jueves, 19 de enero de 2017

Jueves reflexivo;un frío paseo al atardecer.


Hola a todos y bienvenidos un jueves más. Ya sabéis que el post de hoy va sobre la marcha, lo escribo en silencio, con mi gato y mi café y está sin corregir así que de antemano pido disculpas por las faltas y fallitos.

La verdad es que no se me ocurre de qué hablar, supongo que estoy poco inspirada, pero otras veces vi que os gusta cuando cuento algún paseo, las cosas que veo y pienso, así que os contaré el paseo que di ayer por la tarde.
Y sin más rollo empezamos.


A mí me gusta pasear siempre, por la mañana, por la tarde, por la noche, con lluvia, con sol...pero no sé que tienen las puestas de sol que me inspiran, y pasear a esas horas dispara la imaginación.

La verdad es que ayer fue un día estresante, terremotos otra vez cerca de dónde está mi hijo, asuntos que resolver, carreras y mucho lío, pero a partir de las cinco y media de la tarde, más o menos, ya pude relajarme. Y quise dejar atrás el bullicio para perderme entre el aire frío y mis pensamientos.

Mi ciudad es pequeña, y si tomas el camino adecuado, poco a poco vas dejando atrás los edificios, los coches...y puedes perderte por veredas que parecen sacadas de Avonlea y puentes de lo más evocadores.

gijón-senda-fluvial
A mí me recuerda a Avonlea aunque ayer estaba menos sol y más frío, jejeje, y algo embarrado.


La verdad es que la temperatura no invitaba precisamente a pasear, pero abrigándonos bien siempre se puede dar un "vigorizante paseo" como dice Hercule Poirot.

gijón-parque-fluvial
Me encanta, aunque esté frío y bastante más oscuro.


Y así, tapados con prendas esponjosas empezamos a caminar, y de pronto, nos topamos con la zona de juegos de un parque y me hace gracia ver a las mamis muertas de frío, muchas de pie seguramente deseando que pasasen los minutos, y los niños corriendo acalorados y jugando felices, sin ser conscientes del frío y sin ganas de volver a casa. Durante unos segundos me invade la nostalgia, hace muy poco yo también estaba así con mis hijos, congelada y feliz al verlos jugar. Entonces sacudo la cabeza y alejo esos pensamientos porque ahora estoy en otra etapa y me siento feliz, claro que añoro tener niños achuchables que juegan en el parque...pero tengo unos chicos estupendos y a los pobres los sigo achuchando siempre que puedo.

parque-fluvial-gijón
Ayer no hacía ese sol pero los niños jugaban muy felices.


En unos bancos que me encuentro más adelante, veo pandillas de adolescentes o parejitas jóvenes, ajenos al frío que nos rodea, y al verlos charlando pienso en esa etapa tan extraña; de esas épocas también guardo muy buenos recuerdos.

A mi cabeza acuden las tardes de adolescencia, cuando, después de clase particular, o al salir de la biblioteca nos reuníamos en el parque y nos sentábamos en el banco, pero en la parte de arriba, en el respaldo, a charlar de nuestras cosas. A veces éramos unas pocas amigas y otras todo el grupo, chicas y chicos, y las horas se nos iban volando, y tocaba volver a casa corriendo, jejejeje...

Y ya con los novios...qué inocencia cuando eres tan jovencito, al menos en mi caso, que ahora nos dan cien vueltas, jejejeje.

Al seguir andando veo a muchas señoras que también han ido a caminar, todas modernas ellas con sus chándal, zapatillas deportivas, anoraks gruesos y pelo de peluquería. Van charlando alegremente, a paso rápido para combatir el frío, y como la zona está desierta y a veces capto retazos de conversación y compruebo que hablan de sus hijos, de sus maridos y de todo un poco.

Mi paseo sigue durante un buen trecho, a veces hablando y riendo y a veces en silencio, a veces sin fijarme en lo que ocurre a mi alrededor y a veces empapándome de cada instante que me rodea mientras subo un poco la bufanda.

