jueves, 9 de septiembre de 2021

Jueves reflexivo: verano

 Reflexión: verano

Hola a todos y bienvenidos un día más. Después del día festovo de ayer ya estoy aquí, bien tempranito, con un café y compañía gatuna. Hace mucho que no hago esta sección, he estado tan desconectada que no he pensado en el blog, o en temas para los post, la verdad, pero ha sido ponerme delante del teclado y recuperar las ideas y la ilusión por escribir. Así que delante de un café, con muchas ganas, empezamos.

Este paréntesis me ha dejado algo oxidada. Los lectores habituales sabéis que esta sección es improvisada, la hago sobre la marcha. Nació de una forma bastante casual y quiero que siga así, me gusta que las ideas fluyan. Y en medio de mis dudas se me ha ocurrido hablar del verano. Así, en general. O no tan general. De lo que es para mí el verano.

No sé si a todo el mundo le gusta esta estación. A la mayoría de la gente que conozco sí que le gusta, y a esa mayoría le pasa como a mí, ese amor estival le viene de siempre. Imagino que tener veranos felices en la infancia nos predispone a que nos guste de mayores.

Cuando yo era pequeña los veranos eran largos y deliciosos. Eternos y felices. En mi casa nos inventamos algunas tradiciones, cosas bastante tontas en general, que nos llenaban de alegría. Una de ellas era celebrar el primer día de vacaciones escolares con una excursión caminando. Yo vivía en un barrio en concreto, a un lado había una playa, y en otra dirección había prados y monte. Pues el primer día libre de cole nos íbamos mis padres, mi hermana y yo, a primera hora de la tarde, a caminar por el monte. Hacíamos una ruta concreta, elegida por mi hermana y por mí. Cruzábamos prados, paseábamos por senderos que serpenteaban, saltábamos arroyos y cogíamos flores. Todo olía a sol, a mariposas y a San Juanín(aligustre). Y bajo el sol de principios de verano charlábamos, reíamos y mis padres nos contaban cuentos. Y lo mejor era que merendábamos en unos prados con hierba alta, templados por el sol del atardecer.

Un día o dos después celebrábamos la hoguera de San Juan. Era una hoguera enorme, que se ponía en mi calle, en un prado inmenso en el que aún no habían construido nada. Ya he contado más veces que la señora que regentaba un bar que había en mi calle sacaba unas mesas y ofrecía una merienda a todos los niños. Era muy divertido comer tortilla, chorizo o croquetas con refrescos de cola o de naranja. Y el señor del kiosco, que estaba muy cerca, regalaba a cada niño una bolsita con chuches que comíamos con deleite. Luego, en mi caso, venían mis abuelos, mis tíos y unos amigos de mis padres con sus hijos, y junto a los vecinos veíamos la hoguera y jugábamos y bailábamos en la noche más mágica del año. ¡Ya era verano!

Mis veranos eran sencillos, pero llenos de magia. Aunque hacíamos viajes, unas veces muy normalitos y otros buenos, nuestra teoría era que del verano no hacíamos un tiempo de espera, se exprimía cada día, independientemente del viaje que tuviésemos previsto.

Mi padre trabajaba a turnos. Y cuando le tocaba ir al trabajo por la noche hacíamos dos tipos  de planes. Uno era ir a la playa a la hora de comer, que es cuando se levantaba, y merendábamos y cenábamos por la zona, en algún prado cercano, o en un merendero, después de bañarnos y disfrutar del mar y del sol. El otro era ir a pasar la tarde a algún merendero o parque de los que había que ir en coche, el que eligiésemos mi hermana y yo.
Entonces regresábamos pronto para que él volviese a trabajar. Mi madre dejaba la cena hecha y aprovechábamos al máximo el timepo que estábamos en la calle. Obviamente, por la mañana, hacíamos algún plan con mi madre, por ejemplo ir a unos prados que nos encantaban, ir a la playa que teníamos cerca o elegir un parque chulo.

Cuando trabajaba por las tardes pasábamos la mañana con él y con mi madre cerca de casa, en algún parque o prado, disfrutando sin prisa de los juegos. Volvíamos pronto porque tenía que comer temprano para ir a trabajar, y luego hacíamos algún plan especial con mi madre. A veces íbamos al centro de la ciudad, que remataba con un helado de Verdú(mi heladería favorita), o al Parque de Isabel la Católica a recoger plumas para clasificarlas, a dar de comer a los patos o jugar en los columpios. Y otras veces íbamos a un parque que estaba a unos 20 minutos de casa, a ver a una amiga de mi madre, que regentaba el kiosco y siempre nos daba chuches. Pero lo mejor es que cuando mi padre volvía de trabajar cenaba rápido y salíamos a pasear. Nos encantaba salir un poco del centro del barrio e ir por zonas de prados y matorrales a buscar luciérnagas. A veces las llevábamos a casa, las dejábamos en la ventana para que las hadas nos encontrasen y al día siguiente volvían a su hogar.

