jueves, 31 de mayo de 2018

Jueves Reflexivo


Escenas de un domingo por la tarde

Hola a todos y bienvenidos. ¿Qué tal va la semana? Espero que genial.
Hace mucho que no escribo mis post improvisados y se me hace raro estar sentada delante del ordenador tan temprano y sin tener idea sobre lo que voy a escribir, así que tomando un sorbito de café cojo fuerzas y empezamos.

A veces, cuando alguien destaca en su trabajo y éste es lo suficientemente divulgado la gente suele reconocer su mérito; todos conocemos un doctor que es una eminencia en tal dolencia, un escritor que escribe obras de arte, un director cuya peli es un éxito antes de estrenarse o una academia donde nos ayudan a conseguir el aprobado más imposible, y me encanta que así sea, pero a veces creo que hay otros trabajos en los que apenas reparamos y cuando uno de esos trabajadores es especial no nos damos ni cuenta.

Y esto lo digo por la cartera que reparte en mi zona. Es una persona con una amabilidad y un trato estupendo, pero no se queda ahí. Muchas veces, si coincidimos por la calle y sabe que tiene algo que requiere mi firma para ser recogido me pregunta, estemos en la zona que estemos, si lo quiero recoger ahí por si no he vuelto a casa cuando ella pase y así me evita ir a correos, y por supuesto se sabe mis datos de memoria.

Estos últimos meses he tenido muchos trámites y he pasado la mayoría de las mañanas fuera de casa, que es cuando se reparte el correo en mi zona. Además estaba a la espera de muchas cartas certificadas importantes y de esas que hay que recibir pronto. Pues ella, bastantes veces, cuando ya se iba de retirada una vez terminado su reparto, si yo no había estado en casa cuando ella había ido pasaba por mi casa para ver si había vuelto y entregarme esas cartas que eran urgentes, y lo hacía desviándose de su camino y saliendo más tarde de trabajar.

La verdad es que no sé como darle las gracias pues algunas veces poder entregar un papel un viernes porque a las dos de la tarde del jueves ella me lo dio, por ejemplo, en vez de ir el lunes a correos para poder entregarlo ese lunes o ya el martes, supuso la diferencia de muchos días en otros pasos de los trámites.

Esta última semana ha estado de vacaciones(merecidísimas) y la hemos echado mucho de menos. Estos días hemos tenido otros carteros muy amables pero ninguno volvió por casa si yo no estaba, me dejaba la notificación y además me he dado cuenta de que ninguno parece tan feliz como mi cartera de siempre, es de esas personas que desprende alegría, y aunque seguramente no está reconocida en su trabajo, espero que la vida le devuelva lo que da.

rosa
Las flores siempre son bonitas pero estas rosas de la finca cuando llueve son preciosas.


Y por otro lado estos días me ha dado por pensar en lo mucho que se repiten las escenas aunque pasen los años.

En este caso me refiero a la última hora de los domingos de primavera y verano. Cuando era pequeña los domingos los pasaba de diversas maneras; o comiendo con mis padres, tíos y tíos abuelos en la finca familiar, o en la playa con mis padres o también con mis padres, abuelos y tíos abuelos realizando excursiones por Asturias. Pero fuese cual fuese el plan, al volver a casa siempre contemplaba las mismas escenas; una de ellas consistía en ver coches aparcados en doble fila o en la carretera, se notaba que paraban solo un momento, y de estos coches bajaba alguna madre con hijos que se veía que venían de pasar el día en la playa. Rápidamente abrían el maletero y entre todos cogían las cestas y neveras que habían contenido la comida y la bebida, las bolsas con toallas y bañadores de repuesto y en el coche quedaban los juguetes de playa, las tumbonas y la mesa de camping. Luego el coche arrancaba con el padre, que seguramente se iba a aparcar por la zona o a meter el coche en el garaje.
Y lo curioso es que cuando nosotros íbamos a la playa representábamos exactamente la misma escena, mi madre cogía la nevera y la cesta de la comida y mi hermana y yo las bolsas con toallas y ropa.

