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lunes, 15 de agosto de 2011

Ideas para regalar a preadolescentes, una edad difícil.

Ideas de regalo para preadolescentes.



Hola, ¿cómo estáis? Como siempre os digo, supongo que muy bien y disfrutando lo poco que ya nos queda de veranito. Y a pesar de lo loco que está el tiempo seguro que estamos todas intentando pasarlo lo mejor posible.
    Y aprovechando uno de esos momentos en que estoy en casa, me decido a contaros alguna cosita más sobre regalos. Hace poco alguna me decíais que sería interesante que pusiera fotos y el paso a paso, y desde luego, nada me gustaría más, pero las cosas que os explico ahora ya las hice algo de tiempo y en su momento no se me ocurrió sacar fotos porque por mi cabeza ni siquiera había pasado la idea de crear un blog, pero os prometo que las cosas nuevas que vaya haciendo serán fotografiadas y explicadas.
   Bueno, hoy quería hablaros de regalos para adolescentes o más bien preadolescentes. En la primera entrada que tengo sobre regalos presentados en cestas ya había abordado este tema, pero creo que nunca es suficiente. Por propia experiencia os digo que esa es la etapa más difícil para regalar, y sobre todo si no contamos con un gran presupuesto. Yo creo que lo principal que debemos tener en cuanta son los gustos del chico o chica que va a recibir el regalo, eso es fundamental, y lo siguiente es evitar lo que yo llamo ”temas escabrosos”. A lo mejor a una madre le parece bien que su hija de 12 o 13 años se maquille, pero yo creo que no debemos ser nosotros quienes le regalemos maquillaje, incluso aunque veamos que esa niña se maquilla con asiduidad, yo creo que es un regalo inapropiado. Y lo mismo podríamos decir de regalar cierto tipo de ropa. Por mucho que sea el estilo de la niña, dejemos que sean sus padres quienes les compren ropa de “mayores”, y optemos nosotros por un regalo más neutro. Por eso, creo que la vez que preparé la cesta de baño, acerté bastante, porque no es un regalo demasiado infantil pero tampoco es de mayores.
    No sé porqué, nuestros hijos muchas veces temen dar regalos infantiles a sus amigos, así que creo que es importante que les hagamos ver que hay una serie de cosas que no tienen edad, y debemos explicarles que pueden hacerlo tanto pequeños como mayores, y no por ello es un regalo de peques.
    Hace ya algo de tiempo mi hija fue invitada a un cumpleaños de una niña de trece años. Yo no quería regalar otra cesta de baño porque esta niña era amiga de la que había recibido la famosa cesta y no quería dar un regalo repetido, y tenía claro que nada de maquillajes ni ropa que pudieran desaprobar los padres. Y como siempre, tenía un presupuesto reducido, y además, el cumpleaños consistía en una merienda sencilla en casa por tanto tampoco era necesario llevar un regalo carísimo, aunque si que queríamos que fuera algo especial y personal.
   Hablando con mi hija de los gustos de la niña, llegamos a la conclusión de que era una niña muy golosa, así que por ahí podíamos encaminar el regalo. Después de asegurarnos de que no era diabética ni estaba haciendo ninguna dieta, empezamos a planear una caja de chocolates. Y lo primero era precisamente eso, buscar una caja, y la encontramos en unos chinos. Había muchos modelos, pero optamos por uno con el fondo verde y lleno de florecitas de colores. En casa teníamos papel de seda verde, y forramos así el fondo.
   En una tienda de esas donde venden chuches al peso compramos bastantes bombones de esos con forma de mariquita, unos after eight de chocolate relleno de menta y algunas flores de las que se ponen en las tartas. Y en el Lidl, compramos una tableta de chocolate relleno de fresa, otra de chocolate con almendras, una de chocolate blanco, otra de chocolate relleno de naranja, una bolsa de monedas de chocolate y como era época de Bollo en Semana Santa, encontré unas figuritas envueltas en papel que formaban mariposas y flores, venían todas en una red y eran realmente baratas.
   Encantadas de la vida nos fuimos a casa y pusimos las tabletas por el fondo de la caja, sobre el papel y formando una base, y luego repartimos las mariquitas, las flores, las mariposas y las flores de las tartas, y quedó precioso, como muy primaveral. Y en una esquina puse un cofre de plástico que tenía sin abrir que me había entrado en un sobre sorpresa de un mercadillo y metí las monedas como si fueran un tesoro. Y como nos gustó tanto, decidimos dejarla abierta, pusimos la tapa en la base y lo cerramos todo con papel celofán de dibujos de mariquitas que me había sobrado de otra ocasión, y lo cerramos con un lazo verde como el fondo de la caja.
  Este regalo me había costado unos siete euros, lo cual estaba genial porque cualquier cosa en una tienda ya costaba más. El truco estaba en coger una caja que no fuese demasiado grande porque cuesta más barata y se necesita menos para rellenarla, y además no tuve que comprar papel y lazo porque siempre guardo todo el que me sobra, aunque sea un recorte porque siempre nos puede servir.
    Algunos días después me encontré a la madre de la niña del cumpleaños, y me hizo mucha gracia porque vino a hablar conmigo en el súper y me dijo;- Vaya acierto de regalo le disteis, porque,¿te puedes creer que nos juntamos con un montón de maquillaje? Y además, mi niña no se pinta, pero cuando empiece quiero que use gloss y cosas suaves, y no me habría importado que le regalasen algo así, o unas sombras en rosa, pero no, sus amigas le regalaron bases fluidas y polvos compactos.¿Cuándo va a usar eso? Voy a acabar usándolo yo. Lo vuestro fue ideal, disfrutó comiendo y ahora dice que quiere la caja para guardar fotos del grupo ese que tanto le gusta.
  Bueno, la conversación fue más o menos así, no me acuerdo de las palabras exactas, pero me imagino que las amigas le llevarían a la niña productos de maquillaje que con 12 o 13 años no se necesitan, y que apenas saben usar. Creo que la idea del chocolate fue buena, porque no solo le gustó a la niña, los padres también quedaron satisfechos.
   Para una chica también podemos hacer juegos de escritorio, como ya os dije una vez.    
   Hace también algo de tiempo tuvimos un cumpleaños de una niña que era muy difícil de regalar. Tenía un problema en la piel y no podía usar productos que no fuesen de farmacia así que el juego de baño quedaba descartado, el conjunto de pijama que le había preparado a mi sobrina se me iba de presupuesto así que tampoco servía, y esa niña odiaba el dulce, por tanto fuera chocolate. Y fijándome un día vi que no tenía agujero para los pendientes ni llevaba nunca complementos, así que no podía arriesgarme a cogerle pendientes o colgantes. Y preguntando a mi hija supe que le gustaba llevar a clase cosas bonitas, así que decidí preparar un conjunto de escritorio. A lo largo de los años preparé muchos, siempre dependiendo del dinero y de los gustos, pero este fue muy difícil porque a la niña no le gustaba ningún grupo musical para comprar cosas relacionadas, ni ninguna serie, nada. Lo único que supe es que le gustaban mucho los animales, así que decidí hacerlo así, pero claro, con animales tenía miedo de que me quedase infantil.
