre juntas. Un día coincidí con la segunda de ellas en un súper, ambas estábamos con nuestras madres, y resulta que ellas eran amigas. Y parece ser que los primeros años de infancia mi amiga y yo jugábamos mucho juntas pero luego fuimos a distintos colegios y ya no coincidimos, aunque nuestras madres sí que se veían a veces, pero sin estar nosotras. Y ya las madres de nuestras madres eran amigas, y nosotras sin saberlo.

A partir de ahí fuimos tres inseparables. Formábamos parte de una pandilla bastante grande de chicos y chicas, pero nosotras íbamos en pack(cada una con nuestras personalidades y nuestas cosas, claro).

Nos encantaba compartir confidencias, hablar de los chicos que nos gustaban y hacer planes para "encontrarnos casualmente" con ellos

Las tardes de los viernes siempre fueron especiales. Primero quedábamos las tres y charlábamos de nuestras cosas. Y luego nos uníamos a la pandilla y según la época teníamos un plan u otro. 

Algunas veces nos íbamos a una discoteca que daba fiestas del instituto, y nos lo pasábamos muy bien. Estaba toda la gente conocida y había actividades, concursos y mucho baile. 

Otras veces nos íbamos al parque a comer pipas(yo siempre llevaba bolsas para echar las cáscaras y me decían que era muy pesada, jejeje) mientras leíamos alguna revista, y otras nos íbamos a merendar tortitas con Coca cola a nuestra cafetería preferida, excepto una chica de la pandilla que las tomaba con café con leche(que es más normal).

Y los sábados por la mañana nos llamábamos para hablar de lo último que había ocurrido en Sensación de vivr, y también en Melrose place. Ay cuánto sufimos con Brenda y Dillan, ufffff.

Recuerdo muchas tardes en la biblioteca preparando trabajos de clase, y los ataques de risa que a veces nos daban en el peor momento, cuando no se oía ni una mosca, y la encargada nos miraba con cara de asesina. Y también me acompañaban a las manifestaciones aunque no les iba mucho eso, yo era la más antisistema, pero se solidarizaban y hasta se pintaban la cara conmigo.

También eran estupendas las jornadas de playa. Nos gustaba ir en pandilla porque lo pasábamos muy bien pero en realidad preferíamos ir las tres solas. Recuerdo un verano que lo pasamos genial. Íbamos a la playa temprano, cada una con su walkman, que nunca usábamos porque preferíamos hablar.

A media tarde llegaba un chico que me gustaba y con el que tardé mucho en salir(y cuyo recuerdo tengo borroso a pesar de la ilusión del momento) y ellas siempre estaban dispuestas a pasear por la zona en la que se ponía él, a ir a por un helado aunque no les apeteciese para pasar por donde dejaba su tabla de surf o a jugar a cualquier cosa con tal de llamar su atención. Y cuando por fin me hizo caso lo celebraron como si les hubiese pasado a ellas.

Y yo celebraba también sus éxitos, como la vez que una de ellas logró tener una cita con un chico que le gustaba desde parvulitos, ainnnns, lo que tuvimos que planificar.

Y es que los veranos eran perfectos. Yo siempre me iba de viaje y hacía alguna escapada, y ellas también, pero el resto del tiempo lo compartíamos. Íbamos a la Semana Negra, a nuestra discoteca preferida(El Jardín), de conciertos, a las "fiestas de prao" y a descubrir playas recónditas, con la comida en una mochila, generalmente bocatas de tortilla.

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Éramos muy fans de la Semana Negra


Algunos sábados nos quedábamos a dormir juntas y nos preparábamos la cena, que consistía en añadir a bases de pizza congelada salchichas de Frankfurt, queso, tomate y kepchup. Íbamos a la casa de una de ellas, cuyos padres se iban al pueblo, y nos dejaban la nevera llena pero nosotras preferíamos aquel mezclijo. Y veíamos pelis que alquilábamos en el videoclub, poníamos música para bailar como locas o planificábamos cosas que queríamos hacer. ¡Ah! Y dormíamos en nuestros sacos de dormir en la alfombra del salón.

Obviamente fuimos juntas al viaje de estudios, y compartimos habitación, excursiones, ligues y risas. 

