Reseña de El hombre que amaba a los perros de Leonardo Padura
Hola a todos muy bienvenidos un día más. ¿Qué tal ha ido el finde? Espero que muy bien. El nuestro ha sido tranquilo: campo, familia, algún paseo, una serie e incluso nos hemos relajado filosofado con antiguas entrevistas de Antonio Gala.
Hoy vengo con una reseña.
Por lo general me gusta traer libros distintos y poco conocidos, pero a veces
hago alguna excepción y hoy es uno de
esos días. Y ahora, sin más rollo, empezamos.
Me costó empezar con Leonardo Padura, mi hijo había ido a encuentros con él, y tenía en casa algún libro, pero no sé qué pasaba que no empezaba. Hasta que empecé, y me atrapó. Una de las razones que me empujaron a empezar fue leer a Rosa, pues a ella también le gusta Leonardo Padura, y sus reseñas siempre me crean necesidades lectoras.
He elegido El
hombre que amaba a los perros porque me parece buenísimo, aunque, ya os
digo que es un libro concreto para gustos concretos. No es el primero que leo de él (la serie Mario
Conde, el detective, no el banquero, es también estupenda) y todos me gustan, pero
quería hablar aquí de este novelón.
Confieso que lo tenía en
casa, pero acudí a un encuentro con él en La
Semana Negra y lo compré para que me lo dedicara. Lo leí este verano, con calma, sin prisa, y
deleitándome.
La obra trata, en realidad,
sobre el asesinato de Trosky. Está
contado a tres voces. Por un lado tenemos a Iván, un cubano que conoce, en una
playa bordeada de casuarinas, a un hombre con dos preciosos galgos rusos borzoi
que le cuenta la historia de Ramón
Mercader, el asesino de Trosky. Nos habla de la infancia, la influencia de
su madre, sus inicios en el comunismo, de
Guerra Civil española… La historia de Iván y la de Cuba se van entremezclando, y
atrapando.
Por otro lado tenemos la
historia de Trosky desde que se exilia de la URSS, sus “aventuras” en Turquía, sus
desgracias familiares, su historia con Frida Khalo…
La forma de narrar de Padura
es extraordinaria. Logra captar toda mi atención. Cuando Ramón Mercader está a
punto de matar a Trosky con el piolet genera una tensión que solo un maestro
puede hacer. Todos sabemos como muere Trosky, sabemos lo que va a ocurrir, y aún
así, atrapa de tal forma que nos inquietamos de esa manera en la que nos
inquietamos leyendo algo por primera vez y no sabemos si va a pasar o no.
Pero la maestría está en que aquí, sí lo sabemos, y logra “sorprender”.
Siempre digo que no se me da
nada bien escribir reseñas y no sé si estaré expresando bien todo lo que quiero
comunicar.
Para ir finalizando, os diré, que
independientemente de lo bien escrito que está, hay un trabajo de investigación
exhaustivo. Si excluimos la parte novelada, casi es un ensayo. Es tan
concienzudo que logra que pasemos frío en Siberia, calor asfixiante en Cuba nervios en la España dividida por la cruenta guerra. Consigue que estemos en una taberna
de Moscú, bebiendo vodka envueltos en ropa caliente, y en un sofisticado
apartamento en París, con Ramón Mercader y la muchacha a la que engatusó para introducirse en el círculo de Trosky.
Y a para terminar os digo que si
os gusta la literatura histórica, la historia rusa , los libros extensos y
meticulosos, llenos de información, y las historias contadas por varias voces os la
recomiendo encarecidamente.
Si os agobian los libros muy
largos, los nombres en ruso y la literatura histórica, mejor lo dejáis pasar.
Y hasta aquí la entrada de
hoy. Mil gracias por leerme y nos vemos el miércoles con algún truco.
Como lector de novela negra , hay que leer a Padura y su detective Mario Conde un personaje derrotado, borrachin y gran fumador, es un autor que te cuesta entrarle pero una vez cazado te atrapa y no puedes dejar de leerle.
ResponderEliminarSaludos
Totalmente, a mí me costó empezar pero luego me atrapó.
EliminarMuy feliz día.
Tendrè que probar algún libro suyo. Un beso
ResponderEliminarOjalá te guste.
EliminarFeliz lunes.
Ay, Gemma, mil gracias por la mención. Casualmente ahora estoy con un libro de Leonardo Padura, Paisaje de otoño, el cuarto de Mario Conde. Es la única serie que he leído en total desorden, pero igual la estoy disfrutando.
ResponderEliminarEl hombre que amaba a los perros fue lo primero que leí del autor y me cautivó por completo. A día de hoy, creo que sigue siendo la novela de Padura que más me ha gustado, junto a Personas decentes, la última que leí en la que sale Conde, pero en la que hay otra historia de tiempos pasados mucho más interesante. Si no la has leído te la recomiendo.
Un beso.
De nada! Tus reseñas me avivaron las ganas de leerlo.
EliminarNo la he leído, está esperando y sé que me encantará..
A mí El hombre que amaba a los perros me cautivó. Entiendo que es larga, mucha información, muchos nombres en muchos idiomas, pero atrapa. Casi podía ver a los preciosos perros corriendo por la plas, al hombre entre las casuarinas y también me imaginé esa Cuba en los setenta vista por un estudiante.
Ojalá pueda ir a más encuentros con él y seguir disfrutando de sus lecturas.
Pues no lo conocía!
ResponderEliminarSin duda, contar una historia que es de sobra conocida y conseguir atrapar la atención del lector es una habilidad reservada a grandes escritores.
ResponderEliminarUn libro a tres voces y con esa narración extraordinaria es la celebración de la literatura. La historia de Trosky es tan fuerte que daría para seguir escribiendo y haciendo cine sobre su visa.
ResponderEliminarAbrazos y buen comienzo de semana.
Antonio Gala convertía en espectáculos las entrevistas que le hacían. Me quedaba embobado escuchándole.
ResponderEliminarNo he leído nada de Leonardo Padura. Gracias por presentárnoslo.
Feliz semana.
Es un gran mérito llamar la atención, contando una historia que es tan conocida, como la de Iván Trosky.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por la reseña. Tomó nota. Te mando un beso.
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