I´m Currently Loving abril 2021

 Resumen de lo mejor que nos dejó abril

Hola a todos y bienvenidos un día más. Hoy vengo con el post que más me gusta preparar, el de los mejores momentos que nos dejó el mes que se ha terminado. Este ejercicio me ayuda, porque siempre hay cosas malas, pero me gusta quedarme con lo bueno, y esta es una forma de ver lo mejor de cada mes.

Como siempre, os recuerdo que las fotos las hago yo, son todas del mes de abril y no están editadas ni retocadas, ya que son momentos y me gusta guardarlos tal cual. Y ahora, sin más rollo, empezamos.

 

Abril fue un mes de muchas salidas, y uno de los lugares más frecuentados fue la playa. 

 

Aunque también pudimos acercarnos a mi parque preferido.

 

 

 

Otras veces nos fuimos al barrio alto, para viajar al pasado.

 

 

 

O para descubrir ventanas graciosas que alegran la vista.

 

 

 

Los hórreos asturianos están por todas partes.

 

 

 

Los días primaverales invitaban a pasar la mañana sobre el césped.

 

 

 

O a recordar lugares que llevaban tiempo en el olvido.

 

 

 

Y a volver a la playa, pero esta vez con sorpresa porque pudimos ver los restos de los antiguos balnearios. Siempre me ha encantado verlos, en las pocas ocasiones en las que se asoman. 

 

 

 

 Y para visitar prederos llenos de vida.

 

 

 

Nunca dejo de sorprenderme con las anémonas. Es hipnótico verlas comer con sus miles de tentáculos. 

 

 

 

Volver a los lugares que nos vieron crecer siempre es bonito. Nostálgico pero bonito.

 

 

 

Y ya que estamos, pues cogemos un poco de hinojo y dejamos que el aroma a anís nos acompañe. 

 

 

 

Pasar una tarde en buena compañía, con la ciudad a nuestros pies también es un gran plan.

 

 

 

O contemplar las rosas blancas que salpican los matorrales.

 

 

 

A veces, un edificio sencillo tiene un algo que nos cautiva.

 

 

 

Dejar que la mañana transcurra despacio en el puerto siempre es agradable.

 

 

 

¡Qué gozada es atrapar las olas del indómito Cantábrico!

 

 

 

El mes avanza y volvemos a la parte alta, a descubrir edificios diferentes.

 

 

 

Y restaurantes de siempre, con encanto.

 

 

 

Algunos días nos fuimos a los lavaderos que tanto me gustan.

 

 

 

También charlamos con las lagartijas, que necesitan compañía.

 

 

 

Contemplamos la iglesia desde una perspectiva diferente.

 

 

 

Y meditamos a la sombra de un sauce llorón. 

 

Y despedimos el mes mirando al final de las vías, y sin saber muy bien donde terminan nos decimos que así es la vida, larga, infinita, pero también, inusitadamente corta. Así que hay que aprovechar.

 

 

Abril se fue y llegó mayo. Esperemos que sea un gran mes, lleno de buenos momentos.

Mil gracias por leerme y nos vemos el jueves en el post reflexivo.

Muy feliz semana.