Una película muy recomendable. |
Holaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!
Un jueves más me he levantado tempranito y en el silencio y la penumbra, con mi café bien calentito y mi gato en el regazo me dispongo a dejar mi mente libre, expandiéndose sobre el teclado.
Antes de empezar quería dar las gracias por los comentarios que me dejáis siempre, y por leer mis artículos en la revista digital de la que ayer os dejé el enlace, sois maravillosos y me hace muy feliz saber que a alguien le gusta lo que escribo y que con mis ideas puedo ayudar aunque sea un poquito.
Hoy no sabía muy bien de que escribir, así que supongo que empezaré a divagar, y aunque tal vez no alcance ninguna conclusión interesante, seguro que empiezo el día llena de energía y positivismo.
Empiezo diciendo que el viernes vi Magia a luz de la luna, la última peli de Woody Allen y no os voy a mentir, mi principal reclamo era el prota, sabéis que Colin Firth me encanta, por él no he hecho muchas locuras como las que os contaba el martes, pero me gusta mucho mucho mucho.
Además la peli transcurre en el sur de Francia, concretamente en La Provenza, una zona que me encanta y que trae buenísimos recuerdos, así que no dudé.
No os quiero desvelar nada de la película pero a mí me gustó mucho, los paisajes son maravillosos, la música es genial y el vestuario llena la imaginación de tonos pastel. De Colin ya ni os digo...magistral.
Pero es que la película me hizo pensar, estuve dándole vueltas porque lo que parece una simple película romántica está llena de preguntas existenciales.
En un momento dado la protagonista dice más o menos(no he podido encontrar la frase exacta) que todos necesitamos mentiras en nuestra vida.
¿Es cierto? Yo soy antimentira totalmente y desde ese día me replanteo mucho esta cuestión.
Siempre he tenido miedo de la mentira, y nunca me lo había planteado seriamente hasta ahora ni lo había dicho en voz alta, es algo que está ahí y punto.
Sí que es cierto que a veces oculto cosas, este blog solo lo conocen mis hijos, padres y marido, pero porque no quiero que mis cuñadas o amigas sepan lo que me gasté en ciertos regalos, y en el fondo eso me pasa por contar la verdad, pero si lo descubren(que con los datos que doy no es difícil) diré que soy yo y punto.
Todo lo que digo en el blog es verdad. No me gustan las exageraciones, os cuento lo que hago alguna vez y suelo evitar lo triste, pero no para dar una sensación de irrealidad ni para que parezca que mi vida es maravillosa, ni mucho menos, de hecho he contado mil veces que lo abrí porque pasamos una racha larga e interminable muy mala, y ahí si que mentí un poco, pero no en el blog ni por vergüenza sino porque mis suegros padecen del corazón y preferí decirles las cosas de forma paulatina cuando ya estaban más o menos encarriladas, pero es que el médico siempre insiste en que evitemos los disgustos y ahí ya era un tema complicado.
Bueno, que me pierdo, jeje, decía que no cuento algunas cosas tristes, que afortunadamente no son demasiadas, porque busco alegrar a quien me lee, ya hay bastantes tristezas, pero sin mentir, y cuando he tenido problemas de salud familiares también lo he comentado.
Pero mi forma de ver la mentira se la debo fundamentalmente a alguien que tampoco era partidario de ella, que jamás me mintió, ni a mí ni a nadie, y es algo que tengo muy arraigado.
Supongo que alguna mentira decimos todos, y yo quiero acostumbrarme a decir alguna más si es necesario, pero admito que me cuesta.
Como la reflexión de hoy no quiere avanzar porque me he dejado llevar por los recuerdos y ya casi está amaneciendo, se me ha ocurrido rescatar una carta que escribí hace tiempo a la persona que nunca me mintió, una carta que escribí cuando me sentía muy triste, pero a pesar de la tristeza espero que os guste. La dejo para que la lea el que quiera, no es obligatorio como en el cole, jeje, aunque está llenísima de cariño y me gustará saber qué opináis.