Durante esos paseos nos contaban historias divertidas y guardo recuerdos buenísmos. 

Cuando yo tenía unos 8 o 9 años abrieron debajo de mi casa, en una zona de parque que era peatonal, una heladería que se parecía mucho a la Horchatería de Matilde, de Barrio Sésamo. Pues a veces esperábamos a mi padre allí. Quedábamos con sus primas, los maridos y las hijas, y con unas amigas. Y nos sentíamos muy mayores, todas sentadas en una mesa(todas las primas de mi padre tenían niñas, solo hay un chico que nació unos años después), comiendo helados por la noche. Nos lo pasábamos genial, a veces lo hablo con ellas de esto y nos reímos mucho.

Y cuando mi padre trabajaba por las mañanas pasábamos las mañanas, valga la redundancia, en los parques de la zona. En agosto siempre venían las nietas de la vecina de mi abuela, que vivían en México, y algunos días nos íbamos a jugar con ellas a la comba, a la goma o a lo que nos apeteciese. Y por la tarde era la semana de los planes variados:nos íbamos de merendero, al hípico, o a buscar moras.

Los días de descanso de mi padre eran largas jornadas de playa, o rutas de montaña, o excursiones a pueblecitos asturianos. Íbamos también a mi pueblo, claro, y a Covadonga que está al lado. Y alguna excursión a León y Cantabria. Pasábamos mañanas en bicicleta, tardes en la piscina y saboreábamos cenas al aire libre. Además teníamos las tradiciones gijonesas(Feria de Muestras, Día de Asturias, conciertos de Begoña, fuegos artificiales...)

 

trompeta-de-angel

 

Pero lo mejor era que los domingos había comida en la finca familiar. Acudían mis padres, mis abuelos, los hermanos de mi abuelo con sus hijos y nietos, las hermanas de mi abuela, mi tío...y por la tarde se unían vecinos de varias edades. En junio y Julio cogíamos cerezas, en agosto moras y en septiembre nueces, higos y avellanas. Era la felicidad máxima, pasar las tardes en el columpio o en el arenero, con los mayores charlando, sentados bajo los manzanos, sin prisa, sin problemas. Luego llegaban las vacaciones de verdad, el viaje, y el verano se despedía.

Cuando volvía al cole tenía mucho de qué hablar con mis compañeros. A algunos los había visto, habíamos hecho alguna excursión con nuestros padres o coincidíamos en la playa o en la piscina. Y a otros no los veía desde junio y teníamos mucho que contarnos.

En la adolescencia me mudé al centro de la ciudad, enfrente de la playa. Pero seguía manteniendo mucho mucho contacto con mi viejo barrio. Por entonces mantuvimos muchas de las excursiones, las salidas por la noche(esta vez junto a la playa o por zonas diferentes de la ciudad, con paradas en alguna terraza) y las comidas en la finca. Pero también empecé a ir con amigos, a disfrutar de la playa en pandilla, a salir de discotecas, a empaparme de cuchicheos con las amigas y complicidad con los chicos. En aquella época podía pasar la mañana con mi familia, haciendo algo divertido, y luego la tarde en la playa, en pandilla. Y subía corriendo a ducharme para volver a salir, siempre había alguna verbena, algún concierto o algún plan. Y llegase a la hora a la que llegase, al día siguiente me levantaba pronto y llena de ganas de hacer cosas. Fue una gran época. 

 

parque

 

Y claro, cuando ya crecí, tenía una mochila tan repleta de buenos recuerdos que siempre me apetecía que fuera verano. Qué también pasaban cosas menos agradables, claro. La perfección no existe. Pero en verano, por lo general, todo era bueno. Nadie se ponía enfermo, no se estropeaba nada, no había ninguna discusión o disgusto...era la época en que todo fluía.

Con el paso de los años mis veranos han seguido llenos de playa, de excursiones, comidas bajo los manzanos, de risas y de cosas buenas. Hice muchas, muchas excursiones con mis padres, con mis hijos, con mis cuñados y sus hijos, con mi tío, tardes de amigos, viajes...Hemos exprimido a tope los años compartidos con la gente que me importa. Pero la vida cambia. Los seres queridos se van, y aunque seguimos rodeados de gente que nos quiere, no es lo mismo.

