jueves, 10 de noviembre de 2011

Cenas improvisadas


Hola a todas. Últimamente tengo mi querido blog bastante abandonado, pero intentaré ponerme un poco al día. ¿Qué tal habéis pasado el puente de Todos los Santos?La verdad es que llevaba un mes esperando un puente para descansar y disfrutar y se ha pasado volando, cuando quise darme cuenta ya era día laborable y de nuevo todo son carreras y atragantones. Bueno, hoy quería contaros alguna experiencia en que he tenido que improvisar comidas o cenas con poco dinero y pocas cosas.
   Por cierto, os dejo alguna foto de Halloween, que ha sido uno de los días familiares de este puente.
   Una de esas experiencias me ocurrió hace ya algo de tiempo, una tarde de invierno en que llovía a mares y era día de fiesta. Cuando más tranquilos estábamos, viendo una película y sintiendo el repiqueteo de la lluvia en los cristales, sentimos el timbre. Al abrir vi que eran unos primos segundos que viven fuera y con los que tengo poco trato debido a la distancia pero con los que me llevo bien.
   Después de los saludos me contaron que habían venido a pasar un par de días y no querían irse sin vernos. Yo estaba contenta pero me preguntaba por qué no me habrían llamado para avisarme porque me pillaban con pocas cosas, poco dinero y todos los comercios cerrados.
     Después de tomar un café con un poco de bizcocho que milagrosamente tenía, empezamos a charlar y sin darnos cuenta llegó la hora de cenar, y yo no dejaba de pensar que teníamos que invitarles, pero claro, ir a un restaurante todos un día de fiesta me descolocaba por completo, si me hubieran avisado me habría organizado pero así… tenía que ser en casa. Mientras mi marido y mis hijos los entretenían empecé a revisar la despensa y la nevera. Tenía pechugas de pollo porque esa iba a ser nuestra cena, y lechuga y tomate cherry por el mismo motivo. Pero para dos personas más quedaba un poco escaso, así que la solución era preparar canapés, dar de cenar un poco de todo. Lo bueno de esto es que me permitía estrenar unos cacharritos que tenía que eran para raciones individuales. Unos eran cuadrados, otros ovalados y las otras eran unas cucharitas de presentación. Lo primero que hice fue coger las pechugas y trocearlas en lugar de filetearlas. En la nevera tenía media lata de pina así que por un lado preparé brochetas de pechuga y piña. Siempre tengo palitos de brocheta y en la plancha que tengo se hacen en un segundo. El resto de la pechuga le herví, la troceé, la mezclé con una manzana que tenía y le añadí lechuga en juliana y tomate en dados y le añadí una salsa hecha con un yogurt, una cucharada de mostaza y un chorrito de zumo de limón y me quedó un salpicón de pollo muy apañao y que recomiendo a todo el mundo. En la despensa tenía una lata de calamares en tinta, así que herví un poco de arroz. Lo mezclé con los calamares y lo puse en las cucharitas. Tenía en la nevera un poco de jamón serrano, así que salteé un poco, añadí una lata de guisantes, salsa de tomate y un chorrín de vino y ya tuve guisantes con jamón que puse en el cacharrito ovalado y en el cuadrado puse un canapé que siempre causa sensación. Untamos un cuadradito de pan de molde con mayonesa y le ponemos encima un trozo de lechuga. Cogemos medio tomate cherry y le ponemos debajo un trozo minúsculo de anchoa o algo así muy sabroso, yo tenía anchoas y las usé y ponemos el tomate encima de la lechuga. Mezclamos cacao con agua y con una manga (yo uso papel de horno enrocado porque me arreglo mejor) dibujamos lunares y antenas y quedan unas mariquitas preciosas. A veces el dibujo no me sale muy bien pero ese día estaba de suerte. Y el contraste de sabores, aunque suene raro, está muy rico. Y para segundo plato preparé un revuelto rojo. Doré el poco jamón que me había sobrado, batí huevos a los que añadí una cucharada de Ketchup, e hice un revuelto por persona que serví en platos individuales sobre un lecho de lechuga( era lo que más tenía) y unas patatas al lado. Las patatas las partí con una mandolina y quedaron  como las de bolsa, muy finas, pero para que fueran más originales apliqué un truco de Arguiñano, cogí dos y entre ellas puse una hojita de perejil y al freír quedan geniales.
Así que al final serví como entrantes las brochetas de pollo y piña con mayonesa a un lado y salsa rosa al otro. Luego puse delante de cada uno el recipiente con los guisantes con jamón, la cucharita con el arroz con calamares y el recipiente con la mariquita. De primer plato el salpicón de pollo y de segundo el revuelto rojo con patatas “graciosas” como dice Arguiñano. Esto lo puse individual para que no se sirvieran ellos y pareciera escaso. De postre cogí la fruta que tenía, la troceé y la mezclé con yogurt azucarado, lo puse en copas y lo adorné con nata montada. Me hubiera gustado ofrecer algo más elaborado pero no me daba tiempo, un flan, la gelatina o cualquier tarta necesita más tiempo para cuajar. Y aunque contado aquí puede parecer complicado la verdad es que fue todo rapidísimo, y si quitamos los calamares con el arroz, lo demás lo hice con los ingredientes de mi cena y superrápido.Y al menos nadie se fue de mi casa con hambre.
                             