COLORES DE OTOÑO
No sé por qué, escribirte hoy esta carta me resulta más difícil que
nunca y ni siquiera sé cómo voy a empezar. Supongo que es más fácil decir hola
que adiós, y me imagino que también es más fácil esconder en el fondo de
nuestro corazón lo que sentimos, es mejor parapetar los sentimientos que
dejarlos volar como una cometa en medio de un cielo azul, sin nubes y brillante,
un cielo como los que tú me enseñaste, lleno de luz.
Pero
hoy tenía que decirte lo que siento. A pesar de lo mucho que duele recordar, a
pesar del frío que sobrecoge mi alma al comprender que te has ido y me has
dejado sola con mi dolor, quiero contarte todas esas cosas que nunca fui capaz
de explicar.
En estos momentos estoy sentada en el mismo escritorio donde tú me veías
estudiar, y el sol de otoño lanza preciosos destellos sobre las palabras que voy
escribiendo, y sin quererlo yo, me alejo de la carta y empiezo a divagar. No puedo
evitarlo, empiezo a viajar en el tiempo y me veo contigo, en una tarde de
otoño, en una de esas tardes en que íbamos al monte a empaparnos del aroma a musgo y cogíamos setas
y castañas. Los caminos estaban cubiertos de hojas que a mí me gustaba lanzar
al aire una y otra vez. El viento soplaba suave, susurrante y en algunos
momentos parecía que los árboles querían hablarnos, esos árboles que bordeaban
el sendero y llenaban mi mundo de color. Algunos estaban desnudos,
desprotegidos y sin ninguna hoja que quisiera guarecerlos del viento, otros en cambio tenían hojas amarillas
colgando de sus retorcidas ramas, y algunos otros recorrían todas las
tonalidades del ocre y del rojo. Y aquí, en esta solitaria tarde de otoño, me
encuentro sola y taciturna buscando esos colores que no he vuelto a
encontrar.
Tú
siempre me entendiste, desde el primer día. No importaba lo que otros pensaran,
tú me querías tanto que no podías enfadarte
conmigo, no podías ver nada malo en mí. Nunca importo la diferencia de edad
para que pudiéramos entendernos. Yo creo que en realidad ese fue el secreto,
esa fue la razón de que nuestros corazones se entendiesen a la perfección. Yo
era joven, impulsiva y ansiosa por comerme el mundo y tú me serenabas, y me
hacías ver la vida con otros ojos. Eras mi pequeño remanso de paz.
Ahora que por fin he reunido el valor para escribir esta carta, no sé
porqué no encuentro las palabras que tanto tiempo he estado guardando. En estos
momentos estoy buscando intensamente en mi corazón y solo aparecen recuerdos,
únicamente recuerdos y más recuerdos.
Mi mente viaja constantemente en el tiempo, y esta vez he dejado atrás
las veredas pardas y rojizas del otoño para recordar los largos y cálidos días
de verano. Recuerdo como me gustaba salir los sábados por la mañana a pasear.
En los primeros días de junio, cuando la primavera aún no nos había abandonado,
te esperaba impaciente con mi vestidito veraniego, ansiaba oír el timbre para
salir al sol y al aire, y en cuanto ponía un pie en la calle empezábamos a
charlar de mil y un cosas, como si hiciera mil años que no nos veíamos.
Unas
veces caminábamos a la orilla del mar, cruzábamos lentamente el puerto mientras
nos envolvía esa amalgama de olores que aún perdura, una mezcla de brea, grasa,
cuerda y sal. El aire allí era tan denso que me daba la mágica sensación de que
podía capturarlo, y me imaginaba que lo cogía y lo guardaba en una cajita de
cristal. Y mientras yo intentaba acariciar el aire tú me hablabas de tu trabajo
allí en otros tiempos, me contabas mil historias de “tus años mozos” como
llamabas a tu juventud.