En mi caso, tengo claro que no quiero vivir de recuerdos. Me gusta tenerlos, y de vez en cuando, como estoy haciendo ahora, sacarlos, deleitarme, y devolverlos a su sitio. Porque hay que vivir el presente. Que en mi caso está siendo bueno. No es como en aquellos años. Ni como la época en que mis hijos eran pequeños. Pero estamos juntos y sanos. Tenemos una casa para cobijarnos, comemos todos los días y tenemos ilusión. ¿Se puede pedir más? Ahora, cuando estamos en la finca, sigue habiendo risas. No son las mismas personas, la mayoría son caras nuevas, pero los viejos manzanos las han aceptado y siempre es bonito tener un sitio para reconectar.

Este verano he salido a pasear muchas noches. Y he disfrutado. No he visto luciérnagas, pero he encontrado rincones que huelen a flores, las trompetas de los ángeles(siiii, sé que son tóxicas) y los don Diegos invadían algunos lugares, me he sentado en bancos escondidos que pertenecen a parques como el favorito de Anna y Will en Notting Hill, es genial charlar en voz baja. Y he disfrutado de helados en terrazas que no se parecen a la Horchatería de Matilde, pero que son bonitas, con sus mesas y sus sillas de colores. Y aunque no hemos tenido hoguera de San Juan, hemos hecho nuestra tradicional excursión a principios de verano, cunado todo huele a San Juanín, porque hay cosas que nunca mueren.

Dentro de poco el verano nos dirá adiós y vendrá el otoño, una estación tan tan bonita, que estoy deseando saborearla.

Muchas gracias a todos por leerme. Os he soltado un rollo terrible, pero es que no podía parar, he hecho una especie de diario, y en el futuro, si se me olvidan algunos detalles de mi infancia, podré encontrarlos aquí.

Ahora me toca salir a pasear; tener perro es lo que tiene, aunqu econfieso que me encantasalir prontito. Cuando vuelva buscaré un hueco para visitaros y responder los comentarios.

Mil gracias a todos por leerme y nos vemos el sábado en el repaso semanal. Muy feliz jueves.


 

35 comentarios:

  1. Yo estoy deseando se vaya el calor ajajaj, a ver si llega el otoño de verdad... Buen día!

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    1. ¡Hola!
      Aquí ha sido muy llevadero hasta hace un par de días en los que, para mí, era insoportable. Menos mal que ha llovido.
      Feliz día.

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  2. Cada estación tiene su encanto.
    Cierto es que aquí los veranos llegan a ser muy agobiantes por las altas temperaturas y humedad (sin ola de calor, podemos estar tranquilamente a 35º y 95% de humedad, para que te hagas una idea, con ola de calor,ni hablamos) Aún así, eltener más horas de luz, el ambiente más relajado, las actividades al aire libre,laplaya, los reencuentros, los colores, los sabores,...es una estación necesaria para resetear.
    Este no ha sido mi mejor verano, pero ha tenido sus momentos.
    Besos!

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    1. Hola.
      A mí el calor tan alto me gusta cuando voy de vacaciones, unos días está bien, pero no soportaría un verano entero así. Me encanta salir de casa y estra fuera, sin achicharrarme, y dormir fresquita.
      Y siiiiiiiiiiiii, viva el reseteo.
      Feliz día.

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  3. Yo adoro el verano, da igual el calor que haga, para mi es mi estación favorita con diferencia. Un beso

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    1. ¡Hola!
      Es que el verano es una época para disfrutar.
      Muy feliz día.

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  4. A mi me gusta el verano pero creo que te guste o no, no tiene nada que ver con los recuerdos que tengas de tu infancia, como dices, al menos es lo que veo, todos recuerdos y visto desde la perspectiva de la que hablas suelen ser buenos, independientemente de las activadades que realizaramos, creo que a la gente que le gusta el verano depende de donde viva y de su capacidad para aguantar la climatología de cada lugar, me explico yo vivo en Valencia y aquí hace un calor pegajoso de tres pares de narices, con una humedad, que te duchas y no te puedes dar crema, tienes que optar por otras cosas porque ya estás sudando, empiezas a maquillarte y notas burbujas por la cara, en fin, algo que yo aguanto y a pesar de todo ¡me gusta! ja ja ja pero ¡hay gente que no lo soporta! sin embargo no me gusta el verano del norte donde a la mayoría de instagramers del norte las veo con manga larga, para mí es horroroso ir de manga larga en verano, ¡es algo que odio! o no poder llevar sandalias en el mes de abril y aguantarlas hasta casi noviembre, así que ya ves Gemma para mi el verano no tiene nada que ver con los recuerdos ¡¡¡¡sino con el clima!!!! ja ja ja