    Después de ir a un montón de sitios encontré una caja que tenía un estampado blanco y negro imitando a una vaca, y me pareció que ese estampado no era infantil pues muchas chicas llevaban cosas así. Con la caja en la mano fui a una librería de la que soy clienta desde hace muchos años porque tienen muchas cosas a muy buen precio, no se cuelan en nada y tienen cosas muy originales. Y nada más entrar vi un Boli y una pluma con un estampado como el de la caja. Al preguntar el precio  el Boli me pareció muy barato, aunque la pluma no tanto, así que seguí mirando a ver que había. Y vi una agenda con unas vacas en la portada muy chulas y nada infantiles, y tenían una libreta pequeña haciendo juego. Y rebuscando encontré una carpeta de cartón con estampado blanco y negro. Como todo era bastante barato me llevé también la pluma, y en unos chinos compré un peluche de esos de 60 céntimos en forma de vaca. Esta vez también presenté la caja abierta, sobre todo porque no me cabía la carpeta, Y puse  sobre un papel de seda negro, que saqué de una caja de zapatos, la carpeta medio de pie, y delante la libreta y la agenda. A un lado el Boli y la pluma, que los había atado con un lazo estrechito negro que tenía en casa, y al lado el peluche. Luego lo envolví con celofán transparente porque no tenía ninguno que me pegase, y le puse un lazo negro que tenía guardado. Y debo decir que quedó un conjunto de escritorio muy bonito. Y también fue un acierto porque aunque la mayoría de las invitadas acertaron con los regalos muchas se equivocaron, por ejemplo una niña le llevó unos pendientes preciosos, que gustaron a todos pero que nunca se puso, y otras le llevaron entre todas una tarta de gominotas que se acabó repartiendo entre los invitados. Por eso creo que es importante tener en cuenta el gusto de la persona, porque el regalo más bonito para nosotros a lo mejor a otra persona no le gusta nada.
   En otra ocasión también quise regalar un juego de escritorio, pero no sabía muy bien que meter porque era para una niña de 15 años, y claro, era más mayor y es más difícil. Y en esa misma librería lo encontré todo. Después de revolver por las muchas estanterías que tienen encontré una agenda con unos dibujos de Nueva York, y yo sabía que a la chica esa ciudad le encantaba, y tenían también un diario y un papel de cartas con sus sobres haciendo juego. Las tres cosas costaban cuatro euros, así que no dudé. No tenían un boli a juego, así que cogí uno del color predominante, y me fui a buscar una caja que quedase bien. Eso si que me costó trabajo, me recorrí toda la ciudad y al final, en una tienda me dijeron que podían traerme una que tenía dibujos de Nueva York, pero era un poco pequeña. A mí no me importó porque lo que tenía que meter era todo bastante pequeño, así que  la encargué, y allí mismo cogí un peluche muy pequeño en el que se podía escribir lo que se quisiera, y nosotros pusimos Paula(nombre de la cumpleañera) loves New York. Y en casa metí el papel de cartas el fondo, el diario y la agenda encima, el Boli sobre ello y el peluche echado al lado, y esta vez entregamos la caja cerrada con un lazo negro encima porque el color predominante era el gris y así quedaba muy bien.
   Estas son solo algunas ideas, en realidad podemos hacer miles de cosas. Yo lo único que digo es que debemos tener cuidado pues es una edad complicada y a muchos padres no les gustan ciertas cosas, y también es cierto, y hablo porque lo he visto, que algunos adolescentes son muy susceptibles y si les regalas un peluche o un juego de mesa creen que los vemos pequeños, y para ellos es importante y sufren, por eso es importante meterse un poco en la piel del niño o joven para acertar. Yo misma, una vez regalé un juego de hacer papiroflexia a una chica de 15 años porque sabía que le gustaba mucho y coleccionaba ese tipo de cosas, pero a otras chicas ni se me ocurriría porque dirían que eso es de niños pequeños.
    La idea de la caja de chocolates se puede cambiar un poco, como ya os decía el otro día podéis meter en una hucha caramelos o bombones, y podéis buscar la hucha del equipo de fútbol que le guste o de algún grupo musical o serie de moda. Y un consejín que yo siempre sigo es mirar en casa antes de salir qué papel de regalo tenemos, que lazos, porque es bueno que intentemos buscarlo de esos colores para evitar gastar más. Si gastamos un presupuesto escaso en el envoltorio, el regalo puede quedar muy escaso.
   Y otra cosa que yo hago es salir de casa con el dinero justo. Si dispongo de 6€, por ejemplo, solo llevo esa cantidad y si tengo que hacer más compras voy en otro momento porque sino acabamos gastando de más. Y también es interesante tener en casa cestas y alguna caja más bien neutra porque nos sacan de más de un apuro.
    Si vosotras tenéis más ideas, os agradecería que me las dierais. Otro día os hablaré de regalos para chicos, que para mí son bastante más difíciles de regalar que las chicas, o al menos es lo que a mí me ha pasado. Y si alguna tenéis ideas os lo agradezco porque en breve voy a tener un cumple de chico y quiero empezar a mirar.
   Bueno, pues os dejo reiterando que os animéis a preparar los regalos personalizados, merece la pena porque ahorras mucho y quedan muy bien. Además no hace falta llenar las cajas o cestas hasta arriba, solo hay que saber colocar las cosas, y el fondo lo cubrimos con papel de seda arrugado, o con pétalos que queda muy bien, o si por ejemplo hacemos un lote de playa, que puede ser meter en una caja con motivos marineros unas chanclas y algo que pillemos de rebaja, puede ser un pareo, un bikini, una toalla o una bolsa de playa, lo que más nos convenga y que pegue con las chanclas, podemos cubrir el fondo de la caja con conchas que nosotros podemos coger, y queda muy muy bien. Y una caja de playa gusta a todos, incluso pueden ser simplemente productos de playa, crema solar y aftersun, con un gorrito mono, por ejemplo, o un neceser plastificado para llevarlos a la playa. Todo es buscar y echar imaginación. Bueno chicas, no os aburro más y os dejo que sigáis con el veranín, que queda ya muy poco. Besossssssssss y seguimos en contacto.

