Anécdotas de la infancia.
Hola a todos. ¿Qué tal el finde? Yo la verdad es que bien, tuve una jornada familiar, paseos de domingo, vi una exposición de esas gratuitas y he descansado, así que no me quejo.
También tuve tiempo de leer la horrible noticia de un asalto a un refugio de animales con un resultado lamentable. Y en plena indignación le mandé un tweet a Pablo Puyol(de Tu cara me suena) para que le diera difusión y la verdad es que ha sido majísimo y lo ha retweetado, y me sorprende porque tenía su twiter plagado de otras cosas, de su concurso y su trabajo y al menos lo ha difundido, a ver si entre todos paramos estas cosas.
Bueno, no quiero empezar la semana triste así que vamos con el post de hoy.
Hace unos días mi querida soñadora nos propuso hacer una cadena de trastadas infantiles y me ha apetecido mucho hacerla.
El único problema es que yo no era especialmente traviesa, pero lo intentaré.
Mi punto débil siempre han sido los ataques de risa, de hecho os compartí algunos aquí, y también los sustos, porque siempre acababa siendo yo la asustada,y de esos os conté algunos aquí.
Para empezar os diré que mi peligro de pequeña era lo bocazas que podía llegar a ser, y lo peor es que era sin maldad, lo hacía inocentemente y no podía controlarlo. Si algo me intrigaba, lo que fuera, lo preguntaba y claro, a veces ponía a mi madre en compromisos enormes.
Cuando yo tenía 6 años estaba yo un día jugando en la cocina debajo de la mesa y mi madre y mi abuela olvidaron que estaba allí y empezaron a hablar de cosas de "mayores". Mi abuela le contaba a mi madre que el marido de una vecina no había ido a dormir la noche anterior y ella estaba muy disgustada pensando dónde podría haber ido.
Más tarde intenté preguntar sobre el tema pero mi madre y mi abuela me daban largas y yo estaba intrigadísima, no sabía donde podía pasar alguien una noche entera.
Y ese día fuimos a casa de mi abuela y apareció la vecina, seguramente con ganas de desahogarse.
Antes de nada os diré que en Asturias mucha gente mayor en vez de decir mi marido dice mi hombre, es una frase o un término, más bien,al uso.
Bueno, pues cuando la señora me vio de la mano de mi madre me pregunta con voz rara, ahora pienso que simulando estar bien;- Hola guapina, ¿vienes a ver a güelita?
Y yo contesto; -Hola Fulanita, si vengo a verla, por cierto, ¿dónde estuvo tu hombre anoche que no durmió en casa?
Y entonces recuerdo a mi madre apretándome la mano y tirando de mí mientras mi abuela empezaba a hablar de cosas absurdas y la señora me miraba y me decía;- ¿Qué dices guapina que no te entiendo? Pero yo siempre he sospechado que me entendió claramente. Y seguro que pensó que mi madre y mi abuela eran unas cotillas.
Lo mejor es que no me riñeron, solo intentaron explicarme que esas preguntas no se hacían, si acaso debía preguntar a mis padres pero cuando les dije que no me habían contestado cuando preguntaba cambiaron de tema de nuevo.
Por cierto, sigo intrigada porque nunca supe donde había estado ese hombre, pero al día siguiente volvió así que no fue nada grave.
Otra vez, ese mismo año, estábamos en la finca y empecé a aburrirme. La finca tenía una portilla que hizo mi padre, que era un artista forjando hierro y nos hacía los hierros de las ventanas y todo lo de hierro que había. Y tenía unos cuadrados pequeños en los que en teoría no cabía la cabeza de nadie.
Pero yo debía tener la cabeza más pequeña de lo normal y la metí mientras decía que era una ventana mágica.
Y entrar entró pero salir...aquello no salía.
Y yo entré en pánico y recuerdo a la perfección que pensaba que seguramente iba a quedarme allí para siempre y me imaginaba a mi madre llevándome cada día lentejas(las odiaba por entonces) y la verdad es que menuda angustia.
