Hola!!!!!!!
Ya estamos a martes, parece mentira!!!!!
Antes de nada como siempre empiezo agradeciendo los comentarios de ayer, es increíble lo bien que me tratáis, de verdad.
Hoy no sabía muy bien de que hablar, porque para mañana tengo un truquillo, para el jueves tengo pensado escribir una reflexión sobre la marcha y el viernes compartiré alguna de las cosinas que me gustan, pero hoy no tenía inspiración.
Y se me ha ocurrido compartir algún relato escrito por mí.
A mí me encanta escribir, pero soy muy vergonzosa y no suelo enseñar lo que escribo, así que me ha costado muchísimo dar este paso. Además, la mayoría de lo que tengo es muy largo, y claro, no es plan de aburrir a nadie.
He buscado entre lo que tenía, y descartando los relatos cortos con los que participé en algún concurso, que no se pueden usar, encontré un relato que tiene mucho tiempo y que había escrito para participar en un certamen de relato histórico, pero al final no me animé y el cuento se quedó en un disco duro, solo y triste.
No sé si os parecerán aburridas estas entradas, si os parece pesado leer un relato, de verdad agradecería que me lo dijerais, si os da rabia hacerlo en los comentarios podéis hacerlo mediante el formulario de contactos,pero me gustaría saber si os parece bien que comparta muy de vez en cuando algún cuento mío.
El cuento de hoy no es de misterio, que suele ser mi género favorito, es una historia sencilla inspirado en la Grecia clásica. Espero que os guste.
EL QUE DOMINA EL MAR.
Alysa arrastraba los pies por los polvorientos caminos con la mirada
perdida. Nunca le había creído que Corinto estuviese tan lejos, parecía que
estuviese en otro mundo. Recordaba cuando, en otros tiempos, había ido desde Atenas hasta allí
para asistir a los juegos Ístmicos. Aunque no eran tan importantes como los
Juegos Olímpicos, ella había disfrutado enormemente honrando a Poseidón, pues era
la primera vez en su vida que honraba a alguien; corría por aquel entonces el
mes de marzo y todo olía a nuevo.
Si tuviera que elegir no sabría con qué
deporte quedarse, aunque tal vez los que
más se amoldaban a su personalidad eran la hípica y el lanzamiento de jabalina.
A los ganadores les habían impuesto coronas de
pino, y una anciana que estaba a su lado viendo la competición le había dicho
que en tiempos de su abuelo, las coronas eran de apio, aunque ella nunca lo había
visto.
En aquel entonces todo era distinto, era
una muchachita con esperanza que viajaba a cualquier lugar donde la llevase su
corazón, y hoy era una mujer derrotada que arrastraba los pies por un
polvoriento camino sin saber muy bien qué hacer con su vida. Sí al menos él
estuviese….
Tres años antes.
… Alysa se había puesto sus mejores galas para acudir a aquellos
juegos. Su falda fue hecha con la
tela más lisa que había podido encontrar y estaba separada por galones en
veinte bandas horizontales, con un corpiño ceñido con su camisola y su corto
bolero ensartado. No le faltaban joyas y su peinado parecía digno de una gran
señora.
Al
verla nadie podría sospechar que aquella dama no era si no en realidad una
pobre huérfana que había sobrevivido robando en las calles de Atenas, y que
había recurrido al negocio más antiguo del mundo para poder comer.
Ahora
que tenía algún dinero había decidido salir de ese mundo, escapar de los brazos
de guerreros salvajes que acudían a ella para desahogar la ira de una forma en
qué no podían hacerlo con sus esposas; ya nunca más sería aquel deshecho
humano.
Aquella tarde, en el momento en que el
sol calcaba con más intensidad,como si de un sueño o hechizo mágico se tratara, lo conoció.
Era un joven tan apuesto que al verlo,
la muchacha se quedó sin respiración. Sus ropas denotaban una buena posición y
su sonrisa, segura y confiada, denotaban que en su vida había prosperidad.