Cuando dejamos atrás el parque, los puentes y la gravilla tomamos una carretera que me gusta mucho y desde la que se ven las montañas a lo lejos. Al verlas bajo esa luz del atardecer que todo lo vuelve mágico, especialmente porque es una luz que tiene el color del frío, pienso en lo afortunada que soy a pesar de las cosas difíciles que a veces me pasan, y me siento feliz porque sé valorar lo que tengo, poco o mucho, sé valorarlo.

gijón
La foto no es de ayer pero el momento se parece bastante, montañas al fondo, frío y un atardecer.


Cuando tenía 12 años vi por primera vez Ana de las tejas verdes, y recuerdo que una escena se me quedó grabada. Con los años he visto la serie mil veces, y he leído los libros otras tantas, y sigo reafirmándome en la misma frase.

No sé si habéis visto la serie, pero la escena a la que me refiero os la resumo aquí; Anne da un recital para recaudar fondos, y por supuesto la mayoría de las asistentes son las señoras ricas del lugar.

Cuando termina ella sale del local y desde un lugar muy bonito mira la puesta de sol con su amiga Diana y le dice que ellas son mucho más ricas que todas las señoras del evento y añade que Mathew(el señor que la había adoptado) había puesto más amor en el sencillo collar de perlas que le había regalado para que lo llevara al recital que el que tenía cualquiera de las valiosas joyas que lucían las señoras. Y además sabían valorar toda la belleza que les rodeaba, la puesta de sol con un mar de hierba ondeante...yo también valoro todo eso, aunque estoy muy lejos de ser Anne Shirley.

Después de dejar atrás esa zona que os comento damos un rodeo pero el frío es demasiado intenso y nos vamos metiendo en la ciudad, y entonces me pasa lo mismo que otras veces, que percibo esa sensación de vida. Si, ya os hablé de ella, ese murmullo que parece salir de las casas en las que empiezan a prepararse las cenas o a llenar bañeras para los niños, ese aroma a comida rica que hace que desee llegar pronto a casa para cenar, esa sensación de hogar que solo puedo percibir al atardecer, cuando ya están todos en casa y sabemos que todo va bien.


En esos momentos me apetece sujetar bien fuerte la mano de mi marido y caminar despacio, sintiendo todo eso que nos rodea, esas cosas tan banales que son tan importantes y sabiendo que yo soy parte de ellas, que tengo un hogar y gente que me quiere. Y le cuento mis pensamientos, lo mucho que me acuerdo de las tardes de invierno de mi infancia, o de esas noches de verano, que a la vuelta de la playa o de las excursiones iba a casa de mi abuela y en la radio sonaba el sorteo del cupón. Entonces, tras comprobar si nos había tocado algo, hacíamos planes para el día siguiente, planes de familia, sencillos pero perfectos. Y al volver a mi casa caminando sentía esa sensación de hogar en las casas, el aroma a comida, el murmullo que suena a vida y la sensación de que todo va bien y que en ese momento he vuelto a sentir.

Aún no sé porqué cambiamos un poco el itinerario y por algunas zonas de esas a las que nunca vamos veo unos locales con negocios de los que ya no quedan, una tapicería increíble, parece sacada de un álbum de fotos antiguo con unas sillas y butacas preciosas, y más adelante una carpintería, y lo mejor fue ver a un abuelito con una bata de color azul mahón y una cinta métrica al cuello, inclinado sobre su banco de madera. No sé que hacía exactamente pero me quedé mirando un rato, invadida por el olor a serrín y aquella preciosa estampa. Esas cosas van desapareciendo, ainnns.

