jueves, 6 de febrero de 2025

Jueves reflexivo: el lado bueno de las redes sociales

 Reflexión del jueves: El lado bueno del mundo on line

Hola a todos  bienvenidos un día más. ¡Ya estamos a jueves! A pesar de los pesares el tiempo vuela.

Hoy es el día del post reflexivo, y os recuerdo que es una entrada que escribo sobre la marcha, improvisando. Y ahora, sin más rollo, empezamos.

Creo que ya dije alguna vez que, por lo general, siempre estoy leyendo alguna novela de Agatha Christie, suelo combinarlas con mi lectura actual. Pues el otro día, estaba sentada debajo del saúco, leyendo una de relatos cortos y me quedé con una frase de Poirot: He llegado a la edad de la reflexión, Monsieur. Pues creo que yo también, mi marido y yo llevamos una etapa de lo más reflexivos, jajajaja.

Y esto me lleva a hablar de redes sociales, pero desde un punto de vista bueno. Yo tengo dos cuentas de facebook, una para el blog (en la que no he sido capaz de entrar, algo he tocado, a ver si lo arreglo ya) y otra con mis amigos cercanos, mis primos, mis cuñados y poco más. Y soy un desastre, nunca hablo con nadie ni comparto nada, para eso tengo whatsapp o nos vemos, pero estoy en grupos de fotos de mi barrio de la infancia  de mi ciudad,  y eso me gusta.

Ya os conté que hace un tiempo encontré una foto de unos vecinos de mi infancia, ya fallecidos. Ella nos había regalado una gran botella donde mi madre metía monedas  las gastábamos en algo cultural (lo conté aquí).

Pues esta semana me ha pasado algo parecido. Cuando era pequeña había un kiosco en mi barrio que era el mejor lugar del mundo. Vendía de todo, pero de todo, y además encuadernaba, se intercambiaban novelas y siempre olía de maravilla. Lo llevaba una señora viuda, que en su juventud había sido camionera, y era famosa por su paciencia con los niños. Nos atendía con una sonrisa, sin prisa, mientras comprábamos cinco cosas diferentes con un duro. Y se sabía los nombres de todos. Todo el mundo la adoraba.

Con el tiempo se jubiló, sus hijos eran mayores y uno de ellos fue un político conocidillo en mi región.

Yo la vi por última vez hace casi 20 años, y seguía igual de encantadora. A veces me acordaba de ella y me habría gustado tener alguna foto.

Por otro lado, este verano falleció una amiga y estuve algo nostálgica estos días. Estaba mirando las últimas fotos que habíamos compartido en facebook y una de ellas era de una página de su pueblo. Y mirando la página vi que el político hijo de la kiosquera tenía facebook e interactuaba un poco en esta página que os digo. Entonces miré el perfil, a ver si ponía algo personal. Y sí. La vi. Era una foto de cumpleaños, el 90 cumpleaños y estaba igual que yo la recordaba, como una abuelita de cuento, con el pelo blanco y esponjoso y sonriendo con los ojos.

Cuando yo era adolescente hacía muchas fotos y grababa vídeo, pero no como ahora, y claro, nos faltaban cosas. Mi abuelo sufría porque no tenía fotos de sus padres (un incendio) y apenas recordaba sus caras, y ahora, con tocar unas teclas, podemos encontrar tesoros.

Hace un par de años encontré una publicación que me dejó sin palabras. Un tío de mi padre fue un ilustrador muy prestigioso, y pionero en muchas cosas. Pues encontré, en una página especializada, una entrevista en una revista, con fotos de él, de mi tía abuela y de su hijo, mi primo segundo, aunque nosotros decimos que somos primos, a secas. También había fotos de algunas de sus ilustraciones, unas que están en México. No os podéis imaginar la sorpresa de mi primo cuando lo vio.

Sé que las redes tienen parte negativa, el anonimato incita al odio, todas las cosas tienen su lado malo. Y en ese caso lo mejor es ser prudente y tener un poco de cuidado. Yo, por ejemplo, soy incapaz de exponer a mis hijos, ahora son mayores, pero cuando eran pequeños menos aún, son personas por las que debo velar.  Obviamente, cada padre hará lo que quiera, pero yo no. Y me gusta también ser anónima porque tengo la sensación de libertad. Que ya he desvirtualizado a gente, y me han reconocido, pero bueno, me gusta mantener mi privacidad.

 A ver, que me desvío. Los avances y progresos siempre tendrán cosas buenas, y las redes sociales, también. Nos permiten recuperar a gente con la que habíamos perdido el contacto, yo recuperé a personas, gente con la que me llevaba genial pero fuimos perdiendo el contacto. También nos permite ver como eran muchos lugares hace años, y suele haber comentarios que aportan mucho. Hace años salió en un grupo de facebook la casa donde había nacido mi padre y algunas personas contaban anécdotas preciosas.