Mi hermana tuvo un atisbo de lucidez y fue a buscar ayuda, pero mi madre cuando me vio se puso frenética y tiraba de mí y le decía a mi padre que había que llamar a los bomberos.
Mi madre es muy tranquila pero aquel día perdió los papeles totalmente.
Y cuando ya me veía siendo rescatada por los bomberos llegó mi abuela, se puso detrás de mí, me giró un poco la cabeza y me la sacó en un segundo. Y mientras los demás chillando y discutiendo.
Conclusión; soy terriblemente claustrofóbica y jamás me meto en sitios pequeños y la cabeza ni os digo.
Otra que se me ocurre es la vez en que mi hermana y yo quisimos darle un susto memorable a nuestra madre. Ella siempre tuvo miedo a que nos cayéramos por la ventana y nos vigilaba mucho, pero claro, a partir de cierta edad hay que dar algo de libertad.
Así que teniendo unos 8 o 9 años estábamos jugando solas en la habitación de mis padres y se nos ocurrió fingir que habíamos caído por la ventana.
El método fue muy fácil, abrir la ventana para que se muevan las enormes cortinas ochenteras de la habitación, chillar como unas locas diciendo que nos caíamos y escondernos.
Y acto seguido apareció mi madre corriendo, con una cuchara de madera y sin atreverse a mirar por la ventana.
La verdad es que en ese momento su cara de angustia me dio pena pero ya no podía echarme atrás así que quedamos en nuestro sitio, en una esquina entre el armario y la puerta, a la espera de una reacción.
Mi pobre madre nos llamaba y preguntaba sin atreverse a mirar, y en una de estas nos dio la risa, nos oyó y nos vio y al acercarse a nosotras para reñirnos no sé que hizo porque no había nada para tropezar pero ella tropezó o resbaló y cayó cuan larga era con la cuchara de madera en la mano.
Y nosotras aprovechamos para huir de allí, pero claro, no había huida, como muy lejos a la otra habitación, así que nos pilló pero mi madre en el fondo es muy buena y al ver que estábamos bien y no nos habíamos caído por la ventana nos perdonó.
Y ya la última, para no aburriros.
Mi abuela era una excelente cocinera, de esas que la gente llama cuando hay reuniones importantes, pero tenía un punto débil y eran los macarrones. Yo no sé como se las arreglaba pero eran horribles, le quedaban duros, apelmazados y la salsa no parecía hecha por ella.
A mí me encantaba ir a comer a su casa porque luego me dejaba revolver en los armarios, jugar con las muñecas antiguas, tocar la guitarra de mi tío y ver fotos, así que un día a la semana me quedaba con ella, y sus comidas me encantaban.
Pero una vez me hizo macarrones y aquello era terrible, no podía tragarlos, los "disfrazaba" con pan, con agua, con vino y gaseosa(antes los niños bebíamos un poco de vino) y nada, no podía.
En una de estas mi abuela fue al baño o a alguna habitación y aproveché para hacer algo que odiaba y odio, tirar comida.
Cogí un puñado y lo envolví en una servilleta de papel de las que tenía ella para ir de picnic, y cuando estaba a punto de meter el paquete en el cubo de la basura sentí como se acercaba y la metí en el cubo del carbón de la cocina, que estaba más a mano, y me puse a bailar unos pasos de baile regional porque no llegaba a la mesa.
Al verme mi abuela alucinaba pero le dije que estaba ensayando porque iba a baile regional(eso era verdad) y necesitaba ensayar. Ella se imagino lo que pasaba y yo, en mi afán de ocultar lo que había hecho empecé a girar alrededor del cubo y me enredé, el cubo cayó, los macarrones cayeron encima del carbón y encima me manché, y de tarde tenía clase y allí no tenía más ropa.
Teníais que ver a mi abuela, ya os dije en otros post que era maniática de la limpieza, frotando mis pantalones de pana con K2R como en la peli de Paco Martínez Soria, El alegre divorciado.
Y tuve que ir a clase con cercos de carbón, pero eso sí bien alimentada porque mi abuela me echó doble ración aunque al final me perdonó bastante y menos mal porque sino aún seguiría allí.