El paseo se va acabando y llegamos a casa. Al abrir el portal huele a cena rica, seguramente la vecina del primero ha empezado a hacerle la cena a su hijo, y subo corriendo porque quiero preparar la cena a mi hija, que está a punto de llegar de un ensayo. Y pronto tendré a mi hijo de vuelta del Erasmus y podré hacer también las cosas que a él le gustan. Mientras tanto, y ya que estamos solos, bueno solos no, que los gatos son una gran compañía, pero no tenemos a más personas cerca,  preparo unas cervezas con gaseosa y limón, que no son lo mejor contra el frío pero me han apetecido, pongo música y seguimos charlando hasta que llegue mi hija y empiece a hablar de todo lo que le ha pasado, y la casa se llene de risas y alegría.

Y luego ella llega, inundando de alegría este día frío y ajetreado que no ha acabado nada mal, así que cenamos y hablo con mi hijo sin parar por skype. Y la noche va cayendo sobre mi casa, y con ella nos vamos durmiendo. Entonces llega el jueves y bien temprano toca escribir un post reflexivo, y ya que me he quedado sin ideas os cuento como fue mi tarde ayer.

Y realmente hasta aquí hemos llegado, hemos paseado por caminos de gravilla, por carreteras con montañas al fondo y por la ciudad, hemos visto niños, madres, señoras y adolescentes y he recordado mi pasado y saboreado mi presente, así que poco más puedo añadir.

Mil gracias por leerme y nos vemos el sábado en el resumen semanal. Muy feliz fin de semana a todos.

Ciaoooooooooooooooo.

43 comentarios:

  1. Qué bonitos y románticos son los parques, a mi me recuerdan a la preciosa canción de Miguel Ríos.
    Un besazo!

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    1. Siiiii, yo a veces pienso en esa canción, si es que te refieres a Santa Lucía.
      Feliz jueves.

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  2. Sólo leerte me has relajado! Y te lo agradezco, entre que tengo los exámenes ahí y el trabajo y las cositas que van surgiendo...en fin, que gracias.
    Me encanta Gijón y jo, sólo pude estar por unas horas, deseo volver en cuanto pueda y verlo bien, me pareció espectacular lo que vi. Y me encantan estos post tuyos en los que nos enseñas tu ciudad.
    Yo también vi Ana de las tejas verdes y me encantaba!!! Yo de joven era tan melodramática como ella, así que creo que me sentía identificada jajaja.
    Besazos reina, sigo a lo mío

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    1. ¡¡¡Hola!!1 qué bien verte pro aquí y qué alegría animarte.
      Siiii, tienes que venir con tiempo. Me alegra mucho que te guste. Ayyy Ana de las tejas verdes me marcó muchísimo, la tengo grabada y la veo a veces, ahora menos desde que falleció el otro prota, Gilbert Bhlyte, pero es preciosa.
      Besos y los melodramas de juventud me encantanta, jejeje.

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  3. Los hombres somos muy sosos para los colores. No les ponemos apellidos. Verde, rojo, azul, amarillo... Como mucho claro y oscuro. El Azúl Mahón no lo había escuchado nunca.
    Otra cosa que se me ha ocurrido leyéndote es lo que vas a disfrutar esos recorridos cuando tengas nietos. Serás un pedazo de abuela. Los niños vuelven a aparecer en la vida, para enriquecerla con matices que sin ellos se habían perido.
    Un abrazo.

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    1. No sé el motivo, pero en "azul" se me escapa el acento, siendo que es una palabra aguda que no acaba ni en vocal, ni en "n", ni en "s". Quede constancia del lapsus.

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    2. ¡¡¡Hola!!! Jajaja, el azul mahón es el color que tienen los monos de trabajo y los pantalones que antiguamente llevaban los pescadores en Asturias, no sé si en otros sitios se usa, a lo mejor me he precipitado. Son de algodón y los tenderos antiguos usaban batas de ese color y material y al ver a ese señor ayer viajé en el tiempo.
      Jajaj, queda constancia del lapsus.
      Un abrazo y me encantaría ser abuela, mi hija dice que no quier tener hijos y mi hijo...tampoco, pero la verdad es que son muy jóvenes, supongo que cambiarán de idea o los obligaré a punta de pistola,jajaja.
      Un abrazo.