Y otras veces
nos íbamos a esa colina que ya no existe, esa que hoy es una urbanización llena
de preciosos chalets pero que entonces era una colina -con una suave
inclinación y llena de prados de hierba alta que estaban salpicados de blanco y
amarillo, de margaritas y dientes de león. Y cuando, cansados de caminar nos
sentábamos junto a un matorral yo me sumía en un duermevela bajo el sol, aspirando
profundamente el olor a “San Juanín”, esa florecilla blanca que huele a verano,
y que en realidad se llama aligustre, o al menos eso decía el diccionario
cuando lo busqué para saber el verdadero nombre y poder decirte esa palabra
larga y complicada. Y siempre volvía a casa con un ramo de flores, todas me
gustaban, las campanitas de los matorrales, las amapolas, tan escasas, y
cualquier flor que saliese al camino a saludarme. saludarme.
Espero que me perdones por salpicar con mis lágrimas esta carta, pero no
puedo evitarlo. No me gusta llorar, tú siempre fuiste más sentimental que yo y
no te importaba llorar si tu corazón así lo sentía, pero yo soy de otra forma y
sin embargo no puedo contener mis lágrimas. No puedo pensar que nunca más
volveré a verte, que jamás volveré a oír tu voz y que nunca volveré a oler el aroma
de esa colonia que siempre te acompañó. No puedo aceptar que no volverás a
escucharme y darme alguno de tus sabios consejos, y me cuesta imaginar mi vida
sin contarte todo lo que voy a hacer. Todos me dicen que debo entenderlo, es
ley de vida. Algunos incluso se atreven a decirme que es natural, tú así lo
habrías querido, no podía irme yo antes. Pero eso no mitiga mi pena. Supongo
que casi todos los nietos deben decir
adiós a sus abuelos, pero creo que yo aún no estaba preparada para ello. Y
aquí, bajo los tenues rayos del sol de otoño me despido, sin haber encontrado
las palabras que te digan lo mucho que te añoraré y que jamás podré olvidarte.
Con todo el cariño del mundo; Tu nieta.
Bueno, pues esta es la carta que escribí hace un montón a mi abuelo, la he copiado y pegado sin releerla porque lo paso mal, la verdad, pero me apetecía compartirla, seguro que muchos os sentís así al recordar algún ser querido.
Mil gracias por leerme y comentarme, y si os apetece ver una película de amor con un enfoque diferente y con el mejor actor del mundo, ya sabéis. Un besín y nos vemos mañana para terminar la semana. Os recuerdo que podéis contactarme en privado si queréis, con el formulario de contacto, que cuando alguien me escribe para darme las gracias me hace llorar.
Por cierto, al final no empiezo el día con positividad, me he puesto muy melancólica, pero seguro que cuando me empecéis a comentar me animo.
Besinoooooooos
Qué bonita carta Gema, me has hecho llorar!! Me has pillado en una época un poco sensiblera.... es preciosa!!! A mi las mentiras no me gustan nada, pero yo a veces "oculto información". Te cuento, por ejemplo me encuentro mal y me voy a urgenciaas (es un decir). Si veo que no es grave no digo nada a mis padres, ya que vivo sola y entonces se empiezan a preocupar y mi padre quiere venirse conmigo.. y no hace falta!!! (aix, como me cuidan!!). Pero las mentiras no me gustan nada de nada... aunque de vez en cuando es inevitable ocultar algo de info jeje.
ResponderEliminarUn besazo reina!!
Gracias!!!! No quería hacerte llorar pero cuando la escribí me sentía tan triste...
EliminarYo también oculto alguna cosa como ya decía en el post, mis suegros no supieron que habíamos pasado una mala racha hasta que las cosas mejoraron, y así todo no les dijimos exactamente lo mal que lo habíamos pasado. Y cuando voy a urgencias o algo así a mis padres se lo digo después para no preocupar.
