viernes, 24 de noviembre de 2017

Reflexión; Cambios.

 

Reflexión improvisada; cambios.

Hola a todos y buenos días. Muchas gracias por todos los comentarios de ayer y aquí estoy para escribir mi reflexión como os dije.
No es que me haya pasado nada grave, solo un cúmulo de cositas y la verdad es que me faltaba tiempo, y para colmo yo los jueves suelo levantarme a las seis menos cuarto y así más o menos hago el post del tirón y lo acabo prontito pero ayer a las ocho no había ni empezado.
Y os parecerá una bobada pero este post quiero que sea improvisado, podía escribirlo de noche y programarlo pero me parece que me engaño a mí misma y también a vosotros así que lo dejo para hoy. Y sin más rollo empezamos.


Llevo unos días en los que pienso mucho en los cambios, y aún no sé si me gustan o no.

En una de mis series preferidas, Ana de las Tejas verdes,  Anne está con su amiga Diana mirando una hermosa puesta de sol y dice que le da miedo parpadear por temor a que algo cambie.
Pues eso me ha pasado a veces.

El otro día mi madre me contaba que recuerda un día de hace muchos años en los que pensó algo así.
Habíamos ido con mis padres, mis abuelos y unas tías de mi madre al pueblo de mi abuela, un precioso pueblo en los Picos de Europa.
El último tramo antes de la subida al pueblo siempre lo hacíamos andando(excepto mi padre y mi abuelo que conducían) y la familia del pueblo salía a recibirnos a un prado enorme y verde que había a la derecha del pueblo.
Pues mi madre siempre recuerda ese instante, el momento en que rodeada de los suyos enfocó aquel prado con tanta gente que nos quería esperando para vernos, y guarda en la memoria ese momento como uno de esos en los que quieres parar el tiempo, ella tenía a su abuela, a sus padres, todos sus tíos, mis padres no tenían ni treinta años y vivían bastante bien(trabajando mucho, eso sí) y mi hermana y yo estábamos sanas, éramos pequeñas y felices. Era un instante perfecto.

Además de querer parar el tiempo sintió que nunca más podría ser tan feliz como en esa época. Pues ella misma me dice que años después siguió igual de feliz con nosotras de adolescentes, se reía con nuestras locuras y sufría con nuestros dramas, y mis abuelos estaban bien de salud y hacíamos muchas cosas chulas con ellos, viajábamos a sitios bonitos y además mi padre y ella estaban llenos de proyectos. Y de nuevo tuvo miedo a que algo cambiase.

Pero entonces llegaron mis hijos y según ella la vida sí que cambió pero para volverse mágica, y si antes todo era bueno entonces todo fue mejor, diferente, pero mejor.

Y mí me ha pasado algo así. Recuerdo que en la adolescencia pensaba que nunca más podría ser igual de feliz. Recuerdo un momento concreto en que estaba de viaje de estudios en París, y caminaba con un grupo de amigos(9 o 10) junto al Sena y el sol se iba poniendo y mientras nos reíamos sin prisa quise detener el tiempo, era realmente feliz.

Otra vez me fui con mis amigas a pasar el día a una playa que me encanta y a la que iban mis padres de novios y aunque íbamos mucho a la playa aquel día fue de esos en los que todo sale bien, de esos de leer el horóscopo en la revista y buscar coincidencias, de comer chicles de fresa ácida y comprar el helado de siempre y que sabía como nunca.

Pero entonces conocí a mi novio, que ahora es mi marido, y sentía que la vida era ya perfecta. De esa época guardo muchos recuerdos pero lo que más me viene a la cabeza son las mariposas en el estómago que sentía al verle esperando en mi portal, como en la canción de La oreja de Van Gogh. O la vuelta a casa, cuando subía y remoloneaba todo lo posible y yo lo acompañaba otra vez hasta abajo para alargar el tiempo...ainnnnns.

Y de nuevo la vida me dijo que a veces es mejor no parar el tiempo porque llegaron mis hijos, y ellos hicieron que todo fuera diferente, mágico y precioso.

De ellos tengo millones de momentos de esos de no querer parar el tiempo, pero hay uno que a veces vuelve a mi cabeza. Fui un día cuando mis hijos tenían 9 y 10 años y estábamos en la finca familiar con toda la familia, mis cuñados, mis sobris, mi tío, mi hermana, mis padres e incluso mis abuelos. Ese año habíamos tenido la escapada navideña a Madrid, unas vacaciones soñadas y un gran verano, hicimos muchas excursiones y tuvimos muchas cosas buenas, y en ese instante, al ver a mis abuelos mayores sí que quise parar el tiempo, me daba tanto miedo no tenerlos...