Bueno, no quiero eternizarme así que por hoy lo dejo, otro día os cuento unas bromas de carnaval que hacíamos con mis padres y unos amigos, o la vez que dejé un cesto en el suelo después de jugar con mi hamster y mi madre metió un pie y casi se nos mata o cuando me dio un ataque de risa en clase y un cura me echó una maldición de gitano.
Muchísimas gracias por leerme y me encantaría que algunos os animarais a hacer esta cadena, seguro que nos reímos mucho porque tendréis muy buenas anécdotas, yo era muy sosa para estas cosas.
Pues entonces nos vemos mañana y venga, animaos con las travesuras que nos echamos unas risas seguro.
Besinossssss.
Ay cómo me he reído Gema!!! Hoy nos hemos puesto de acuerdo porque yo también he publicado mis trastadas infantiles... ¡qué casualidad! Lo de la cabeza... ufff en mi casa tuvimos que desmontar parte de la cocina porque mi hermana metió la cabeza en un hueco... todavía recuerdo lo histérica que estaba mi madre jajajajajaajajajaa
ResponderEliminarUn besazo reina!!!
Hola!!!!
EliminarSiiii, ya te h comentado,jejejeej.
Ayyyy lo de la cabeza, menudo miedo pasé, es que me acuerdo perfectamente todo el mundo histérico. Lo peor es que cada vez que veo esos agujeros cuadrados no entiendo como pude meter la cabeza, son enanos!!!!!
Un besito guapa y feliz lunes!!!!!!!
Jaja Marigem. vaya trastaditas eeeh..
ResponderEliminarUn abrazo
Jajajaja, es que todos tenemos un pasado Suni...
EliminarFeliz lunes!!!!!
¡Buenos días, Gema! comparto tu indignación con lo del maltrato a lo animales, pero mejor quedarme con tu ocurrencia a aquella señora, lo de "¿dónde estuvo tu hombre anoche? jajaja
ResponderEliminar¡Besitos!
Hola!!!! Lo del maltrato, uffff, ni lo comento.
EliminarLo de la señora fue terrible, mi madre y mi abuela quedaron pálidas, recuerdo como mi madre me apretaba la mano y la cara de la señora, qué vergüenza, si mis hijos llegan a hacerme algo así a mí me da un mal,jajajaja.
Besos.
Hola Marigem!!
ResponderEliminarMe ha encantado la anécdota de "dónde ha dormido tu hombre" porque refleja la inocencia infantil, qué bonita así como la conciencia de adulto.
La de meter la "cabeza por el agujero", doy por hecho que hay un antes y un después, vaya angustia!! Por cierto, espero que mis hijas no me hagan lo de la ventana porque yo también les tengo "pánico" y del susto me quedo en el sitio!!
Gracias por la sonrisa mañanera, un abrazo!!
Hola!!!!
EliminarAyyyyy la del hombre fue terrible, yo solo quería saber y mi madre y mi abuela quedaron como las cotillas del barrio,jajajaja.
La del agujero me sigue dando escalofríos, recuerdo claramente el miedo que sentí y aún hoy me pregunto como pude meter la cabeza en un sitio tan pequeño...
Y lo de la ventana fue cruel, mi hermana y yo lo hablamos a veces y nos arrepentimos, éramos muy de dar sustos, especialmente yo, pero eso ya era cruel.
Noooo, seguro que tus hijas son más buenas y no hacen algo así,jajaja.
Besos y muy feliz semana!!!!!
Gracias Marigem, esta bien empezar la semana con una sonrisa y tu me la has sacado. Un beso y felzi semana.
ResponderEliminarGracias a ti por leerme y me alegro mucho.
EliminarMuy muy feliz semana!!!! ;)
Lo de tu hombre no durmió en casa me ha mataoooo, jajjaaaaaaaaaaajaaaaaaaaaaa, qué fuerteeeee!! Me meoooo. Jajajajajaja
ResponderEliminarBesos
Jajajajaja, yo también me río pero mi madre y mi abuela pasaron un bochorno...
