jueves, 31 de agosto de 2017

Jueves reflexivo; conversaciones

Jueves reflexivo; Esa conversación.

Hola a todos y bienvenidos un día más. ¿Cómo estáis? La semana se nos va, es increíble.

Ya sabéis que hoy toca post reflexivo improvisado, lo hago aprovechando que todos están durmiendo y que en la calle aún hay silencio.

Y hoy no sabía muy bien de qué hablar, pero me he acordado de una conversación que tuve ayer y me apetecía divagar un poco sobre ella.
 Ayer tuve que ir con mi madre a unos trámites y a la vuelta, cuando volvíamos realmente cansadas y agobiadas nos encontramos con una señora a la que conocemos de toda la vida, una mujer de 86 años que nos hizo sentir viejas, jejeje.

Lo primero sorprendente es que nos vio ella, nosotras íbamos en nuestro mundo, y ella nos vio y allí estuvimos hablando durante algo más de una hora.

Esta mujer me comentaba que vivió una guerra en el pueblo, sabe lo que es huir de las bombas, y vio como niños que eran hijos de los ganadores y de los perdedores se juntaban para reconstruir lo que había quedado devastado.

Pero es que además pasó muchas necesidades, como la mayoría en aquellos tiempos, pero con lo que me quedo es con su forma de enfocar la vida.

Cuando ella tenía unos 20 años y se casó se fue a vivir muy cerca de donde vivía mi madre y nos contaba que en esos tiempos tan precarios las personas se ayudaban unas a otras, nadie cerraba las puertas de casa, no había de envidias y la gente, aún carente de muchas cosas era feliz.

Y esta mujer que pasó penalidades, que cuidó a familiares enfermos, a un marido encamado durante años y que sabe lo que es sufrir no es una amargada y sabe disfrutar de la vida.

Y me dijo una cosa que me encantó, nunca juzga, odia que la gente juzgue sin saber, ella dice que primero mira a ver si tiene su casa limpia antes de criticar la de los demás, y eso lo generalizamos a todos los ámbitos.

Hablando con ella me dio por pensar en lo difícil que es a veces la vida cuando somos mayores. Me explico. Esta señora vive sola, sus hijos quieren que vaya con ellos pero ella lleva 30 años viuda y aunque ha ido alguna temporada con sus hijos prefiere su libertad, pero por otro lado, como ha tenido dos sustos, pues le vendría bien estar vigilada, y quiere ir a una residencia de las que hay en el centro de la ciudad, para entrar y salir cuando quiera, para ir a comer con sus hijos cuando le apetezca y hacer sus cosas pero a la vez para saber que no está sola porque sus hijos viven preocupadísimos con ella sola en casa. ¿Y adivináis el problema? El dinero. Cobran tanto, pero tanto que no lo puede asumir. Ella tiene un piso pequeño y había pensado alquilarlo pero ni aún así le alcanza, y lo tiene a la venta pero lo que le ofrecen es de risa y no quiere dilapidar la herencia de sus hijos.

Oírla hablar de esto me hizo pensar, porque para colmo su hijo mediano  a los 57 años  se ha quedado en paro, y aunque su mujer trabaja el hombre se ha agobiado, con esa edad tiene pavor a no cobrar una jubilación.

¿Por qué no serán más accesibles las residencias si la persona quiere ir? Porque este tema es complejo, hay gente que deja a su familiar en la residencia y si te he visto no me acuerdo, pero como en la vida hay de todo y en este caso la solución es buena porque es lo que ella quiere y por culpa del dinero, siempre el dinero, la mujer no puede.

Con la cantidad de inquietudes que tiene es una pena que tenga esta preocupación; escribe, da charlas para gente mayor, va a todas las charlas y exposiciones interesantes o de su gusto, hace de todo y ahora está agobiadísima por ese tema, porque no quiere tener preocupada a la familia. Y claro, en las residencias públicas ni lo intenta porque hay lista de espera, y con 86 años no quieres esperar.