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  4. Precioso recorrido a pesar del frío que hace helador. Yo poco puedo añadir a una tarde que se hace corta ya que me levanté a las cuatro de la tarde después de dormir parte de la mañana. Estuve comiendo y después viendo la tele estuve tejiendo mariquitas jajaja, yo con mis manualidades. Como había quedado con una compañera para reunirnos y contarme las nuevas noticias nada halagüeñas sobre los nuevos cambios en la empresa para próximos contratos, pues piden para entrar en la empresa el perfil 2 de Euskera que es como pedir que un profesor de clases de Euskera y tiene que tener ese perfil. Las chicas nuevas que están sustituyendo en verano, están asustadas porque se ven en la calle. No es justo que después de casi 6 o 7 o más años salgan a la calle que entren nuevas con ese perfil. Dan 20 puntos para el perfil de Euskera y valoran menos ant la antigüedad que dan solo 12 puntos. O sea que es una injusticia porque para atender a un anciano que, casi no oye o, no habla, no hace falta tanto euskera. Y después me fui a pintar, estoy haciendo acuarelas y hoy estropeé una. No era mi dia de acierto. Seguido al trabajo y menuda nochecita tuvimos, o sea que ahora mismo estoy aquí escribiendo con una manta eléctrica para aliviar el dolor en mi espalda, antes de ir a dormir. Un abrazo

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    1. Muchas gracias Mamen.
      Madre mía, pobres chicas, tienes razón, para vuestro trabajo hay conocimientos muy importantes pero precisamente el idioma es el menor de los problemas, digo yo que lo importante será saber mover a esas personas, la antigüedad(que es un grado) y otras cosas.
      Ojalá se resuelva todo y que pases un buen día.
      Un abrazo.

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  5. A mi también me recuerdan a la canción de Miguel Ríos que me encanta él y me encanta la canción

    Besos


    Besos

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  6. Bonito paseo el que distéis ayer, que gozada, es una maravilla como lo relatas, con tanto sentimiento que hasta emociona, gracias por compartirlo y por dejar que la vida traspase a las emociones, que viven con tu relato y tus vivencias, es vida.
    Ojala Elche o Alicante tuvieran unos parques y unas vistas tan bonitas, da gusto pasear así, jo, que bonito todo, me gustaria coger la maleta y perderme unos día, pero de momento va a ser que no, ains. Es cierto que Alicante tenemos la explanada y subes al Castillo de Santa Barbara las vistas son preciosas pero un parque verde para perderse como que no, ains, que envidia sana.
    un besito y que sigas por muchos años transmitiéndonos tantas cosas bonitas, es una gozada que las conmpartas. TERE. psdta jorge también se quiere ir de Erasmus d emodo que ya me contaras la experiencia si merece la pena y todo lo que conlleva.

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    1. ¡¡¡Muchas gracias Tere!!!
      Bueno, vosotros no tenéis esos parques pero tenéis otras cosas, unos pueblos marineros preciosos, el castillo y otras cosas, lo importante es disfrutar de lo que tenemos y yo creo que tu lo haces.
      Respecto al Erasmus, en mi caso lo recomiendo totalmente. Los estudios de mi hijo son de idiomas así que es el complemento ideal, y es una aventura genial porque aunque mi hijo conocía Italia había ido con nosotros, y claro, nada que ver. Ha conocido gente estupenda, es una experiencia genial, él ha tenido mala suerte con el tema de los terremotos, hoy no ha podido ir a clase, por ejemplo, y eso claro, repercute, pero por lo demás, muy muy recomendable.
      Besos.

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  7. Pasear es de lo mejorcito que podemos hacer, a nivel físico y mental. Es un ejercicio para todos y despeja la mente.
    Ayer no, pero anteayer iba en la moto y pensaba que era un bonito día para pasear, frío, con sol de invierno, pero muy bonito, y me fui a disfrutar de la tarde.
    Besos!