EliminarBesos guapa!!!!!!!!!!!!
Ji ji ji.... Estoy muerta de la risa, con tus preguntas indiscretas y con tu cabeza atrapada y tu madre que te iba a llevar lentejas...
ResponderEliminarGracias por hacernos reir un lunes.
Bss
Jajajaj, te juro que me la imaginaba, sé hasta el abrigo y el vestido que usaría para la ocasión,jajaja.
EliminarUn besito y gracias a ti por leerme.
Jajajajajjaja me parto!!! pero lo mejor de todo y con lo que me has dejado muerta es con que antes los niños bebíamos vino jajajajajaj
ResponderEliminarJajajaja, es que es verdad. Ahora somos, y me incluyo, muy paranoicos con los niños y el alcohol, yo a los míos no les dejaba probarlo y a mí algún día me dejaban beber vino con gaseosa, y en la playa cerveza con gaseosa y salí de lo más abstemio.
EliminarUn besito.
Jajajajaja jajajajaja estoy en el zulo llorando de la risa!! Me imagino la cara de la pobre vecina cuando le espetaste dónde estaba su marido!! Y cómo se os ocurrió fingir que os habíais caído por la ventana!! Jajajajaja qué malas!! Un besote Gema y mil gracias por hacer la cadena
ResponderEliminarJajajaj, es que no sabes qué intriga tenía. Estoy segura que anduvo por ahí de pingo, como dice mi suegra pero yo no sabía que pensar, y me mataba la curiosidad.
EliminarLo de las ventanas fue cruel, a día de hoy me da mucha rabia,jajajajaja.
Besos guapa y encantada de hacer la cadena, hablando hoy de ello con mi madre me recordó unas cuantas travesuras más.
Jajajajajajajajajaja me meoooooo, mi miedo tambien era lo bocazas que podia llegar a ser,.,..tragaba saliva antes de hablar y la cagaba, fijo.
ResponderEliminarBesos
Jajajajaj, sé muy bien lo que sentías, lo he vivido.
EliminarBesos guapa.
Lo de hacer creer a vuestra madre que os habíais caído es muy cruel... Jajajaja. Pero me ha encantado lo de los macarrones y el carbón.
ResponderEliminarYo ya dejé el enlace a mis trastadas en el post de Soñadora. Un besote!!!!
Si, lo confieso, es muy cruel.
EliminarAyyy los macarrones parecía que se habían multiplicado,jajajaajaja.
Siiii, ya los leí y te comenté, algunas son buenísimas.
Besos y feliz semana.
jaja Gema me has hecho reír y es muy de agradecer, yo tambien tengo unas cuantas jeje, y las de mi hijo ni te cuento cuando era pequeño jeje, de modo que a lo mejor me animo y las público jeje. un beso y feliz lunes y me alegro mucho que Pablo Puyol se haya molestado en rtwitearte en una causa semejante que hay que parar. TERESA.
ResponderEliminarJajajaja, me alegra mucho haberte divertido.
EliminarAnímate y cuéntales, seguro que nos divertimos mucho.
Pablo Puyol fue muy majo, tuvo muchos retweets y espero que no quede así que no solo mataron cruelmente a animales inocentes, es que les quitaron el pienso y todo lo que había, en pleno invierno, hay que ser malas personas.
Un besito Teresa.
Jajaja, me han encantado todas, pero la de cabeza especialmente porque a mí me pasaba que metía la cabeza entre los barrotes de la barandilla del balcón y luego no había manera de sacarla. Gracias por refrescarnos la memoria. También fuimos niños hace nada.
ResponderEliminarJajajaja, me alegra mucho.
EliminarAyyyy lo de meter la cabeza es terrible, cómo se nos ocurren estas cosas!!!!
Siiii, fuimos niños hace nada. Un besito y gracias a ti por leerme.
yo de pequeño también metía la pata contando cosas que no debía, pero qué niño hay que no haga eso? laurita, la hermana pequeña de esther, cuando iba juanito a casa decía "ezte chico ez tu novio?" y cosas de esas.