jueves, 11 de agosto de 2011

Detalles baratinos para comuniones y otros eventos


¡Hola a todas! Últimamente escribo algo menos en este blog, pero no creáis que me he olvidado de vosotras, simplemente es que he tenido poco tiempo. Pero me encanta compartir cositas y experiencias así que aquí estoy otra vez, intentando aportar alguna idea. 
Hoy me he acordado de la cantidad de veces que tenemos que dar algún detalle para invitados, ya sea en bautizos, bodas, comuniones e incluso cumpleaños, y aquí es donde podemos nosotros ahorrar, haciendo cosas bonitas e imaginativas, evitando ir a tiendas donde venden detalles preciosos pero que casi siempre se nos salen de presupuesto. Así que os contaré alguna de mis experiencias por si os dan alguna idea, aunque vosotras utilicéis otras cosas, eso ya depende de vuestro gusto.

  Cuando bauticé a mis hijos, hace ya mucho, celebré una sola ceremonia porque son bastante seguidos (se llevan un año)y me pareció la mejor opción, ya que a mí me salía más barato y los invitados no tenían que dar dos regalos ni comprar ropa dos veces. Y por supuesto, fue una celebración muy familiar, pero a pesar de todo éramos bastantes, pues ya he dicho por ahí que tengo muchos sobrinos y muchos cuñados.
  En aquellos días no había tantas cosas como ahora, ni venta por Internet, ni apenas tiendas de chinos y yo, en todos los bautizos a los que había ido vi como las mamás o madrinas entregaban objetos caros con la fecha y el nombre grabado, y en el fondo todos los regalos eran iguales, una cigüeña o algún muñequito así, que costaban un ojo de la cara y no estaban nada personalizados.
    A medida que se acercaba la fecha, yo estaba empezando a desesperarme porque tenía el dinero muy justo y muchos regalitos que entregar, así que me propuse un plan. Cada día, con los niños en su cochecito, mi madre y yo recorreríamos una parte distinta de la ciudad, buscando tiendas baratas que nos proporcionasen lo que yo buscaba. Y después de varios días de caminar sin parar, y de entrar en una tienda y salir desilusionada, descubrimos una tienda de las que entonces se llamaban ”de veinte duros”, que eran el equivalente a los chinos, que liquidaban. Al leer esto vais a pensar que yo solo compro en liquidaciones, pero es que cuando uno tiene que comprar cantidades grandes y tiene poco dinero suelen ser una opción buenísima. Y dentro de la tienda encontré unas figuritas de resina muy bonitas, con  motivos infantiles muy tiernos que además se salían de la típica cigüeña que a mí ya me aburría. La única pega era que no los había todos iguales, así que después de pensar decidí innovar y los cogí todos distintos, y al llevar bastantes, me hicieron un precio estupendo y por lo que me costaba una figurita convencional en cualquier tienda, yo me llevaba cuatro. 
Como me habían salido tan baratos, fui a una librería de esas de toda la vida,de las que realizan también recordatorios de comunión, y me enseñaron unas cajitas de cartón con dibujitos de bautizo que servían para meter detalles, y allí mismo me indicaron que si me llevaba una cantidad grande, les grababan el nombre y la fecha gratis. Así que las encargué, y en cada una metí la figurita que me parecía más apropiada para la persona que la iba a recibir, por ejemplo, a una de mis cuñadas le regalé un gatito en una barquita porque le encanta el mar, a otra un osito en una cuna porque acababa de ser mamá, y así todas, y metí también unos caramelos y las presenté muy bonitas, y lo mejor es que con todo no me costaron ni la mitad de lo que costaba un detalle normal.

En las comuniones de mis hijos, mucho después, me pasó algo parecido. Tenía demasiados detalles que entregar y poco dinero, y además, me había entrado la vena de “igualdad” y también quería dar un detalle a los hombres, porque en todas las comuniones a las que había ido a ellos les daban un puro y a las chicas un detalle, y yo quería ser original. 
Y un día, en el Carrefur, vi unos packs de minibotellas de vino muy baratos. Eran seis botellas, Rioja y de una buena cosecha, y estaba a tres euros el pack porque eran botellas pequeñas y no eran capaces de venderlas, y como solo les quedaban tres packs las liquidaron. Y yo, sin dudar, las cogí. Eran unas botellas preciosas, pequeñitas pero ideales para un detalle, así que preparé unas etiquetas con el nombre del niño y la fecha y se la puse al cuello de las botellas con un lazo rojo, y por unos setenta céntimos ya tenía detalle “masculino”.
     
Al ser una ocasión tan especial quería dar un buen detalle porque además era solo familia directa, eran padres, abuelos, bisabuelos, y esa vez no me salió la vena tacaña que otras veces me acompaña, pero claro, tenía que hacerlo con un presupuesto limitado. 
Y aún me quedaban las chicas, y entonces, un día, en una juguetería que vendía un poco de todo, vi unas cajitas de un material parecido a la resina, con animalitos en relieve en la tapa y eran todas en colores pastel. Eran muy bonitas y baratísimas, así que las compré, y mediante una distribuidora de Avon, compré muestras de perfume y de barra de labios, que me salieron casi regaladas. En la cajita puse, así de un modo un tanto “cásual”, la barrita y el tubito de perfume, un poco inclinados, y al lado, un jaboncito de animalitos, y lo que hice fue poner el mismo animalito que venía en relieve en la tapa de la cajita, por ejemplo, si en la caja había un patito, el jabón también era un patito, lo cual me hizo dar bastantes vueltas para encontrarlos, pero mereció la pena, y una vez preparados los envolví con celofán de dibujitos y con el lazo enganché una etiquetita como las del vino.
 Aún me quedaba dinero para algo más, y en una tienda de chuches vi unas bolsitas de plástico a 10 céntimos, eran estrechitas y cabían algunos bombones, así que allí mismo compré bombones al peso, y en un súper compré una cajita de bombones baratos, y combinando, preparé un paquetito para cada invitada, cerrado con el lazo sobrante de las cajitas.
    Ahora me quedaban los recordatorios con foto, y la verdad es que esos me los pagaba la madrina, pero al ir a buscarlos, la fotógrafa nos comentó que nos cobraba un euro con cincuenta por envolverlos. Pero ese precio no era por todos, no por todos, no, era un euro con cincuenta por cada uno, y cuando nos enseñó uno para que viéramos como quedaban, yo me negué, porque me parecía un abuso hacer a la madrina pagar ese dineral pues eran 25 recordatorios. Fijándome bien en lo que había visto me fui a una librería a por un pliego grande de celofán con dibujitos muy muy menudos en blanco, y en unos chinos que había enfrente compré un rollo de lazo blanco y un manojo de margaritas artificiales que me habían costado sesenta céntimos. En casa mi hija escribió una dedicatoria en cada recordatorio, personalizada según para quien fuera, abuelas, bisabuela o tías, y yo lo envolví con el celofán, y lo cerré con el lacito blanco, y justo en el nudo enganché una margarita blanca del pomo que había comprado y que fui deshaciendo con unas tijeras. Para mi hijo al año siguiente hice igual, pero los recordatorios eran en blanco roto o crudo así que el celofán y el lazo eran en crudo y la flor era un capullito de rosa en crudo. En el fotógrafo me costaban estos envoltorios más de 37 euros, y yo lo hice por cinco, así que menudo ahorro. 
Y en los detalles de mi hijo, en lugar de las cajitas con las muestras encontré unos costureros que venían en unas cestas en forma de patito y yo les cambié un poco el envoltorio y añadí unos alfileteros, y me quedaron muy bien, y con los bombones  hice lo mismo. Todos los detalles, tanto figuritas como vino, bombones y recordatorios los metí en diferentes cestas forradas con tul, y así, además del comulgante, los hermanos y primos ayudaron a repartir y todos se sintieron importantes ese día. 
Lo mejor es que pude regalar muchas cositas a mi familia sin gastar demasiado, lo único malo es que se necesita tiempo para mirar porque no siempre se encuentran chollos a la primera. 
En la foto de la entrada os he puesto los recordatorios (uno de ella y otro de él) y el costurero de la cesta en forma de patito, lo que pasa es que tienen ya tanto tiempo que el envoltorio se ha chafado y la margarita original se perdió y tuve que poner una un poco cutre para conservarlo, en su momento eran mucho más bonitos. Además, no tengo ni las botellas ni los bombones, y la cajita con las muestras está sin envoltorio ni nada, pero aunque no estén muy bien, sirven para que os hagáis una idea.
    