La adolescencia es una época muy intensa, y yo lo era mucho, pero mucho, y ellas me entendían a la perfección y me complementaban, yo era la más alocada y ellas la serenidad pero con un punto de locura.

El resto de la pandilla era genial, nos conocíamos mucho, quedábamos siempre para hacer cosas divertidas sin necesidad de beber o hacer botellón, y cuando nos veían llegar nos llamaban "El trío calavera".

Recuerdo que un año en Carnaval, una de ellas se puso mala y no pudo salir con nosotras dos. Aquí en Gijón era tradición que cuando te disfrazabas no te reconocieran. Y la chica que no estaba enferma, se había currado un disfraz con el que era imposible reconocerla, pero yo no quise ir "de incógnito" y fui divina de la muerte con el disfraz de mala de la peli "Legend" de Tom Cruise, que me había hecho mi madre. Total, que a ella de mano no la reconocía nadie, pero al verla conmigo ataban cabos y yo me moría de risa al ver su indignación.

Jamás tuvimos una discusión, nunca. Jamás me fallaron y espero no haberlo hecho yo con ellas. Ni los temas de chicos nos separaron, y eso que una vez el chico que le gustaba a una de ellas me envió un ramo de flores a casa, pero lógicamente tuve que dejarle claro que no me interesaba. Y ella jamás me reprochó nada, al contrario, me dejaba el campo libre si hubiese tenido interés.

Recuerdo que en la pandilla había parejas, iba por épocas y las había de todo tipo, algunas eran de esas que no tienen futuro pero que forjan nuestros recuerdos, otras eran intensas y otras no tanto, y nosotras también estábamos metidas en esas cosas, como todos. Y ni esas parejas fueron causa de disgusto ente nosotras. Éramos grandes amigas para todo, y con la pandilla igual, éramos un grupo y disfrutamos mucho la adolescencia a pesar d ela sparejitas de ida y vuelta.

Con los años las parejas de la pandilla se fueron disolviendo y el grupo se fue separando. Pero aunque apenas nos vemos no perdimos el contacto. Y con mis dos espíritus afines tampoco perdí el contacto aunque nos vemos poco, muy muy poco.

Cuando nos vemos recordamos viejos tiempos y nos morimos de risa. Estábamos locas, nos reíamos por tonterías y soñábamos con comernos el mundo. 

No sé si alguna habremos cumplido nuestros sueños, pero sí que sé que toda la pandilla, a día de hoy, somos más o menos felices. La mayoría tenemos hijos, y curiosamente ninguno nos hemos casado con esos novios de la adolescencia, aunque en mi caso un poco sí, porque aunque mi marido no era de ese grupo y lo conocí mediante otra pandilla genial de la que hablaré otro día, empecé a salir con él a los 18 años. Y con esta otra pandilla también mantengo el contacto.

Me ha quedado un post quizás un poco rollo, y tal vez demasiado personal pero los recuerdos se me iban agolpando y me apetecía dejarlos aquí, para que permanezcan, aunque por ahora los tengo grabados a fuego. Y es que la amistad en la adolescencia es muy importante, tener esos amigos en su momento significa mucho. Y mi adolescencia fue buena por muchas cosas, pero mis amigos fueron realmente importantes.

Espero no haber resultado demasiado aburrida.

Mil gracias a todos por leerme y nos vemos el sábado con el repaso semanal y algún especial.

Y vosotros:¿teníais algún amigo del que érais inseparables?¿Seguís manteniendo el contacto?¿Mantenéis contacto con los amigos de infancia y adolescencia?

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¡Mil millones de gracias!



37 comentarios:

  1. pues si ajajajaj. También éramos un trío, la amistad empezó en el colegio de bien pequeñas y cuando tuvimos edad de salir.... ufff, las que liábamos ajaj

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    1. Jajaja, es que los tríos en esa época eran trribles, jejejeje.
      Feliz día.

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  2. A mí me ha peracido muy entretenido.
    Valoradas las entradas.
    Feliz jueves.

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    1. Muchas gracias por tus palabras y la valoración.
      Muy feliz jueves.

