I´m Currently Loving marzo 2019

Repaso de los mejores momentos de marzo 2019

Hola a todos y bienvenidos un día más. ¿Qué tal ha ido el finde? Aquí hemos tenido tiempo de verano, por las historias de instagram compartí algunas cositas de ayer, un  finde de relax total.

Hoy vengo con los mejores momentos que nos dejó marzo, así que sin más rollo empezamos.

 

Marzo ha sido un gran mes. He tenido bastante lío, no lo puedo negar, y algunas mañanas iba de un lado a otro agotada, pero las tardes y los fines de semana han sido un bálsamo.

He hecho excursiones en familia, he asistido a comidas familiares, a conciertos de mis hijos, a recitales poéticos, he vivido el carnaval...

Ha sido un buen mes pintado especialmente de azul y verde.

*Hay 3 o 4 fotos que compartí en redes socales, el resto son inéditas y me ha costado quedarme solo con estas, ha sdo un mes muy fotogénico.

En este mes ajetreado he encontrado rincones para perderme y leer un buen libro, o dos, o tres...

Y he paseado por playas preciosas al atardecer, con toda mi familia, muchas risas y mucha ilusión.

A veces ha llovido y paseamos por parques llenos del color de la llovizna, envueltos en bruma y en misterio.

Pero el sol ha vuelto y con él los árboles cargados de flor incluso en el centro de las ciudades.

Hemos ido al campo muchas veces, y siempre nos hemos sentido pequeños al lado de tanta belleza.

Y también hemos ido a mi querida playa, la que tengo tan cerquita y a la que nunca podré traicionar, vuelvo siempre; una y otra vez.

O a ese parque que me vio crecer, y contemplo esa mamá que mis hijos decían que era yo cuando ellos aún no iban ni al cole, y que ahora son dos adultos siguen siendo fans de esas estatuas.

Hemos visto pueblos que se han hecho famosos y que a mí me conocieron cuando aún no andaba, que han crecido conmigo y que son parte de mí.

Y he pedido un deseo con ese mar azul de fondo, ojalá se cumpla.

Otras veces hemos cogido el coche para ver lugares preciosos, con caminos alfombrados y un olor intenso a bosque.

Y he paseado mis ojos por prados verdes salpicados de margaritas y bordeados de pinos y eucaliptos que le dan un aire misterioso a un lugar lleno de encanto.

Algunas mañanas hemos salido temprano y hemos desayunado en mesas que aparecen en medio del campo, están en uno de esos sitios que recuerdan a los paisajes de otoño pero que huelen a primavera. Esos sitios.

No sé que ha pasado estos días pero el mar parece más azul que nunca, a veces se torna verdoso. ¿Será la primavera?

Si hay algo que me gusta es perderme por carreteras secundarias e ir parando aquí y allá, a veces para coger unas flores, o para caminar un ratito o simplemente para sacar unas fotos. Siempre se encuentran lugares bonitos.

Este año marzo nos ha regalado cielos inolvidables; cielos con retazos naranjas, cielos salpicado con mil colores y cielos que contaban historias.

La primavera ha venido cargada de margaritas, violetas, prímulas...es todo una explosión de color.

 

Qué inspirador es encontrarse unas ruinas al atardecer, rodeadas de monte y margaritas. Aún no he buscado qué lugar es ese porque quiero seguir imaginando historias unos días más.

Y una buena excursión familiar estaría incompleta sin lugares con aire retro que invitan a inventarse historias, a pasear con calma y a tener muchas ganas de escribir.

Y con esas luces del atardecer pudimos cenar en familia y despedir el mes que dio la bienvenida a la primavera, que cambió la hora y que nos inundó de flores y cielos de colores.

Y hasta aquí mi post de hoy. Mil gracias por leerme y nos vemos el miércoles con algún truco.