Y ya tiempo después, en una época en la que mis abuelos no estaban recuerdo la graduación de mis hijos en el instituto. El discurso final lo dio una profe que era madre de un alumno y habló como madre, no como profe, y dijo que independientemente de lo que sus hijos estudiasen, hiciesen o como enfocasen su vida lo único que quería era que fueran inmensamente felices. Y sentí que los que estábamos allí con ellos pensábamos igual.

Y al salir del salón de actos y verlos a ellos llorando porque se acababa una de las etapas más maravillosas de la vida, y compartir con mis padres, mi marido y mi hermana aquella emoción mientras picoteábamos con profesores que nos venían a felicitar quise de nuevo parar el tiempo pero...pero habría sido muy egoísta porque ellos también tienen que crecer, tienen que equivocarse y tienen que querer parar el tiempo.

A veces creo que me gustan los cambios, me asusta la rutina pero otras miro hacia atrás y me da tanta angustia ver que muchos se han ido y por desgracia demasiado pronto, y en esos casos quisiera que nada cambiase nunca.

Yo creo que es maravilloso atesorar recuerdos y sacarlos de vez en cuando para recordar y luego devolverlos al lugar que les corresponde y avanzar, los recuerdos son una muleta que nos ayuda a caminar pero no pueden convertirse en el presente.

Hace bastante publiqué un relato sobre alguien que embotellaba sus recuerdos y eso sí que me gustaría hacerlo, pero por otro lado no sé si sería capaz de revivir esos momentos buenos porque luego me daría tanto miedo volver al presente y sentir los vacíos y las ausencias...no sé.

Ya empiezo a divagar y lo peor es que he creído que era jueves y me iba a ir corriendo a ver si mi hija le ha hecho caso al despertador y estar con ella pero es viernes y aún tenemos media hora que puede robarle al sueño antes de que empiecen las carreras.

Y para colmo mi gato me ha cambiado por el radiador, jejeje, se ve que yo no doy calor o que sabe que no es jueves, que además de guapo es listo.

Bueno, al final he divagado demasiado, o más que divagar os he contado mis recuerdos y los de mi madre, espero no haber resultado demasiado aburrida.

Muchísimas gracias por leerme y os dejo la canción que os nombro de La Oreja de Van Gogh, que nos ha acompañado durante muchos años.



Nos vemos mañana con el resumen semanal, buen fin de semana a todos.

53 comentarios:

  1. Demasiada rutina cansa, pero hay momentos en los que me paro, respiro y procuro absorber ese momento para que por lo menos en mi memoria no desaparezca.
    Besos!

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    1. Siiiii, eso es lo mejor, absorber esos momentos y saborearlos.
      Besos.

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  2. Los cambios asustan, paralizan, pero tambien traen un monton de experiencias nuevas, y cosas con las que aprender y evolucionar. Al final todo cambia, queramos o no, porque cada día es diferente y se van tomando pequeñas decisiones que nos llevan a un lado u otro. Yo podría decir que no soporto los cambios, pero que los agradezco cuando pasan :) Y sí, a lo mejor en un tiempo pasado fue mejor, pero no sabemos como será lo que está por venir! Y por cierto, que me gusta mucho esa canción de la Oreja de Van Gogh!
    Besotes y feliz viernes!

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    1. ¡¡¡¡Hola!!!!
      Eso creo yo, los cambios asustan pero al final traen cosas buenas y no me gustaría vivir en un eterno Día de la Marmota, mejor evolucionar.
      Besos y feliz viernes.

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  3. Oh qué bonito Gema, estoy un poco sensible y me has emocionado. Tengo un amigo que dice que vive y disfruta intensamente y así se le acumulan los recuerdos, no lo sé pero sí que hay momentos en que te sientes muy feliz en compañia de aquellos a los que quieres y te gustaría que eso estuviera siempre.

    Un beso preciosa, me ha encantado y creo que siempre lo digo esta reflexión improvisada que te sale del corazón.
    Que tengas un gran día.

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    1. ¡Buenos días!
      Me alegro muchísimo que te guste Conxita.
      Opino como tu amigo, intento ir atesorando recuerdos pero a la vez disfrutando el presente y si, hay momentos en los que se echa tanto de menos a los que ya no están.
      Besos y muy muy gran día para ti también.