También nos distancia y nos encierra, lo sé. Como dijo el maravilloso Serrat, cuando fui a su encuentro este otoño, junto a Iñaki Gabilondo: no conocí a mis vecinos hasta que llegó la pandemia y salíamos a aplaudir a los sanitarios. Y por cierto, qué rápido se nos ha olvidado todo.

Pues sí, a veces no conocemos ni a los vecinos, tenemos un mundo on line y poco of line. Pero yo creo que se puede tener todo, el término medio es maravilloso.

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Ver a Serrta fue un sueño cumplido, y entradas on line, otra ventaja más


Cuando era adolescente me imaginaba muchas cosas, pero nunca que tuviéramos al alcance de la mano cualquier información. El domingo, mismamente, vi unas plantas raras a la orilla del río, y saqué el móvil y las busqué en la aplicación que llevo siempre. Pues tenía razón, son urticantes para los perros y lo supe al momento.

Bueno, no quiero extenderme demasiado, solo diré que sin esos avances mágicos del mundo de Internet no estaría aquí, escribiendo para gente desconocida, y también para conocidos, ni habría encontrado personas maravillosas que comparten algunas de mis aficiones.

Cuando Michael J. Fox, o Marty McFly, como prefiráis,  llegó a 2015 volábamos sobre patinetes y vestíamos como galácticos, pero nunca imaginamos que podríamos hablar de manera instantánea con alguien de Panamá, Brasil o Estambul, que compraríamos sin movernos de casa o que alguien se grabaría haciendo la comida y miles de personas lo verían.

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Algunas veces me gustaría tenerlo

Bueno, pues hasta aquí el post. Quedémonos con lo bueno y valoremos ese regalo que nos permite recuperar amigos y hablar unos con otros, aprender  descubrir.

Muchas gracias por leerme y muy feliz jueves.

martes, 4 de febrero de 2025

I´m Currently loving enero 2025

 Repasamos los mejores momentos que nos dejó enero

Hola a todos y bienvenidos un día más. ¿Qué tal ha ido el finde? Espero que genial. El mío muy bien, he ido al teatro a ver una obra preciosa con María Galiana (empecé la semana con Herminia, ya sabéis, la DANA,  y la terminé con la Herminia de Cuéntame, jajaja), fui a mi museo favorito, salimos a merendar unos pasteles riquísimos, tuve campo, comida con hijos, una serie...

Hoy vengo con el repaso de los mejores momentos que nos dejé enero. Esta sección la hago desde hace algo más de diez años. No se trata exactamente de poner fotos bonitas, es más bien guardar el recuerdo, por eso no las edito. Todas son hechas por mí y en el mes de enero. Y, ahora, sin más rollo, empezamos.

miércoles, 29 de enero de 2025

Truco: aceite de caléndula casero

 Preparar aceite de caléndula casero

Hola a todos y bienvenidos un día más. Ya estamos a miércoles y es el día de los trucos, así que, sin más rollo, empezamos.

Hoy vamos a preparar un aceite de caléndula, que es muy fácil y tiene muchas propiedades. Luego podemos usarlo para hacer cremas o jabones, o incluso como aceite para nosotros.

calendula


Solo necesitamos un tarro de cristal esterilizado, caléndulas y aceite. Yo he usado de oliva virgen extra prensado en frío, pero lo podéis usar de almendras, por ejemplo. Las caléndulas las tenemos en la finca, pero he visto que venden la planta en algunos sitios, lo que sería una opción para obtener las flores.

En un tarro ponemos las caléndulas, todas las que quepan, y cubrimos con el aceite, hasta el borde, para no dejar aire. La primera vez a mí me quedó aire y no fue nada grave, pero es mejor que no quede.

aceite-calendula
Aquí quedó un poco de aire, luego usé tarros herméticos, es mejor


Tapamos y dejamos al sol cuarenta días, y una vez transcurridos, lo colamos y ya lo podemos utilizar.

Yo he hecho un bálsamo para las almohadillas de los perros y otro para la piel seca. No es un remedio milagroso pero es natural, y como ayudita viene muy bien.

Y hasta aquí el vídeo de hoy. Muchas gracias por leerme y hasta la semana que viene.

lunes, 27 de enero de 2025

Reseña: El hombre que amaga a los perros de Leonardo Padura

Reseña de El hombre que amaba a los perros de Leonardo Padura

Hola a todos  muy bienvenidos un día más. ¿Qué tal ha ido el finde? Espero que muy bien. El nuestro ha sido tranquilo: campo, familia, algún paseo, una serie e incluso nos hemos relajado  filosofado con antiguas entrevistas de Antonio Gala.