   Otra vez, en el cumpleaños de mi hija, quisimos dar un detalle a las invitadas porque  eran amigas de siempre y queríamos que tuvieran un recuerdo de ella, pero yo no podía gastar mucho porque sino no me quedaba casi para hacer una fiesta. Pero después de mucho mirar, en una tienda de la que ya os he hablado pero que para mi desgracia ya cerró, que se llamaba El rincón de María, encontré unas cajitas azules preciosas, eran de cartón pero imitaban terciopelo o algo así,  y dentro traían un frasquito de cristal chiquitín para guardar colonia. Las cajitas costaban setenta céntimos, y yo podía gastar más o menos un euro por invitada, así que las cogí  y en casa rellené los botes con una colonia de rosas de esas de litro que venden en las perfumerías Frascos y que son muy baratas y que yo suelo tener en casa, y quedaron muy bien y apropiadas para niñas jovencitas que ya no quieren colonias infantiles pero que no están en edad de perfume. 
Dado que me habían costado poco, aún podía dar algo más, así que cogí unas bolsitas como las de la comunión para los bombones y metí solo cuatro bombones por invitada, pero al ponerlos con un lacito y entregarlos con la colonia quedaron genial. La pena fue que ya no había más frascos de colonia en la tienda porque eran un complemento ideal para cualquier evento. 
Así que si tenéis comunión o bautizo a la vista, no compréis detalles en tiendas especializadas porque os saldrán carísimos. Hacedlos vosotras que son más baratos y personalizados. 
Hoy no quiero aburriros más, pero otro día os cuento otros detalles que he preparado, por ejemplo, centros con flor seca, con flores que nosotros podemos secar en casa y que en cualquier recipiente quedan muy bien. 
Otra vez, preparé recipientes de cristal con bombones y quedaron muy bien, y buscando podemos encontrar recipientes baratos, y a la gente le gustan. 
Y por último, un detalle infantil que di en una ocasión, creo que fue de detalle de cumpleaños, un recuerdín para los invitados, y como eran todo niños, y a todos les gustaba el fútbol, compré unas huchas en los chinos, unas del Madrid y otras del Barcelona y las rellené de caramelos y las envolví aparentes y a los críos les gustaron mucho, a cada uno se lo dimos de su equipo y quedaron muy bien. 
Lo único que tuve que mirar fue que pudieran abrirse para meter los caramelos porque las huchas de lata a veces no se pueden abrir, así que yo busqué una con tapa.
    Por hoy os dejo, próximamente os iré contando otros detalles que he preparado o regalitos baratos que podemos hacer para quedar muy bien. Ahora de verdad que no os aburro, así que mil besos y a seguir disfrutando del veranito. Hasta prontooooo.

domingo, 7 de agosto de 2011

Cestas de flores y plantas

Unas iideas para regalar flores y plantas de forma original.