ResponderEliminarlas ventanas me dan un vértigo terrible. si alguna vez tengo hijos seré muy pesado con que no las abran ni se arrimen, jeje.
cuando tengo que comer algo que no me gusta, de vez en cuando como pan como tú, para quitar el sabor y calmar un poco... en el colegio una vez escondí una hamburguesa medio cruda entre dos platos y bajo una servilleta de papel, y me pillaron... cuando salíamos del comedor vigilaban que nos lo hubiéramos comido todo. el profesor que me pilló se limitó a decirme, en tono severo, que lo que había hecho estaba muy mal. como me conocía, supo que conmigo eso era suficiente para llevarme un buen sofocón, y no se equivocaba...
besos, marigem!! no creo que fueras traviesa salvo alguna pequeña trastada puntual, tú eres muy buena. ;)
Siiii Laurita era una bocazas pero era taaaan mona,jajajaaj.
EliminarA mí cuando fui madre también empezaron a darme miedo las ventanas y fui pesada con eso, pero de pequeña no lo veía así y la broma fue pesada, mi madre me lo recordaba hoy y decía que no podía ni andar de lo que le temblaban las piernas, yo creo que por eso se cayó.
Y lo de la comida, vaya mala suerte aunque al menos quedó así. Mi hermana y yo nos pasamos una tarde entera castigadas por no comer la piel de una merluza, nos llevaron a la cocina y nos dijeron que no saldríamos hasta que acabásemos el plato, pero cuando llegó la hora de volver a casa nos dejaron marcar, aunque tuvimos que copiar 10 veces los verbos irregulares en inglés, qué cruel.
Un besito y me ha encantado saber un poco más de ti.
Jajaja menos mal que no eras muy traviesa, divinas tu madre y tu abuela por no reñirte por 'bocazas' pero si te digo que yo no se si sería capaz de perdonarte el susto de la ventana.
ResponderEliminarYo recuerdo que cuando salíamos del cole entrábamos en una fábrica que había cerrado no hacia mucho, como había puertas cerradas entrábamos por las ventanas, andando por repisas muy pequeñitas de la pared, ahora lo pienso y fue un milagro que ninguno cayéramos al vacío :-(
Bendita inocencia e una conciencia .
Besines preciosa y no sabes como me has hecho reír
Quise decir inconsciencia, el móvil va por libre jiji y escribe lo que quiere :-)
EliminarJajajaja, ayyyy los móviles.
EliminarSi, mi madre y mi abuela fueron muy buenas porque si me pasa a mí no sé que hago,jejeje.
Lo de la ventana fue cruel, ahora me siento mal y todo.
Antes éramos un poco brutos, y normalmente no pasaba nada, es increíble.
Un besito y me alegra mucho haberte entretenido.
Jajaja como me gusta oír esas anécdotas...
ResponderEliminarLo de la ventana fue muy muy cruel, espero que vivieseis en un primero como mucho porque sino menuda broma macabra...
Los incidentes de las risas me recuerdan a una vez que fuimos a un monasterio de monjas de clausura y nos acercamos atrás y había una monja sentada y parecía una estatua, iba con una amiga y nos entró tal risa que tuvimos que marcharnos. Me acabo de acordar, sino podía haberla puesto en mi cadena de trastadas jejeje
Besos
Jajajaja, pues era un tercero y encima altísimo porque debajo había un negocio de dos plantas, vamos casi un quinto.
EliminarAyyyy las risas, mira ya tienes para una segunda parte, a mí mi madre me ha recordado hoy unas cuantas que podía haber puesto.
Un besito.
jajajajaj què vergüenza, en la inocencia de los niños hay mucha informaciòn que corre el riesgo de ser revelada en los momentos menos oportunos. A m+i me pasò con mi hermanito. Me has hcho reir mucho con este post. Y esa palabra, trastadas, en mi paìs la usamos mucho.
ResponderEliminarJajajaj, si, los niños a veces son loritos,jajaja.
