Ideas para aprovechar los alimentos que han sobrado.
Os dejo una entrada más reciente y mejor explicada para aprovechar alimentos que han endurecido, ideas originales.
Hola chicas!!!!!!!!!!!!! He tenido esto demasiado
abandonado, así que espero que poco a poco iré poniéndome al día, y para
empezar se me ha ocurrido hacer una entradita con ideas para aprovechar la
comida que nos ha sobrado. Mi abuela siempre decía que tirar la comida era
“pecado” y a lo largo de los años no he podido encontrar una palabra que mejor
lo defina. En estos momentos muchas familias lo están pasando realmente mal y
tirar la comida es algo terrible. Creo que aunque fuera
multimultimultimillonaria seguiría aprovechando comida. Nunca se sabe lo que
hará uno, a lo mejor me vuelvo la más excéntrica del mundo, quien sabe, pero
estoy segura de que no tiraré nada de comida.
Bueno, pues hoy os contaré alguna de las cosinas que hago yo
cuando me sobra comida, pues soy incapaz de tirarla.
No sé si os pasa a vosotras, pero yo calculo fatal con el
arroz blanco. Unas veces hago demasiado poco y tengo que complementarlo como
puedo y otras me sale arroz para un regimiento. Bueno, pues cuando me sobra lo
guardo en la nevera y tengo tres o cuatro recetas que hago siempre, según la
cantidad que me haya sobrado.
Si me ha sobrado un vaso o medio vaso de arroz lo uso al día
siguiente como entrante de la cena en ensalada. Para las ensaladas de arroz hay
mil recetas, yo no me complico y lo preparo parecido a la vinagreta, ya sabéis,
mezclándolo con cebollita picada muy menuda,
pimiento, huevo duro y si lo queréis un poco de atún o jamón cocido,
aderezado con aceite y vinagre al gusto o con mayonesa, como más nos guste.
Si nos ha sobrado muy poco y es escaso hasta para ensalada
yo siempre lo uso para rellenar tomates, quedan geniales así. Es muy fácil,
solo hay que vaciar los tomates y en una sartén freímos muy despacio la carne
de los tomates en dados, un poco de cebolla y ajo picado bien finito y añadimos
el arroz con las hierbas que más nos gusten, yo suelo añadir orégano, albahaca,
romero y tomillo pero cada uno puede poner las que quiera. Con esta mezcla
rellenamos los tomates y cubrimos con pan rallado y un poco de queso también
rallado y gratinamos unos minutos. Los tomates pueden estar crudos o hervidos,
depende de si os gustan más duritos o más blandos. Es una receta que gusta
mucho y no se gasta nada, solo en los tomates. Y presentados sobre un lecho de
lechuga o escarola quedan ideales.
Y cuando me sobra mucho arroz hago un pastel. Para los
pasteles hay un montón de recetas pero yo siempre uso dos que me resultan muy
bien.
La primera es la más sencilla. En un molde rectangular pongo
una capa de arroz que cubro con atún mezclado con tomate, y luego cubro de
nuevo con una capa de arroz, añadiendo esta vez más salsa de tomate y unas
verduritas salteadas, las que tengamos por casa pues tratamos de aprovechar y
de nuevo cubrimos de arroz, y ponemos encima bacon o jamón cocido y así vamos
cubriendo hasta que se nos acabe el arroz. Entonces cubrimos de mayonesa y
servimos frío. Recordad que estamos aprovechando así que usaremos ingredientes
que tengamos por casa, aunque sea poca cantidad, bien estirado funciona
fenomenal.
La otra receta consiste en coger
algunas verduras, puede ser espinacas, brócoli o lo que tengamos, y una vez
hervido lo salteamos con ajo, cebolla y el arroz que tenemos reservado. Cuando
todo esté bien sofrito lo añadimos a dos huevos que habremos batido previamente
y lo mezclamos bien para verterlo en un molde engrasado. Ponemos por encima
trocitos de algún queso que tengamos y lo metemos en el horno que habremos
precalentado, dejándolo media hora a 180 grados. Este plato se come frío o
caliente, acompañado de salsa de tomate o mayonesa.
Cualquiera de estos dos pasteles
son una buena sugerencia para llevarlos cuando nos vamos a comer o cenar a la
playa o de área recreativa, o podemos dejarlos hechos y cuando llegamos a casa
cansadas después de un día al aire libre tenemos ya la cena hecha. Con un
gazpacho o una ensalada son una cena muy completa.
Pero no solo el arroz puede
aprovecharse, también la pasta es ideal. Si preparamos macarrones a la
carbonara, es decir con salsa de nata y bacón, y nos han sobrado unos pocos
podemos hacer una tortilla. Simplemente debemos batir unos cuantos huevos,
depende de la cantidad de pasta que tengamos, y mezclamos bien los macarrones
con los huevos batidos a los que podemos añadir un poco de queso rallado si
queremos. Luego vertemos la mezcla en una sartén y vamos dando la vuelta como
si fuese una tortilla de patata. El resultado es sorprendente y a todo el mundo
gusta. Yo he leído que pueden hacerse con más salsas, tipo boloñesa o
napolitana, pero yo nunca lo he probado,
no sé como salen, la carbonara en cambio es ideal porque la nata es muy cremosa
y con el huevo es una combinación que no falla.
Si lo que nos ha sobrado es una
ración de carne guisada o de bonito con tomate podemos hacer una empanada. Si
somos un poco mañosos podemos hacer un hojaldre casero, pero si no nos
atrevemos o tenemos prisa venden hojaldres muy baratos que nos sirven
perfectamente. Simplemente debemos sofreír tomate, cebolla y pimiento y añadir
esos restos de carne o pescado desmenuzados. Luego rellenamos con ellos el
hojaldre, pintamos con huevo y horneamos. Es una idea buena para cuando tenemos
muy poca carne o pescado y somos muchos a la mesa porque así da para todos. Esa
misma carne o ese pescado puede usarse para un consomé o para rellenar canelones.