Hola,¿cómo estáis? Hoy quería hablaros un poco de la manera en que podemos presentar las flores para regalarlas Debo confesar que en este campo tengo un poquito más de experiencia porque mi madre tuvo una floristería durante un tiempo, y además trabajó para una empresa de catering preparando centros de mesa para bodas y otros eventos. Pero lo que yo voy a contar son cosas que podemos hacer todos en casa, y que yo misma hice en algunas ocasiones y solucioné el típico regalo difícil. Bueno, una aclaración, las fotos que os pongo son de algún centro hecho por mi madre, pero no son centros de regalo, son centros que tienen mucho tiempo y fueron hechos por encargo para bodas. Pero aunque no sean de regalo nosotros podemos aplicar esa técnica para hacer cosas muy bonitas. Una de las flores de los centros de boda son bastante caras, y se pueden sustituir por otras más baratinas, nosotras las pusimos porque nos las pidieron pero para nuestro regalo podemos usar otras, esto es solo para que veáis los colores de las flores y como quedan, pero repito, las ideas que yo propongo quedan diferentes. 
  Lo primero que tenemos que tener en cuenta antes de regalar flores es que en esa casa no viva ninguna persona con alergia, porque en mi familia, sin ir más lejos, hay varios casos de alergia y no pueden tener flores en casa.
    Una vez superado este punto hay que pensar para quien van destinadas las flores. Para mi gusto, la forma más bonita de presentarlas es en una cesta. Ya sé que estaréis pensando que soy una pesada con las cestas, pero es una forma realmente preciosa de regalar flores. Lo primero que necesitamos es una cesta, y ahí si que tenemos variedad de estilos y precios. Yo siempre intento buscarlas baratas, y cuando veo que alguna tienda de chinos está liquidando, aprovecho porque ya he comprobado que al final siempre me sacan de los apuros. Si la persona que va a recibir las flores es joven, a mí me gusta el estilo campestre, una cesta rústica y flores en esa línea, y si es para alguien más mayor una cesta clásica y flores más bien tradicionales.
   Cuando tengamos la cesta empieza el trabajo. Antes de que mi madre tuviese la floristería yo pensaba que con meter las flores en una cesta ya servía, pero no, al parecer es mucho más que eso. Lo primero que hace falta es una esponja especial para centros florales que se suele vender en floristerías, aunque creo que las tienen en algunos chinos y grandes superficies. Las esponjas que yo tengo las compré en un almacén especializado porque los conozco de la época de la tienda de mi madre, compré una caja llena de ellas y me están durando muchísimo. Cuando tengamos la esponja debemos recortarla para meterla en el fondo del cesto, pero intentando que no sobresalga, en caso necesario la recortamos también de alto. Luego cogemos la esponja y la metemos en un calderito con agua para que se empape bien porque de ahí van a “comer” las flores.
   Antes de poner la esponja húmeda en el fondo de la cesta la forramos con un plástico para protegerla y así cuando las flores se sequen a la persona le quede la cesta para otra cosa.
   Ahora ya empieza la parte floral propiamente dicha. Lo primero que yo recomiendo es buscar las flores donde sean más baratas, y también aconsejo tener las ideas claras. Si vamos a hacer una cesta rústica o silvestre, podemos ir al mercado de nuestra ciudad. Donde yo vivo, un par de días a la semana van a vender lo que llaman ”las aldeanas” que son unas señoras que viven en el campo y venden artículos muy buenos de sus fincas. Generalmente siempre tienen ramos de flores variadas a buen precio. Si el cesto no es muy grande, con un ramo de esos es suficiente. Yo, en alguna ocasión, he completado el cesto con flores que yo misma cogía por los alrededores de mi ciudad, calas, rosas silvestres, margaritas blancas y San Juanín, que en algunos sitios se llama aligustre, unas flores blancas que yo siempre digo que huelen a verano. Si queremos un ramo más tradicional o en un solo color o en dos, podemos ir a la floristería, y comprar un pomo de margaritas de colores del color que nos guste, pero solo un pomo no un ramo entero, y podemos comprar paniculata, que son esas florecillas blancas que se ponen en las rosas y en los ramos de novia,o también otro pomo de una flor que nos guste, bien en el mismo color en un tono más claro o más oscuro, o en un color que contraste, y para completarlo ya del todo necesitamos verde. En el ramo de colores que hemos comprado en el mercado suelen poner verde, pero si no lo traen podemos comprarlo en cualquier floristería, y lo más apañado suele ser tuya o helecho.
  Ahora, con la esponja húmeda en el cesto, forramos toda la parte exterior con el verde que hayamos elegido, intentando tapar todo el borde de la esponja, y cuando tengamos hecho esto, ya podemos jugar con la imaginación.
    Lo primero que hay que hacer es cortar las flores a la altura deseada, según lo que queramos que asomen. A veces queda bonito poner una flor más alta para marcar y a veces queda mejor que estén todas al mismo nivel. En los cestos silvestres a mí me gustan al mismo nivel. Las flores no deben cortarse en línea recta sino al bies para que ”coman” mejor y duren más.
     Con las flores ya cortadas las vamos clavando en la esponja, intentando que ésta no se vea y jugando un poco con las formas y los colores. Y si en el ramo nos ha entrado alguna flor que no nos gusta, no la ponemos para no estropear el efecto.
     Si hacemos un ramo de un solo color pero en dos tonos, debemos arrancar cada flor del pomo y cortarlas las bies, y las vamos clavando alternando los tonos, podemos hacer círculos concéntricos, uno claro u otro oscuro o simplemente alternar una flor clara y otra oscura. Y si hemos contrastado colores hacemos exactamente igual.
   Cuando tengamos hecho esto, y estemos seguros de que todas las flores están bien clavadas, procedemos a envolver.
   Yo uso papel de celofán transparente con algún dibujito, si el centro es de un solo color uso ese color para el dibujito, si es de dos uso el color predominante o el que menos tenga el centro, según me parezca, con el lazo de ese color, y si el cesto es de colores suelo usar un papel transparente con dibujos de mariposas o mariquitas, con un lazo del color del dibujo.
   Luego lo envuelvo como todas las cestas que hago, pongo en una mesa el pliego de papel y la cesta encima, aproximadamente en el medio, y lo cojo todo hacia arriba, y lo cierro con el lazo, dejando papel por encima del lazo para que abulte. No sé si lo estoy explicando bien, pero es que no tengo fotos de esas cosas, a la próxima cesta que prepare le saco una foto y la pongo.
   Esto mismo puede prepararse en cualquier recipiente, pero el problema es que si es de cristal, la esponjase ve y no queda muy bien así que lo ideal es que sea un cristal oscuro o plástico, o incluso porcelana.
     Estas mismas cestas de regalo las he hecho con plantas, y quedan espectaculares. El proceso es parecido, forramos la cesta con plástico, y podemos añadir si queremos en el fondo láminas de coco o grijo, pero con el plástico suele ser suficiente, y añadimos tierra que sería bueno mezclar con abono, pero que tampoco es imprescindible. Yo suelo poner un poco del abono que tengo para mis plantas para que duren más, pero eso es cosa de cada uno, no es algo imprescindible, y una vez hecho esto viene la elección. Yo, la primera cesta que hice fue para una señora a la que le gustan todo tipo de plantas, así que no me compliqué demasiado porque era simplemente un detalle y tenía poco dinero para gastar.
  Hace años que mi madre y yo sacamos esquejes de nuestras plantas y siempre tenemos  plantas pequeñas que podemos usar. En esa ocasión cogí una cisus de la que ya he sacado un montón de hijos y le puse también un esqueje de ficus de hoja grande y otro de hoja pequeña. Como todo eso lo tenía yo en casa, compré dos pensamientos con las flores en morado, a un euro cada uno, y me quedó una cesta preciosa. He visto en una web que una cesta parecida cuesta  entre cuarenta y cincuenta euros, y a mí me salió por seis contando la cesta y la parte proporcional de la tierra. Ya sé que seguramente no me ha quedado tan bonita como la que venden, pero es un regalo realizado con cariño y a la persona a la que se lo di le hizo mucha ilusión.
   Otra cesta de plantas que preparé fue “temática” porque era para una chica a la que le gustan mucho las hierbas aromáticas. Yo tenía claro que iba a regalarle una cesta de plantas pero no sabía muy bien que poner, y un día, hace muy poco, en un supermercado que se llama el Arco, vi plantas aromáticas a un euro, así que compré tomillo, albahaca y estragón, y yo tenía en casa esquejes de romero, hinojo y lavanda, así que le preparé un centro precioso. En lugar de usar una cesta, vi una regadera en los chinos que era baja y ancha, imitando a antigua, así que se lo presenté allí, y en lugar de papel celofán lo envolví en papel pinocho morado como la lavanda  y como unos dibujos que tenía la regadera. Por unos siete euros hice un regalo alucinante. Y cuando se lo di me ocurrió algo que nunca me pasa, me arrepentí un poquito porque quería quedármelo, realmente me había quedado muy bien.
    Otra opción, que yo también hice, es hacer una cesta con cactus. En este caso fue para una persona que no tiene demasiado tiempo para ocuparse de plantas, así que hice un centro de cactus, y este sí que se lo presenté en un recipiente de cristal. En el fondo puse unas piedrecitas de colores que me habían sobrado de la pecera, luego eché la tierra y fui plantando los cactus. Yo también tenía algunos hijos de mis cactus, y solo compré tres, y los cogí totalmente distintos.
   Hay mil ideas que se pueden hacer, por ejemplo en las tiendas Casa venden espantapájaros pequeñitos que podemos clavar en las cestas y quedan muy simpáticos, o podemos poner enanitos de jardín pero muy pequeñitos, depende del destinatario del regalo. Lo importante hacerlo con cariño, y en las cestas de flores cortar bien las flores y empapar bien la esponja, y en las de plantas pues eso, plantarlas bien, con suficiente tierra y no demasiado amontonadas. Y  podemos incluso coger enredaderas y hacer una cesta para colgar, en el salón o en la terraza quedan muy bien. Recordad que podemos coger nosotros las flores o el verde y darle un aire rústico. Y desde luego, podemos hacer centros de Navidad espectaculares, otro día os lo explico. Pueden ser con piñas, troncos, ramas de pino y flores de pascua. Hay mil ideas.

martes, 2 de agosto de 2011

Ideas para preparar una cesta de dormir o de relax


     Ideas para preparar una cesta de dormir.  