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    1. Siiii, pasear da vida.
      Ayyy qué suerte ir en moto y disfrutar la tarde.
      Besos.

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  8. Me encanta la capacidad de fijarte que tienes en todo, normalmente yo paso y no me imagino esas cosas. Oye sólo te ha faltado identificarte con las señoras mayores como la que algún día serás (dentro de mucho claro:P jejeje).
    Unos paseos muy agradables das.
    Besos y feliz fin de semana

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    1. Jajajaj, no te creas que me fijo siempre, a veces voy a carreras y ni veo por donde voy pero si tengo tiempo intento saborearlo.
      Jejeje, pues espero ser tan animosa como las señoras, aunque no me veo yo peinada así, tan cardada.
      Besos.

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  9. como dice la canción 'momentos' de julio iglesias, "la vida se hace siempre de momentos, de cosas que no sueles valorar". sólo que tú sí las valoras, y lo harás aún más con el paso del tiempo. :)
    espero que en el lugar de italia donde está tu hijo no haya más terremotos ni temblores. eso da mucho miedo. qué bien que puedas hablar con él por skype!
    yo también me fijo mucho en la gente que pasa. soy un poco 'sociólogo'. :P
    besitos!!

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    1. Ayyyy qué frase más bonita. Siiii, intento valorar los momentos, no siempre se puede pero lo intento mucho y mucho, jejeje.
      Mi hijo está cerquita de dónde los terremotos, pero por suerte no han tenido grandes catástrofes, lo malo es que vuelve en 11 días, le falta un examen y bastante papeleo y han cerrado la universidad para revisar posibles daños, y eso a estas alturas a él le ha matado, pero bueno, al menos no ha ido a más. Fueron 4 fuertes y más de 80 réplicas, pero bueno, ya se ha acostumbrado después de pasarse octubre entero temblando a cada poco, así que ahora quiero que disfrute todo lo posible lo que le falta hasta volver, que se lo merece que ha sacado notazas.
      Un besito y el skype es genial.
      Jajaja, me encanta que seas un poco sociólogo, mola mucho.

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  10. Ole tus ovarios. Yo ni loca doy un paseo con este frío. Jajajaja. Besotes!!!

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    1. Jajajaj, a mí me gusta pasear y además ese día había sido un poco estresante con los terremotos de mi hijo así que mejor salir de casa y desconectar que sino me vuelvo loca.
      Besos.

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  11. Que paseo tan bueno y reconfortante. Yo no solía pasear como ahora, con la peque he aprendido a ir más tranquila y disfrutar el paseito. Soy de andar muy rápido, no me doy cuenta y llevo a todo el mundo asfixiado, parece que voy a apagar un incendio...en vez de salir a pasear salía a correr y me gusta respirar, mirarlo y empaparme de todo, pensar en mis cosas... ahora, ya te digo que voy más tranqui.. voy a correr pero por las mañanas temprano y los paseitos de la tarde son a pasitos cortos y con más paradas que el autobus jajajaja, pero me encanta, lo disfruto muchísimo.
    Un beso guapaaa, que familia más bonita tienes

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    1. ¡¡¡¡Hola!!!!
      Claro que sí, los paseos tranquilos son geniales. Yo salgo a correr a veces e intento separar, aunque confieso que a veces sí que voy andando rápido, es la costumbre, jejeje.
      Qué chulos los paseos con los peques.
      Besos.

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  12. que bonito, aqui no podemos salir a pasear, hace un frio tremendo

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    1. Aquí hace frío pero la gente sigue saliendo, estamos locos, jejeje.

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  13. Bonito post. Todo tiene sus etapas, y quizás ese sustituir los achuchones a los niños por la mano de tu marido en los paseos es lo que mejor viene a decirlo.
    La verdad es que, aquí por lo menos, con el frío y lluvia que tenemos, es impensable pasear estos días.
    Un beso, Gema.