       
   La otra experiencia fue por el verano, lo cual facilita las cosas. También vinieron unos familiares de repente, pero estos tienen niños y como el día estaba bueno decidimos ir a pasar la tarde a un área recreativa. El día iba a ser largo y yo pensé que lo mejor era llegar a casa cenados pero claro, invitarlos a ellos y contándonos a nosotros era una cena para ocho en pleno verano, y así de repente no me apetecía. Mientras se hablaba y se decidía donde ir preparé cuatro tortillas de patata. Una la metí en mi Tupper de las tortillas y la dejé para los niños. Las otras las preparé rellenas. Puse una en un Tupper redondo y grande, y la cubrí con hojas de lechuga, rodajas de tomate y bonito, puse otra tortilla encima y la cubrí con lonchas de jamón York y queso y la última la cubrí con mayonesa. Mientras hacía esto cocí unos huevos y la mitad los rellené con bonito, unos con salsa de tomate y otros con mayonesa, y los otros los rellené con unas gambas de esas peladas diminutas que tenía en el congelador. Las salteé con cebolla, añadí mayonesa y listo. A la vez tosté pan en la plancha, cubrí con mayonesa y lechuga en juliana, tapé y cubrí con ensaladilla rusa que me había sobrado del mediodía y tapé. Luego corté cada uno en dos triángulos y con la lechuga tienen un corte muy bonito. Llevé sin abrir un par de bolsas de patatitas, una lata de aceitunas y otra de mejillones y mientras los demás se iban a buscar el coche paré un segundín en el súper a por refrescos y un poco de embutido. Puse el más barato, chorizo de Pamplona, mortadela con y sin aceitunas, jamón York, queso de barra y un paquete pequeño de jamón serrano. Todo eso y bebida para ocho no me llegó a diez euros, y como lo demás ya lo tenía no me descompensó. En el área puse mi mantel de cuadros preferido y saqué los platos. Las tortillas las dejé en los Tupper para que no se estropeasen, y los sándwich de ensaladilla estaban en una bandeja bien envueltos, al igual que los huevos rellenos, y eché en unos platos las aceitunas, las patatitas y los mejillones y en una bandeja que había llevado de casa, una bandeja dorada muy grande que me habían dado con pasteles, puse el embutido, y al lado el pan. En un momento nos montamos una buena cena y nos lo pasamos fenomenal. Los niños jugaron lo que quisieron y todos comentamos eso de que a veces lo improvisado es lo que mejor sale. Y antes de ir a casa ellos nos invitaron a todos a una terraza a tomar un helado, así que todos contentos.
   Bueno, por hoy no aburro más, espero que en las próximas entradas ya pueda hablar de Navidad, esa Navidad que está tan cerca. Yo quiero que venga ya el mal tiempo y que todo huela a frío, a humo y a Navidad porque con este calor no me hago a la idea de las fechas en las que estamos. Bueno chicas, os dejo, y si alguna tiene ideas de comidas improvisadas decídmelo porque os lo agradeceré eternamente. Besinossssssss.

4 comentarios:

  1. Ohhh!!! Por fin has vuelto a actualizar!!!!!! que bien!!! Como siempre me encanta tu entrada.... y tienes razón... a veces cuanto más improvisas mejor salen las cosas... aunque a mi cuando voy a improvisar me faltan ideas jeje

    Que ganas tengo de que nos hables de la navidad.... Un besooo

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  2. Si, más vale tarde que nunca. Me alegra que te guste, aunque estoy segura de que improvisas bien. Besos.

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  3. bueno... alguna que otra vez he tenido que darle al coco, cuando estabamos estudiando o haciendo prácticas de la universidad en grupo... aunque no me complicaba mucho. Pero un día estábamos 3 amigas haciendo una práctica y se hizo la hora de cenar... y acudieron los novios... y no teníamos planes de cenar juntos pero al final surgió... y salimos airosas... aunque mis dos amigas son dos soles y me ayudaron en todo... jajajajaa

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  4. siempre salimos del apuro como sea,pero que poquito me gustan ese tipo sorpresas

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