Sonriendo para sí, Alysa se dijo que
esa era la clase de hombre que había ido a buscar, alguien con clase que la
aceptase como esposa, que la escuchase y que le diese una buena calidad de
vida.
Poco a poco se fueron conociendo. Él se
llamaba Nereo, que según le habían dicho significaba”aquel que domina el mar”. Alysa significaba princesa, así que tal
vez el destino los había unido para formar un reino en el mar.
Pero en los proyectos largamente
concebidos por Alysa hubo un fallo. No entraba en sus planes enamorarse. Ella
quería vivir bien y había tejido a su alrededor una gruesa malla protectora que le impedía desarrollar
cualquier clase de cariño, pero esta vez la malla se estaba rasgando y ella no
podía hacer nada por evitarlo.
Cuando acabaron los juegos Nereo tenía
que volver a Atenas, y decidió llevarse a la mujer con él. Ella dudó largamente,
porque aún no le había hablado de su pasado, pero decidió acompañarlo porque
pensaba que ninguno de sus antiguos clientes podía ir contando que había
estado con ella, y creyó su secreto a salvo por el momento.
La joven estaba loca por Nereo, y tenía
el corazón rebosante de ilusión.
Los primeros días en Atenas fueron
maravillosos. Ella se fue a vivir a la casa del joven y todo parecía marchar
bien. Nereo era amable y cariñoso y quería pasar el resto de sus días con la
muchacha.
A medida que pasaba el tiempo a ella le resultaba más
difícil decirle la verdad. Si el muchacho descubría su pasado también sabría
que cuando se habían conocido ella solo buscaba un cambio de vida. Jamás
creería que se había enamorado y lo perdería para siempre.
Una mañana de principios de otoño, el
joven le anunció que esperaba la visita de sus padres. Ellos vivían en una
villa en las afueras y era normalmente el hijo el que iba a visitarles, y
siempre iban juntos a los juegos Ístmicos, excepto aquel año porque su madre
había estado enferma, por eso aún no les había conocido, pero ahora que se
había repuesto iría a Atenas a visitar un templo y luego iría a casa de su hijo.
Alysa estaba entusiasmada. Se pasó la
mañana preparándolo todo, sacando la mejor hidromiel que tenían, envió a la
esclava a por el mejor aceite de oliva y ella misma fue al Pireo a comprar
pescado. A primera hora de la tarde se bañó con gran esmero y se puso las
mejores galas que tenía.
Cuando los padres de Nereo hicieron su
aparición, la joven se quedó muda. La madre era una elegante dama que caminaba
con la cabeza alta y jamás sonreía, y el padre…, el padre era uno de sus más
brutos y asiduos clientes. El cruce de miradas había sido terrible. Cada uno
había visto el miedo y el desprecio en los ojos del otro, pero ninguno dijo
nada y pasaron la velada lo mejor
posible.
A la mañana siguiente, cuando apenas
había amanecido y Nereo se había marchado, Alysa sintió un insistente golpear
en la puerta. Temiéndose lo peor fue a abrir antes de que se despertasen los
esclavos, y allí en su puerta, con la cara deformada por la rabia, estaba el
padre de Nereo.
- Pero tú, ¿Quién te
has creído que eres para irrumpir así en la vida de mi hijo?- Dijo mientras la
sacudía con fuerza -¿Quién te crees qué eres?- Repitió iracundo. Te juro que
esto no quedará así, encontraré la forma de que Nereo descubra quien eres sin
tener que admitir lo que en el pasado nos unió.
Cuando el hombre se fue, la muchacha
quedó en la puerta sollozando. Sabía que estaba jugando con fuego y no iba a
tardar en quemarse, pero no sabía qué hacer porque ya no tenía el valor de
contarle su secreto a Nereo.