Hola a todas, ¿cómo os va el día? Espero que muy bien. Bueno, pues yo, leyendo aquí y allá me he dado cuenta de que a muchas de vosotras os gusta esto de regalar cestas, así que os voy a contar qué hice con la cesta que aún me quedaba de mi impulsiva compra en la liquidación de los chinos.
      Ya  os decía un poco más atrás, cuando hablaba del regalo que le hice a mi suegro un año por su cumple, que en mi familia hay diez sobrinos, o sea, que siempre estamos de cumple.  Bueno, pues para colmo, hace ya años que entre todos llegamos al acuerdo de regalar ropa para los cumpleaños porque los amigos ya regalaban juguetes y a todos nos parecía más útil regalar ropa
     Pues ese año, hace en realidad poco tiempo, era el cumpleaños de una de mis sobrinas más mayores. A mí, antes de regalar, me gusta tantear para ver lo que necesitan porque luego es un rollo juntarte a  lo mejor con cuatro o cinco camisetas que no pegan nada entre sí y en lugar de solucionar te incitan a comprar un pantalón. Y hablando con madre e hija supe que la chica se iba en breve de viaje de estudios a Inglaterra, que le habían recomendado llevar ropa de abrigo, y así como quien no quiere la cosa supe que lo que más necesitaba eran pijamas y batas y esas cosas.
   Y  en  ese  momento  supe lo que iba a hacer con la cesta que aún estaba en el armario Mi idea inicial había sido regalarle a la niña algo de temporada, estábamos en primavera, pero decidí que puesto que le habían recomendado llevar ropa de abrigo lo mejor era comprar algo de invierno que estuviese a buen precio pues todavía quedaba por ahí algo de las rebajas.
    Sabía yo que mi sobrina era fan de Snoopy, así que decidí buscar un pijama que tuviese ese dibujo, y a la primera, por una vez, la suerte me acompañó, y en Alcampo encontré un pijama azul y blanco con Snoopy que estaba superbarato, y tenían otro igual en versión de camisón de invierno, pero moderno y juvenil, no era un camisón de señora mayor ni de niña pequeña, así que como tenía que hacer un buen regalo, cogí los dos, y justo enfrente tenían ropa interior haciendo juego, a tres euros el conjunto, así que cogí una camiseta con una braga con el mismo dibujo del pijama y del camisón. Como era tan barato no me arriesgué a coger el sujetador porque es más difícil acertar en la talla y no quería que tuviesen que cambiarlo, y para el frío una camiseta es ideal, y además no era de niña pequeña, era de chica mayor y a mi sobrina seguro que le gustaba.
    Salí de allí contentísima porque por lo que me costaba un pijama de temporada yo llevaba dos y un conjunto de ropa interior, pero quería darlo completo del todo, así que fui a Primark y por muy poco, creo que cuatro euros o algo así,(en los sitios donde había mirado, Alcampo incluido no lograba encontrar ninguno que bajase de los 15 euros) encontré una bata-albornoz. Me explico, la bata tenía forma de albornoz pero el material de que estaba hecha era una mezcla entre la tela de toalla y de un material polar, era muy muy suave e ideal para un viaje a un sitio frío. Cogí una que era azul con nubecitas blancas que quedaba genial con lo que ya tenía.
    En unos chinos que hay cerca de mi casa cogí un neceser con Snoopy a sesenta céntimos, unas zapatillas azules con nubes blancas muy parecidas a la bata a un euro con veinte, un juego de cepillo y peine de plástico azul a sesenta céntimos y un peluche chiquitín de Snoopy.
   En casa cogí la cesta, la forré con papel de seda que ya tenía y puse la bata-albornoz al fondo, y delante el pijama y el camisón, doblados con gracia uno a cada lado. Delante puse el conjunto interior y el neceser con los cepillos dentro. Y a un lado las zapatillas y el peluche. Como el peluche era muy pequeño, en lugar de envolverlo hacia arriba dando volumen, lo envolví con un celofán transparente que ya tenía, pero lo ajusté a la cesta, como si fuera un paquete normal y lo pegué por debajo. Y encima le puse un lazo azul, que también tenía, como en los paquetes de regalo de las películas, justo en el medio de cesta.
     Cuando mi sobrina lo vio quedó encantada. Probablemente había recibido regalos más caros, pero este tenía todo lo que necesitaba para llevar de viaje, y la presentación era estupenda De verdad, no sabéis lo bien que quedan las cosas presentadas así. Y es muy fácil de hacer, solo es intentar acertar con el gusto de la persona que cumple años o que celebra algo, porque es quien al fin y al cabo va a recibir el regalo, y luego solo queda mantener una gama de colores y de marcas. Si seguimos esas reglas básicas, lo demás sale solo.
  Creo que yo he hecho cestas o cajas con casi todo, y otro día os iré dando más ideas. Las podemos hacer de lluvia para niños, de playa, de maquillaje, de chocolates.
     Vosotras, en lugar de ponerle pijama y el camisón podéis poner un pijama largo y otro corto, por ejemplo, o un albornoz y una bata, depende mucho de quien vaya a recibir el regalo Y también queda muy bien hacer kit de descanso, pues muy fácil, simplemente en una cesta o caja igual que la que estamos usando pero más pequeña ponemos unas barritas de incienso con su quemador, y podemos incluso poner unas infusiones de esas de relax que hay en casi todos los súper. Podemos poner la caja entera o comprar una taza en los chinos y meter unos sobres de infusión sueltos, que queda como más original. Hay miles de opciones, aunque sí que os recomiendo que llevéis  los cálculos muy al día porque en cuanto empezamos a comprar, sino nos paramos a pensar, acabamos gastando más de la cuenta.
    Bueno chicas, os dejo, y espero no resultar demasiado pesada, y espero también que os sirva la idea porque por veintipocos euros hice un regalo que en cualquier tienda me habría costado el triple y además no habría estado tan personalizado. Además de ahorrar el regalo siempre es más completo. Y de nuevo os digo que si tenéis ideas me las digáis, que a mí aún me quedan muchos regalos por hacer. Saluditos y hasta pronto.
¡Ah! Os dejo una foto de unas huellas de dinosaurio preciosas que tenemos aquí en Asturias. La verdad es que no se aprecia demasiado bien en la imagen, pero en la realidad nos hace sentir muy pequeños al ladode unos animales inmensos que se extinguieron de una forma un tanto misteriosa. Ahora si que os dejo. Bye.

domingo, 31 de julio de 2011

¿Qué puedo llevarle a mi amiga al hospital?


Mi amiga ha ingresado en el hospital,¿qué le puedo llevar?


