Hola!!!!!!!! Mil gracias por los comentarios de ayer, ya he transmitido a mi hija todas las felicitaciones y no puedo evitar deciros que soy feliz estando hoy otra vez aquí.
Hoy se me ha ocurrido hacer una entrada contando mis caídas, bueno solo un par de ellas, ya que os conté dos hace tiempo y parece que hicieron gracia así que me animo a repetir.
Espero que las estas os gusten y os ayuden a empezar el día con una sonrisa.
Esta anécdota con la que empiezo me ocurrió hace como un mes. Mi hijo había quedado con sus amigos en la piscina un domingo por la mañana, y como eligieron una que está lejos lo llevamos en coche.
Cuando estábamos llegando se dio cuenta de que se le había olvidado el gorro, que es obligatorio, y en lugar de ir a casa y atravesar la ciudad encontramos unos chinos abiertos cerquita y decidimos probar suerte.
Entré yo con él y le pregunté a la dependienta por gorros de piscina, y la mujer, que no debía hablar muy bien el castellano me llevó a un estante de gorros de ducha, pero es que además eran en rosa con puntillas y yo empecé a imaginarme a mi hijo, que es altísimo con ellos y me dio un ataque de risa pero intenté aguantar porque me daba rabia ya que la chica podía pensar que me reía de ella(me había dicho y digo textualmente -golo pistina-), pero nada de eso, jamás me burlaría de la forma de hablar de alguien, era por la situación. El caso es que por aguantar la risa y mirar para otro lado tropecé con unas pilas de bolsas de tierra y como en ese tipo de sitios tienden a amontonar cosas en los pasillos empecé a bracear hacia atrás mientras la dependienta y mi hijo trataban de sujetarme, y al final de nada sirvió porque caí, esta vez sentada, entre un montón de tiestos de plástico, flores artificiales y una especie de cortinas de baño.¡Menos mal que no rompí nada!
Pero lo peor, es que la dependienta, al verme bracear dijo, -ahhhh, golo natación...En fin, mi hijo dice que siempre lamentará no haberlo grabado porque batiría record de visitas. Y por cierto, cuánto público tuve, no os imagináis la de gente que hay en un chino un domingo por la mañana.