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  4. Me super encanta la oreja de van Gogh!! La verdad es que tienes razón, hay momentos en que nos sentimos bien y creemos que no podemos estar mejor hasta que llega otro y nos lo corrobora...

    Particularmente ahora estoy en un gran momento, creo que en el mejor de mi vida y lo estoy disfrutando y saboreando a sitios.

    Un besazo!

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  5. Estas lecturas habría que guardarlas para los lunes. Podría decirse "Eres más positivo que leer a Marigem y además hacerlo en viernes, a las puertas del fin de semana".
    Gracias por tus lecciones de vida.
    Un abrazo.

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    1. ¡¡¡¡¡Jajajajaja, muchas gracias!!!!
      Feliz fin de semana.

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  6. Te iba a comentar que justo ayer estuve recordando con mis hijas, viendo fotos, pero me he quedado prendada del comentario de Macondo, qué arte!
    Un besito!

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    1. ¡Buenos días!
      Macondo tiene un arte para escribir que es alucinante.
      Besos.

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  7. ¡Buenos días!
    Qué bonito post. Me ha gusatdo mucho.
    Feliz Viernes y a comérselo!
    Besos.

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    1. ¡¡¡¡Muchas gracias y feliz semana ya, que llego tarde!!!!
      Besos.

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  8. Los cambios, sobre todo cuando llegan de golpe, pueden resultar desconcertante, pero la vida es como el mar, así que surfea.
    Besos!

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  9. Qué bueno que en tu vida hayan habido tantos momentos inolvidables. Creo que todos los tenemos, la diferencia está (y a mí me ocurre con mucha frecuencia) que algunos no los sabemos apreciar hasta que ya han pasado. Ser consciente de que lo que estás viviendo es algo maravilloso, hasta el punto de desear parar el tiempo, es algo extraordinario, porque lo disfrutas muchísimo más que cuando simplemente lo recuerdas.
    A veces, últimamente (será porque ya me he hecho mayor y aprecio mucho más esos momentos irrepetibles), cuando estoy en un lugar bucólico o viviendo una experiencia memorable, intento impregnarme de ello pero no sé cómo hacerlo. Es difícil de explicar. Simplemente intento verlo con otros ojos y tratar de retenerlo en mi mente.
    Bonita reflexión la tuya, repleta de gratos recuerdos.
    Un abrazo.

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    1. Hola.
      También los ha habido malos, claro, pero no puedo quejarme de los momentos buenos.
      Jajaja, pues no sé que decirte, no creo que se trate de saber hacerlo es más bien que surja o lo que haces tú y que está genial, impregnarse de ellos.
      Un abrazo y feliz semana.

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  10. A mí también me gusta guardar recuerdos en un taroo, pero como eso, como recuerdos. Parar el tiempo... no. La vida hay que vivirla, y siempre nos encontraremos con más momentos perfectos que querremos atesorar, a pesar de lo malo.
    Me ha encantado tu reflexión, es preciosa y vuestros recuerdos una maravila. Está claro que lo más importante es la familia.
    Un besillo.

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    1. ¡¡¡¡Hola!!!
      Pensamos igual y me alegra mucho que te guste la reflexión.
      En mi caso sí, lo más importante es la familia.
      Besos.

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  11. Yo creo que los cambios siempre traen algo bueno, algunos al principio no lo parecen pero a largo plazo al final tienen su parte positiva o al menos así lo veo, jejeje. Un beso

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    1. ¡Hola!
      Yo creo que la mayoría también, e incluso cuando es algo malo puede ayudarnos a buscar algo mejor que quizás de otra forma no buscaríamos porque estaríamos acomodados.
      Besos.

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  12. Creo que tú siempre serás feliz (salvo golpes extremos de esos que a veces la vida nos echa encima sin avisar) porque sabes extraer lo mejor de cada momento y ponerle a todo un signo +. Veo que tu madre es igual.
    Yo suelo considerarme afortunada y feliz, pero a veces me dejo llevar del signo -. Por suerte son pocas veces.
    Sigue así guapa y esperemos que nos caigan cosas más allá de las que son ley de vida.
    Un beso.

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    1. ¡Hola!
      Muchas gracias. La verdad es que tanto mi madre como yo somos de quedarnos con lo bueno excepto en momentos puntuales como dices, en los que lo he llegado a pasar fatal.
      Claro, todos nos dejamos llevar alguna vez, lo importante es disfrutar en general.
      Besos y feliz semana.