   Hola, ¿qué tal ese veranito? Hoy os quería hablar de lo mucho que a veces cambia un regalo con una buena presentación. Eso vosotras ya lo sabéis, pero hoy me he acordado de un regalo que realizó un cambio espectacular cuando decidimos presentarlo de una manera más original.
    Hace aproximadamente un año, una amiga de mi hija tuvo que someterse a una operación de huesos, y estuvo ingresada en el hospital unos quince días.
    Todas sus amigas querían ir a visitarla, y el tema de conversación era siempre sobre lo que podían llevarle cuando fueran de visita. Unas querían llevarle revistas, porque la chica no podía levantarse de la cama y la lectura siempre entretiene, otras querían llevarle  un  librito  de  pasatiempos porque al parecer le  gustaban  mucho, otras decían  que lo mejor  eran  unos  bombones, y  al final no se  ponían de acuerdo y  seguramente  acabarían  llevándole  algo  repetido.
    Una de esas tardes,  mi hija  y  yo  estuvimos  hablando  y  llegamos  a  la conclusión  de  que  lo  mejor  era  hacer  fondo común  entre  todas  las  amigas  y  llevarle  un  super ”set” de  hospital.  Eran  siete  amigas,  así  que  decidimos  que con  5  euros  cada  una  se  podía  hacer  un  buen  regalo.  Y  lo  primero  que  se  hizo una  vez  reunido  el  dinero  fue  buscar una  manera  atractiva  de presentarlo. Al  parecer  el  color  favorito  de  la  niña  era  el  rojo,  así  que  se  fueron  a  un  bazar  chino  a  buscar  una  caja  grande  y  tres  pequeñas  en  rojo.  Después  de  buscar  encontraron  una  que  tenía dibujadas  mariquitas  en  rojo,  y  era  bastante  grande  y  además  tenía  tres  más  pequeñas  iguales.  En  una  librería  compraron  papel  pinocho  rojo  y  forraron  por dentro las  tres cajas con el  papel  para  que  no  se  mancharan.
  En  la  caja  grande  pusieron  dos  revistas  apropiadas  a  su  edad,  que  además  daban  un  regalito,  una  unas  gafas  de  sol  y  la otra  un  bikini.  Luego  metieron  dos  libros  de  pasatiempos  variados  y  para  que  quedara  más  bonito compraron un  bolígrafo  y  lo pusieron  al  lado.  Hubo  suerte  y  el  boli  tenía dibujadas  mariquitas,  lo que hace que quede mejor, pero  si  no lo  hay con  el mismo dibujo  no pasa nada, sirve uno que  tenga  el color predominante  en  la  caja.
   Por supuesto le metieron un peluchito para que le diera mucha suerte, y de nuevo pudieron conjuntarlo todo y encontraron uno con forma de  mariquita muy guapa y tierna.
   En  las  cajitas pequeñas, previamente forradas con papel pinocho, le metieron cosas de comer. En este punto es importante asegurarse de que el enfermo puede comer de todo, porque a mí me pasó con un sobrino que tuvo peritonitis y estaba a dieta así que los regalos solo pueden ser de leer o jugar.
   Como en este caso podía comer de todo, en una cajita metieron bombones de esos que se venden al peso, y en caso de no encontrarlos al peso a veces, en los supermercados hay cajas baratas, así que solo es cuestión de sacarlos de su envase original y meterlos en el nuestro. Bueno pues en una de las cajitas metieron los bombones, en otra caramelos y en otra unas pastas. Esto es lo que ellas hicieron, pero son solo ideas, siempre se pueden sustituir los caramelos, por ejemplo, por chicles o gominolas. Depende de lo que le guste a la persona que va a recibir el regalo.
      Las cajitas podemos dejarlas abiertas o si lo preferimos podemos cerrarlas y ponerles un lacito encima. Ellas lo presentaron así, cerradas, para que el interior fuera sorpresa y quedó muy bonito.
     Por último le pusieron un libro de una librería que tenemos aquí en mi ciudad que tiene unos precios más que razonables, y por dos euros con noventa y cinco encontraron uno de los que le gustaban a la chica que estaba ingresada.
    La verdad es que estos regalos se pueden presentar de muchas maneras, pero ellas lo hicieron de una forma que a mi me gustó mucho. La caja la dejaron abierta, con la tapa puesta por detrás de pie, así a la hora de cerrar quedaba como más armada. Y por dentro distribuyeron las cajitas pequeñas, el libro, los pasatiempos, el Boli, el peluche y las revistas, poniéndolo todo un poco de pie, y en la parte delantera, como les había sobrado dinero, le pusieron una tarjeta grande de esas que desean una pronta recuperación. Luego lo envolvieron todo con un celofán transparente que tenía dibujadas unas mariquitas en rojo. La verdad es que ellas tuvieron mucha suerte con lo de las mariquitas porque es un dibujo que se usa mucho para decorar y pudieron encontrarlo todo muy coordinado. Luego lo cerraron con un lazo rojo, en esta ocasión en lugar de ser de regalo lo usaron de tela, y justo en el centro de la lazada pusieron una flor de tela de peluche que tenía una carita pintada, y le daba al regalo un aire más informal.
    Al final, por la misma cantidad de dinero que tenían pensado gastar llevaron un regalo muy aparente, y por lo que mi hija me dijo, a su amiga le encantó. Es cierto que al presentarlo así todo parece más y mejor, y a quien lo recibe le encanta mirar a ver que hay en la caja. Y lo mejor es que la caja grande le sirvió para ir guardando los regalos recibidos durante los días que estuvo ingresada. Y la cara de la chica al ver aparecer a sus amigas cargadas con una caja enorme y con un envoltorio precioso fue para no perdérsela.
    Yo recomendaría que si alguna vez tenéis que hacer un regalo de estas características, y sobre todo sí sois varias personas, lo mejor es presentarlo así. Si en lugar de una chica joven se trata de una persona mayor podéis ponerlo en una cesta, y las revistas las compramos un poco más al gusto de esa persona, de cotilleo, de decoración, científica, de lo que sea. Y las cosas de comer, pues también a su gusto. A lo mejor en lugar de caramelos prefiere unas pasas o unas frutas confitadas, y el libro pues igual, según gustos. El envoltorio puede ser un poco más sobrio, pero yo creo que la tarjetita queda bien para cualquier edad. Y el peluche igual, a lo mejor en lugar de un peluche normal, a un señor podemos llevarle uno con el traje de su equipo de fútbol, y a una señora una muñeca de cara de porcelana de esas que imitan a las antiguas. Eso depende de la persona, pero aunque estemos regalando lo mismo que ya teníamos pensado, presentarlo así demuestra cariño, y demuestra que nos esforzamos para que el regalo les guste y para hacer más llevaderos los días de hospital. Y la caja o cesta pueden usarla para meterlos demás regalos que vayan recibiendo.
   Espero que os haya gustado mi idea, y como siempre os digo, soy toda oídos para recibir las vuestras porque pronto voy a empezar a dar regalos repetidos ya que se me agotan las ideas. Bueno, pues gracias a todas y hasta pronto. Besitos.

martes, 26 de julio de 2011

Otra vez con las cestas


 Más ideas para aprovechar las cestas compradas impulsivamente.


*Hoy rescato este post que tiene 4 años pero que creo que puede ayudar con alguna idea. Desde entonces he hecho muchas más cestas y también tartas de pañales, pero la idea principal suele ser la misma. Gracias por leerme y espero que os guste.

Hola,¿cómo estáis? Yo por aquí, poniendo fotos de mimosa, una de mis flores favoritas y cuyo aroma me transporta a años buenos y felices. Bueno,bueno, ya dejo la nostalgia y voy a lo mío.

Como últimamente os he hablado de cómo solucionar esas preguntas incómodas de Ratoncitos Pérez o como entretener a los niños sin gastar mucho, hoy vuelvo a las cestas.
   Tengo que confesar que desde que compré las famosas cestas hasta que me deshice de ellas pasó bastante tiempo, pero cuando usé la última me quedó una extraña sensación de vacío, y en el fondo e mi corazón tuve la  impresión de que todos deberíamos tener alguna cestita guardada para improvisar un regalo.
     Esta vez no era tanto un problema de dinero como de ideas. Me explico. Tenía que hacer un regalo a una mamá, a una mamá que acababa de tener un bebé.
     El niño tenía prisa así que nació con un par de semanas de adelanto y cuando fui a verlo al hospital(petición de la mami, no me gusta ir al hospi si sé que no quieren barullo) no tuve tiempo de comprar nada y llevé únicamente una caja de bombones para la mamá, y aproveché para preguntar que regalo quería. 
 No es que estuviese yo millonaria, pero aquella chica siempre se había portado muy bien conmigo y no quería ser yo una tacaña. Pero parece ser que ya tenía de todo y a mí me tocaba  pensar en algo un poco más  original.
    Antes de irme se me ocurrió sacar una foto al bebé con el móvil. No fue una gran foto porque no puedes usar el flash, pero había bastante luz y me pareció un bonito recuerdo.

 Al día siguiente empecé a buscar por las tiendas de bebés algo original, y la verdad es que hay un mundo de cosas, pero la mayoría me parecían cosas poco útiles que en muy poco tiempo iban a dejar de usar; así que empecé a preguntar por canastillas. Y todas las que me enseñaron costaban entre 30 y 60 €, que era lo que yo podía gastar ,pero al mirarlas detenidamente vi que llevaban un lote de productos de alguna marca conocida y poco más, eran todo envoltorio, así que decidí hacerla yo misma y aunque me costase más o menos lo mismo, iba a ser una canastilla llena de cosas.

     En casa saqué las cestas(ya hablé de ellas, compré varias en una liquidación y luego no sabía qué hacer con ellas,jajaj) y elegí una, la que esa de un tamañp adecuado y que servía perfectamente, y una vez  visto eso, pensé en el color que quería que predominase en mi canastilla. 
Si la mamá que va a recibir el regalo es tradicional yo me inclinaría por el rosa o el azul, o si acaso el blanco. Y si la mamá es más modernita hay miles de colores. A mí me gustaba el naranja suavito pero esta mamá es más bien clásica así que opté por el azul porque había sido un niño.