Otra escena muy típica es ver a la gente que viene de sus fincas o su pueblo. De nuevo se ponen en doble fila o montan el coche en la acera y en esta ocasión salen con bolsas de verduras de temporada, a veces lechugas y tomates, otras judías verdes...lo que toque. Generalmente llevan un ramo de flores que han recolectado por allí, y van todos vestidos ropa de verano y a veces algunas señoras encima llevan una batita de tela de colores de las que usan aquí en el campo.

En mi infancia cuando volvíamos de la finca traíamos también verduras y frutas de temporada; cerezas y ciruelas en verano, manzanas, nueces y avellanas en invierno y fresas en primavera, además de limones todo el año. Y siempre siempre mi madre llevaba un ramo de flores, podía ser de hortensias, clavel del poeta, margaritas enormes o rosas, que ya habéis visto en instagram lo bonitas que las tenemos. Mi padre aparcaba un momento delante de casa y mi madre cogía lo que pesaba, mi hermana lo que menos pesaba  y yo las flores, porque me encantaban.

Y luego están los que vienen de excursión, estos vienen más arreglados y si acaso traen un ramo de flores silvestres, o algo comprado en un mercadillo de domingo, pero generalmente van todos juntos al garaje porque no hay que llevar peso. Y en mi caso era exactamente así, es más, a veces parábamos a tomar algo en una terraza cerca de casa para tener el día completo.

Hace un par de domingos me fui a pasar la tarde a la finca y al volver vi justo varias escenas de las que os acabo de describir. No una ni dos, creo que vi tres o cuatro a lo largo de la ciudad.

Los coches que aparcaban unos instantes encima de la acera, en doble fila o en la carretera no eran Dos Caballos, ni un Renault 5 ni un Seat 124(como el mío), eran modernos, como el que yo tengo ahora, grandes y aerodinámicos, pero la escena era la misma.

La gente que venía de la playa en vez de llevar neveras con estampados imposibles sacaba del maletero neveras rojas o azules como las que tengo yo, pero eran neveras al fin y al cabo. Y las mochilas de las toallas no eran como las bolsas que llevaba mi madre, pero también contenían toallas, las sombrillas tenían un estampado bastante más discreto que las de mis años y los flotadores se han convertido en bodyboards, pero salvando esos pequeños detalles la escena es exactamente igual, los niños cogiendo las cosas que pesan poco, la madre bajando deprisa del coche y saludando al padre que va a aparcar...un domingo cualquiera con olor a verano y las familias que regresan con energías renovadas para empezar la semana.

También vi escenas de gente volviendo del pueblo o la finca; de nuevo cambiamos los coches ochenteros por coches actuales, pero seguimos viendo a la gente con bolsas de verduras de temporada, y además apenas vi las odiosas bolsas de plástico que hasta hace nada nos invadían, estas eran bolsas de tela o reutilizables. Y las mamás llevaban sus ramitos de flores y algunas señoras llevaban batas. Una de esas escenas la vi mientras en la radio ponían la canción Yo no te pido la luna y por un momento creí estar en un domingo de verano de los ochenta.

Y claro, las familias que vuelven de excursión no regresan cargados hasta los topes y pueden volver a casa paseando tranquilamente, y algunas seguramente se paran a tomar algo en una sidrería.

Y estas escenas que vi desde el coche, con los rayos de sol oblicuos de tan bajos como estaban en ese momento me hicieron recordar la poesía de Bécquer de Volverán las oscuras golondrinas porque él tenía razón, tal vez vivamos la misma escena otra vez pero en realidad no va a ser la misma, va a ser otra, otra parecida, casi igual, pero otra. Y en este caso, en vez de comparar lo que nos han querido comparamos los momentos, las compañías...diría que aunque pasen los años todo vuelve, distinto, diferente, no sé si mejor o peor, pero vuelve y me alegra poder vivirlo de nuevo, recordando a veces el pasado, si, pero sobretodo avanzando y disfrutando del presente.

rosas
Y cuando hace sol también son maravillosas.

