viernes, 23 de septiembre de 2011

Preparando la vuelta al cole


Hola a todas. Supongo que algunas estaríais pensando que me había tragado la tierra, pero es que estos días entre unas cosas y otras y aderezándolo todo con la vuelta la cole no he tenido tiempo y había abandonado por completo mi querido blog, pero prometo ponerme al día, así que empiezo ahora.
    
  La verdad es que me da mucha pena que se haya terminado el verano y que se empiece a clase otra vez. Dentro de nada estará lloviendo, frío y todos los días estaremos con carreras y madrugones, pero siendo positivos, ahora está todo muy bonito pintado de ocre y marrón con las hojas cubriendo los caminos. Venga, no me pongo pesada y voy al tema. 
Y dadas las fechas en las que estamos he pensado que podría hablaros un poco de los trucos que yo tengo para ahorrar en estas fechas, aunque en realidad es poca cosa porque los libros y el material escolar es algo que no depende de nosotros, ya tienen un precio y por cierto está por las nubes.
    Lo primero que siempre he intentado es que mi hijo pequeño aproveche los libros de su hermana pero es algo que muy pocas veces he podido hacer porque al parecer los libros de texto, al menos aquí en Asturias, cambian cada cuatro años y a mí siempre me tocaba el cambio con el pequeño en lugar de tocarme con la mayor por tanto eran libros distintos, pero si se puede, los hermanos e incluso primos deberían aprovechar los libros. 
Y para comprarlos hay que pensárselo mucho y mirar bien porque los precios varían un montón. 
A veces nos prometen descuentos grandes pero claro, tenemos que tener en cuenta que a lo mejor el precio inicial es más elevado que en otro sitio con menos descuento. 
Todo es cuestión de mirar antes de comprar e incluso comprar en más de un sitio porque a veces hay libros que compensa coger en un sitio y otros que no.
    
Otro tema a tener en cuenta es la ropa. Hasta el año pasado mis hijos llevaban uniforme, y hasta que hace dos años el colegio vendió la exclusiva del uniforme al Corte Inglés a mí me salía más barato este tipo de ropa que la ropa de calle al uso. Ahí también era cuestión de mirar. 
El chándal siempre lo compraba en una tienda que era la más barata porque estaba cerca del colegio, vendía mucho y podía poner precios competitivos y la falda de la niña también la compraba en esa tienda.
 En cambio el pantalón del niño, los jerseys de lana y los polos los compraba en centros comerciales, buscando el más barato. 
Para los polos, había unas ofertas muy buenas a mitad de verano en Carrefour, ponían un dos por uno y yo siempre compraba unos cuantos y así me ahorraba ese gasto en Septiembre. 
Desde hace dos años eso se prohibió, todas las prendas van bordadas y la exclusiva, como ya he dicho, la tiene un centro comercial, pero aún así yo me enteré de una mercería donde bordan los polos y los jerseys y es más barata que el centro comercial, así que me arreglé de esta manera pues ese sistema fueron solo dos años, el resto lo hice como he explicado, mirando y comprando aquí y allá e intentando no dejarlo todo para última hora. Pero el uniforme me compensaba porque esa ropa les duraba todo el curso, y cuidándola quedaba nueva y algunas prendas se podían aprovechar de un año para otro.
   
Ahora que ya no llevan uniforme empiezan con ropa de verano aunque me gusta dejar algo reservado, aunque sea algo de rebajas, para estrenar el primer día, para que el primer día sea un poco especial y no nos de pena dejar atrás el verano. Pero si por algún motivo no se puede estrenar, no importa, tiramos el primer mes con los trapitos veraniegos.
    