   Para forrar la cesta esta vez no quise usar ningún tipo de papel así que me fui a una tienda de telas que hay cerca de mi casa y compré un trocito de tul azul. Me costó poco más de un euro y lo puse así como arrugado en la base y quedó muy bien. Esta cesta tenía asa así que compré un lazo de tela azul y fui bordeando el asa, empezando por uno de los lados, abajo y lo até con una lazada pequeñita a cada lado del asa. No hice una lazada arriba porque esa iría luego para envolverlo.

     Ahora tocaba rellenar y lo primero era poner algo grande para que la cesta “armara”. Yo me incliné por un peluche, compré uno de una tela suavecita que casi no tiene pelo porque es mejor para los bebés. Yo lo compré en azul pero cada uno puede comprarlo del color que predomine en su cesta. Y por cierto, era un corderito precioso y solo me costó 5,95€.
 Con el peluche puesto en el centro de la cesta pero pegado al fondo, fui a por los demás productos.
    Un consejillo es que los productos de higiene que compréis intentad que sean todos de la misma marca, no pongáis un champú Nenuco y la colonia Petit Cherie.

   Yo no sabía cual elegir hasta que vi en una perfumería If, que por aquí hay muchas, una promoción. Los productos Johnson tamaño viaje costaban un euro, y había una gama marinera en azul que a mí me venía ideal. Cogí la colonia, el gel de baño, el champú, la loción corporal y una cremita para el cambio de pañal que fue un poco más cara pero que me pareció el detalle completo.
    Entre tul, lazos, el peluche y los productos llevaba gastados  unos trece euros, y ya tenía más o menos lo que incluían en las tiendas. Todo lo que ahora pusiese sería un extra. En lugar de explicar en que orden fui comprando os explicaré como lo coloqué a la vez que digo donde compré las cosas porque si no sería un ir y venir muy lioso.

    En la cesta, justo delante del peluche puse los artículos de higiene y sobre el tul quedaban genial. La colonia estaba en el centro, el gel y el champú uno a cada lado, y el bálsamo y el bodymilk a cada lado de los anteriores.
   Y en un lado puse un peine y un cepillo de bebé en azul que me habían costado un euro con veinte en una tienda que ya cerró que tenía regalos preciosos y baratos. La tienda se llamaba El rincón de María, y a lo mejor en otros  lugares la hay. Y en otro de los lados puse un termómetro de bañera, también de allí.

    Allí mismo compré un platito infantil de plástico con dibujos azules y una cuchara y un tenedor de plástico que hacían juego. Esto lo puse en la cesta delante del “set de belleza” que acababa de poner. Y junto al plato puse un biberón de plástico con dibujos azules, ideal para agua o zumito, y  dos baberos azules y blancos, bordeando este set de comida. Todo fue del Rincón de María y entre el termómetro, cepillo, baberos, biberón, plato y cubiertos pagué 5,40€.

    Y en el mismo sitio compré una mantita azul y blanca tipo polar y una funda para guardar el biberón también en azul, y estas dos cosas las puse como bordeando la cesta, justo en el borde del peluche. La  manta costó 4,95 y la funda dos euros.

    Ahora que la cestita estaba casi llena, quise completarla con algún detalle más, y delante del plato y el biberón puse un par de bodys azules y blancos que compré en C&A, unos patucos del rincón de María, unos azules y otros blancos, y un gorrito de lana blanco, pero si es verano podéis ponerlo de tela para el sol, es que en mi caso era invierno. 

Y ya en la parte delantera, casi casi al borde, puse un sonajero de tela de 60 cts, un chupete del mismo precio, una cadenita con imperdible en forma de corderito como el peluche(esto fue casualidad) y un marco de fotos azul con objetos en relieve relacionados con los bebés, cositas como chupetes y cochecitos de paseo. Y en el marco puse la foto que había hecho con el móvil, pues como ya dije aunque no tenía una gran calidad era un recuerdo precioso.

   Todo estaba encima del tul y tenía un aire como muy profesional. Cuando estuve segura de que quería dejarlo así fui a la librería y compré celofán transparente con dibujos pequeñitos en azul, en este caso eran algo así como mariposas y mariquitas, pero eran de un tamaño que quedaban muy bien. Lo envolví y lo até arriba, cogiendo la parte sobrante con un lazo de tela azul, igual que el del asa. Y al final me había gastado unos cuarenta euros, menos de lo que pensaba.
      Y ahora solo me quedaba encontrar un detallito para la hermana mayor del bebé, que la pobre estaba todo el día viendo a la gente llegar con regalos para su hermano y muy pocos se acordaban de ella.
      En el rincón de María encontré algo que hacía mucho que no veía, una muñeca guardapijamas. Costaba solo tres euros y era idónea para una niña de 9 años a la que había que hacer sentir importante porque estaba siendo “eclipsada” por el hermanito.
  La muñeca era de trapo y parecía una niña antigua con sus trencitas de lana y su traje azul y naranja, y en la tripita tenía una cremallera y ahí era donde guardabas el pijama, así que yo fui a la tienda de chuches y compré varias golosinas al peso. En la librería compré celofán con dibujos de color naranja (tenía capricho de regalar naranja) y en casa hice un paquetito con las chuches y lo envolví con un trozo del celofán, que cerré con un invento mío. 
Como la muñeca era azul y naranja  en vez de comprar un solo lazo compré dos estrechitos ,uno azul y otro naranja y los puse juntos, o más bien uno encima de otro, y al atar quedaban muy originales. Metí el paquete de chuches en la tripita de la muñeca y envolví ésta con ese mismo papel y lo cerré con los dos lazos y aunque dicho así suene un poco raro, el efecto es espectacular.

   Así que cuando fui a llevar el regalo, la mamá estaba feliz por todo lo que había en la canastilla y la hermanita se sentía importante porque le había llevado un regalo “de mayor”, ya que un guardapijamas es para niños mayores, o al menos eso le dije yo para que le hiciese más ilusión.

 Perdonad por el rollo que os he soltado. La conclusión es que si vais a regalar una canastilla y tenéis un poco de tiempo para buscar, hacedla vosotras porque aunque en este caso no ahorraréis demasiado siempre va a ser una canastilla mucho más completa. 
Lo mejor es poner un peluche un poco grande porque así siempre parece que está más llena, y lo otro lo compráis según presupuesto. 

Por veinte euros ya se puede regalar una canastilla bastante decente, y por menos podéis cumplir con alguien con quien no tenéis demasiada relación pero que os apetece tener un detalle. 
Yo creo que es el mejor regalo para una mamá. Y siempre se puede adaptar, puede ser incluso solo de baño, solo de artículos de comer si añadís, por ejemplo, un termo y baberos de esos que traen los días de la semana e incluso un mandilón. O sola para dormir, con pijamitas y mantitas. Depende de lo que os guste. Lo importante es que lo presentéis bonito, seguro que triunfáis. Y un consejito que todas sabéis pero que me presta recordaros. Si hay algún hermanito mayor, llevadle algo, aunque sea algo de un euro. Ellos no ven las cosas como nosotros y sufren.

Mil gracias por leerme y muchos besos