Para mí no hay Reyes completos sin la carta, al menos con niños. |
Hola!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Feliz día de Reyes, la noche más
mágica del año.
A pesar de los malos tiempos que corren deseo con toda mi
alma que esta noche mi ciudad y todas las ciudades se llenen de alegría.
Hoy me apetecía hablar un poco sobre esta noche en general,
de cómo la recuerdo y de lo qué es para mí ahora.
La noche de Reyes siempre fue especial en mi familia,
incluso en los años más duros.
Esta imagen es de Internet pero mi madre tuvo unos cacharritos muy parecidos. |
Mi padre y mi madre siempre, siempre, tuvieron regalos de
Reyes. Desde luego no eran consolas, ni maravillosas muñecas, pero siempre
había algo. Normalmente a las niñas les ponían algún muñeco o muñeca de un material tipo cartón (no
sabría decir de que eran exactamente los que recibía mi madre), pero siempre
tenía algún muñequito y mi abuela le hacía ropita al muñeco con algún trapo que
tuviese. Algún año el muñeco tenía cuna,
pero todo muy pequeño y sencillo. Y además siempre le traían algo para
el cole, generalmente un plumier de madera y un lápiz, aunque recuerda un año
en que le trajeron una pluma estilográfica, y con el devenir de los años, al ir
mejorando la economía familiar, siempre le traían un cuento o libro. A mi tío
solían traerle un balón, o un fuerte para vaqueros, pero de los sencillos, o
una diligencia, una peonza, cosas así, y algo para el cole también. Y a mí
padre más o menos lo mismo, como eran más hermanos había que repartir, pero el
balón, la muñeca con ropa de fabricación casera, algo de hojalata o unos cacharritos para jugar a
las cocinitas nunca faltaban. Y con el paso de los años, cuando uno deja atrás
la inocencia de la niñez y tiene hijos y una vida difícil se da cuenta del
sacrificio que hacían aquellos padres de los cincuenta y sesenta que ponían
siempre algo para que el zapato de sus hijos no estuviese vacío la mañana de
Reyes.
Esto lo tuvo mi madre, lo tuve yo y lo tuvieron mis hijos aunque los suyos eran una versión más moderna. |
En mi época las cosas ya no eran tan malas, y
afortunadamente los Reyes siempre fueron generosos conmigo. Recuerdo la
tardenoche del cinco de enero, tal día como hoy, cuando iba a ver la Cabalgata. Cuando
ya pasaban los Reyes y llegaba la carroza que portaba los regalos yo siempre
memorizaba los papeles de colores para comprobar si al día siguiente era alguno
de ellos el que estaba en mi casa. Y como antes no había tantos modelos de
papeles de regalos para elegir, sí que veía paquetes parecidos y me imaginaba
que lo había visto en la carroza.
Cuando era muy pequeña mis regalos eran los normales de la
época, las que estéis en la treintena sabréis de que os hablo y los
recordaréis, por ejemplo la
Nancy, algún juego de mesa, un carricoche con su bebé,
muñecas que comían, o que hacían pipí, esas cosas. Luego llegaron los playmóvil(yo
los llamaba clics), Pin y Pon, los juegos del Un, dos, tres, yo tuve el de
Botilde y una botibota, el Nenuco, los barriguitas, el Tente, el blandyblub,
las muñecas repollo, el Cinexin, el Enredos, que mis hijos tuvieron años
después y se llamaba Twister, La
Leslie, el Mocosete, que era mi preferido, cosas de
maquillaje de La Señorita Pepis,y
muchos juguetes más. A mí me hizo especial ilusión el año que recibí el cubo de
Rubick y el de los Juegos reunidos, aunque cada año me gustaba todo. Me
encantaba ir a la Cabalgata
y después tomar un caldo o un chocolate con churros y en casa, después de
mediocenar porque con los nervios no me entraba nada, preparábamos los zapatos
junto al árbol y dejábamos la comida para los camellos, que era agua y un poco
de zanahoria o pan, que según mi madre lo comían. Y para Sus Majestades un poco
de leche y coñac y algo de comer, turrón o algo rico, eso variaba. Y al día
siguiente, cuando nos levantábamos los nervios se apoderaban de nosotras y no
podíamos ni llegar hasta nuestros zapatos. Y allí estaba mi madre con la cámara de fotos para inmortalizar el momento, tengo una foto de cada año y yo, claro, sigo igual, añadiendo video.Tengo las caras de mis hijos con todas las edades.