Pero odio la gente que miente para aparentar lo que no es, no lo entiendo porque no gana nada, no tendrán amigos de verdad porque no los conocen como son, es una rueda muy peligrosa.
Un besíny gracias por leerme y comentar siempre, eres un sol.
Ahhh, y tranquila que épocas sensibleras tenemos todos, el otoño y la Navidad es lo que producen.
Qué carta más bonita!!!!
ResponderEliminarOcultar en el blog no es mentir, por ejemplo, yo estoy ahí con nombres y apellidos, por tanto, es muy fácil que me encuentren si me buscan, pero no le he dicho a nadie, salvo a alguna amiga muy amiga, que lo tengo. Lógicamente no cuento toooodoooo lo que ocurre en mi día, menos aún últimamente que lo tengo de un abandonado que no veas, pero eso no es mentir. Y como te imaginarás todo lo que cuento es verdad.
Mentir es decir las cosas como no son, por la razón que sea, por aparentar por vivir un falsa realidad, cada uno tendrá su razón para hacerlo, pero no lo entiendo ni lo comprendo.
Besines
Graciasss!!!!!
EliminarLa verdad es que esto del anonimato en Internet es un poco lioso, a veces uno no sabe que hacer. Supongo que tus amigos no meterán en Internet tu nombre y apellidos así que será difícil que te encuentren, y si lo hacen, pues oye, no es nada malo pero cuesta admitirlo, al menos a mí.
Es normal que lo tengas un poco abandonado, yo he tenido rachas así y no me daba tiempo, es que era imposible. Y se ve que lo que cuentas es verdad, se nota cuando las cosas son verdad y cuando no, y aunque a veces lo malo no lo contemos no es por mentir, simplemente un blog pretende alegrar un poco y no es plan de ir contando penas, pero mentir...no es lógico.
Y totalmente de acuerdo yo no entiendo porqué hay gente que quiere vivir una falsa realidad si los primeros engañados son ellos mismos. Un besín y mil gracias por leerme.
La carta es preciosa Gema y está muy bien escrita, da gusto leerla, siempre deberíamos sentarnos a escribir lo que sentimos cuando nos encontramos frente a una despedida. Es como hacerla más patente y familiarizarnos con el hecho de las cosas han cambiado, aunque ese cambio no nos guste.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias!!!! Me alegra de verdad que te guste y te parezca que está bien.
EliminarEscribir los pensamientos en ciertos momentos es una gran válvula de escape. Un besín.
Eres tan sensible como yo... por un momento he pensado que la carta era a un viejo amor, y entonces por un instante te he visualizado pequeña y frágil, cuando he comprendido lo que tratabas de decirnos. Es una carta preciosa y seguro que tu abuelo donde quiera que esté, te está viendo y esta super orgulloso de ti.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias!!!!! Eso quiero pensar, que me ve y se alegra de ver como soy, con mis mil millones de fectos. Muchas gracias por la opinión, la verdad es que cuando la escribí estaba muy triste.
EliminarBesinosssss.
Vaya! Parece que cuanto mas tristes estamos más motivadas nos sentimos para escribir en tales situaciones y más inspirados estamos (es lo que la mayoría de cantautores dice de sus letras..)
ResponderEliminarOdio la MENTIRA aunque admito que de vez en cuando es preferible una mentira piadosa, pequeña o no?
>un saludo
Si, supongo que de esto los cantautores saben un rato, jeje.
EliminarSi, a veces una mentira piadosa ayuda y evita un sufrimiento mayor. Besos.
Muy buena tu reflexión, y muy bonita la carta, tengo que decir que yo no soy una persona muy de reflexiones!!! «mentiría» si dijera lo contrario, aun así tampoco soy mentirosa, nunca lo he sido, se me nota mucho, porque soy muy transparente y se me notan mucho las cosas, se me nota cuando alguien me cae bien y también cuando me cae mal, cuando me gusta una cosa y también cuando no me gusta... pero además es que soy consciente de esto y me gusta que se me note!!! nunca me ha parecido un defecto y algo que tenga que modificar en mi carácter, es más, no pienso que haya que modificar el carácter en nadie, las personas somos como somos, así que esto es como las lentejas las coges o no, la gracia de la vida y de las personas es que las imperfecciones que podamos tener, no es que las quitemos sino que se acoplen con las personas con quienes tenemos a nuestro alrededor y dicho esto pienso que a pesar de que no soy mentirosa, tampoco le veo nada de malo a las "mentiras piadosas" depende cada una de elegir!!!!!