Madre mía tenía mono de esta sección y creo que me he pasado un poco, os habréis muerto de aburrimiento. Mil gracias por leerme, intentaré ir respondiendo comentarios y visitando vuestros blogs y nos vemos el sábado en el repaso semanal.


¡Hasta el sábado!

35 comentarios:

  1. Esa cartera es una "persona bombilla". Es un concepto que aprendí en un vídeo de Victor Kuppers, si no lo conoces, búscalo en Youtube que te va a gustar.
    Besitos.

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    1. Hola. Pues esta noche lo busco, qué curiosidad.
      Besos.

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  2. Qué gusto de cartera. Me apunto el concepto de Gadi, lo buscaré.
    Besos!

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    1. La cartera es maravillosa y yo también buscaré el concepto de Gadi.
      Besos.

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  3. De aburrimiento nada. Me ha resultado una entrada muy entrañable.
    Entre los trabajos que te ayudan a hacer fácil lo difícil destacaría el de esa universidad en la que obtienes el título de un máster sin hacerlo.
    Gente como esa cartera es admirable. Es triste que otros compañeros ganen exactamente lo mismo limitándose a cumplir o ni siquiera eso. La compensación es la satisfacción del deber cumplido con creces, el agradecimiento de aquellos afortunados a los que estás prestando un servicio y que alguien como tú los recuerde en su blog. Me gustaría que esa cartera pudiera leer lo que has escrito de ella. Seguro que le haría mucha ilusión.
    Un abrazo.

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    1. Hola.
      No me hables de máster que mi hijo(con matrícula de honor en la carrera) está sudando lo suyo con el máster pero claro, como dice él como su apellido no empieza por C no nos lo regalan.
      Mi cartera es lo más, pero no me atrevo a enseñarle esto aunque sí que le digo lo encantados que estamos con ella porque de verdad que es genial.
      Un abrazo.

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  4. A esa cartera habría que otorgarle la medalla del trabajo. Hoy en día pocos son los trabajadores que se tomen su trabajo tan a pecho y, sobre todo, excediéndose de lo estrictamente necesario u obligatorio. Lo que debería ser normal se ha convertido en algo extraordinario.
    En cuanto a las costumbres e imágenes repetitivas al regreso de un fin de semana fuera de casa, la verdad es que, por muchos años que hayan pasado, la gente somos animales de costumbres, jeje. De todos modos, donde yo vivo no se ve ese comportamiento. No sé por qué será pero lo que demuestra que es domingo por la tarde es la quietud y el escaso movimiento de gente por las calles.
    Un abrazo.

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    1. Hola.
      Totalmente de acuerdo, se merece la medalla del trabajo.
      Respecto a los domingos, es curioso porque donde vivo ahora no tiene nada que ver con la zona donde vivía de pequeña, en cambio las escenas son las mismas, hay más cosas claro, pero en verano podríamos hacer esos tres grupos y añadir los de la gente se ha quedado por la zona dando un paseo. Supongo que tú vives en un sito más grande o más en plan "ciudad dormitorio" o que tenéis el garaje en el edificio y por eso no se ven estas escenas, es que por aquí los garajes en el mismo edificio solo están en edificios de construcción relativamente reciente.
      Un abrazo.

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  5. Lo de la cartera es estupendo que se porte así de bien porque realmente no tiene porque hacerlo ni entra dentro de lo que es su trabajo, ¡toda una suerte!, aunque yo soy partidaria de que las personas no se excedan en su trabajo de lo que corresponde, sé que a ti con ese gesto te hace un favor pero realmente no le corresponde hacerlo y quizá en cierta medida perfudica a sus compañeros que no lo hacen porque realmente no tienen obligación de hacerlo; no porque sean ni peores personas ni peores trabajadores. Pero cuando se está en el mundo laboral y mas cuando trabajas para otros, no tienes porque hacer cosas que no te corresponden, ni hacer más horas de las que debes a no ser que te las paguen, otra cosa es que sea tu propio negocio, en fin, que veo muy loable lo de la cartera por lo que significa para tí pero tengo mis dudas que me parezca realmente bien por lo que pueda perjudicar a otros compañeros que quizá no quieran hacerlo y están en su derecho o simplemente no puedan porque ellos también tienen obligaciones fuera del ámbito laboral. Ya que siempre he pensado que se trabaja para vivir no se vive para trabajar.

