Un relato de martes.
Hola a todos y bienvenidos un martes más!!!!! ¿Qué tal ha empezado la semana? Yo sigo cansada por haber estado pachucha pero muy animada y he ido contestando los comentarios, aunque me centré en los del post de ayer, y he podido visitar bastantes blogs.
Hoy me he animado con un relato. Ya sabéis que me cuesta mucho publicar mis relatos, pero alguna que otra vez me animo y me apeteció rescatar este que es de los primeros que escribí hace muchos años, y aunque no me parece muy bueno me recuerda unos tiempos geniales.
Y sin más rollo vamos con una historia de amor.
EN LA INMENSIDAD DEL MAR.
Rafael yace en una cama orientada hacia
el suroeste, con su ventana mirando al mar. Desde allí tumbado apenas puede
otear la inmensidad del Océano, pero solo con ver un resquicio se conforma,
pues él mejor que nadie sabe los secretos que allí se esconden.
Hoy está
esperando a su sobrina Nuria. Sabe que la hora de su despedida está cercana y
no quiere morir sin contar su secreto, y ella es la única persona en el mundo
que tiene suficiente imaginación para entenderlo. Cuando el sol ya comienza a
declinar Nuria llega a la habitación de Rafael y sin saber muy bien por qué, se
siente sobrecogida. Tal vez se deba a la cercana presencia de la muerte, o
simplemente a la sensación de soledad que percibe en la habitación. Al
acercarse a saludar a su tío este le ruega que se siente a su lado y le escuche
con atención.
─Mi
historia comienza hace más de sesenta años, cuando yo era un mozo joven y
fuerte. Vivía en esta misma casa y contemplaba el mismo Océano desde mi
ventana, y tal vez por eso siempre sentí que una parte de mi estaba allí.
Por
aquel entonces yo era tan tímido que no me atrevía a hablar con nadie, y apenas
tenía amigos. Desde muy niño pasaba todos mis momentos libres en el agua, había
aprendido a bucear y podía sumergirme en la inmensidad de este hermoso mar sin
más ayuda que unas aletas y un tubo para respirar. En aquel tiempo era lo que
había.
Lo
que verdaderamente quiero contarte ocurrió una tarde de verano. Era un día
soleado y decidí coger mi barca de pesca para bucear. Aún no sé como lo hice
pero lo cierto es que me despisté un poco y fui a dar a una zona que no
conocía; allí las aguas eran aún más cristalinas y el sol brillaba más
intensamente, así que anclé mi barca y empecé a bucear.
Apenas llevaba unos
minutos cuando sentí una presencia a mis espaldas. Pensé que sería algún pez
extraño y me giré despacio para no asustarlo, pero no vi ningún pez, si no una
enorme cola de plateadas escamas desaparecer entre los corales. Intrigado
empecé a perseguir a lo que fuere que había visto, pero no daba señales de
vida.
Tras una larga búsqueda, y cuando estaba ya a punto de desistir vi una forma desconocida en una cueva que estaba oculta entre
los corales y los pececillos de colores. Cuando me acerqué lo suficiente me
quedé sin palabras, nunca en mi vida había visto una cosa así, ni siquiera
había soñado con una cosa así.
Ante mis ojos tenía el más bello ejemplar de
sirena que pudiera imaginar. Sus cabellos eran tan sedosos que no parecía que
estuviesen mojados, y sus ojos brillaban tanto que apenas podía sostenerle la
mirada. Su cola tenía el plateado más intenso que pueda describir, pero lo que
más me impresionó fue que no parecía asustada. No huía de mí, simplemente me
miraba, y de vez en cuando sonreía. Como ya llevaba demasiado tiempo en el agua
tuve que salir a la superficie para poder respirar y cuando por fin había
recuperado el resuello volví a sumergirme, pero por más que busqué no pude
encontrarla. Busqué y busqué hasta que la noche pintó el cielo de negro y las
estrellas me guiaron de nuevo a casa.
Los días siguientes volví a buscarla pero
no era capaz de encontrarla. Ya casi había perdido la esperanza cuando, de
nuevo por casualidad, la vi. Estaba escondida detrás de unas anémonas y me
miraba con curiosidad. Cuando ya no pude aguantar más y subí a respirar sentí
con sorpresa que me seguía. Una vez en la superficie ella emergió de las aguas
llenando todo mi mundo de gotitas plateadas. Para sorprenderme todavía más, me
miró con sus brillantes ojos y me habló.
─Hola, me llamo Lira. ¿Por qué
respiras con ese extraño objeto? ─Preguntó sin presentarse, saludar ni dedicarme ninguno de los signos de cortesía usados por entonces.