    Besos

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    1. ¡Hola!
      Bueno, claro, no depende solo de eso pero en los casos qu econozco, influye.
      A mí me pasa justo al revés, me encanta el verano en el norte, mis viajes siempre son en septiembre o junio para no perderme este verano y para no achicharrarme.
      Las influencers son unas exageradas, jejejeje, yo llevo desde julio sin usar chaqueta, y adoro pasar la mañana en la playa y la tarde ne la montaña, o la mañana en el río y la tarde en un merendero. Estar todo el día fuera, no pasar un calor insoportable. Llevamos 5 días de mucho calor y estamso ya todos desesperados, jejeje.
      Va en gustos, pero no cambio un verano en el norte, todo el día ne lacalle, sin necesidad de aire acondicionado y lleno de actividades y paisajes de impresión por ninGUNO.
      Muy feliz tarde Reme.

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  5. Siempre me ha gustado el verano, aunque sólo fuera por lo que suponía de vacaciones, primero como estudiante y luego como profe. Pero no sólo por eso. Me gustan los días largos y el calor, ir en sandalias y en manga corta.
    Por cierto ¿qué fiesta fue ayer en Asturias? Para mí fue un día especial porque era el cumpleaños de mi padre. Hubiera cumplido 87.
    Un beso.

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    1. Pues coincido, me gusta por todo lo qu edices.
      Siiiiiiiii, ayer fue fiesta. Nosotros lo celebrábamos en unos encuentros en La Morgal(ahora eso es más conocido), con la bandera de Asturias, que llevaba mi padre, y con conciertos. Qué recuerdos.
      Ay, pues muchas felicidades a tu padre, donde quiera que esté. Y un abrazo a tu madre, que en esas fechas seguro quelo pasa mal.
      Muy feliz día.

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  6. Mi infancia no tiene nada que ver con latuya, por desgracia. Un beso

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    1. Jo, lo siento, pero seguro que con el tiempo has tenido veranos muy chulos y te ha compensado.
      Muy feliz día.

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  7. Qué bonito todo lo que cuentas!
    A mí me gusta el verano pero a estas alturas ya tengo ganas de que refresque jajaja Es que en Barcelona el calor es pegajoso por la humedad y yo soy muy calurosa, así que lo paso mal.
    Un besito guapa!

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    1. ¡Gracias!
      Yo ahora también quiero qu erefresque porque llevamos una semana matadora, a las doce de la noche hay 25º, imagínate durante el día, para mí es demasiado.
      Muy feliz jueves.

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  8. En esto no coincidimos Gemma, a mi el verano no me gusta mucho. Debe de ser por el calor que hace donde yo vivo, en Gijón sería más llevadero.Un besico

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    1. Hola.
      Te entiendo. Yo he estado en tu provincia y en primavera es genial, pero en verano es demasiado calor para mí, ufffff.
      Muy feliz tarde.

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  9. Si me gusta el verano, es por la luz , mucho día, poca noche, lo que no me gusta son los más de 40° que se padecen.

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    1. Hola.
      Es que aquí el verano tiene temperaturas muy llevaderas y claro, es genial.
      Muy feliz día.

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  10. Bonitos recuerdos, me has transportado a los míos. El verano aquí es muy duro (Sevilla!!), pero hemos estado casi un mes y medio fuera, así que no ha estado mal. Me alegro de leerte de nuevo, ya de vuelta de las vacaciones.
    Abrazos

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    1. ¡Hola!
      Claro, en los sitios con ese calor es complicado.
      Yo también me alegro de estar de vuelta y leeros a todos.
      Muy feliz tarde.

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  11. ¡Ah, el verano! ¡Cuántos buenos recuerdos! Creo que lo mejores veranos, sin duda, son los de la infancia. Por lo menos en mi caso, y creo que en el de muchos. Cuando pasábamos el día por ahí, en la calle, corriendo, jugando y encontrándonos con amigos. Me acuerdo muchas veces de ello, y ¡es tan grato recordarlo!
    Una bonita entrada, Marigem
    Besos

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    1. ¡Hola!
      Lo de encontrarse con amigos era genial, no teníamos whatsapp ni nada así y siempre encontrábamos la manera de quedar.
      Muy feliz tarde y me alegra mcuho que te guste la entrada.

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  12. muy bonita entrada. está claro que no se necesita mucho para ser feliz... y en asturias no tenéis que alejaros mucho para pasar unas bonitas vacaciones.
    me encanta todo el párrafo "en la adolescencia me mudé al centro de la ciudad...". lo que cuentas es muy de 'verano azul'. :)
    a los niños hay que darles la oportunidad de que lo pasen bien y se junten con otros niños de su edad...
    besos!