ResponderEliminarBesos
A mí también se me nota si alguien me cae bien o mal, y además no me gusta ocultarlo. Y no, las personas no tienen que cambiar, vamos no en esas cosas, el carácter es una seña de identidad.
EliminarNo ser de reflexionar a veces viene bien, te evita dar vueltas a la cabeza.
Besín.
Bueno, se puede decir que lo mejor es mentir lo mínimo pero creo que no podemos vivir sin la mentira, o mejor dicho sin ser del todo sinceros. Porque nos invitamos los Reyes, Papa Noel y el ratoncito Pérez, decimos estar bien cuando nos encontramos fatal, decimos que algo está "bien" cuando nos parece horrible y así suma y sigue. Tampoco podemos decir lo que se nos pasa por la cabeza muchas veces.
ResponderEliminarCon esto no quiero decir que defienda la mentira, como ya he dicho, hay que reducirla lo máximo, pero creo que no podemos vivir sin pequeñas mentiras. Tengo que admitir que a veces digo algo que no es cierto en mi blog para que no sea tan fácil localizarme, alguna tontería relativa a mi lugar de residencia, pero mentira al fin y al cabo.
Lo que tengo claro es que en cuestiones importantes no se puede mentir, ni en la vida 1.0 ni en la 2.0. y siempre procuro decir la verdad. Lo malo es que siempre me pienso que los demás la dicen y siempre creo a las personas. Luego me llevo los chascos que me llevo...
Besos
*inventamos no invitamos jeje
EliminarJejeje, yo invitaría a los Reyes gustosa.
EliminarSi, la mentira nos acompaña, pero no es lo mismo eso que mentir sobre todo. A veces la gente inventa mucho y no lo entiendo, yo prefiero decir las cosas como son, supongo que cada situación es distinta y entiendo que cueles alguna mentira en el blog para que no te localicen, pero eso no importa lo que no me gustaría es leer un blog donde creo que una persona es de una forma, trabaja en un sitio, tiene o no hijos, lo que sea, y descubrir que es todo mentira. Para eso veo una serie, que al menos me río.
Un besín y gracias por pasarte.
Soy muy sensiblera y lloro absolutamente con todo, pero de verdad la carta es preciosa y refleja muy bien lo que una siente al perder a alguien tan querido.
ResponderEliminarTampoco me gusta mentir, es más, no soy capaz, creo que se me nota en la cara o algo. Ni siquiera cuando es algo tan tonto como un juego de cartas (sería pésima jugando al poker, jajaja). Pero también pienso que a veces es necesario callarse ciertas cosas por no molestar a los demás o por evitarles disgustos cuando se pueda. Hay que vivir con la "mentira".
Bsitoss
Gracias guapa. La verdad es que se pasa muy mal y aunque el tiempo ayuda, sobretodo en casos en los que "es ley de vida", porque con un hijo o hermano la cosa cambia, siempre se echa en falta a la persona.
EliminarYo en el póker soy de pena, es que siempre pierdo y se me nota a la legua, jejeje.
Sí que he evitado alguna verdad, ya os digo que mis suegros no llegaron a saber lo mal que lo pasamos porque están delicados(no lo parece porque son muy marchosos pero él ya lleva varios infartos y ella igual) y como pudimos arreglarnos pues evitamos el sufrimiento.
Un besín y gracias por leerme y comentar.
Preciosa la carta que nos enseñas!!!!!!!!!!!!!! GRANDE!