Lo mejor de la charla de ayer fue recordar viejos tiempos, historias de mis abuelos, aventuras de la niñez de mi madre, y es increíble la memoria que tiene.

Ya sé que estoy divagando pero hablar con una persona que ha vivido tanto y ver que sigue teniendo ilusión me ha hecho darme cuenta de lo fácilmente que nos rendimos a veces.

Y cuando estuvimos hablando de política fue el no va más, ella por supuesto va a ir a votar y y está más puesta en actualidad que mucha gente joven.
Ahhhh, y ayer se iba a ir a merendar con un amigo gay que conoció en una charla, dice que aprende muchísimo con él, es catalán y viene mucho a Asturias. Pero no lo dice en plan; Mira que enrollada soy que tengo un amigo gay, no, lo dice con naturalidad, porque ella está por encima de etiquetas.

Yo quiero ser así, como ella que a día de hoy escribe en su ordenador, hace un año editó un libro con sus poemas y se lo regaló a la bisnieta, y un día a la semana lleva a sus bisnietos al parque, y el resto del tiempo se dedica a vivir, simplemente a eso, a vivir y a ser buena persona.

Bueno, vaya rollo os he metido pero es que ayer yo me estaba agobiando por papeleos e historias miles y ella me contaba historias de la guerra o como se le iban muriendo las amigas y la familia y sigue queriendo vivir, sigue con ganas de hacer cosas y nunca juzga. Yo quiero ser así.

Y hablar con gente así me recuerda que a pesar de todo sigue quedando gente buena. Hace poco, en un blog conté una situación que apenas recordaba porque mi mente tiene como bloqueado ese recuerdo tan duro.

Hace unos años tuve un susto con mi madre gordísimo. Jamás le había pasado nada y ese día casi se muere, y cuando yo estaba en la sala de espera del hospital, sola porque nos pilló solas y aunque llamé a mis familiares aún no había nadie conmigo, mientras esperaba con la ropa llena de sangre y llorando, una chica se acercó a mí, me cogió la mano y me tranquilizó diciendo que todo iba a salir bien. No os imagináis lo que me ayudó hasta que salieron a decirme que la habían estabilizado, nunca pude darle las gracias lo suficiente porque cuando yo salí de hablar con los médicos ella ya no estaba, pero en ese momento una persona a la que no conocía me ayudó muchísimo.

Vamos, que aunque la cosa a veces pinta mal y vemos barbaridades aún hay esperanza.

Ahora ya me voy que tampoco quiero eternizarme, pero es que cuando escucho a personas como la señora que vi ayer me doy cuenta de lo mucho que ha cambiado la sociedad, ahora no tener un móvil de última generación es un drama o contemplamos pasivamente como nos torean los políticos de turno sin llegar a ningún acuerdo, y cada día hay un nuevo escándalo y a veces nos falta arranque.
Pero por otro lado me digo a mí misma que sigue quedando gente estupenda como la chica que me dio la mano, y quiero quedarme con eso.

Venga, de verdad que corto el rollo. El post de hoy me ha salido un poco sin sentido, es lo que tiene que sea improvisado, que empiezo a hablar y no sé donde voy a llegar, solo que valoro mucho a esa gente luchadora y positiva, gente como mis abuelos, mis tíos abuelos, mis suegros y mucha gente de una generación durísima pero que ha sabido disfrutar y saborear cada momento. Y me gusta mucho encontrarme con personas así, de las que suman, de las que siempre suman. 

Este post tiene un año y lo he rescatado porque me he dormido(menuda noche con una gotera en el portal, uffff) y porque ayer por la tarde la volvimos a ver y hablando de la dichosa gotera me comentó que dentro de 5 años le toca ser presidenta de la comunidad y quiere contratar un administrador; tiene 87 años y piensa en lo que hará dentro de , eso es ser vitalista.