    Besos y buen fin de semana

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    1. Hola.
      Obviamente la cartera no tiene por qué hacerlo, pero yo lo valoro mucho porque se nota que lo hace de corazón, no por perjudicar a sus compañeros.
      Normalmente me da igual que me dejen la notificación, me acerco a corros en un momento y arreglado pero llevo tres meses complicados y esos pequeños detalles me han ayudado.
      Besos.

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  6. Me encanta la gente alere que trabaja con pasión, esa buena actitud hace que los demás lo agradezcan y una misma también siente los beneficios, de poder disfrutar de lo que se hace. Uno de lls carteros de mi zona también hace eso y me parece genial es un buen gesto. Ser cartero no está tan reconocido el esfuerzo que se hace pero lo importante es quedar bien con la gente y sentirte satisfecho de cómo haces las cosas. También pueden surgir hasta amistades que es muy bonito. Un abrazo, me alegro de volver a leerte :)

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    1. Hola.
      Claro, se agradece muchísimo que tengan ese gesto, y en casos como el mío recientemente facilitan la vida.
      Un abrazo y yo también me alegro de tenerte por aquí.

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  7. Mira dile a tu cartera que se pase por San Vicente y a ver si pone las pilas a los de aquí

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  8. Hola Gemma,
    Qué bien leerte de nuevo y encima con una entrada tan positiva.
    Tener un trabajo que guste y uno se sienta realizado es el todo, se nota que tu cartera se siente feliz y completa. A parte, si se empieza el día con una sonrisa estoy segura que otro la recoge y reparte de nuevo.
    Del final qué te digo, la nostalgia del pasado siempre será la luz de nuestro presente.
    Un beso grande.

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    1. ¡Hola! Qué bien tenerte por aquí y totalmente de acuerdo con todo.
      Besos.

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  9. Yo oigo a todas horas quejarse a la gente de los carteros, pero yo también estoy encantada con la mía. Cuando tiene que entregarme un paquete como sabe que aunque teletrabajo hay días que tengo reuniones en la oficina y me llama antes para saber si voy a estar y sino traérmelo otro día. Es un encanto.

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  10. antes teníamos una cartera maja, aunque si la veías por la calle le costaba un poco saludar. igual es porque veía a mucha gente, y al verte fuera del entorno habitual no caía. ahora tenemos uno majo también, y con el pelo como el mío: con canas y entradas pero sin ser calvo. :P mis padres le regalaron una botella de vino.
    yo noto que la vida es cíclica y se repite con los niños. cuando juegan entre ellos, dicen las mismas cosas que decíamos en nuestra época. y mis alumnos me cuentan anécdotas del colegio que también hemos vivido: "hoy el profesor se ha enfadado porque un niño ha dicho una tontería y todos se han reído"... cosas de esas.
    besos!!

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    1. ¡Hola!
      Ay qué majos tus padres, yo también he pensado en regalarle algo porque me ha evitado tiempos de espera en cosas urgentes.
      Las historias del cole siempre se repiten y mola.
      Besos y feliz jueves.

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  11. Lo que te pasa a ti con la cartera me pasa a mí con la señora que viene a tomar la lectura del gas. ¡Qué mujer más sonriente y más simpática! Nunca está de mal humor y la verdad es que te alegra el día sin proponérselo.
    Ayyyy, las escenas costumbristas... hay cosas cuya esencia nunca cambia. Besotes!!!

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    1. Hola.
      Qué maravilla. A mí me ha dicho mi vecina que ayer estuvo el revisor del gas y yo no estaba,pues no me dejó ni un aviso ni nada, ainnnns, menos mal que me lo han dicho y puedo llamar yleer yo el contador.
      Besos.