Y con el material escolar también intento dividir el gasto. Durante el verano voy comprando alguna cosa qué sé fijo que van a necesitar por ejemplo libretas, recambios de hojas, bolis, lápices, esas cosas. Si veo alguna oferta o liquidación la compro y así ya lo tengo. Y muchas veces uso marcas blancas, aunque no en todo porque por ejemplo, los pegamentos o los rotuladores suelen ser mejores y durar más los de marcas conocidas. 
En cambio los recambios, las libretas, las pinturas de madera y alguna cosa más suelen resultar bien las de cualquier marca. Y la mochila y estuche pues lo mismo, a mirar. 
Alguna vez alguien les regala mochilas para su cumple o su santo, y como los cumpleaños son muy a últimos de curso les recomiendo que la guarden y así tienen mochila nueva, y si nadie les ha regalado mochila pues miramos alguna que les guste pero que no se me desmadre demasiado. 
Y para educación física, que necesitan otra para llevar la ropa y los útiles de aseo, utilizan la del año anterior, que generalmente quedan nuevas y que usamos también para natación o el deporte que practiquen.
    
Lo peor es que siempre nos piden un montón de cosas que a veces no son fáciles de encontrar, y en vez de pedirlas de golpe, a mí este año me piden cada día una cosa, según el profesor que tengan debemos comprar una cosa u otra y es una pesadez ir de tienda en tienda buscando ciertas cosas o ciertos libros que se han agotado. En esas ocasiones solo nos queda tener paciencia y comprarlo donde lo tengan, porque no hay otra solución. Si es un libro a lo mejor nos permiten fotocopiarlo de alguien que lo tenga, pero las demás cosas hay que comprarlas donde las tengan.
   
Pero bueno, lo principal es intentar repartir los gastos a lo largo del verano o incluso si algunas cosas han quedado bien del curso anterior se guardan bien y se sacan al empezar a clase. Y siempre podemos ahorrar en otras cosas. Yo intento ahorrar todo lo posible en comida, pero no dejando de comer sino cocinando cosas variadas, alimenticias y baratas, y procuro no gastar demasiado en ocio. Como aún hay buen tiempo realizo todas las salidas al aire libre que puedo, me entero de actividades gratuitas  y disfruto de la naturaleza. Es el momento ideal para hacer rutas en bicicleta, para ir a coger moras o castañas, según la altura del mes a la que estemos y todavía apetece pasear. 
Y por supuesto, las cenas especiales de los viernes son baratas, buscamos temas que podamos preparar gastando poco. Pero eso sí, planteándolo todo, salidas y cenas, como algo divertido, no como algo aburrido que hacemos porque hemos gastado demasiado.
    
Me gustaría que vosotras me contarais lo que hacéis para ahorrar, ya sea en gastos de colegio como en general para intentar superar esta inmensa cuesta de septiembre.
    
Bueno chicas, por hoy os dejo, aunque espero escribir pronto con algunas ideas para regalar, ahorrar o simplemente disfrutar de la vida sin gastar demasiado. Y os dejo con un cartel del Titanic, un cartel de verdad que tenemos en un museo cerca de mi ciudad. Es uno de mis temas preferidos desde que tenía siete u ocho años, el Titanic, sobre todo entonces que aún no lo habían encontrado y era todo más misterioso. Venga, ya os dejo. Besitos a todassssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Quiero entregar un premio

Hola,¿qué tal todas? Esta entrada es una promesa que ya tenía que haber cumplido ayer, pero no pude así que hoy saldo mi deuda. En una entrada anterior explicaba que mi amiga Elízabeth me había entregado un premio, y yo no quise dárselo a nadie porque creo que todo el mundo se lo merece, pero ella me ha explicado que si no entrego el premio se pierde, pues no es como otros que se entregan a muchos blogs y siempre hay alguien que sigue, este es de persona a persona o de blog a blog, mejor dicho. Y como me costaba tanto trabajo decidirme le pregunté si podía entregárselo a 2 blogs en lugar de uno, y es posible, así que se lo entrego a María Luisa de el blog El mundo de María Luisa y a Sandra de Flores de pelo porque las dos hacen cosas realmente bonitas y tienen unos blogs muy interesantes, y además ambas son excelentes personas. Así que creo que se lo merecen. Bueno, simplemente era para esto, después de un día de fiesta toca volver a la rutina y qué mejor que empezar el día con un premio. Besos y buen final de verano.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Agradecimiento por otro premio.