EliminarMe ha gustado mucho saber que usáis la palabra, a veces me da miedo usar términos que en latinoamérica suenen mal o sean molestos.
Un besito.
jajajajjaja buenísimo todo...
ResponderEliminarCon lo de bocazas... a mí también me pasaba un poco... En mi barrio vivía una mujer con acondroplasia (un tipo de enanismo) que tenía bastante mala leche... Pero a mí debía apasionarme ver una mujer de mi alturita pero vestida de mujer, evidentemente... Así que no tenía yo muy clara la historia... Una vez que la tuve cerca.. . dije en voz alta y señalando: "¡¡¡Mira mamá!!! ¡¡Una muñeca!!" Mi madre no sabía dónde meterse...
Mi madre le tiene pánico a las alturas así que nosotros hicimos también una broma por el estilo... pero en un castillo. Nos tiramos desde la muralla. Parecía que caíamos al vacío, pero justo en ese sitio había una terraza que no se veía desde donde estaba mi madre... No le dio un infarto por los pelos... jajaja
Jajajaja, es que lo de bocazas!!!!
EliminarMi hijo con dos años y medio, un día no quería merendar y estábamos en un banco de un parque y al lado estaba una chica también con acondroplasia y me dice, ¿si no meriendo no crezco como ella? Pobrecita, y se levantó para acariciarle la cabeza. Lo hizo con mucho cariño pero la vergüenza que pasé, lo raro es que tengo un allegado con dicha enfermedad y mis hijos lo ven natural pero ese día tenían el día.
Qué cruel lo de tu madre, jajajajaja. Yo creo que se ha vuelto inmune al infarto desde ese día.
Un besito..
Que genial!!lo que me he reido!1besos
ResponderEliminarJajajaj, me alegra mucho.
EliminarBesos.
Me has dejado muerta con la pregunta a la vecina... Seguro que tu madre pasó mucho apuro, y es que ya se sabe que los niños abren la boca sin filtrar jejeje.
ResponderEliminarBesos!
Siiiii, mi madre lo pasó fatal, es que recuerdo a la perfección su cara,jajajaja.
EliminarBesos.
Ay, Gema, me han encantado tus historias, pero esa con tu abuela... jajaja, es buenísima, casi te podía ver danzando alrededor del cubo de carbón, jajaja. A mi también me ponía mi abuela un vasito de vino, pequeñísimo, para comer... ¡¡como me gustaba!! Con eso lograba que me lo comiese casi todo, excepto las lentejas.
ResponderEliminarHa sido una delicia leer esta entrada, me lo he pasado en grande.
Mil besos, Gema
Jajajaj, es que encima danzaba mal por los nervios, era de lo más ridículo.
EliminarEs que las abuelas eran muy fans del vino,jejejeje.
Me alegra mucho que te haya gustado.
Besos.
¿Y eso son trastadas? Debías ser una santa... XD
ResponderEliminarYo creo que me animaré, mi agitada infancia y mi hiperkinesia me proporcionan suficientes excusas para no perder la oportunidad de hacer un post al respecto. Eso sí, era adorable.
Jajajaja, si, son trastadas.
EliminarLa verdad es que era buena pero ayer hablando con mi madre y mi hermana se me ocurrieron unas cuantas bastante peores.
Siiiii, anímate, seguro que nos reímos mucho. ;)
¡Madre mía! Cuanta trastada. La señora si que se quedó a cuadros, eso es seguro.
ResponderEliminarJajajaj, si, eso creo yo, a cuadros.
EliminarBesos.
Aii que risa con lo de tu madre y tu abuela y el cotilleo de la vecina y su hombre jaja menuda cotilla estabas echa jaja.
ResponderEliminarLa cabeza entre los hierros jaja madre mía que trasti estabas echa jaja bueno como todos los niños,los niños tienen una extraña fijacion con los barrotes jaja.
Lo de la ventana muy mal como para que le hubiese dado algo a tu madre.
Lo de los macarrones yo lo hacia en el colegio en el comedor escondiamos los macarrones porque estaban muy malos jaja.