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  3. Había leído "ríos", al principio.
    Yo en la adolescencia tenía una mejor amiga y luego la pandilla de referencia, que iba cambiando según el tiempo. Y en la facultad éramos un quinteto :)
    Besitos.

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    1. Jajaja, el calor, que nos nubla las ideas.
      La panilla de referencia no podía faltar, y el quinteto mola, nosotras fuimos un quinteto en una época, pero en general éramos tres.
      Muy feliz día.

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  4. Bonitos recuerdos de juventud ya fueran tríos o cuartetos, para la mayoría es la etapa mas agradable de nuestra vida. Por desgracia nuestros amigos se dispersan y alguno no lo volvemos a ver ver.
    Abrazos.

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    1. La verdad es que es una etapa muy agradable, quizás no la más pero sí la más exenta de problemas.
      Muy feliz día.

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  5. Yo también tenía mi amiga del alma en la adolescencia y juventud y además el resto de la pandilla (8), ¡como casi todo el mundo!... y seguimos siendo amigas, naturalmente... ¡como no! además todo el grupo, como dice una de mis amigas del grupo de entonces cuando nos juntamos:

    –Chicas yo a lo largo de la vida habré tenido amigas que he conocido aquí, allí, compañeras del juzgado que con el tiempo ese compañerismo se ha transformado en amistad, en fin, distintas personas con las que vas haciendo amistad a lo largo del tiempo, pero... ¡cuando yo digo «mis amigas», mis amigas ¡sois vosotras!

    Con esto esttá dicho todo ¿no crees?


    Besos


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    1. Hola Reme.
      Pues sí, está dicho todo, y además me encanta.
      Muy feliz día.

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  6. me alegra haberte inspirado. :) me imagino a ti con tus dos amigas inseparables, seguro que erais un trío muy divertido. no te imagino yo tan reivindicativa, en plan de ir a las manis y todo eso, jeje.
    en los grupos de amigos, es buena la variedad y dejar que cada uno tenga su propia manera de ser, no que haya una única línea de pensamiento, como ocurría en algunos grupos en los que estuve.
    qué casualidad que vuestras madres se hubieran hecho amigas por su lado! eso os uniría más aún.
    besos!!

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    1. ¡Hola!
      Siiiii, me inspiraste mucho, el otro día cuando te leí empecé a recordar algunas aventuras muy chulas, y hoy me he puesto nostálgica y estuve mirando fotos y algún vídeo de la época.
      Jajaja, yo era muy reivindicativa, en las fotos que estuve mirando había recortes de periódicos de manifestaciones a las que yo acudía.

      Nosotros en la pandilla teníamos mucha variedad, algunos eran muy de bici y estaban en un equipo, otros eran muy estudiosos, algunos muy de salir, incluso una chica era modelo, estaba en una agencia, y nos contaba trucos de maquillaje, jejejeje. Y claro cuando nos arreglábamos para salir, todas en una casa, con esos trucos nos creíamos las Naomi Campbel españolas, jajaja.

      Cuando en una pandilla solo hay una línea de pensamiento la cosa no puede acabar bien.

      Y siiii, nos unió lo de las madres porque claro, había otra confianza: nos dejaban ir a las casas de unas y otras, además nuestras abuelas también se conocían y nos tenían más controladas, jejejeje.

      Muy feliz jueves y gracias por la inspiración.

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  7. Me has hecho recordar la pandilla que tenía en el pueblo de mi madre, cuando esperaba ansiosa la llegada del fin de semana para poder quedarme en casa de mi tía. Recuerdo el verano en el que jugué por primera vez a "beso, verdad o atrevimiento".
    Besos.

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    1. Ay qué chulo.
      Yo en el pueblo también tenía un grupo pero no era lo mismo, ahora hay más gente joven que antes.
      Ay ese juego, cuánto nos ha marcado, jejeje.
      Feliz jueves.

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    1. ¡Hola!
      Vaya, pero seguro que te lo pasabas genial de otras formas, lo importante es ser feliz, no solo hay un modo de serlo, hay muchos.
      Muy feliz día.

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  9. No has resultado aburrida para nada. Las pandillas de adolescencia son geniales. Es una pena que luego la vida nos vaya distribuyendo por distintos sitios y nos vaya haciendo evolucionar con distintos intereses, pero las verdaderas amistades se conservan, aunque se vean de tarde en tarde.
    Bonita entrada.
    Un beso.