─Porque si no me ahogaría ─contesté perplejo y sin pensar en realidad lo que decía─ ¿Vives aquí tú sola?
─ No, vivo con mis padres, mis seis hermanos, mis abuelos y mucha más
familia, pero ellos jamás van al lugar donde te conocí. Nosotros vivimos en
lugar que está mucho más profundo.─Explicó con absoluta naturalidad.
Ese día estuvimos hablando hasta que
anocheció, y antes de irme le prometí a Lira que al día siguiente iría a verla.
Cuando la mañana siguiente fui al lugar donde nos habíamos conocido percibí un
destello de plata y supe que me estaba esperando. Poco a poco empezamos a conocernos,
y un día nos dimos cuenta de que estábamos hechos el uno para el otro.
Pero nuestro amor era imposible, yo no aguantaba demasiado tiempo dentro del agua y ella
tampoco podía estar mucho tiempo fuera, pero aún así quisimos intentarlo así que nuestros encuentros eran todo el
tiempo de arriba para abajo en la inmensidad del Océano.
Al llegar el invierno la cosa se complicó
más. En aquellos tiempos no había trajes de neopreno ni de ningún material que
sirviera para protegerme un poco del frío, pero yo me sumergía igual para estar
con ella. Aquello era amor, superar cualquier dificultad para estar con
alguien.
Los meses fueron pasando y tras los meses los años. Yo poco a
poco había dejado de relacionarme con los demás, excepto en mis horas de
trabajo o con mi familia muy directa. Todo mi tiempo libre lo dedicaba a estar
con ella y todos mis ahorros los invertía en modernos sistemas que me
permitieran pasar más tiempo bajo el agua. A pesar de las inconveniencias que
teníamos para vernos éramos intensamente felices.
Pero Lira tenía un secreto
que no había sido capaz de revelarme; le había faltado valor. Yo me di cuenta
el día que supe que no podría conocer a su familia porque era imposible para mi
descender al lugar donde vivían. Decepcionado quise saber porqué no subían ellos a verme y le pregunte si sus padres eran
muy mayores, y ella, con un hilo de voz me dijo que no mucho, tenían 300 años.
Completamente aturdido comprendí que Lira era inmortal. Pero lo más duro para mí no era eso, lo más
duro era que mientras yo me marchitaba cada día ella seguía resplandeciendo
entre cristales de plata.
A medida que avanzaban los años yo podía estar más
tiempo con ella porque tenía botellas de un oxígeno nuevo y otros
modernos artilugios que me regalaban mágicos instantes a su lado.
Pero Lira y
yo sabíamos que mi tiempo se acababa, dentro de poco yo no podría ir a su lado
y ella no podía salir del agua para estar conmigo.
Nuestros últimos instantes
juntos fueron tan tristes que ni siquiera quiero recordarlos. Prefiero quedarme
con lo bueno, con todos esos años que compartimos en la inmensidad del mar.
Ella me juró que cada día, justo antes de la puesta de sol emergería de las
aguas y daría un gran salto en el aire para que yo la viera. Esa visión borrosa
que espero cada tarde es lo que me mantiene con vida, pero ahora que ya sabes
mi secreto, y que el nombre de Lira no morirá conmigo siento que ya puedo irme.
Estoy muy cansado pero lo peor de todo
es que no puedo esperar que ella se reúna conmigo algún día porque sé que nunca morirá.
Cuando el anciano terminó de hablar tenía los ojos humedecidos por las lágrimas, y su sobrina apenas podía articular palabra
pues estaba sobrecogida por la emoción.
En silencio miraron por la ventana, y
allá a lo lejos vieron un surtido de reflejos plateados que poco a poco iba
tomando forma de sirena. Agitó los brazos en el aire y súbitamente desapareció.
********
Bueno, pues hasta aquí el relato de hoy. Tiene mucho tiempo y no lo he corregido porque me gusta más dejarlo así, con sus imperfecciones pero auténtico.
Muchísimas gracias por leerme y nos vemos mañana con algún truquito. Un beso enorme para todos y estoy deseando leer los comentarios, ya sabéis que me encantan las opiniones sinceras y las críticas constructivas así que decidme lo que pensáis sin miedo que me encantará saberlo.
Un beso enorme y hasta mañana.
Por favor, me has emocionado. Qué triste. Estas historias de amor imposible me hacen llorar. La muerte al fin y al cabo es una liberación, ojalá la sirena pudiera morir para estar con su amor.
ResponderEliminarPRecioso. Enhorabuena!
Besos
Ayyyyy muchas gracias, que me lo diga alguien que escribe tan bien me hace mucha ilusión.
EliminarUn besito y mil gracias por comentar.