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  13. Ay mi niña, ay, ay, que entre alegrías y emociones te leo y cómo me llega todo lo que dices. Regalo de reflexión con gato en la falda. Pero es que parar el tiempo...como me ha gustado eso, porque es vivir el momento, que no pasara. Los recuerdos se pueden alcanzar, cómo duelen si andas frescos en pérdidas, habrá que esperar. Qué alegría de optimismo, de verdad, era una inyección de mañana. Un abrazo, dos.

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    1. Ay Eme qué cosas dices. Siiii, es que mi gato es muy inspirador aunque de vez en cuando prefiera un radiador calentito.
      Ufffff, cuando las pérdidas son recientes todo duele, pero poco a poco todo mejora, a mí me ha costado y sigo teniendo momentos muy malos pero en términos generales son lo mejor.
      Besos y muy feliz semana.

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  14. A mi la rutina me gust y me cansa a la vez, me gusta cambiarla a menudo jejejej lo que peor llevo fue la muerte de mis abuelos que fueron como mis padres y los que mas me quisieron en mi vida, qué pena no poder alargarles la vida

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    1. Jajaja, eso me pasa a mí con la rutina, es necesaria porque necesitamos cierto orden pero sin abusar.
      Ufffff a mí con mis abuelos me pasó igual, fue la primera pérdida que viví y lo pasé realmente mal, a día de hoy los echo mucho de menos.
      Besos.

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  15. Yo también he querido parar el tiempo en muchas ocasiones o querer volver a otras épocas en las que estábamos todos, pero bueno, cada etapa de la vida tiene momentos muy buenos y hay que disfrutarlos.
    Un beso.

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    1. Ay lo de querer volver a otra época solo me ha pasado al faltar mi padre.
      Besos y feliz semana.

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  16. cuando somos más jóvenes parece que asumimos con más naturalidad los cambios. un posible cambio de colegio, cambiar de compañeros de clase al llegar el momento de elegir ciencias o letras, pasar del colegio a la universidad... de mayores nos agobiamos más. los primeros días en un trabajo son terribles, por ejemplo.
    a mí también me gusta hacer acopio de buenos recuerdos. no hay que perder la oportunidad de hacer cosas diferentes, porque para seguir la misma rutina de siempre ya hay muchos días.
    besitos, gemma!!

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    1. ¡Hola!
      Ay los cambios de colegio...yo los disfrutaba(los pocos que hice que parece que cambiaba cada año y no, jejeje) o el paso del cole al instituto, ese fue el mayor cambio, yo creo, porque son dos mundos muy distintos.
      Claro, hay que aprovechar las oportunidades de hacer cosas diferentes, y disfrutarlas.
      Besos y feliz semana.

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  17. Definitivamente, si alguna vez me encuentre triste, alicaída y plof ya se a quien acudir a Gemma.
    De verdad es maravilloso leerte, da igual si es viernes, jueves o que día. Me ha gustado muchísimo porque me has emocionado como siempre.
    Debemos afrontar los cambios, creo que son necesarios porque es ley de vida y bueno para nuestra propia madurez y por nuestro equilibrio emocional, siempre podemos equivocarnos pero hay que correr ese riesgo para evolucionar, de modo que los cambios son buenos, b ajo mi punto d evista. Yo tenía mucho miedo a como iba a afrontar Jorge su nueva vida en Madrid y a día d ehoy a no ser que pase algo raro, se adaptado muy bien a la ciudad y lo veo muy bien, de modo que a sido bueno para él afrontar ese nuevo cambio.
    Y con respecto al pasado es cierto que habido momentos, sobre todo que como tú ahora que me falta mi padre, ojalá se hubiera detenido el tiempo para compartir momentos con él y sobre todo los momentos también en los que él a sido feliz y hemos podido compartir los demás porque cuando se quiere lo que siempre deseamos es que los demás sean felices y mi padre por ejemplo la pesca le hacia inmensamente feliz y yo ir con ilusión a recibirlo y ver lo que había capturado era un momento que no hubiera querido que pasara.
    También recuerdo los momentos en que mi hermana y yo jugábamos juntas y nos lo pasábamos muy bien, era en esos ratos felices que luego nos costaba recoger la habitación de los juguetes y mi hermana intentaba escaquearse jeje, pero aún asi eran bueno sratos, y te hablo de seis o siete años. No se, habido tantos momentos que los cambios que se van produciendo en tú vida hacen que esos momento scomo tú hoy nos has transmitido tan bien sean momentos que nunca hubieras querido que pasara el tiempo que se quedaran para siempre, aún así hemos de seguir cambiando y evolucionando y que siempre los bonitos recuerdos con los cambios y el caminar de la vida, nos hagan siempre mirar con perspectiva el horizonte del futuro pero sabiendo que los cambios siempre hemos de pensar que son para bien, que algo mejor a de llegar, así avanzamos Gemma.
    Gracias por traernos tantos sentimientos tan bonitos y compartir como siempre algo de ti. Besos.