ResponderEliminarhttp://unchicomasenlamoda.blogspot.com.es/
Gracias guapo, me encanta que te pases por aquí.
EliminarUn besín.
gema ya no es la primera vez que te leo y lloro, soy una persona muy emotiva y a veces tocas temas que me llegan tan dentro que ni te lo imaginas...la pérdida de un ser querido es dura, muy dura , y en ocasiones nunca se supera, espero que no sea tu caso
ResponderEliminarUn beso muy fuerte
Ayyyy, gracias por esas palabras.
EliminarYo lo pasé fatal pero claro el tiempo ayuda y aunque la falta está ahí, porque está, con el paso del tiempo es mucho más llevadera. Un besín y gracias por leerme y comentar y siento hacerte llorar, mañana que es viernes intentaremos alegrarnos.
madre mía, no tengo yo el día para leer cosas así, lo siento, no estoy pasando por muy bueno momento y la verdad es que no he podido ni terminar de leerte... :(
ResponderEliminarLo siento guapa...espero que estés unpoco mejor.
EliminarUn besín y nos seguimos leyendo, mañana viernes intentaré ser más animosa.
Holaaaa, aquí estoy de vuelta este mediodía se perdió mi respuesta en algún agujero negro de la web,.
ResponderEliminarLa carta es realmente preciosa transmite tanto amor !!!!
En cuanto a las mentiras buuuf depende hay verdades que hacen mas daño que una mentira.
Besitos,
Hooolaaaa, vaya, que rabia que el comentario se perdiera.
EliminarGracias por tus palabras, me alegra que te guste la carta.
Y sí, a veces alguna mentira es mejor que la verdad, pero en general yo prefiero la verdad, y mi vida es como es y no por inventarme algo va a mejorar. Un besín y mil gracias por leerme.
Es muy bonita tu carta. Tu abuelo tuvo que ser una gran persona.
ResponderEliminarGracias. Sí, era muy buena persona y vivió épocas muy difíciles, toda la guerra y posguerra. Un besito.
EliminarUna carta preciosa. Me ha encantado leerla. Besos
ResponderEliminarGracias guapa. Besos.
EliminarPreciosa carta :)
ResponderEliminarYo no entendería que nadie se ofendiera por lo que te has gastado, cuando son regalos en los que te has esmerado, teniendo especial interés en agradar. Si dijeras "en esta tía no me dejo ni dos euros y con esto le sobra", sería comprensible, pero haces las cosas con mucho amor.
Besos
30+4
Gracias!!!!
EliminarHombre, yo espero que no se ofendan porque son muy comprensivas y saben que me esfuerzo mucho, pero me da rabia que lo sepan. De todas formas si me encuentran no lo negaré, doy tantas pistas que no es difícil siendo de mi entorno. Un besín y gracias por tus palabras.
Que carta tan bonita, cuanto amor!! Te tengo que decir que he llorado un poquito, he recordado a mi abuela, aayyy dos añitos va a hacer que se fue, mi segunda madre, la hecho tanto de menos...Pero no nos pongamos tristes, porque seguro Marigem que están con nosotras, yo a veces siento que me apoya, que me acompaña!!
ResponderEliminarA mi tampoco me gusta mentir, de hecho no puedo, se me nota enseguida y lo peor es que luego me siento fatal, así que nunca lo hago.
Me apunto la película para verla, tiene muy buena pinta!!
Un besito muy grande y gracias por compartir tus sentimientos, tus palabras... como escribes! no te imaginas lo que me gusta leerte!!!
Gracias!!!! Siento que hayas llorado ;(
EliminarSí, yo también siento que los que no están nos apoyn.
Yo intento no mentir, al menos en cosas importantes, una mentira piadosa a veces no viene mal pero en general prefiero la verdad.
Ayyyy, gracias por decir que escribo bien y te gusta leerme, eres un sol.
Si, a mí la peli me gustó mucho, combina muchas cosas.
Un besín.