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    1. ¡Gracias Rosa!
      Siiii, son geniales y qué penita qu eal final la vida nos separe.
      Si se conservan, pero qué difícil es coincidir para vernos.
      Muy feliz día.

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  10. Hola Marigem, con esta entrada tan especial me has recordado mi etapa en los 80, y los principios de los 90 donde todo parecía más especial. Las amistades, los primeros ligues, las verbenas, los cines de verano, y los famosos video-clubs que era, visto hoy, una cosa muy loca, y divertida. Pienso que el trío en las amistades funciona muy bien como nexo de unión, y es más abierto que las parejas de amigos. Me gustó leerte.
    Un abrazo.

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    1. ¡Hola!
      Es qu eera esa etapa, finales d elos 80 y principios de los 90. Los videoclubs eran lo más, menuda indecisión teníamos siempre, y muchas veces acabábamos llevando lo mismo, jejejej.

      Eso creo, un trío refuerza y a la vez deja entrar a más gente, loq ue siempre es bueno.

      Me alegra mucho qu ete guste y muy feliz jueves.

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  11. Uyy si, qué bonito sentí al recordarme mis años de escuela y colegio y barrio y universidad. Primero Enellys, Cristal y Yo. LUego Marielis, Victoria y yo. Y en el barrio fuimos Ailhyn, Victoria y yo. Después en la U, éramos Ericka, Cindy y yo, o a veces, Ricardo, Gil y yo. Siempre éramos tres ... qué risa. SI es verdad que a veces llegamos a ser más pero 3 era el inicio y la fuerza para crecer la pandilla ja,ja,ja,ja

    Me han encantado tus memorias. Cómo nos pones a sentir y disfrutar <3

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    1. Te he puesto excelente en las dos valoraciones. Solo que no pude compartir desde la pc donde estoy. Cuando llegue a casa compartiré en redes sociales. Saludos !!

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    2. ¡Hola!
      Ay me han encantado los nombres, aquí en España, en aquellos años los nombres eran tipo: Paula, María, Carmen, Ana, Eva...

      Muchas gracia spor tus palabras y me alegra muchísimo que te guste el post.
      Y mil gracas por la valoración, muchas, muchas gracas.

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  12. Te voy a decir lo mismo que a Chema, que ese título me sugiere otra cosa jajaja
    Tienes unos recuerdos geniales la verdad. No entiendo la indignación de tu amiga en carnavales, podía haber dicho que era la otra que no salió ¿no? Yo también miro atrás y pienso en qué feliz y despreocupada era.
    Besos y feliz finde

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    1. Jajaj, ya el título igual es lioso. Mira oye, a lo mejor atraigo a muchos lectores, jejejeje, aunque luego se llevarán un chasco.
      Mi amiga se indignaba en broma, y estuvimos diciéndoselo años, jejejeje.
      Ay es que éramos felices y muy despreocupadas, sin hijos ni problemas, jejeje. Pero bueno, son etapas y no me cambio por mi yo de aquel entonces, cada cosa en su momento.
      Muy feliz día.

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  13. Si algo muestra lo que es la amistad es aquella que entablamos en la infancia y la adolescencia. Como apuntas, nunca excedía de tres el núcleo duro de inseparables, sin más interés que el placer de compartir momentos. La pena es que los años y los caminos nos van separando, pero algo queda y cuando nos reencontramos parece como si fuera ayer que hubiéramos quedado para jugar a fútbol en el río. Entrañable reflexión, Gemma. Un abrazo!!

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  14. lindo texto si casi se te puede ver... personalmente siempre fuimos dos tres es un problema siempre

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  15. En eso coincidimos, en mi adolescencia también eramos un trío, jajaja. Un beso

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  16. Me cuesta creer que fueras alocada. Besos!

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  17. Es curioso, porque en mi niñez y adolescencia también formé un trío. Siempre fiueron dos mis mejores amigos, en el colegio y en la Universidad. Por supesto que habían otros pero en un segundo plano. Debía ser mu cupo, jeje.
    Un abrazo.