Muchísimas gracias por leerme y nos vemos el sábado en el repaso semanal. Y vosotros; ¿Conocéis gente de esa generación que han pasado por tantas cosas que os hacen sentir pequeñitos? ¿Pensáis que aún queda gente maravillosa en el mundo?

30 comentarios:

  1. Creo y sostengo absolutamente que las prioridades han cambiado. Que lo verdaderamente importante ya no lo es, quedo olvidado, Y hemos pasado a vivir en algo que es totamente circunstancial. Y eso es una pena porque lo efimero dura poco...
    me encanta tu blog, como siempre, aca estare... beso enorme!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡¡¡Hola!!!!
      Espero que poco a poco encontremos de nuevo las prioridades.
      Otro beso para ti.

      Eliminar
  2. Me ha encantado el post de hoy; yo tb quiero ser así, aunque cada día estoy más decepcionada de muchas cosas. Un besazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡¡¡Hola!!!
      Yo creo que todos nos decepcionamos pero hay que buscar la manera de llevarlo bien, esta mujer es pura energía y en parte(además de tener suerte en temas de salud) es por su forma de tomarse las cosas.
      Besos.

      Eliminar
  3. Esas mujeres que han vivido la guerra son fuertes, buenas, positivas y se echan la familia encima sin una mala cara. Han pasado tanto que nada se les pone por delante. Siempre están disponibles. Nunca necesitan nada. Todo es para los demás. Mi madre va a cumplir 92 y es una de ellas.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡¡Hola!!!
      Qué maravilla que tu madre sea así con 92 años.
      Un abrazo para ti y otro para ella.

      Eliminar
  4. Esa mujer parece que ha sabido sacar lo mejor de sus experiencias en la vida, tanto de las buenas como de las malas, pero conozco otras personas mayores que son todo lo contrario, hurañas, quejosas con el mundo entero por lo que han tenido que pasar, culpando a todos a su alrededor. Creo que según como seamos y nuestro carácter da igual que experiencias hayamos tenido seremos personas optimistas y alegres o deprimidas y malhumoradas. Creo que está en nosotros no dejarnos llevar e intentar sacar lo mejor de la vida. Un besazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡¡¡Hola!!!
      Sí que hay gente mayor que...a mí me tocaron estas navidades cuando fui a ver una actuación del coro de mi hija, tuve que contenerme para no cometer un asesinato pero creo que son un poco más jóvenes, de las que tienen setenta y tantos, y no todas, por supuesto.
      Y toda la razón, está en nosotros la forma de tomarnos las cosas.
      Besos.

      Eliminar
  5. Es una historia de una vida con muchas experiencias y con una memoria interminable. Hay gente mayor que son así. Yo quiero ser como ella, nunca se sabe lo que nos deparará la vida. Ya sabes que trabajo en una residencia y aunque es pública cuesta mucho dinero. Pero es necesaria para gente con problemas de Alzheimer, de movilidad. hoy en día para casos como tu vecina hay ayuda a domicilio que proceden del ayuntamiento. Yo desde luego si estoy como ella no me muevo de mi casa, pediría ayuda y si no contratar a una chica para que me haga compañía. Los hijos algunos viven cerca y tienen sus trabajos y no se pueden hacer cargo de sus mayores. Pero no es fácil convivir con gente mayor depende como sea. Seria una delicia tener como vecina a una mujer como ella. Buen tema el de hoy a pesar de ser repe. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡¡Hola!!!
      Yo también quiero ser así, nunca se sabe pero por pedir...
      Claro, ella ya ha pensado en meter a alguien unas horas pero es que es demasiado independiente y está en un tira y afloja consigo misma, jejeje.
      En este caso no creo que sea difícil convivir con ella pero le gusta mucho estar a su aire, entrar y salir, ir a charlas, cursos y a sus cosas, y no es que sus hijos se lo impidan pero no quiere horarios...es difícil porque ella quiere una residencia en la que pueda entrar y salir, sin más, porque su angustia y la de os hijos son las noches.
      Un abrazo y feliz jueves.