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    1. Gracias Chelo.
      Eso creo, son etapas y la verdad es que esta me gusta mucho.
      Aquí frío también hay pero lluvia...a veces, y como estamos acostumbrados salimos llueva o no llueva, jejeje.
      Besos.

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  14. A mí me encanta pasear aunque haga mucho frío la verdad porque a la que te mueves se te calienta el cuerpo y soportas mejor el frío. Además el frío me quita muucho el estrés y me inspiro, el invierno y el otoño aunque tienen cosas que me disgustan son muy inspiradores con sus tonos y peculiaridades

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    1. Siii, en cuanto te mueves el frío se nota menos.
      Te doy la razón, el otoño y el invierno son muy inspiradores.
      Besos.

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  15. Vaya tela si que te ha cundido el paseo. A mi también me gusta muchísimo pasear pero reconozco que con el frio me da perecilla, quizás eso de ser del norte te hace más valiente jajaja. Eres un ejemplo de una persona que valora las cosas por pequeñitas que sean ;)y haces bien porque eso es lo que realmente nos hace felices. Voy aprender un poquito de ti y cada vez que pasee voy a fijarme en todos esos detalles ;) que muchas veces nos pasan desapercibidos. Yo también veía Ana de las Tejas verdes pero la verdad que no recuerdo nada o casi nada jaja pero me parece super chulo el trozo que cuentas menuda memoria la tuya ;p. Y lo del paseo de la mano después de tantos años juntos es lo más maravilloso del mundo. Un besito guapa PD Me ha parecido super gracioso el comentario que me has dejado en la entrada de las lavanderías jajajaja

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    1. Jajaja, ya te digo.
      A mí también me da pereza a veces, pero en cuanto se empieza luego mola.
      Mil gracias por tus palabras, de verdad. Ayyyy lo de la lavandería, es un sueño tonto que tengo pero me apetece mucho.
      Besos y no te creas que tengo tanta memoria, es que vi Ana de las tejas verdes mil veces, de niña, de mayor, con mis hijos, con mis padres...en modo bucle, jajaja.

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  16. Que bonito paseo!!! Muy reflexivo y relajante´. Aunque haga frío siempre viene bien. Un beso

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    1. Gracias!!!! Si, a mí me vino genial porque estaba algo agobiada y reviví.
      Besos.

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  17. Esos paseos tienen tres ventajas: disfrutar de la compañía del acompañante, del paisaje relajante y de las cosas que te inspira lo que vas viento durante el recorrido. Así pues, pasear es sano, no solo para el cuerpo sino también para la mente.
    Un abrazo.

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  18. Jejejeje, me ha encantado, sobre todo en lo que se refiere a las madres heladas en el parque, jijiji. Me siento identificada totalmente. Jiji

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    1. Jajaja, me encanta que te identifiques, jejeje.
      Besos.

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  19. Cómo me gusta dar paseos de este tipo, aunque estos días hace tanto frío que mejor me espero a que suba un poco la temperatura.
    Un beso.

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    1. La verdad es que está muy frío pero una vez que empiezas se pasa enseguida.
      Besos.

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  20. Hola. Es exactamente así, da como pereza pero luego se disfruta mucho, está todo tranquilo.
    Un abrazo.

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  21. Que paisajes tan bonitos tienes a tu disposición , a mi también de repente cuando me siento muy abrumada me gusta salir a caminar , sigo una ruta especial que descubrí hace unos años por aquí ,la cual atraviesa diversas zonas cercanas a mi hogar , algunas con mucho bullicio y otras más arboladas y con una atmósfera más tranquila ,que bonito es ir caminando y recordar al mismo tiempo tantos momentos felices al mismo tiempo que vas con las personas que quieres , gracias por compartir tu paseo ,un abrazo!

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