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  18. Curiosamente en el pueblo donde nací y no me preguntes por qué, la mayoría de mis amigas íntimas se llamaban Mª Carmen.
    En León capital, en mi época de adolescencia éramos cuatro las inseparables, que nos conocimos en el instituto de bachillerato femenino “Juan del Enzina”. Coincido contigo en las diversiones y lo felices que éramos, sin necesitar experiencias con drogas, alcohol y esas cosas que actualmente alienan a los adolescentes.

    Luego al salir de allí por motivos de trabajo como docente terminé por ir perdiendo el contacto. Hasta que al venirse mis padres a vivir conmigo a Alicante, fue la gota que colmó el vaso.
    ¡Qué lástima que no hubiera internet por esos años 80!

    ¡Fantástico viernes y buen fin de semana!

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  19. Me uno a tu petición de máquina del tiempo.
    En cuanto a lo de las amistades, con el tiempo van quedando los importantes, igual pocos amigos, pero tan buenos que no te puedes separar de ellos.

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  20. awesome article..
    thanks for sharing and have a nice day

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  21. Bellos recuerdos, que la verdad nos hace recordar una época que todos hemos vivido y que es maravillosa.
    Yo la verdad tengo muy buenos recuerdos sobre todo de los sábados por las mañana en invierno, donde dos hermanas gemelas y yo nos los pasábamos pipa, íbamos a su casa, porque no estaban sus padres, trabajaban y nos pasábamos la mañana bailando y cantado, o simplemente mirando alguna revista que tenían su madre y su abuela de cotilleo y poniendo fino o fina a la famosa de turno. Fue un buen tiempo, y aunque los años hemos perdido el contacto guardo un grato recuerdo de aquel tiempo, y como había veces que o ellas venían a mi casa o yo a la suya, y comíamos juntas, que tiempos aquellos, son momentos que no volverán pero que perduraran siempre siempre en la memoria.
    Besos y me ha encantado sobre todo el cariño que le has puesto al recordar.
    TERE.

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  22. Son recuerdo de adolescente y siempre se conservan amigas en esa época. Yo las recuerdo pero apenas nos vemos. Tuve dos cuadrillas y en una de ellas mi mejor amiga por desgracia falleció hace unos años y en el otra cuadrilla perdimos otra muy joven, demasiado joven. Tengo que hacer un día balance de esa amigas de la adolescencia. Un abrazo.

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  23. ¡Hola! Me ha encantado leer sobre tu adolescencia (qué risas con la anécdota del escuche y el pie) y también he recordado un poco la mía. Las amistades para mi tienen un valor especial, y aunque a algunos de mis mejores amigos les conozco desde que teníamos 4 años (a mi mejor amiga desde que nacimos, literal) me he acordado de mi grupo de amigas del instituto. Durante la secundaria tenía dos amigas y lo hacíamos todo juntas, pero una de ellas al cabo de una temporada se le cruzaron los cables y ya no quiso juntarse más conmigo y se "llevó" a la otra con ella. Pero finalmente la otra chica se dio cuenta de que había elegido mal bando y volvió conmigo con una disculpa... y a día de hoy 16 años después seguimos siendo amigas y nos vemos tooodas las semanas (incluso vivimos juntas una temporada). A los 15 años cambiamos de instituto y se nos unió otra chica, y un como como te pasó a ti con tu amiga resulta que yo también había jugado con esa chica nueva cuando éramos niñas pues nuestros padres eran compañeros de trabajo y coincidimos en algunas fiestas. Al año siguiente se nos unió la 4ª chica del grupo de amigas que seguimos manteniendo ahora, viéndonos a menudo y hablando casi a diario por teléfono a pesar de que tengamos nuestras vidas. Y resulta que el padre de esa 4ª chica y mi madre fueron novios cuando eran unos críos... ¡el mundo es un pañuelo! Y bueno, lo mismo... hemos compartido salidas a discotecas, tardes de estudio en bibliotecas que acababan en paseos por la ciudad y merendando guarradas en un parque, muuuchas risas, fiestas de pijama comiendo más guarradas y viendo películas de terror cutres... Lo pasamos muy bien, y lo seguimos pasando muy bien. Qué bien que tu también sigas en contacto con esas amistades aunque no os veáis tan a menudo :)

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