Si nos han sobrado unas rodajas de carne asada que no dan para nada
podemos usarlas de la siguiente forma. Cortamos rodajas muy finas de pan del
día anterior, ponemos encima de una de ellas media rodaja de la carne y un poco
de cebolla pochada o una tira de pimiento. Tapamos con otra rodaja de pan y
pasamos por huevo batido. Luego freímos esos “bocadillos” en aceite muy
caliente y están deliciosos. Yo a veces los dejo hechos y cuando llegamos de la
calle, mientras se prepara la cena los vamos picoteando.
Algo que hago mucho también es
pudding con los bordes que le quito al pan de molde. Ya sé que es más cómodo
comprarlo sin corteza pero creo que la diferencia de precio es considerable y
de esta forma me aseguro un postre. Simplemente debo mezclar 4 huevos, medio
litro de leche y cuatro cucharadas de azúcar con las cortezas, batiéndolo todo
bien. Vierto en un molde caramelizado y dejo en el horno una media hora a 180
grados, pero he comprobado que en otros hornos tarda otro tiempo así que lo
mejor es ir probando. Es un postre ideal y barato. Se puede servir frío o
caliente y con salsas dulces o mermelada.
Con el pan que me queda duro hago
varias cosas. Por un lado lo rallo y así me aseguro unos ricos rebozados sin
gastar, si es del día anterior lo frío para añadir a sopas o purés, o lo frío
con hierbas para la ensalada César. Y el resto lo uso para torrijas, que frío
después de remojarlas en leche con canela, bien pasaditas por huevo y baño de
almíbar.
Un postre sorprendente es este
que os voy a decir. Si os han quedado por ahí botes de mermelada que solo tiene
un poco en el fondo y no dan para nadie, cogedlos. Por otro lado conseguid unas
obleas de hojaldre para hacer empanadillas que hay en cualquier súper y que son
muy baratas, no llegan al euro. Cogéis una oblea, le ponéis una cucharadita de
mermelada en el centro y dobláis y apretáis bien los bordes con un tenedor.
Luego se fríen en aceite abundante y se espolvorean de azúcar y canela. Este
postre es barato, sirve para terminar los tarros de mermelada que siempre
tienen un poco y gustan mucho. Además, es divertido no saber que sabor va a ser
el tuyo, quizás fresa, quizás melocotón o quizás ciruela… te sorprenderá.
Mi receta estrella de los últimos
años es “La cuchara comestible”. Yo creía que era una receta muy original pero
he visto en Internet que mucha gente la conoce así que de original nada. De
todas formas es algo muy bonito y me gusta compartirla con vosotras. Cuando el
pan de molde se nos ha quedado algo duro lo estiramos bien con un rodillo. Una vez
hecho esto usamos una cuchara que tengamos como molde y recortamos, guiándonos
de ella, nuestras cucharillas de pan. Luego las metemos en el horno
precalentado unos minutos, hasta que veamos que se doran y cuando las saquemos,
aún calientes, les doblamos un poco el mango para que queden de pie, como las
cucharillas de presentación de canapés que hay en muchos restaurantes. Luego
les ponemos lo que queramos, atún con tomate o mayonesa, gambas salteadas, lo
que nos guste porque la estrella serán las cucharillas, que además de dejar
boquiabiertos a los invitados nos hacen
la vida más fácil porque gracias a ellas nos ahorraremos de fregar.
Y ya para finalizar, os diré que
las legumbres que me sobran suelo cenarlas un día o dos después en un puré al
que añado un chorrito de nata líquida para que quede más cremoso, y las sirvo
acompañadas de pan frito y con un chorrito de aceite de oliva. Los garbanzos a
veces los aprovecho con vinagreta que están buenísimos. La carne del cocido la
suelo usar para croquetas y la fruta para macedonia o para meter en gelatina.
Las galletas que se ablandan las uso de base en algunas tartas o flanes, bien
aplastadas y mezcladas con mantequilla derretida o las relleno con flanín o
mermelada y las frío, para espolvorearlas después con canela y azúcar. Si me
pongo a pensar seguro que recuerdo más recetas, pero éstas, a groso modo, son
las que me están ayudando a salvar esta crisis y tener así todo un dinerito
para vivir la vida, y para cubrir un imprevisto.
Por hoy ya no os aburro más,
espero que mis ideas os sirvan de ayuda y me gustaría mucho que me contaseis
como aprovecháis vosotras la comida que os sobra. Muchas gracias por leerme y
nos vemos pronto. Muchos besinossssssssssssssssssss.
Por cierto, la foto que pongo es
en homenaje al entrenador del equipo de fútbol de mi ciudad, que nos dejó
inesperadamente el pasado Junio. Esto que vemos son algunas muestras de cariño
que los aficionados fueron dejando en el estadio de fútbol, y ya que yo también
estuve allí quería dedicarle este pequeño y humilde homenaje a esta persona que
tuvo una vida dura y llena de tragedias, pero con un espíritu realmente
luchador. Como el decía, “Seguro que mañana saldrá el sol”.
Desde aquí un abrazo para él y
los suyos.
Me ha gustado mucho esta entrada, pero lo que más me ha llamado la atención ha sido la "cuchara comestible".
ResponderEliminarLa verdad es que yo no la conocía.
Me encantan tus ideas :)
Sigue así
chiripa30.blogspot.com.es
Gracias por tus palabras. Me he pasado por tu blog y te he dejado un comentario. Un besín.
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