viernes, 14 de octubre de 2011

Como disfruto de la naturaleza


Hola,¿cómo estáis? Parece Que poco a poco el otoño se quiere asomar, o al menos por estas verdes tierras del norte quiere dejarse ver un poquito. Como últimamente se me están agotando un poco los temas, tengo mi querido blog un poco abandonado y las ideas de regalos prefiero hacerlas un poquito más adelante, cuando sintamos que la Navidad se acerca, quería hablaros de algunas de las cosas que me gusta hacer cuando salgo a disfrutar de la naturaleza con mis hijos. Ellos ya son mayorcitos, van creciendo y claro,  las cosas no son como cuando eran pequeños pero aún así nos gusta hacer cosas juntos.
   Para empezar debo decir que en Gijón, una ventaja que tenemos es que hay varias rutas que salen desde distintos puntos de la ciudad y que puedes hacer andando o en bici, y eso te da la oportunidad de encontrarte con la naturaleza sin tener que coger el coche, aunque yo hago varias cosas.
   Una cosa que nos encanta hacer es ir a coger moras, como ya comenté en alguna ocasión. Siempre vamos a finales de agosto y las cogemos en un camino que hay bordeando un pantano, vamos al atardecer y por lo general merendamos allí y sacamos fotos. Pero algunas veces, cuando vamos a otros sitios, si vemos que hay moras, como yo siempre llevo encima alguna bolsa de plástico, aprovecho para cogerlas.
   Otra cosa que nos gusta, y que creo que no tiene edad es ir a volar cometas. Mis hijos, cuando eran pequeños tenían cometas de esas sencillitas pero ahora ya las tiene un poco más buenas, y la verdad es que es muy entretenido. También llevamos la merienda y aprovechamos para hacer un picnic. Aunque siempre las tenemos en el coche por si algún día descubrimos un lugar nuevo solemos tener dos sitios para volarlas, uno es en un parque que está muy alto y desde el cual vemos todo Gijón y siempre huele a verano y a mar. Nos sentamos en el prado mientras vuelan y merendamos algún bocadillo o una tortilla. Y me encanta el ruido que hace el viento al mover la cometa. Generalmente lo hacemos en verano porque en ese sitio en invierno está demasiado frío. Y otro el sitio al que vamos es un prado que hay en el Cabo de Peñas, como sabréis el sitio más al norte de España. Ahí también hacemos picnic y cuando nos cansamos de las cometas paseamos para admirar los acantilados, que son una maravilla. Si el día está bueno el sonido del mar es suave y melódico y el agua se ve azul y transparente, en cambio si el día está nublado el sonido del mar da miedo, es como un intenso rugido, como si estuviera enfadado, y las aguas se ven grises, pero a mí también me gusta.
   Y claro, una de las cosas que más nos gusta es andar en bici. Generalmente hacemos alguna de las rutas que salen de la ciudad. No son muy largas, como mucho pueden tener unos 20 kilómetros entre ida y vuelta. Pero pasas por sitios preciosos, a la orilla del río al cual de vez en cuando bajamos para descansar y ver las libélulas posarse en las cristalinas aguas.  De vez en cuando hay prados para sentarse con algunas mesas salpicadas para comer más cómodos y en una de ellas hay un bosque donde es bastante fácil que las ardillas bajen a comer entre la gente. Pero no siempre hacemos esas rutas, otras veces cogemos el coche y hacemos otras un poco más alejadas. Una muy bonita, aunque es un poco más dura es La ruta del oso, situada en un enclave privilegiado y donde viven dos ositas, Paca y Tola, a las cuales siempre vemos cuando bajan a comer.  El paisaje es precioso y generalmente vamos a pasar todo el día, llevamos la comida y a medio camino hacemos un alto para comer. Y hay una que nos gusta hacer andando que transcurre al lado de un río, y entre los helechos siempre hay fresas silvestres.
   Una cosa curiosa es que nos encanta ir a las playas por el invierno. Sabéis que hay una ruta que hacemos todos los años por difuntos, es una de mis tradiciones y es junto al mar, así que bajamos a veces a la playa, pero además de eso nos gusta abrigarnos e ir a pasear por playas que no están en las ciudades. Hay una, la de la Griega, que tiene unas enormes huellas de dinosaurios y que en invierno es preciosa. De hecho, algunas escenas de Doctor Mateo se rodaron allí. Y otra que está muy cerquita de Gijón, Estaño, en invierno es impresionante. Muchas veces vamos por una ruta que lleva hasta ella y es maravilloso. Tiene una roca que parece una isla misteriosa y es casi una cala, es un sitio para inspirarse.
   Y volviendo al disfrute de la naturaleza, por supuesto me gusta ir a la playa en verano. Por semana suelo ir a la que está en la ciudad, la que más cerca está de casa, o a la que comentaba antes, Estaño, pero de vez en cuando cogemos el coche y vamos a algunas de Candás o Luanco, unas ciudades pequeñitas que están cerca de Gijón y buscamos las menos conocidas. Nos gusta investigar porque siempre se descubre algo interesante. En cambio los fines de semana que vamos ala playa solemos ir a Rodiles(me han dicho que salió hace poco en Acorralados, yo no lo vi), o a La Griega o a la zona de Lastres, aunque de vez en cuando improvisamos.
     Y desde luego, nunca faltamos a las áreas recreativas. En Asturias hay muchas, las hay con río, con árboles, con bosque, al sol, a la sombra, hay para elegir. La verdad es que hay de todo y a nosotros nos gusta variar. Unas veces vamos todo el día, otras solo a comer y pasamos a tarde en algún pueblecito que nos apetece conocer y otras vamos por la mañana a la playa y cenamos en el área. A mí me gusta mucho comer y cenar fuera, aunque suelo llevar yo la comida. A veces vienen más familiares y otras vamos los cuatro, pero me encanta aprovechar el buen tiempo. Y en invierno, aunque nunca ceno a la intemperie, si que a veces me armo de valor y comemos fuera. Hay días de invierno que están muy agradables y da pena encerrarse.
                            