Hoy vengo con una reseña. Por lo general me gusta traer libros distintos y poco conocidos, pero a veces hago alguna excepción y hoy es uno de esos días. Y ahora, sin más rollo, empezamos.

jueves, 23 de enero de 2025

Jueves reflexivo: teatro

 Reflexión del jueves: teatro

Hola a todos y muy bienvenidos. Ya estamos a jueves y es el día del post reflexivo e improvisado, así que, si más rollo, empezamos.

martes, 21 de enero de 2025

¡Estoy de vuelta!

 ¡He vuelto!

montaña


Hola a todos y muy bienvenidos. ¡Por fin estoy de vuelta! La verdad es que no pretendía desaparecer de forma abrupta, pero…

Un día no pude publicar, otro me faltaba motivación, y pasaba otro día, y otro. Una vez entré en los comentarios y vi que había bastantes spam en inglés y en árabe, que camuflaban así los comentarios de mis lectores habituales, que tanto valor tienen para mí, por lo que decidí “privatizar” el blog hasta que volviese a animarme.

Me ha costado tomar la decisión, la verdad, me sigue faltando un poco de motivación, pero me habéis escrito muchos, lo cual me ha sorprendido un montón, y la tarde del vienes me llamó Mamen y creo que fue el impulso que necesitaba.

En este tiempo ha pasado de todo, hemos terminado 2024 un poco mal y hemos empezado 2025 peor, pero pronto remontaremos. En mi familia directa no hay grandes tragedias, sí las hay en gente cercana. Y se suman esas cosas que, sueltas no son para tanto, pero juntas acaban agotando. Pero, como decía el otro día mi marido, hay que animarse y dejar atrás el miedo, en mi caso, a febrero, ya sabéis. Él opina que va a ser el mejor febrero de mi vida. Yo me conformo con que no sea malo.

He pensado en el calendario de publicaciones del blog, y creo que seguiré como en los últimos años. Os lo explico.

-Una semana publicaré lunes y miércoles.

-Otra semana publicaré martes y jueves.

Las entradas de los lunes y martes serán variadas: la primera del mes será la recopilación de los mejores momentos del mes, valga la redundancia, que terminó, y las otras serán reseñas de libros (intentando que sean diferentes y poco conocidos), reseñas de cine (buscando también opciones originales), las últimas series que estoy viendo, turismo en Asturias, lista de cosas que me hacen feliz…

Los miércoles publicaré trucos, que en realidad pueden ser recetas (un poco diferentes y originales), manualidades, ideas de reciclaje, trucos de belleza o trucos sobre animales.

-Los jueves será el post reflexivo e improvisado. Llevo casi once años con esta sección, espero que me queden ideas. Lo escribo temprano y sobre la marcha. No hay una hora fija pero intento publicarlo antes de las siete y media de la mañana.

 

Antes de irme quería enviar un emotivo recuerdo a Chari. La conocí a través de su blog y me tenía realmente enganchada con su preciosas fotos y las historias de su perrita Fibi. El otro día Tere me dijo que había muerto, y lo he sentido muchísimo. Espero que todas esas cosas bonitas que compartió queden mucho tiempo en este mundo 2.0. Es una pena enorme, la verdad.

 

Y por hoy me despido. Mil gracias por leerme y nos vemos el jueves con el post reflexivo.

Muy feliz semana a todos.


jueves, 16 de mayo de 2024

Jueves reflexivo: cuando era joven

 Reflexión del jueves

Hola a todos y bienvenidos. Llevo tiempo sin publicar, ya os decía en el último post que me falta tiempo, pero me resisto a dejar el blog de forma definitiva, así que aquí estoy.

Hoy es el día del post improvisado, y se me ha ocurrido compartir un relato mío. Llevo años sin participar en concursos literarios, y este año me había animado a participar en uno que se llama Cuando yo era joven, cuyas bases me pasó una amiga. Había que compartir momentos de nuestra juventud. Yo estuve dudando, no sabía si escribir algo general, o algún momento especial...hasta que recordé uno en concreto que había acudido a mi memoria cuando ordenaba mis cosas de adolescente. Con mi habitual despiste leí que el concurso empezaba el 9 de abril, así que escribí y el 10 de abril busqué las bases para enviarlo. Bueno, pues en realidad se cerraba el 9 de abril. Me quedé compuesta y sin relato, y se me ha ocurrido compartirlo por aquí. Mis lectores habituales sabéis que paso vergüenza compartiendo mis narraciones, pero esta vez no es una historia de asesinatos, como suelo hacer, o de amor, es simplemente una amalgama de recuerdos juveniles. Y ahora, sin más rollo, empezamos.