He visto esta imagen y me ha llenado de recuerdos. Yo aún conservo mi botibota pero no la tengo en casa así que he cogido esta foto para ilustrar. |
No recuerdo ningún año de Reyes de decepción,
siempre me gustaba mucho lo que me traían, primero los juguetes y al ir
creciendo me regalaban cositas de presumir, una colonia, cosas para el pelo, o
para jugar pero de más mayor, como las primeras maquinitas de marcianos, tipo
GameBoy pero de los 80-90. Y siempre, siempre,
y eso lo mantengo, caía algo de leer.
Uno de mis regalos preferidos fue un diario que ya venia con
las fechas marcadas, el mío era de los jóvenes castores, y servía para usar
tres años. En teoría era un diario escolar, pero yo lo usaba de diario normal
pues siempre me gustó escribir, y todavía ayer lo releí y me moría de risa al
ver mis puntos de vista de entonces, con ocho años es una tragedia que tu amiga
se enfade contigo y juegue a la goma con una niña que no quiere ser tu amiga. O
que tu amiga se enfade con otra amiga y tú no te quieras enfadar con ninguna.
La verdad es que es entrañable leer esas cosas.
Bueno, que me lío, volvemos a los Reyes. Hoy en día intento
hacerlo parecido, aunque mis hijos son mayores y ya no pongo comida a los
camellos, aunque confieso que les alargué esta creencia todo lo posible, tuve
que usar mil tretas porque no sé porqué siempre se empieza por el ratoncito
Pérez y luego va todo, así que aquí os cuento como salvé lo del ratoncito(Fulanito me ha dicho que el Ratoncito Pérez no exi)
y alargué lo de los Reyes al máximo, no demasiado porque se enteran igual por
el cole, pero siete años me parecen muy pocos para decírselo y en el cole
muchos niños de seis o siete lo sabían, y encima lo decían porque cuando los
míos ya lo supieron me prometieron guardar el secreto, especialmente con los
primos pequeños, porque esta época tan mágica nadie tiene derecho a
arrebatárnosla.
Esto no es de Internet, es mi diario de los jóvenes castores. El pobre esta algo chuchurrio por las mudanzas y el tiempo, pero me encanta leerlo. |
A día de hoy seguimos yendo a la Cabalgata, a veces incluso los hemos recibido en el puerto, llegan en lancha y es precioso, y desde luego continuamos limpiando los zapatos y esperando como
agua de mayo los regalos. Mis hijos son de la generación de las consolas, pero
yo siempre he intentado regalar juguetes más creativos, aunque tengan consolas,
pero intento que no sean su prioridad. Los juegos de hacer cosas, por ejemplo
un volcán que funciona, siempre han estado presentes, y un trineo, algo para
hacer deporte, bici, patines y balones, muñecas, Parkings y pistas Hotwheeles y
siempre han jugado a cosas de niños, a casitas, tiendas, mamás, a carreras o a
lo que sea, pero jugar de verdad, cosa que me alegra porque no quiero que estén
todo el día sentados mirando una pantalla. Eso no quita que tengan consola,
repito, pero todo con moderación y tratando de inculcarles otros intereses. Mi
hija dibuja muy bien y siempre le doy algo para ello, desde un caballete con
lienzo, óleos y paleta hasta accesorios para dibujos por ordenador, pero sin
abusar. También tocan así que últimamente han caído complementos para los
instrumentos, amplificadores, una correa para la guitarra, esas cosas. O discos
de ediciones especiales de algo que les guste, o una entrada para espectáculos.
Mi hija vio Luces de la ciudad, de Chaplin, con la orquesta Sinfónica tocando
en directo, y le encantó. Vamos, que intento ser creativa y que les guste. Y
para los demás busco sorprender con lo que les gusta, pero con un presupuesto
ajustado, ni quiero fomentar el consumismo ni puedo.
Otro juego generacional, lo tuve yo y luego mis hijos, aunque con otro nombre. |
Para terminar solo puedo decir que hoy hay que poner toda la
carne en el asador, los niños tienen que
vivir este día intensamente, tienen que llamar a los Reyes en la Cabalgata, tienen que
abrir los regalos con ilusión y mantenerse lo más ajenos posibles a los
problemas. Y la tarde de Reyes es para disfrutar de la familia, a mí me encanta
reunirme con todos y abrir regalos y si hay tiempo ver una peli navideña o
infantil. Y claro, comer el típico roscón a ver a quien le toca el haba y a
quien la sorpresa. El año pasado a mí me tocaron los dos, jejeje.
Bueno chicas, os deseo de corazón un día muy muy feliz y que
os traigan mucho, que os lo merecéis, sobre todo mucha salud y suerte, y que
este 2013 sea un buen año, de sueños cumplidos y de esperanza. Un abrazo y no
olvidéis limpiar los zapatos.
Si os dejan carbón, que sea del dulce. |