Me encanta el relato. Aunque triste, me emociona. Lo ideal sería que pudieran acabar juntos pero...
ResponderEliminarbesos
Hola!!!!! Me alegra mucho que te guste. Siiii, es triste, yo soy muy de finales tristes,jejeje, pero luego soy tan boba que sufro y todo.
EliminarUn besín y me alegra muchísimo verte por aquí.
Muy bonito aunque triste!!!!!
ResponderEliminarBesos
Gracias guapa.
EliminarUn beso y feliz martes.
Ay, qué historia tan triste... Pero me ha gustado mucho. Un besote!!!
ResponderEliminarHola!!!!
EliminarSiiii, pelín triste,jejeje.
Me alegra que te guste.
Besos.
es una historia muy romántica, que además a mí me ha hecho pensar en sus aspectos científicos: las sirenas serían seres anfibios porque pueden estar dentro y fuera del agua, pero no por mucho tiempo fuera de ella. y dado que viven a grandes profundidades, quiere decir que resisten altas presiones. son inmortales, lo cual no es tan fantasioso como pueda parecer, ya que hay seres -como ciertas medusas- que se autoclonan una y otra vez... y por otro lado, hay sirenas de ambos sexos, ya que lira tenía padre y madre.
ResponderEliminares una bella historia que demuestra que el amor no tiene obstáculos. los momentos junto a la persona amada, aunque no tengan la continuidad deseable, son mágicos.
besos, gema!!
Hola!!!!
EliminarMe encanta cuando nos enseñas el lado científico de las cosas.
Eso creo yo, que el amor no tiene obstáculos y esos momentos no podemos dejarlos escapar.
Un besito.
Un cuento precioso para contar a tus nietos cuando llegue el momento. De hecho, me he sentido tan niño como cuando mi madre me contaba cuentos de su invención.
ResponderEliminarSe te da muy bien el relato.
Un abrazo.
Muchísimas gracias. La verdad es cuando se me ocurrió, hace muchos años, un atardecer en la playa tabién me acordé de mi madre y los cuentos que se inventaba.
EliminarMil gracias por tus palabras.
Un abrazo.
Ains es muy bonito pero muy triste... Me ha gustado mucho, tus relatos siempre me tienen en vilo hasta el final. Un besazo
ResponderEliminarJajaja, es que me van a mí los dramas...
EliminarMe alegra mucho que te guste y que te mantengan en vilo y sigo animándote a que escribas, que lo haces genial.
Un beso.
Muy bonito pero muy triste 😢 😢
ResponderEliminarMe gustan tus descripciones y variedad de vocabulario, lo leo en muchos libros pero yo no sería capaz de ocurrirseme.
Muchos besos
Jejejej, si, es que soy una dramática.
EliminarMuchas gracias por lo que me dices, fíjate que no pensaba yo que tuviese variedad de vocabulario.
Siiiii, se te ocurriría porque te expresas muy bien y esas cosas salen solas.
Un besito.
Muy bonito pero muy triste 😢 😢
ResponderEliminarMe gustan tus descripciones y variedad de vocabulario, lo leo en muchos libros pero yo no sería capaz de ocurrirseme.
Muchos besos
Hola, Gema, ya vuelvo a aparecer por estos lares. Me alegra haberlo hecho hoy para leer tu preciosa historia, las de amores imposibles me encantan. Disney suavizó todo lo posible el cuento de Andersen, pero el original tiene tintes dramáticos que son los que le dan validez a la historia. Tu relato me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso enorme
Hola!!!!!! Qué bien tenerte de nuevo.
Eliminar¿Te puedes creer que La Sirenita es la peli Disney que menos me gusta? Me van a matar pero ni siquiera la vi en el cine y a mis hijos se la puse porque no me gusta contagiarles mis prejuicios pero prefiero Blancanieves, Mulán o La Bella Durmiente un millón de veces, jejeje.
La historia se me ocurrió un atardecer en la playa, en el horizonte se veían destellos dorados y plateados y empecé a imaginarme una historia entre una sirena y un chico de aquellos que andaban por los pedreros,jejeje.
Un besito, me alegra mucho que te guste y rebienvenida.
Me ha gustado, para no perder la costumbre. Hace tiempo que no leo nada sobre sirenas, y me he imaginado un poco de lo que se trataba al principio.
ResponderEliminarHola!!!!!
EliminarMe alegra muchísimo que te guste y que las sirenas vuelvan a tu vida.
Un besito.
Me ha encantado tu relato Marigem , Es una bonita historia de amor. Sigue escribiendo que se te da muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchísimas gracias Mamen, me anima mucho que me digas esto con lo que te gusta a ti leer y escribir.
EliminarUn besito.