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    1. ¡¡¡¡¡Ayyyy Tere muchas gracias!!!!
      Los juegos infantiles son momentos preciosos, mi hermana y yo nos lo pasábamos genial y nos reíamos mucho inventando trucos para escaquearnos de recoger como tu hermana, jejeje.
      Muchas gracias a ti por leerme y comentar cosas tan bonitas, me alegra que Jorge esté tan bien adaptado.
      Besos y feliz semana.

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  18. Lo mejor con los momentos es atesorarlos. Detener el tiempo no, porque entonces nos perderemos las cosas buenas que estén por venir. Besotes!!!

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    1. Claro, eso creo, y en mi caso se las perderían mis hijos y eso sería muy egoísta.
      Besos.

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  19. Hola, Gemma! Si lo pensamos bien, en realidad somos un 90% de recuerdos, un 9,99% de ilusiones y esperanzas y solo un 0,01% de presente. El pasado es lo que nos conforma, para bien o para mal; el futuro es lo que nos mueve. El tiempo parece correr de manera distinta cuando disfrutamos de él, a cuando padecemos el momento. Si dependiera de nosotros no sé lo que pasaría... mira se me acaba de ocurrir una posible historia. Un fuerte abrazo!

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    1. ¡¡¡¡Hola!!!
      Ay me encanta lo que dices, son unos porcentajes muy chulos.
      Estoy deseando leer esa historia.
      Un abrazo y feliz semana.

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  20. No sé si soy en exceso práctica, pero yo procuro no desear cosas que no puedo conseguir, más que nada para no sentir decepción ni sentir después que me falta algo. Los momentos felices de mi vida, las etapas maravillosas, los grandes descubrimientos que me llenaron de ilusión, las cosas geniales que he compartido con otros, procuro atesorarlas en la memoria. Nada más. Creo que nunca he deseado parar el tiempo ni evitar los cambios; soy demasiado impaciente para lo primero y demasiado anti-rutina para lo segundo. Tampoco sé si siempre he pensado así o lo hago ahora que ya tengo una edad y cierta experiencia de la vida :))

    Me has hecho reflexionar, Gema, nunca me lo había planteado, y además me ha encantado leer algunos de tus momentos más felices en la vida. ¡Ha habido muchos, de los cual me alegro!

    Un beso de jueves.

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    1. ¡¡¡¡Hola!!!
      Bueno, yo soy bastante soñadora pero con una dosis de realismo, claro, no sueño con que me toquen mil millones en la primitiva, con que me den un Nobel de literatura...pero me gusta soñar.
      Es curioso, yo soy impaciente y anti-rutina y precisamente eso me hace querer revivir cosas porque no puedo esperar a las siguientes...no sé explicarlo.

      Besos y si que ha habido buenos momentos, y malos, claro que ha habido malos, algunos muy angustiosos pero al final lo bueno prevalece.
      Besos.

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  21. Si atesoro recuerdos en todo caso son para activar la memoria y revivir aquellos que por alguna razón hicieron algún sentimiento en mí. Detener el tiempo ¿para qué? lo pasó pasado queda.
    Un buen argumento para reflexionar, Gema.
    Gracias por la temática.

    ¡Besos!!

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    1. ¡Hola!
      Claro, lo pasado pasado está pero confieso que en algunos momentos habría detenido el tiempo, no eternamente, no querría vivir una y otra vez el día d ela marmota pero sí querría disfrutarlo.
      Besos.