Hola. Esta entrada es para agradecer otro premio, que me da mi amiga Elizabeth del blog Pretty Woman Peruvian. El premio se llama Cajita de cristal.Gracias Elízabeth,de verdad, los premios siempre animan.Y dado que lo he recibido tengo que contar algo de mi niñez. Bien, para la mayoría de la gente la niñez es la mejor etapa de la vida, una época llena de inocencia, donde las alegrías son grandes y la vida es una continua caja de sorpresas. Yo creo que he sido una niña feliz, y guardo muy buenos recuerdos de esa época, pero si algo que quiero destacar y que echo mucho de menos son algunos de los momentos que viví con mis abuelos, fallecidos hace cinco años. Los niños ven en los abuelos a esas personas que saben mucho de la vida y que les dan un cariño incondicional, y eso mismo me pasaba a mí con los míos. A mí siempre me ha gustado mucho escuchar, escuchando se aprende, pero escucharlos a ellos, que tanto habían vivido, que habían pasado una guerra y que sin apenas nada habían salido adelante, era lo mejor. Me encantaba oír sus historias, y aún las recuerdo todas perfectamente. Pero ahora solo puedo contar un recuerdo así que allá va. Una de las cosas que más me gustaban era, al llegar el otoño, ir a coger manzanas con ellos. Mis abuelos tenían una finca muy pequeña y sencilla en la que nos reuníamos por el verano, y donde viví momentos maravillosos, días largos de sol sin preocupaciones, rodeada de flores, de mariposas y saltamontes y sin prisa, algo que hoy nunca nos abandona. Pero mi recuerdo no es de verano, empieza precisamente cuando llegaba el otoño. Entonces nos íbamos todos a la finca a coger manzanas para venderlas a un lagar que estaba muy cerca. Aquellos días yo era totalmente feliz. Mi abuelo y mi padre se subían a los árboles y cogían las rojas frutas que estaban más altas, y mi madre y mi abuela cogían las del suelo, y mientras tanto, mi hermana y yo íbamos de un lado a otro mordisqueando manzanas y llevando la cesta y los sacos a quien los necesitase. Cuando acababa el día cenábamos todos juntos, allí mismo, bajo los manzanos que nos habían dado sombra en verano y que ahora nos resguardaban del frío del atardecer, comíamos tortillas y empanadas que mi madre y mi abuela habían llevado, y después, mi abuelo quemaba toda la hojarasca que se había acumulado y a mi hermana y a mí nos encantaba estar allí, con el sol ocultándose y el aire impregnado de aquel aroma a humo. Entonces, en medio de aquel bucólico encanto mi abuela nos quitaba de allí y nos decía que íbamos a oler a "gitanos", era una frase que se usaba mucho antes. Y después de todo aquello metíamos en el coche unas cajas con manzanas que habíamos apartado para nosotros, y volvíamos a casa. Por entonces los niños no llevaban asientos de seguridad y nosotras íbamos de rodillas, mirando para atrás y diciendo adiós con la mano a nuestros abuelos, hasta que ellos se desviaban para ir a su casa y nosotros a la nuestra.
Esos días significaban el final del verano, entonces volvíamos al cole, a los madrugones y a las carreras, pero a nosotras no nos importaba, y nos encantaba el olor a manzana asada o a tarta de manzana que nos recibía en la escalera al volver a casa.

 Aunque en mi familia hemos seguido recogiendo la manzana, y procuramos hacer de esos días algo especial, la verdad es que se echa mucho de menos a los que ya no están. Ahora, esos días también significan la vuelta al cole y madrugones, pero no soy yo quien va sino mis hijos y yo soy la que prepara los postres. Parece que todo sigue igual pero en realidad todo es muy diferente. Bueno, no os aburro más, y os dejo una foto de una puesta de sol, prque muchos de mis recuerdos están ligados a ese momento del día, un momento en el que nos sentimos cansados y a la vez felices. Y ahora, para despedirme,al igual que en el premio anterior, no voy a dárselo a nadie en especial porque creo que todas os lo merecéis. Todas enseñáis unos trabajos preciosos y no puedo elegir. Va para todas. Besos y si alguna quiere compartir sus recuerdos de niñez, será muy muy bienvenida. Gracias a todas por leerme.