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  12. En León todavía lo veo alguna vez, pero cada vez menos. Esos anocheceres de verano, generalmente en domingo, la gente con ramos de rosas que son de jardín, no de floristería, y siempre pienso que vienen de pasar el día en la casa del pueblo, propia o de amigos o familiares. Son escenas para la nostalgia.
    Muy buena tu vuelta a la reflexión de los jueves.
    Un beso.

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    1. Adoro esas escenas, las rosas que no son de floristería son muy delatoras, siempre recuerdo a mi madre eliminando las espinas, ainnnns.
      Un beso Rosa.

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  13. De pesado nada me ha encantado tú blog y por dos razones. La primera me has hecho recordar los veranos cuando volvíamos de pasar el mes de agosto en la finca de mis abuelos con esa imagen de cargar todo en el coche para la vuelta a casa y con frutas y verduras de la huerta, y huevos y hasta algún conejo y pollo, de modo que me has hecho sentir nostalgia con tú post. Por eso me gustan porque son vida y refleja muy bien los sentimientos.
    Con respecto a la segunda razón, la cartera, desde luego cuídala porque encontrar a una profesional como esa es alguien que hoy día no se encuentra con facilidad y esas clase de personas tan profesionales y que se toman tan en serio su trabajo merece la pena cuidarla sin duda.
    Me alegra volver a leerte en estos jueves reflexivos que no te negaré que echaba de menos.
    Besos

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    1. Muchísimas gracias, qué ilusión que te guste. Lo de la finca de tus abuelos es similar a cuando yo iba a la de los míos, nosotros casi nunca dormíamos allí porque está a 20 minutos de casa, íbamos a pasar el día pero esa vuelta cargados...ainnnns.
      Muchas gracias por tus palabras y por echarme de menos.
      Un abrazo.

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  14. Qué bonito Gema y es en ese reconocimiento de la cartera que demuestras tu sensibilidad y generosidad, es fácil el reconocimiento de sabios pero de esos que hacen del día a día más fácil con una sonrisa, de esos es fácil olvidarse y por eso aún es más bonita tu entrada porque sí, esas personas hacen la vida más fácil y nos dan sonrisas y eso es precioso.
    Y entrañables esos recuerdos, qué preciosos.
    Besos guapísima

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    1. Muchísimas gracias Conxita, yo creo que todos deberíamos valorar a la cartera y a más personas qu enos hacen la vida más fácil aunque a veces no nos demos ni cuenta.
      Besos y feliz viernes.

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  15. Jo, una persona sin duda entrañable, de esas a las que parece que la felicidad no les cabe dentro. ¿Y qué decir de esas estampas que se repiten año a año? Como dices, solo cambia los superfluo, la moda, los cacharros eléctricos, el coche... pero lo esencial se mantiene. Un fuerte abrazo!

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    1. Totalmente, creo que entrañable es la mejor definición.
      Esas estampas molan tanto...
      Un abrazo David.

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  16. Da gusto encotrarse en la vida con gente como tu cartera, que desprenden esa energía tan positiva, esa alegría, me encanta la gente así, porque amargaditos hay por un tubo , así que tu cartera es una joya
    Un beso guapaaa

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    1. ¡Hola!
      Siiiii, es maravillosa, yo me centro en esa gente, los amargados, pues lo mínimo.
      Besos guapa.

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  17. Yo no puedo quejarme de mi cartero pero la verdad es que la tuya es un primor. De todas formas en los trabajos simepre hay gente que cumple y otros se escatean todo lo que pueden. Un beso y feliz finde.

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    1. Tienes razón, hay de todo en todas partes, jejejeje.
      Besos.

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  18. Un ole por tu cartera, una gran profesional que os hace la vida más fácil.
    Si vivieses en mi calle nos verías a nosotros sacando las cosas del coche los domingos después de volver de la cabaña, ahora con el bebé se ha complicado la logística.
    Besos

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