Los días fueron pasando y los padres
del joven habían regresado a su villa. Alysa estaba más tranquila porque nadie
le había dicho nada a Nereo y parecía que todo se reducía a simples amenazas.
Una tarde de invierno Nereo llegó a
casa desconsolado porque iban a enviarlo a un barco. No debía preocuparse, no
iba a ir a galeras, era un trirreme de guerra pero él iba solo como refuerzo.
La liga de Delos y la del Peloponeso
estaban en lucha permanente y ahora Atenas iba a enviar una fuerza expedicionaria a
atacar Siracusa y él debía ir en representación de su familia. Su padre así lo
había prometido, pero no debía sufrir,
debía recordar lo que su nombre
significaba, dominaría el mar y volvería a ella.
Alysa
guardó silencio pero pudo ver la larga mano del padre de Nereo detrás de todo.
Quería alejarlo de ella enviándolo a la guerra, que más que una guerra era una
muerte segura.
Antes de partir, Alysa descubrió que
estaba esperando un hijo, pero no le dijo nada a él para que no viajara con más
sufrimientos. La despedida fue muy larga y triste, y algo en el corazón de la
joven le decía que jamás volvería a verlo, sus caminos se separaban allí.
Los días pasaban y nada se sabía de
Nereo. Una noche, cuando la oscuridad envolvía como un manto la casa de Alysa,
sintió como llamaban a la puerta. Asustada e intrigada fue a abrir y se
encontró delante de su puerta a la madre de Nereo. La mujer sollozaba
amargamente y cuando por fin pudo hablar, con voz entrecortada le dijo que
Nereo había muerto. Su barco había sido atacado y se había hundido, así que su
hijo había ido a reunirse con Poseidón.
Alysa no podía articular palabra, pero
la mujer, cogiéndole la mano, le dijo que ahora debía pensar en su criatura y
buscar un lugar mejor, donde nadie supiera quién era.
La joven se sorprendió de que supiera
sus dos secretos, su pasado y su futuro, ese hijo del que nadie conocía la
existencia. Adivinando sus pensamientos le explicó que ella tenía una fiel
criada que vigilaba las andanzas de su esposo, y cuando había venido a verla de
madrugada se habían imaginado la clase de relación que habían tenido. Después,
envolviéndose en su capa se perdió en la oscuridad de la noche.
A la mañana siguiente había cogido sus
cosas y había partido. No sabía a quién acudir y había decidido consultar al
oráculo.
Después de consultar al oráculo tomó
una decisión, la más difícil de toda su vida.
… Mientras caminaba arrastrando los
pies reflexionaba, sabedora de que no tenía otra solución. Cuando llegase a Corinto, si algún día
llegaba, debía dirigirse al templo para que la acogieran en el “incubatorio”
hasta que diese a luz. Si lo que nacía era niña podía quedarse para ser
sacerdotisa y si era varón sería sacerdote en su día. Después ella se iría para
no volver. Nunca volvería a tener un Nereo en su vida, así que tendría que
volver a su trabajo de siempre, al oficio más antiguo del mundo, del que había
querido escapar y no lo había conseguido, dejando por el camino un hijo y un
amor. Cerrando los ojos Alysa arrastra los pies y le pide fuerzas a Zeus para
terminar el viaje.
Bueno, pues hasta aquí el relato. Espero que no se os haya hecho muy pesado.
Muchísimas gracias por leerme, espero ansiosa vuestros comentarios y nos vemos mañana miércoles, con algún truco.
Besinosssssssssss.
Pero tú
quien te has cr
Gema el relato es precioso!!! Me encanta que lo hayas puesto porque hacía tiempo que quería leer algo tuyo. Es alucinante la calidad literaria que tienes, me ha encantado!!! Ahora me has dejado con ganas de leer más...
ResponderEliminarUn besazo reina!!!
Ayyyyyy, que ccosas me dices!!!!!!