Hola, es primera vez que te leo y me he quedado enganchada. Yo también soy "antimentiras" porque a mi parecer solo hacen mal, en fin, tu post es muy bueno y tu carta muy linda, me has hecho revivir los momentos tan bellos que yo también pase con mi abuelo y que cuando pienso demasiado aún lo lloro, por eso trato de no pensar mucho en que ya no está. Gracias por compartir esta reflexión.
ResponderEliminarUn gran abrazo
Hola Maribel, bienvenida. Me alegra que te guste.
EliminarLa verdad es que mentiras, cuantas menos, mejor.
Me alegra que la carta te traiga buenos recuerdos y entiendo que no pienses mucho en ello, yo misma he sido incapaz de releer la carta. Un besito.
Pedazo de entrada! Me ha gustado mucho wapi. Soy antimentira también; si dices que esa película te ha hecho replantear cositas y demás...me llama el verla. Respecto a la carta ¡Qué bonita y triste a la vez! Me ha traído recuerdos de la que escribí a mi papi en su día. Besitos wapísima!
ResponderEliminarGracias guapa, seguro que la carta que le escribiste a tu papi era genial. Un besín y gracias por leerme.
EliminarPues para empezar te voy a decir que la carta no la he leído y no la quiero leer, lo siento, yo en su día le escribí un a mi abuelo, que estará por ahí y no quiero releerla por no ponerme tristona y me imagino que si leo la tuya me pondré así, por lo que prefiero no hacerlo.
ResponderEliminarAle ahí va mi primera "verdad" jaja, yo tampoco suelo mentir, si lo hago es por no hacer daño, pero en el blog no, bueno sí, cuándo me mandan alguna cosa le digo a mi madre que me ha tocado en algún sorteo o la he comprado porque me da vergüenza que sepan del blog, jaja
Pero vamos, que cuándo cuento las cosas es la verdad, no hay más, aunque es cierto que las cosas malas no las cuento, pero porque no creo que interesen, si os contase toda mi vida os aburriríais!
Hola. Te entiendo, es que yo no la he releído, he copiado y pegado porque me pongo muy triste.
EliminarLo del blog a mí me pasa parecido, mis padres los saben pero los demás no. Lo que no soporto son las mentiras en general, inventarse las cosas porque sí, serán bobadas mías pero a mí me gusta conocer a las personas como son y no llevarme luego chascos, si te gusta o no algo no es malo, no quiero que alguien se invente si algo le gusta o no, si ha visto, si tiene o lo que sea, me gustan las cosas como son. Un besín y gracias por pasarte.
Hola Gema, esta carta me ha tocado el corazón especialmente porque me recuerda como me sentí yo cuando murió mi abuelo Agustín allá por el año 92. Al morir mi abuela el año pasado sentí de nuevo su ausencia tan intensamente que había momentos en los que no podía evitar volver a llorar con ganas. El caso es que siempre les vamos a echar de menos, precisamente he pasado unas semanas acordándome mucho de mi abuela Anita, la madre de mi padre, no sé siento que ahora necesito mucho de ella, y la echaba mucho de menos. Cada vez que me siento sin fuerzas y pienso que no voy a poder con todo me acuerdo de ella y de repente vuelvo a ser la luchadora que siempre he sido. Te mando un beso muy grande.
ResponderEliminarNoelia
genial post, muy bueo
ResponderEliminarHola guapa, por fin he encontrado un huequito y la he podido leer, es preciosa, se nota que la escribiste desde el corazón. Es muy duro pero siempre nos quedará su recuerdo! Un beso!!
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras y un beso muy grande.
EliminarQué carta tan triste y cuántos recuerdos me ha traído porque yo también escribí una carta a mi abuelo después de muerto. Empecé a apreciar cosas que no había apreciado cuando estaba vivo.
ResponderEliminarDe la mentira y su necesidad ando pendiente de hacer un post, pero ¡¡¡No tengo tiempo!!!
Un beso.