Una mezcla perfecta de mitología y romance, me ha encantado. Espero que tu timidez a la hora de mostrarnos tus relatos acabe desapareciendo pues son muy buenos.
ResponderEliminarGracias por regalarnos este de hoy.
Un beso.
Hola Kirke!!!!!!
EliminarMil gracias por tu opinión, viniendo de alguien que escribe fenomenal me hace mucha ilusión.
Ayyyy la timidez, no sé el motivo pero me cuesta lo mío,jejeje.
Un beso y gracias a ti por leerme y comentar.
Me encanta como lo has escrito y que triste!!besos
ResponderEliminarMuchísimas gracias!!!!! Siiiii, es triste, es que soy una dramática...
EliminarBesos.
Precioso y con lo que me encantan las sirenas a mì !! Me hizo mucha ilusiòn leerte.
ResponderEliminarMuchas gracias!!!!! A mí me hace mucha ilusión lo que me dices, de verdad.
EliminarUn besito.
Love this! I absolutely had fun reading. :)
ResponderEliminarStyle For Mankind
Bloglovin
Thanks!!!!!
EliminarQué historia tan bonita, Gema, y cuánta sensibilidad destila. No me extraña que le tengas tanto cariño porque es un cuento preioso. Por cierto, ¿no esperarás que nadie le ponga pegas, verdad? :D
ResponderEliminarUn beso y gracias por este ratito de imaginación y romanticismo.
Gracias Julia!!!!! Me alegra muchísimo que te guste y las pegas, pues la verdad es que sí que esperaba alguna corrección pero nadie se ha atrevido,jejeje.
EliminarBesos y gracias a ti por comentarme con tanto cariño.
Un relato muy bonito y romántico, pero que triste, yo es que soy muy ñoña y me gustan los finales felices, gracias por esta historia y nunca dejes de escribir¡¡¡
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias Noe, me alegra muchísimo que te guste, de verdad.
EliminarUn besito y yo también soy muy ñoña pero me va el drama,jejeje.
Besos.
Uff que plorera llevo!!! No sé si es el tiempo, o que estoy saturada o las hormonas pero mare meua la que me has liado con el relato jajaja. Llorando aquí como una madalena.
ResponderEliminarPrecioso cariñet
Besos
Ayyyyyy guapa que me siento mal!!!!!!
EliminarEs que a mí me va mucho el drama, pero no quiero que llores que te mereces reírte sin parar.
Un beso enorme guapa y mil gracias por leerme comentar.
Que va, no te sientas mal. Me encanta llorar viendo pelis o leyendo libros o relatos. Y tus relatos son preciosos, no dejes de compartirlos, por favor.
EliminarEl otro día vi, por primera vez aunque no lo creas, Los puentes de Madison, y madre mía, que plorera agarré también, pero es taaan bonita.
Mil besos
Ayyyyyyyy Los puentes de Maddison es para llorar y no parar, yo la vi en el cine en su día con mi marido y ufffff. En cambio el libro, al contrario de lo que suele sucederme no me convenció porque lo hacían demasiado turbio y clandestino, perdía el romanticismo.
EliminarBesos guapa.
Los amores imposibles son los eternos, los que no tienen fecha de caducidad por ser imposibles! Un besin.
ResponderEliminarhttp://solaanteelespejo.blogspot.com.es/
Qué bonito!!!!!
EliminarUn besín.
Ñiaaa yo quiero que escribas mi historia con Pulga Irenota, que ella sí que es una bella sirena.
ResponderEliminarTienes razón, ella sí que es una bella sirena pero no sé si me encajas tú como un caballero enamorado capaz de sacrificarse tanto. ;)
EliminarQué bonito, es como un cuento con final triste, pero muy bien enfocado, enlazado y narrado. Tienes vocación y un arte especial. Sigue compartiendo tus relatos.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, qué cosas me dices!!!!
EliminarBesos y feliz finde.
¡Qué bonito! Y que a cuenta viene la foto que le hice a la sirenita en Copenhague que he puesto en mi post para el tuyo, ¿verdad? A mí el asunto de las sirenas es una cosa que me encanta, ¿has visto 'La joven del agua'? Si no la has visto, que sepas desde ya que tienes que hacerte con esa peli. Te va a encantar.
ResponderEliminarGracias!!!!!!
EliminarSiiiii, la Sirenita le viene como anillo al dedo.
Si te digo que adoro a Shyamalan, contesto a tu pregunta? ;)
Muy chulo!Amor verdadero! ;)
ResponderEliminarGracias!!!!
EliminarSiiii, del que ya no queda,jejeje.
Besos.
Jajajaja, si, eso es lo que dicen los de ideas cursis,jejejeje.
ResponderEliminarBesos guapa.