EliminarYo disfruto mucho escribiendo, lo de la calidad...te lo agradezc muchísimo pero claro, ya sabes que normalmente las personas no vemos esas cosa, ponemos cariño y punto.
Un besín guapa, da gusto empezar el día así.
Ainss qué bonito¡¡ Y qué triste al mismo tiempo (que escribes muy bien ya lo sabemos, y que te encanta hacerlo también ;)). Tenías que haberte animado a publicarlo antes. Un besazo.
ResponderEliminarGracias!!!!
EliminarSi, es un poco triste, hoy estoy melancólica y entre eso y que no tenía muchas cosas cortas, ha tocado tristeza.
Gracias por pensar que escribo bien, la verdad es que me gusta mucho, disfruto y eso es maravilloso.
Un beso y gracias por leerme siempre.
Te gusta escribir y lo haces genial.
ResponderEliminarFerny se va a hacer escrito, dice.
Besos
36+2
Gracias!!!!! Menudo piropo viniendo de ti!!!!!
EliminarYo quiero leer lo que escriba Ferny, seguro que me encanta;)
Besos.
Gema, lo de escribir es una auténtica delicia cuando te gusta y está claro, leyendo tu relato que a tí te encanta.
ResponderEliminarLa narración está muy bien aunque me resultó un tanto triste, es cierto que la vida es así y la historia podría ser real, pero me gusta que siempre quede un fondo de esperanza. Más que nada me choca porque pareces una mujer positiva y de las que salen adelante.
Pero como se trata de una ficción yo te animaría a que siguieras practicando que se te da muy bien.
Besos
Hola Curra, muchas gracias por tus palabras.
EliminarLa verdad es que soy muy animosa, pero todos tenemos etapas y la verdad es que este cuento lo escribí en unos días algo tristes y como llevo un mes complicado(más adelante hablaré de ello, ahora no me veo capaz) pues me ha salido la vena triste.
Muchas gracias por animarme, la verdad es que escribir libera el alma.
Un beso.
Ohhh que relato tan triste!
ResponderEliminarTienes madera de escritora ehhh, hombre yo veo alguna cosilla que no suena muy profesional pero en general me parece muy bueno.
A mí no me importa que subas relatos, siempre y cuando tenga tiempo de leerlos.
Besos guapa
Gracias!!!!!¿Me podrías decir lo que ves que no te parece muy profesional? Es que me gustan mucho las críticas constructivas y todo lo que me ayude a mejorar lo agradezco, así que dímelo sin miedo, de verdad, que me gusta mucho saber en que puedo fallar porque yo me veo fallos, pero uno mismo a veces no es buen juez.
EliminarUn besín y gracias por leerme.
EScribes maravillosamente me ha encantado!!besos
ResponderEliminarGracias!!!! Un beso guapa;)
EliminarMuchas gracias por compartir tu relato entre nosotras!!!!
ResponderEliminarBesos
Gracias a ti por leerlo. Un abrazo:D
EliminarQue bonito!y que bien escribes,a mi también me gustaba escribir(aunque no se me da tan bien)es algo que tengo que retomar...besos guapa
ResponderEliminarGracias!!!!
EliminarSeguro que se te da genial, en el blog al menos te defiendes muy bien. Retómalo cuando puedas porque es algo que sienta muy bien. Un beso guapa.
Muy bonito Marigem, pero me habría gustado que no se hubiera muerto Nereo y que Alyssa encontrara una solución para darle en la cabeza al malísimo padre del chico....
ResponderEliminarEl próximo relato porfa pora con final feliz :)
Un besazo guapa
Gracias!!!! El próximo lo hago con final feliz, prometido. Es que ando algo justa de ánimos pero prometo que o siguiente será más alegre. Un besín y gracias por leerme.
EliminarEs un relato muy bonito y refrescante. Si que se te da bien escribir.
ResponderEliminarGracias!!!! Me alegra que te guste. Un besito.
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