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    1. ¡Gracias!
      La verdad es que aquí tenemos de todo, y cuando me iba de viaje llevaba dos meses aprovechando a todo. Que oye, me encantaba viajar, ver otros países, otras culturas...pero era el verano en sí lo que me encantaba.
      Es qu eesa etapa era muy "Verano azul", yo creo que por eso me gusta tanto la serie. Auqnue mi hermana y yo nos teníamos la una a la otra nevesitábamos niños, y entre primas, amigos y niños de la zona la verdad es que lo pasábamos genial. Esa inocencia la echo de menos, la verdad.
      Muchas gracias por comentar y muy feliz velada de jueves.

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  13. Hola guapa! a mi el verano me gustaba mucho de pequeña y adolescete, hasta que me enamore del otoño jeje. De pequeña me gusta mucho bajar de noche al barrio a jugar con los mas mayores, los dias de playa con mis padres y amigas, las merendolas...crecer en un pueblo fue una maravilla. Besos

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  14. Yo también tengo muy buenos recuerdos del verano, por eso quizás me gusta tanto.

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  15. Siempre es bueno recordar nuestra infancia . Te mando un beso

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  16. No hay nada mas lindo que le verano, estación para pasear, vivir, ser feliz. Ahora me hiciste pensar con todos tus recuerdos familiares que a los que no le gusta quizá es porque lo vivieron siempre mal. Nunca lo había pensado así. Saludos!

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  17. Gracias por compartir tus veranos, son unos recuerdos maravillosos.
    El mido transcurria entre playa y montaña. Mi madre nos llevaba a una playa que esta a unos 20 km de Alicante porque allí estaban todas nuestras amigas y amigos, la Playa de San Juan, para mi la mejor de Alicante y eso que teniamos al lado de casa una pero no le importaba coger el seiscientos y llevarnos hasta allí, ella compartía charla con las amigas y nosotras con las hijas de estas que a su vez eran compañeras del colegio y lo pasabamos pipa y en muchas ocasiones nos quedabamos a comer en casa de unas o otras, que bien lo pasabamos, así transcurria hasta Agosto que...
    En Agosto nos ibamos a la finca que tenía mi abuelo en Alcoy, a unos 50 km de Alicante y lo pasaba rodeada de montaña, de verde, de moras y de piñones, de paseo en bicicletas y baños en la balsa con renacuajos de ranas, de paseos con la luz de la luna llena con mi padre y los perros y de noche de charla con los caseros que nos cuidaban la finca todo el año y oyendo las chicharras o cuanto disfrutaba cazando mariposas, asi era mi verano, eran geniales, esos veranos que no volverán pero que se han quedado grabados en mi memoría.

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  18. Me ha parecido súper bonito lo de las tradiciones familiares inventadas. Es genial y lo exprimir los días. Un post muy bonito donde se refleja tu amor por la vida y las pequeñas cosas. Me encanta como lo cuentas. Que infancia tan bonita :) A mí también me encanta el verano aunque a medida que me hago mayor voy valorando otras épocas del año. Un abrazo Gemma

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  19. ¡Hola, Gemma! Me alegra que hayas disfrutado del verano, tal y como nos lo cuentas en esta bella reflexión sobre el distinto modo con el que nuestra vida nos hace percibir una estación conforme pasan los años. Yo siempre he sido más de invierno, de ese frescor en la cara, de esas tardes oscuras iluminadas por farolas y los letreros de las tiendas, de la Navidad... Aunque sin duda, cada época te evoca unos recuerdos maravillosos en cada estación. Un abrazo!

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  20. Yo tengo recuerdos muy bonitos de mi verano en la infancia y en la adolescencia. Y este verano ha sido muy especial, porque ha estado lleno de momentos de familia en mi tierra, que echaba mucho de menos por no haber podido ir desde Diciembre del 2020.
    Un besazo.

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  21. Parece que la compañía gatuna es propicia para escribir.
    Y también para dibujar, por lo que me han contado. Aunque puede suceder que un gato se suba a la mesa y derrame un tintero por sobre un dibujo casi terminado.

    Parece que la pasaste bien en tus vacaciones, por lo que contás. Me alegra eso.

    Besos.

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  22. A mi el verano también me gusta mucho. Pero este ha sido algo alocado. A decir verdad, llevo una locura de vida desde hace año y medio. Parece que por fin se han asentado las cosas, así que vuelvo a tener tiempo y pc para estar por aquí de nuevo. Muaaaaaaa

    https://similocuramedeja.blogspot.com/

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