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  22. Hola Mari! Pues primero que todo me alegra que no hayas escrito ayer porque yo también estuve con mil cosas encima y hoy tengo unos minutos más y me alegra leerte en el día del post jeje
    Empiezo diciéndote que me fui a leer tu relato de embotellar recuerdos y me pareció muy lindo y un poco triste, ves, fue escrito en el momento justo como las reflexiones así que pega doblemente con la reflexión de hoy
    Lo bonita fe embotellar recuerdos es pues precisamente eso, volverlos a vivir, a ver, sentir, oler, lo malo en determinado momento sería la melancolía de que se han ido, así que lo ideal sería recordar sin quedarse atrapado en ellos cierto?
    Los cambios a veces asustan, no saber que te espera a la vuelta de la esquina, un día estas arriba y al siguiente has caído, pero creo que todo es parte de la vida, además uno nunca sabe, justo como te pasó a ti, estabas bien y cada cambio fue para mejor. Siempre hay que saber aceptar lo que la vida sabiamente nos manda.
    Besitos!!

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    1. ¡¡¡¡Hola!!!!
      Ay qué bien que lo puedas leer cuando aún está fresquito.
      Muchas gracias por esa opinión del relato, qué bien.
      Eso es lo que me asusta, que al querer recordar podemos quedarnos atrapados, la línea que separa el pasado del presente es muy fina.

      Mis cambios han sido buenos a veces, los que pongo aquí han sido buenos pero tuve muchos malos y duros, pero también me han servido, me han reforzado y me han hecho valorar aún más las cosas.
      Besos y muy feliz semana.

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  23. Hola Gema, me ha encantado tu relato, me he emocionado al leerlo, porque me ha acordado de los cambios en mi vida y de los momento felices. Yo creo que todos los cambios son buenos, pues nos hacen crecer como personas, en todo cambio siempre hay algo positivo. Feliz finde. Besitosss

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    1. Hola Mónica.
      Mil gracias, me alegra mucho que te guste.
      Yo también creo que en los cambios hay algo positivo, incluso en los malos, esos nos ayudan a valorar cosas que antes ni veíamos.
      Besos.

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  24. Que reflexión más bonita Gema!! La verdad es que cada etapa debería vivirse con la misma felicidad que la anterior, la vida trata de ir avanzando, aunque a veces los cambios dan un poco de miedo, siempre por el desconocimento de lo que vendrá.
    Me ha gustado mucho, hay que ser feliz sea el momento de la vida que sea! Un besito guapísima :))

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    1. ¡¡¡¡Hola!!!
      Muchas gracias.
      A mí me gustan los cambios pero a veces me habría quedado en ciertas etapas en las que todo iba bien.
      Besos y me alegra mucho que te guste.

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  25. En nuestra memoria se nos quedan grabadas nuestras vivencias, las buenas y las malas, aunque ocurre que con los años solo recordamos las mas relevantes.
    En la adolescencia deberían existir una materia escolar que enseñara a descubrir la felicidad.

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    1. ¡Hola!
      Es verdad, con los años solo recordamos las más relevantes, aquellas que nos marcan.
      Siiiiii, deberíamos proponer esa materia escolar.
      Un abrazo.

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  26. Tengo un recuerdo antinguo de mi yo con 9 años en el que me recuerdo inmensísimamente feliz... jajaja
    Después... ha habido grandes momentos. Algunos los pararía. Y sin embargo, casi todos han sido momentos de estar sola (acompañada, pero sola en mis pensamientos), delante de algo maravilloso.
    Quizás la última vez que recuerdo sentir algo así, era este verano en Tokyo. Anochecía sobre la bahía y era la última noche que iba a pasar ahí antes del viaje de vuelta. Y de pronto todo me parecía maravilloso. Incluído el hecho de estar en un sitio en el que jamás había pensado haber estado.

    Me encanta coleccionar momentos.

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    1. ¡¡¡Hola!!!
      Ay qué chulo el recuerdo con 9 años, me encanta.

      Y ese anochecer en Tokyo, menuda maravilla, y además has despertado dos recuerdos en mí, uno de una puesta de sol en Cádiz con mi marido cuando éramos novios y otro en Grecia con mis padres cuando era adolescente...qué momentos tan buenos.
      Besos.

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  27. Qué bonito tiene que ser ver en el prado a toda tu familia esperando la llegada de vosotras y de vuestros padres.
    La verdad es que la vida es así, tiene momentos preciosos y que quedan para siempre en el recuerdo. Yo intento no recrearme demasiado en los recuerdos, porque a veces me da la impresión de que pierdo mi momento presente en ello. Pero como comentas de vez en cuando es preciosos rememorar y que se te ponga una gran sonrisa en la cara.
    Un besazo Gema!!

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