      Eliminar
  6. Por una parte, creo que la humanidad sigue existiendo, y se demuestra, precisamente, en que cundo vemos que alguien sufre, lo conozcamos o no, nuestro instinto natural es socorrerlo, acompañarlo, sonreir, hacerle sentir un poco mejor.
    Por otra, sí que es cierto que estamos bastante anestesiados comosociedad, que priorizamos objetos por encima de un auténtico sentido del binestar, que no es tener más, sino sentirte segura, protegida, cuidada, no tener que estar pensando en el "y si" porque parece que estás bajo vigilancia y en cuanto des un paso en falso se te cae la vida por un barranco.
    Y, sobre todo, creo que deberíamos respetar y escuchar más a nuestros mayores. Puede que no entiendan todos los términosnuevos que salen cada día, ni te manejen un móvil d última generación como un crío de 7 años (que esta es otra, para qué carajo le das algo así a un nio tan pequeño), pero tienen una experincia impagable de la que podemos y debemos aprender.
    Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡¡¡Hola!!!
      Suscribo todo lo que dices, incluyendo lo del móvil a los niños pequeños.
      Besos y feliz jueves.

      Eliminar
  7. Yo también quiero ser como esa señora, pero creo que tengo perdido el tren. No es que me preocupe por cosas tontas y soy bastante positiva, pero la partida con la vejez y la muerte, la tengo perdida. No creo que a esa edad esté para ser optimista, más bien me veo agobiada por la cercanía del final. En fin, nunca se sabe cómo va una a reaccionar. Espero ir convergiendo hacia vuestra amiga.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡¡Hola!!!!
      No mujer, no tienes perdido el tren, aunque yo pienso un poco como tú, no me imagino asumiendo como si tal cosa que me queda poco, pero no sé, supongo que una cosa es pensarlo ahora y otra estar en situación.
      Besos y seguro que vas convergiendo.

      Eliminar
  8. lo que cuentas de tu madre en urgencias es un ejemplo de que una palabra o un gesto amable ayudan mucho. no hace falta dar discursos grandilocuentes, basta con una frase sincera que dé ánimos.
    hay personas mayores con muy buen humor. puede que de natural siempre hayan sido así, o que la vida les haya enseñado a tomarse bien las cosas. a mí me caen muy bien esos abuelitos/as simpáticos. les puedes decir cualquier tontería que se te ocurra y se ríen contigo, te siguen la broma.
    besitos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡¡Hola!!!!
      Pienso igual, a veces una palabra o un gesto te llegan más con un discurso de lo más elaborado.
      Hay mucha gente mayor con un humor excelente(y otros no, hay de todo) pero los hay que son geniales.
      Besos y muy feliz jueves.

      Eliminar
  9. A mi me gusta mucho escuchar a gente "desconocida" y que me cuenten historias, en parte, es deformación profesional.
    Y sí, siempre hay esperanza. Qué aterrador pensar lo contrario.
    Un besito y espero que esta noche descanses mejor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡¡¡Hola!!!!
      Escuchar es de lo más interesante.
      Besos y eso espero, al menos el problema parece solventado así que podré dormir más tranquila.
      Besos.

      Eliminar
  10. Me ha encantado el post y me ha hecho recordar las historias que me contaban mis abuelos cuando yo era pequeña. La gente de antes era mucho más valiente y luchadora que la de ahora. Besitoss

    ResponderEliminar
  11. Esa gente es que vale su peso en oro. Recuerdo que mi madre hablaba hace un tiempo de una señora de 96 años que, pese a todo, había muerto joven. Me encantó la expresión. Un besote!!!