Acabo de descubrir tu bñog,te sigo,te espero en el mío. Que tengas buena semana
Jajajajaj, la verdad es que más que cotilla era una intriga...
EliminarLo de los hierros debe ser algo común, si,jejejeje.
Siiii, lo de la ventana fue cruel.
Y lo de los macarrones horribles debe ser un mal extendido.
Unbesito y ya me he pasado a leerte.
Buen inicio de semana Gema. También vi lo del refugio de animales, aún sigo sin encontrar las palabras para definir tal crueldad.
ResponderEliminarEn cuanto a las trastadas, me has hecho reír a gusto y acordarme de alguna de las mías, la primera es buenísima, ya me imagino la cara de sorpresa de la vecina jajaja. Si en la infancia no hacemos esas "trastadas" sería un poco aburrido.
¡Me ha encantado el post! Gracias por compartirlo.
¡Un beso!
Muy buen inicio de semana para ti Mila!!!!!
EliminarLo de los animales es espantoso, desde luego no hay palabras.
Jajajaja, si, la cara de la vecina fue importante pero la de mi madre...indescriptible.
Me alegra mucho que te guste.
Besos.
jajjaja cuando he ido leyendo me ha venido a mi cabeza unas cuantas tratadas de las mías que eran tremendas , si un dia puedo las cuento. Un abrazo
ResponderEliminarJajajaj, siiii, cuéntalas que nos reiremos mucho. Besos.
EliminarJejeje, yo con la comida lo pasaba fatal, nunca me han gustado las alubias y liaba cada...
ResponderEliminarUn beso.
Jajajaj, es que la comida llega a hacer sufrir mucho.
EliminarBesitos.
Jajaja qué bueno, por Dior!!!
ResponderEliminarLo del refugio... es que no pienso en otra cosa...
Besos
Jajajaj, me alegra que te guste.
EliminarLo del refugio ha sido de una crueldad extrema, me indigna muchísimo.
Besos guapa.
Ay Marigem, lo que me he tenido que reir!! jajajaja. ¿Y tú dices que eras sosa? pues a mi no me lo ha parecido, más bien todo lo contrario, un torbellino de ocurrencias y travesuras secundadas por tu hermana.
ResponderEliminarLo de preguntarle a la vecina por el marido me ha hecho mucha gracias y me ha recordado a mí misma, que también estaba siempre metiéndome en todo sin entender nada jajajaja.
Un besito y gracias por las risas!!
Jajajajaja, me alegra mucho que te haya gustado.
EliminarLo de la vecina...mi pobre madre pasó una vergüenza espantosa.
Un besito y gracias a ti por comentar.
¡Lo que me he podido reír con tus trastadas infantiles! Marigem ¡eres la repera! Bueno intentaré serenarme después del "atracón" de risa que me ha dado al terminar de leerlo, porque la última de todas para ha sido fabulosa, con los macarrones de tu querida abuela, el cubo de la basura, el carbón y tú resbalándote después de esa demostración de baile regional, embadurnándote el traje con el que tuviste que presentarte en clase ¡qué desastre, por dios! ja,ja,ja,ja,ja
ResponderEliminarMuchos besitos
Hola Estrella!!!!
EliminarJajajaja, me alegra mucho que te guste.
La verdad es que ahora me río pero recuerdo que cuando sentí venir a mi abuela y sabía que no me daba tiempo a llegar a la mesa lo pasé fatal, y solo se me ocurrió bailar como una loca, y claro, acabé enredándome y tuve que ir a clase con restos de carbón y tomate,jajaja.
Un besito.
Está claro que no eras trasto, pero tienes un montón de anécdotas.
ResponderEliminarRecordar todas esas cosas con el paso del tiempo, resulta muy agradable y lo que en su día viviste como una tragedia, ahora te da la risa.
Besos
Hola Curra!!!!Si, tengo bastantes, y mi madre y mi hermana me estuvieron recirdando algunas más.
EliminarLa verdad es que ahora al recordarlas nos reímos y nos damos cuenta de lo inocentes y trágicos que son los niños.
Un besito.