  Y una de las ocasiones más esperadas por toda la familia es la nieve. Yo no sé esquiar, mis hijos si pero yo soy una patosa, pero nuestros días en la nieve son más bien para divertirse. Nos gusta coger los trineos, que son de plástico del año catapúm pero he llegado a asumir que son irrompibles, y bajamos por cuestas. Y hacemos batallas de bolas de nieve y claro, que no falte un muñeco y alguna foto. A veces creo que cuanto mayores nos hacemos más infantiles nos volvemos el día que vamos a la nieve. Pero la verdad es que nos encanta. Solemos ir al puerto de Pajares, pero cuando nieva cerca de Gijón siempre vamos, la nieve dura poco y hay que aprovechar. Y por cierto, os he dejado una foto, para entrar en ambiente.
    Y ya para ir terminando, me encanta, ahora en otoño, ir a coger castañas y piñas. Ambas cosas me traen muy buenos recuerdos, me hacen viajar al pasado, cuando vivían mis abuelos y cogíamos castañas para asar y piñas para la cocina de carbón. Y aunque a veces me pongo bastante nostálgica, intento que estas pequeñas tradiciones no se pierdan. A veces, cuando estoy pasando uno de esos días que no quieres que termine, me pregunto si no existirá alguna forma de guardar los recuerdos para siempre. Me encantaría poder embotellarlos y abrirlos cuando yo quisiera. Así siempre podría volver a ver a los que se fueron, y  todas esas cosas tan buenas que a veces vivimos quedaría para siempre, para poder volver a vivirlas.
   Bueno chicas, no me enrollo más con palabrería cursi y espero que vosotras me contéis vuestras cositas.¿Os gusta la naturaleza o sois más de asfalto? Venga, venga, que quiero ideas. Gracias a todas por leerme y besinossssssss.

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