    ResponderEliminar
  12. El talante de cada persona y su manera de ver y afrontar la vida influyen mucho en la salud y en la forma de gozar de esa salud. Una actitud positiva ayuda mucho, y esto que parece una reflexión subjetiva está basado en datos científicos y en reacciones químicas.
    Estupenda reflexión rescatada.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  13. Mira no se lo que voy a hacer contigo, siempre siempre consigues emocionarme, jolin Gema me encanta tus jueves reflexivos y es que la verdad yo también quiero llegar a esa edad con esa vitalidad y sobre todo sin juzgar a nadie, algo qeu no me gusta no soporto a la gente que juzga alegremente, pero hay gente para todo, que le vamos a hacer.
    La verdad es que el tema de las residencias sería largo, pero pienso que deberían de ser mas accesibles, porque es una pena que gente de verdad que tenga que vivir sola por no alcanzarle en fin.
    Besos y mañana publicaré mi post, he querido tomarme un descanso. TERE.

    ResponderEliminar
  14. Pues sí que tuvo sentido la "divagación". Enhorabuena por la señora y por la salud de tu madre.

    ResponderEliminar
  15. Ya decía yo que la historia de la señora me sonaba. Me alegro de que la señora tenga esa vitalidad. La verdad es la antagonista de mi abuela, la pesimista jajaja.
    Supongo que en ese caso, lo opción monetaria menos mala es tener a una persona en casa que la ayude, pero claro tendría que ser ciertas horas y no es lo mismo que una residencia. Yo también opino que son muy caras.
    Besos

    ResponderEliminar
  16. Aaaaahhh!! Que te había leído ayer y no me dio tiempo a escribirte un comentario. Menos mal que me he acordado y he vuelto.
    Es una pena que estemos perdiendo a estos abuelitos sin recoger todas esas historias maravillosas y esos testimonios de aquel entonces. Y qué maravilloso es que perdure el optimismo a pesar de tener esos 86 años.
    Me encanta!
    Un beso guapa.

    ResponderEliminar
  17. Puff, Gemma. Aunque es una reflexión esperanzadora casi esbozas un cuento de terror. Si soy sincero, veo el futuro con más escepticismo que esperanza. No alcanzo a ver cómo será la vida dentro de veinte o treinta años pero si creo que estamos viviendo una época de punto final. El ideal del beneficio económico es algo bueno para un individuo o grupo pero no para la totalidad. Dado que ese beneficio siempre tiende a concentrarse y si alguien gana, seguro que otros muchos pierden. La esperanza de vida se alarga pero unido a que, pienso, el paro es algo endémico nos vamos a encontrar muy pronto con la realidad de los números. Quizá cuando llegue el momento, haya valientes que den con una idea social que pueda asumirlo todo, quizá la tecnología sea nuestra aliada o nuestro verdugo... No sé, incertidumbres. Pero ojalá siempre haya buenas personas. Eso lo hará todo más fácil. Un abrazo!!!

    ResponderEliminar
  18. De la gente mayor siempre se aprende mucho. Los domingos de comida familiar, me encanta escuchar las historias de mis abuelos sobre la inmigración, las costumbres, las verbenas, las penurias, el hambre... En fin, que coincido en que son conversaciones muy bonitas y apasionantes.
    Abrazos y feliz sábado, Marigem.

    ResponderEliminar
  19. Gran lección las que nos presentas con esta señora y su forma de ver la vida. Me ha encantado esa vitalidad y su manera de ver la vida. A veces ves a personas que lo tienen todo y son incapaces de disfrutar de nada.
    Y me ha emocionado ese gesto de la mujer del hospital contigo y es que hay personas que son muy grandes.
    Un beso de vuelta

    ResponderEliminar
  20. De verdad hace más de un año de este post! Me acordaba de él como si fuese ayer. Empiezo a asustarme porque cada vez se me pasa más rápido el tiempo :S
    Pues pienso igual que la primera vez que leí el post, que la gente sin prejuicios es genial.
    Y que da gusto la gente que se ayuda aunque no se conozca en las malas situaciones.
    Un besazo preciosa!!

    ResponderEliminar
  21. me declaro fan absoluta de esa mujer, de la que me acordaré cada vez que sienta que se me acabe el mundo por una chorrada, o de que me hago mayor.. :) ¡gracias por la historia!

    ResponderEliminar